Matrimonio Oculto – Capítulo 96: Dijiste que no había nada entre ustedes

Traducido por Sharon

Editado por Ayanami


—Muy bien, entiendo. Iré más tarde —dijo Lu Tingxiao con calma. Sin embargo, del otro lado del teléfono, Ning Xi quedó estupefacta.

—¿Ah? ¡¿Vas a venir?!

—¿Por qué no? ¿Hay algún problema? —Le regresó la pregunta con un tono ligeramente más frío.

—N-No es un problema… —La actitud de Lu Tingxiao parecía normal, por lo que no pudo rechazarlo.

Viendo que Ning Xi miraba perdida el teléfono luego de colgar, Jiang Muye salió de la cocina y le hizo una pregunta.

—¿Qué sucede? ¿Quién llamó?

—Tú tío, dice que vendrá más tarde…

—¡¿Qué dijiste?! —La cuchara en la mano de Jiang Muye cayó al suelo. Luego la señaló y se lamentó—. Ning Xi, ¡me dijiste que no había nada entre ustedes dos! Sólo vamos a cenar juntos, ¿por qué le pediste que viniera?

—Tranquilo, no comiences un berrinche, ¿de acuerdo? —Ning Xi rodó los ojos, sintiendo que su cabeza comenzaba a dolerle—. No lo invité aquí. Me preguntó dónde estaba y sólo le respondí normalmente, diciéndole que tendré una cena contigo. Entonces, él dijo que vendría. Lo más probable es que sienta que tiene que cuidar de ti y por eso viene para comer. Eso… ¿parece lo más probable?

Jiang Muye arrojó un tazón al suelo.

—¡¿Qué parte de eso es lógico?! ¿Piensas que Lu Tingxiao es del tipo que se acerca a las personas? ¿Piensas que cenaría conmigo? ¡Cuando mi madre lo invita a comer, tiene que hacerlo con medio año de anticipación! ¡“Distancia” es su segundo nombre!

Ning Xi le arrojó una almohada impaciente.

—¡Eres terrible! ¿No podría estar preocupado por ti? ¿Por qué sigues juntándome con Lu Tingxiao? ¿Siquiera lucimos compatibles?

—Es la intuición de un hombre… ¡Lo sé! —Murmuró por lo bajo.

Mientras ellos discutían, el timbre sonó. Ning Xi le dio una mirada de advertencia, indicándole que debería ser cuidadoso con sus palabras, para luego levantarse y atender la puerta.

En el momento en que la abrió, Ning Xi se animó de inmediato, porque al lado de Lu Tingxiao había un pequeño bollo.

Cuando la vio, Pequeño Tesoro se arrojó hacia ella con sus pequeños brazos abiertos, como si no la hubiera visto en años. El corazón de Ning Xi se derritió y se apresuró en levantarlo.

—¡Cariño, tú también viniste! ¡Estaba triste porque no podía cenar con mi amor esta noche!

En la casa, Jiang Muye miró a Ning Xi abrazando a Pequeño Tesoro, y luego se giró hacia Lu Tingxiao, quien los observaba con afecto. Se veían como una familia de tres.

Nunca habría esperado que Ning Xi se llevaría tan bien con Pequeño Tesoro, quien era una existencia a la que era aún más difícil de acercarse que su padre.

En cuanto a Lu Tingxiao, su actitud hacia Ning Xi era muy extraña.

Aunque fuera por el bien de Pequeño Tesoro, conociendo la personalidad de Lu Tingxiao, era imposible que pudiera soportar vivir bajo el mismo techo que una mujer extraña…

—Hey, hey, hey, ¡no se olviden de mí! ¡Estoy justo aquí! —Lu Jingli se escabulló dentro, llevando dos botellas de vino.

Viendo que los tres miembros de la familia Lu habían llegado, Ning Xi le dio una mirada a Jiang Muye que le decía “¿Ves? Están aquí para verte”.

—Tíos, incluso Pequeño Tesoro está aquí… Entren rápido. —Aunque no estaba feliz, Jiang Muye sólo podía invitarlos dentro obedientemente.

¿Quién fue el que le permitió nacer en la segunda generación…?

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