No quiero ser amada – Capítulo 266: Gritos de dolor

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Su padre se puso extremadamente furioso por lo que dijo, pero al final fue expulsado de la casa. Ni siquiera en sus peores pesadillas habría imaginado esta opción. Su padre, que a Leticia le parecía tan grande y poderoso como el mismo dios, ni siquiera pudo protestar adecuadamente ante esa joven antes de ser expulsado de la casa.

Además de eso, lo que era aún más increíble era que toda esa riqueza y activos no eran de su padre, sino que pertenecían a esa joven. Al darse cuenta de que ahora tenía que vivir con su padre, que no era diferente a un mendigo arruinado, la visión de Leticia comenzó a oscurecerse.

Supo instintivamente que una vez que saliera de esta casa, todo habrá terminado. Su experiencia de vivir en el orfanato toda su vida ya le había enseñado que, ya fuera ropa o pan, una vez que perdías la oportunidad de conseguirlo, no volvería nunca más. Si no deseaba que se lo quitaran, primero debería robarlo, y para las cosas que otros intentaban quitarle, debía hacer todo lo posible para conservarlo todo el tiempo que pueda.

—Lo único que puedes quitarme es ese vestido que estás usando ahora mismo.

La niña le habló con tono gélido a Leticia, quien suplicaba poder quedarse en este lugar. El hecho de que incluso la misma ropa que llevaba no era suya se le clavó profundamente en el pecho. Leticia se enfureció y apretó los dientes.

El futuro que imaginaba en su mente no era así. Ningún libro que leyó en el orfanato tuvo su historia de este modo. El escenario onírico en el que había pensado sería así: después de entrar a la casa disfrutaría de mucho más amor y devoción de su padre que de su hermana mayor, crecería luciendo hermosos vestidos y accesorios, y finalmente iría al gran baile del palacio donde conocería al rey por el destino y terminaría casándose con él. Sin embargo, en realidad la echaron de la casa sin ni siquiera poder pasar un solo día allí.

Después de eso, la vida que había pasado con su padre no fue nada feliz. La casa que compraron con su pensión era pequeña y vieja. Siempre estaban cortos de dinero, y cuando su padre comenzó a poner su mano en el juego, las deudas comenzaron a aumentar exponencialmente.

Su padre volcó todos sus problemas hacia Leticia. Afirmó que si no hubiera ido a buscarla, esto no habría sucedido. Solo entonces Leticia se dio cuenta de quién era realmente su padre. Era un hombre lleno de una personalidad despreciable en el interior en oposición a la elegante apariencia exterior. Ni siquiera se opuso a hablar de vender a su propia hija para pagar la deuda, a pesar de que le dijo con su propia boca que la amaba mucho.

Sin embargo, en lugar de odiar a su padre por su comportamiento, Leticia llegó a odiar a Rihannan aún más. Tenía todo lo que Leticia siempre había deseado. Ella había terminado de esta manera por la madre de Rihannan, ¿no era así? Además de eso, no estaría en un estado tan lamentable si Rihannan hubiera compartido solo un poco de la riqueza con la que nació.

—Y sin embargo, ¿hubo un tiempo en el que una vez disfruté de todas esas riquezas yo misma?

Rihannan dijo que Leticia había vivido con un estilo de vida elegante, como una hija amada por su padre y alabada como la dama más bella de la mansión hasta el final.

Las cosas que Rihannan había dicho sobre su padre también debían ser ciertas. Leticia sabía que su padre era alguien que siempre echaría la culpa a otra persona cuando las cosas le salieran mal. Por lo tanto, era más que obvio que mentiría sobre su pasado para asegurarse de tener la ventaja.

De hecho, soy muy similar a él en ese sentido, pensó Leticia.

Leticia no pudo evitar soltar una risa amarga.

Qué brutal era esto. Si Rihannan no le hubiera contado lo que sucedió en el pasado y simplemente la hubiera dejado, simplemente habría muerto mientras resentía a su hermana hasta el último momento. Sin embargo, como Rihannan le había dicho la verdad, ahora ni siquiera podía resentirla. Rihannan dijo que estaba aquí para darle una forma de morir sin dolor a través del veneno, pero lo que le había dejado era el sentimiento de derrota absoluta, el hecho de que no importa cuántas veces se repita su vida, terminaría siendo repetidamente un fracaso.

—Ah…

Con un grito de dolor, Leticia se tendió en el suelo. Desde la noche hasta la última mañana de su vida, las lágrimas no dejaron de brotar de sus ojos.


Maru
Hasta dónde puede llevar la ambición y ceguera de una persona... En cierta manera, Leticia es un personaje bastante triste, pero no me va a dar pena ahora. Todos tienen lo que se merecen. Y ella se lo buscó.

2 respuestas a “No quiero ser amada – Capítulo 266: Gritos de dolor”

  1. Disfrute leer el otro lado de un personaje que se tomó lo del cuento de hadas muy en serio y que las cosas resultaron todo lo contrario según su base de… Así debe de ser y yo solo tengo que sentarme a esperar recibir sin hacer nada por mi cuenta…. Y si no me lo dan me enojo… Excelente!!!

  2. Coincido contigo Maru.
    En cierta medida Leticia es el resultado de la ambición del padre pero ella decidió ser una persona ambiciosa de grande. Pudo decidir ser diferente y ser feliz pero no lo hizo.
    Saludos.
    Gracias por su trabajo!!!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido