¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 132: Ella y su infructuoso esfuerzo (2)

Traducido por Lucy

Editado por Nemoné


A pesar de que el hombre que estaba frente a mí me llamaba maestra, me esforcé de manera vergonzosa. Desvié la mirada en una dirección distinta y pronuncié una frase que incluso a mí me pareció artificiosa.

—N-no, ¿quién podría ser? Parece que me has confundido con alguien…

—¿Qué estás diciendo? No me has visitado en este último tiempo para nada… Déjate de tonterías y entra ya. Estás molestando al otro huésped… ¿Nn? ¿Tienes un acompañante?

Lars, que hablaba exasperado, se fijó en Freed, que estaba a mi lado. Luego, observando inquieto los alrededores, me arrastró frente a la tienda. Por supuesto, Freed le siguió. Confirmando que no había gente alrededor, Lars preguntó en voz baja:

—Hola, maestra. ¿Qué ha pasado con el Comandante de la División de Magos que siempre has traído? ¿Es un nuevo escolta? Es capaz pero…

—Es diferente… Él es diferente a un escolta…

Incapaz de fingir que soy otra persona, abandoné la inútil lucha. Y sacudí la cabeza para negarlo. Freed a mi lado daba miedo. Si decía que era un acompañante, no tenía ni idea de lo que me diría después. Cuando negué, Lars entornó los ojos.

—¿No? Entonces, ¿quién es? Es otra excelente belleza… Ahora que lo pienso, después de todo la Maestra se comprometió con Su Alteza el Príncipe Heredero. Aunque había estado diciendo que no se casaría con él tanto, de repente se celebró la ceremonia de compromiso, ¿no? Todo el mundo se sorprendió. Bueno, no hablemos aquí, antes de nada, entra.

—Eh, sí.

No pude encontrar un momento para detener a Lars, que hablaba mientras reía.

—Corren rumores como que Su Alteza el Príncipe Heredero está encaprichado con su prometida, la hija del Duque, pero ¿cómo es de verdad? Desde que la Maestra aceptó el compromiso, no es un hombre extraño, ¿verdad?

Mi cara se crispó. Encaprichamiento de nuevo. Es la frase que escucho a menudo este último tiempo. Si se difundía por la ciudad, por mucho que me esfuerce, a estas alturas no podré negarlo. ¿Cómo demonios se ha extendido ese rumor? Es demasiado vergonzoso. Si había culpables, por supuesto que me gustaría interrogarlos.

—Ha pasado mucho tiempo. Por favor, cuéntenos con detalle. Todo el mundo quiere saludarte.

Diciendo esto, Lars extendió su mano para agarrar mi brazo. Pero, antes de que su mano me alcanzara, fue apartada por Freed.

—¿No la tocaste?

—¿Eh?

Freed, que de repente se puso delante de Lars, sonrió. No creo que me equivoque al decir que su sonrisa era demasiado aterradora. Mientras Lars parpadeaba sorprendido, Freed habló con una voz que sólo Lars y yo podíamos oír.

—Te digo que no la toques, a mi prometida. ¿Lo entiendes?

—¿Pro… metida?

Mientras Lars se volvía hacia mí con movimientos como de juguete roto, en mi mente junté las manos disculpándome y asentí.

—A-Así es.

Se hizo el silencio por un momento.

—Maestra… He escuchado que está comprometida con Su Alteza, el Príncipe Heredero…

—Lamento decirlo pero es cierto…

Cuando asentí con una cara amarga, incapaz de seguir mintiendo, Lars miró a Freed con nerviosismo. Soltando un pequeño grito, me volvió a hablar. Pude notar que el dedo que señalaba a Freed estaba temblando.

—¡Esto significa que es…!

—Entiendo que estés sorprendido, así que no apuntes con el dedo. No levantes la voz, cállate.

Tenía ganas de gritar. Pensando así, le advertí primero. Bajo mi firme mirada asintió rápido. Aprovechando la ocasión, entré en la tienda seguida por ellos. Todavía había tiempo antes de abrir, así que no había nadie dentro. Podía oír las voces desde la dirección de la cocina, todo el mundo parecía estar ocupado con los preparativos.

Cuando entramos en la tienda y quedamos solo nosotros tres, Lars me preguntó con expresión de asombro.

—¡¿P-Por qué ha venido Su Alteza el Príncipe Heredero a un lugar como éste?!

—E-Eso es…

Mientras pensaba en cómo explicarlo, Freed habló primero.

—¿No se nota con la mirada? Estoy disfrutando de una cita de incógnito con mi prometida.

—¡Inspección! Estamos inspeccionando.

Me avergoncé cuando Freed dijo con suavidad que estábamos en medio de una cita. Desesperada, afirmé que estábamos en medio de una inspección. Aun así, mientras me angustiaba por pensar en qué decir para seguir con las excusas, Freed me llamó con su tono de voz habitual.

—¿Lidi?

—Eh, ¿qué?

Cuando levanté la vista, me encontré con la sonrisa de Freed. Sin embargo, consciente de que sus ojos no sonreían en lo más mínimo, de manera inconsciente, di un paso atrás. Me dio miedo.

—He escuchado la conversación hasta ahora. También tengo algunas predicciones… Es suficiente, ¿no? Por favor, dígame ya lo que está ocultando.

Me rendí con facilidad cuando resonaron las palabras que él conocía. Era un hombre con buen criterio. Puede decir predicciones, pero en definitiva, estaba convencido. Si mentía mal, era poco probable que acabara bien.

—Yo soy la dueña de esta tienda y la dueña de la receta original del arroz con curry…

Acorralada en una situación en la que no se permitía guardar secretos, confesé mientras agachaba la cabeza. Ahora que había llegado a este punto, no podía engañarle. Abandoné cualquier esperanza de hacer algo. Sintiéndome como una criminal, estaba esperando el veredicto con la cabeza agachada, cuando escuché un profundo suspiro por encima de mi cabeza. Al cabo de un rato, una gran mano se posó sobre mi cabeza.

—Por fin lo has dicho… Sí, buen trabajo. Porque Lidi es demasiado testaruda.

—Tú…

Cuando levanté la cara con cautela, Freed me miró como diciendo que no se podía evitar.

—Lo he sabido desde el principio. Me enteré por Alex de antemano. Date cuenta de que ya es conocido por todos. Ese es el mensaje de él.

—¿Eh?

Mis ojos se abrieron de par en par por las inesperadas palabras. ¿Había sido expuesta? De ninguna manera, ¿desde cuándo? Sintiéndome agitada, tiré de la manga de Freed. Tal vez entendiendo lo que quería decir, Freed dijo con una sonrisa irónica.

—Alex dijo que lo sabe desde el principio… Quizás el hombre de allí también esté al tanto.

—No hay manera… ¿Lars?

Cuando me volví hacia Lars asombrada por los nuevos hechos, se rascó de manera torpe la mejilla.

—Es verdad que hacía bastante tiempo visitaron dos personas que se presentaron como el padre y el hermano de la Maestra.

—¿Eeeh?

—Me dijeron que lo mantuviera en secreto… Lo siento.

Me quedé mirando estupefacta a Lars que bajó la cabeza. No puede ser. ¿Mi padre y mi hermano vinieron aquí? Mi cabeza se congeló ante el hecho inesperado.

—Mentira, es mentira…

—Era un padre y un hijo con un pelo plateado demasiado llamativo… Vinieron a ver dónde trabajaba su hija y a comer curry… ¿Eran ellos?

—Por desgracia, sí…

Padre e hijo de cabello plateado. Escuchar eso era suficiente. No había que equivocarse. Eran mi padre y mi hermano. ¿Qué estaban haciendo a mis espaldas? Mientras me ponía rígida por el shock de varias verdades reveladas en rápida sucesión, para calmarme, Freed me atrajo hacia sí.

—¿Estás convencida con eso?

Mientras Freed me miraba, yo asentía, cabizbaja. Era tan poco elegante que me daban ganas de llorar.

—Entiendo que sólo estaba luchando contra los molinos de viento… Es vergonzoso.

—Alíviate, el Primer Ministro o Alex no te dijeron que dejaras la tienda. Entonces, ya que he terminado con la petición de Alex, ¿comemos curry y volvemos?

Con una suave palmadita en la espalda, no pude aguantar más y me aferré con fuerza a Freed.

—Si el objetivo era concienciarme, no hace falta que me obligues a comerlo, ¿verdad?

—Es la receta original de Lidi, ¿verdad? Mientras no sea dulce puedo comerlo, además, no es mentira que mi objetivo era la inspección de esta tienda. Después de todo, es la tienda de Lidi.

—Si quieres curry, lo haré…

Si estaba expuesto, no tenía ninguna razón para ocultarlo. Cuando saqué el tema de hacerlo sin tener que comer aquí, Freed me abrazó con fuerza y dijo, mientras la mano que acariciaba mi pelo se sentía bien, —Es difícil renunciar a eso. Pero ya que es una rara oportunidad, comamos juntos fuera y volvamos. No he comido nada en la pastelería antes. De hecho, tengo bastante hambre.

—Ah, ya veo. Sólo has tomado un café.

—Me gustaría comer lo que recomienda Lidi. ¿Podrías elegir?

—Está bien, pero… Pero podrías decirme las preferencias de Freed. Las usaré como referencia.

—Por supuesto.

—Ah, disculpe, sin embargo…

—¿Nn?

Cuando escuché la voz de Lars y miré hacia atrás, mientras desviaba la mirada con una cara incómoda, dijo:

—Tengo entendido que su relación es tan buena como dicen los rumores, así que si van a comer podrían sentarse en el mostrador de allí. Ya es la hora de abrir. Será problemático si coquetean sin pudor en medio de esta tienda.

Cuando lo señaló, por fin recordé que estaba por completo instalada en los brazos de Freed. Me avergoncé de inmediato y comencé a forcejear para liberarme.

—Suéltame, suéltame.

—Sí, sí. Lidi, te has puesto muy roja. Qué bonito.

—C-Cállate. Vamos.

Tirando de la mano de Freed le guié hasta los asientos especiales al final del mostrador. Era mi sitio personal para cuando estaba en la tienda. Desde allí se puede echar un vistazo a la cocina, y también es conveniente porque está fuera de la vista de la gente. Cuando me senté en la silla y me asomé a la cocina, me di cuenta de que todos los cocineros desviaron la mirada hacia mí al mismo tiempo.

—Nos han visto… No más…

Convencida de que sin duda habían observado nuestro vergonzoso comportamiento de hace un momento, me dieron ganas de llorar. ¿Qué había de triste en ser abrazada por tu prometido en medio de tu tienda? Nadie lo sabía. Cuando me dejé caer sobre el mostrador abrumada por la vergüenza, Lars trajo agua con una mirada lastimera en sus ojos. La recibí y suspiré.

—Maestra, contrólate… ¡Está bien, entonces vamos a abrir!

Mientras la voz de Lars resonaba, los clientes comenzaron a entrar en la tienda uno tras otro. Cuando miré eso de reojo, Freed, a mi lado, me pinchó con alegría la mejilla con el dedo. Con sorna, me lo quité de encima y me senté. No era bueno. Si continuaba, era probable que me digan que estamos coqueteando de nuevo. Con una fuerte sensación de crisis, pregunté a Freed por sus preferencias y decidí ordenar rápido.

En cualquier caso, dejemos la tienda rápido… Eso es todo lo que pensé.

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