Traducido por Lucy
Editado por Ayanami
Ah, date prisa, quiero liberarme de este dolor.
Ante mis ojos, el dueño de un bello rostro sonrió sólo con su boca.
Es Su Alteza el Príncipe Heredero Maximiliano.
Qué desgracia que me haya tocado ser su pareja de baile, suspiré en mi mente.
♦️ ♦️ ♦️
Poco importaba que no estuviera dispuesta, el tiempo pasaba despiadadamente.
Una vez terminada la audiencia, me tomé un pequeño respiro, luego me pusieron el atuendo para la fiesta nocturna y me trasladaron al lugar de la fiesta organizada por el Palacio Real.
La fiesta nocturna organizada por el Palacio Real era diferente de las organizadas por los nobles cada fin de semana, desprendía un aura, de alguna manera, elegante. El aire que se respiraba no desprendía una sensación de frivolidad, tenía una impresión más favorable en comparación con la mayoría de las fiestas nocturnas que conocía.
Por supuesto, este tipo de ocasión enfatizaba la “formalidad”.
Las “Reglas de las fiestas nocturnas” que me había contado mi padre, naturalmente, no se aplican a este tipo de ocasiones.
Estas reglas sólo se aplicaban a las fiestas nocturnas en las que se reunían hombres y mujeres jóvenes, todo el mundo lo entendía tácitamente.
La alta sociedad de este país no era tan dulce como para dejar sobrevivir a un tonto que no entiende eso, es lo que me dijeron.
El brillante candelabro era hermoso. En la sala de banquetes abierta del castillo se reunió un gran número de personas.
Tal vez, se deba a que se han enterado de que venía la realeza extranjera, sentí que todos se vistieron con más pasión que de costumbre. Al vislumbrar al príncipe heredero Maximiliano, éste parecía demasiado ocupado para prestarme atención.
En cuanto a mí, en medio de eso, estaba perfectamente rodeada de gente.
Freed estaba a mi lado como si fuera algo natural, aguantando estrictamente el sitio.
Desde que entramos en el lugar, ha intentado no separarse de mí ni un momento. Se podría decir que es natural que, como resultado, la gente nos rodee.
Freed le respondía a los nobles que venían a saludarnos con una sonrisa en la cara.
Naturalmente, sólo podía responder con una sonrisa junto a él, pero me sentía deprimida pensando en lo que pasará después.
Un poco más lejos, el príncipe heredero Maximiliano estaba hablando con destacados nobles de nuestro país.
El pensar que después tenía que bailar una pieza con ese hombre me llenaba de pesadumbre.
Había aprendido durante el día que encontraba a ese Príncipe Heredero difícil de tratar, odiaba completamente la idea de bailar con él.
Por supuesto, no iba a hacer algo tan indecoroso como mostrar estos sentimientos.
Manteniendo una falsa sonrisa amistosa, permanecí tranquilamente al lado de Freed.
En todo caso, pensé.
Desde que me ausentaba de las fiestas nocturnas cada vez que escuchaba la llegada de Freed, al estar apenas presente en público llegué a ser llamada una bestia fantasma de la alta sociedad, pero qué giro del destino para que existiera un día en el que estoy sonriendo al lado de la persona misma.
No se podía evitar, ya que me casaré con Freed, pero realmente nunca imaginé lo que el destino tenía preparado.
Entre los nobles había muchos que veían mi rostro por primera vez, nobles que intentaron vender sus rostros y nombres, aunque sólo fuera un poco, vinieron a Freed y a mí uno tras otro.
Algunos de ellos, naturalmente intentaron ponerme a prueba.
Saludaron a Freed mientras esperaban mi presentación, y luego comenzaron a felicitarlo por el compromiso.
—Felicidades por el compromiso. Siempre he estado bajo el cuidado de Su Excelencia el Primer Ministro, ¿pero la señorita Lidiana sabe de mí?
Al decir eso, no dió su nombre a propósito. Desde hacía un tiempo esos tipos venían en tropel.
Tal vez, quería avergonzar a mi padre al escucharme decir que no lo sabía, o tal vez se ría ante la vergonzosa visión de que me apoyara en Freed, pero cómo se atrevía a buscar pelea conmigo.
Ahora también Freed me hizo una señal con los ojos, pero sacudí un poco la cabeza para decir que no había de qué preocuparse.
—Por supuesto que sí. Conde Bälz. La cerámica hecha en su condado es famosa. Es imposible que no lo conozca… Ah, ahora que lo pienso, mi padre ha mencionado que pronto le gustaría adquirir nuevos utensilios para el té. Hemos recibido té nuevo, así que es el momento adecuado para buscar utensilios de té.
Lo observé con una mirada significativa.
Cuando mencioné su nombre, y al mismo tiempo la cerámica de la que el conde estaba orgulloso, su reacción cambió en un abrir y cerrar de ojos.
—¡Muchas gracias a Su Excelencia el Primer Ministro! Iré a saludarlo de inmediato.
—Así es. Creo que mi padre estará encantado.
La actitud anterior de tratar de ponerme a prueba fue fácilmente volteada, para obtener una orden, el Conde se despidió y se alejó enérgicamente.
Por cierto, le di una charla similar a un vizconde orgulloso de su cerámica.
Era cierto que mi padre mencionó que quería nuevos utensilios para el té, así que probablemente no le importará.
En este momento, debían estar compitiendo por la atención de mi padre.
Ja, ja, ja.
—Lidi… Qué manera tan elegante de ahuyentarlo.
—De qué podría estar hablando, Su Alteza. No he dicho ninguna mentira.
Todavía hay gente alrededor.
Mientras mantenía una mala cara sonriente que fingía amabilidad, Freed a mi lado susurró en voz baja.
Es el baile con el Príncipe Heredero Maximiliano contra el que me estaba preparando. Esto no era un problema. Quería liberar un poco de estrés.
Cuando me di la vuelta, escuché una pequeña risa sobre mi cabeza. Maldita sea, se ha reído.
—Parece que el marqués Muller ha preparado un espectáculo interesante para esta noche. ¿Te hace ilusión?
—Sí. He oído de un amigo que el Marqués contrató a un cantante inusual. Se trata de eso, ¿no?
—Sí, parece que esta noche traerá al rumoreado cantante. Si logramos quedarnos aquí hasta entonces, disfrutémoslo juntos.
—Si logramos quedarnos… ¿Es así?
—Claro… Nos retiramos temprano para tomar un baño, ¿no?
—Freed…
Cuando me lo dijo con una voz suave cerca de mí oído, me ahogué por las palabras. Me preocupa que haya logrado un ataque tan sorpresivo.
Al ver mi reacción Freed sonrió alegremente.
—Fufu, lo estoy deseando. Ahora, por desgracia, es la hora. Ve. Estaré observando y muriéndome de celos.
Cuando Freed dijo eso con una cara seria, suspiré espontáneamente.
La hora de la que habló se refería, por supuesto, al baile con el príncipe heredero Maximiliano.
—Qué persona tan celosa…
—Ya lo sabes, ¿verdad? No puedo evitar odiarlo de verdad.
Mientras miraba amargamente a Freed, con el rabillo del ojo vi la figura de un hombre que se acercaba.
No hacía falta decir que era el príncipe heredero Maximiliano. Se había cambiado de ropa para la fiesta de la noche, junto con el color de su cabello parecía un joven noble y brillante. Incluso con el mismo cabello plateado, había una gran diferencia con mi hermano.
El círculo de personas que nos rodeaba se dividió naturalmente, como para dejarlo pasar.
El príncipe heredero Maximiliano se acercó a nosotros y nos saludó con elegancia.
—Príncipe Friedrich. Como le prometí, le pido prestada a su prometida.
—Entiendo, te la confío.
Sin tener en cuenta sus pensamientos internos, Freed asintió de buena gana a las palabras del príncipe heredero Maximiliano.
Entonces, tomé de mala gana la mano presentada.
Una pieza, sólo una pieza. Así podré alejarme de este hombre.
Me persuadí y me mentalicé.
Escoltada por el príncipe heredero Maximiliano, avancé deslizándome hacia el centro de la pista de baile.
Lo que escuché fue un vals en el que tengo experiencia. Aliviada, moví los pies.
Cuando comencé a bailar con el ritmo, escuché un suspiro impresionado ante mis ojos.
Levanté la mirada, solo para encontrarme con unos fríos ojos grises oscuros.
No sé qué está pensando.
—Parece que sabes bailar mejor de lo que esperaba. Me siento aliviado.
—Estoy muy agradecida…
Geh, no me hables.
Mejor no decir algo sin tacto, habiendo decidido guardar silencio lo más posible, sólo agradecí sin rodeos.
Ah cielos, quiero terminar con esto rápido.
Mientras pensaba que detestaba los problemas, me concentré en bailar con toda mi alma.
Sin embargo, sin darme cuenta, el Príncipe Heredero continuó hablando persistentemente.
—Era… la princesa Lidiana.
—Sí…
Si me hablan tengo que responder.
Cuando contesté de mala gana, el príncipe heredero Maximiliano me miró fijamente.
—De cerca se ve más y más hermosa. Siento una verdadera envidia de que el príncipe Friedrich acoja como esposa a una mujer tan hermosa.
Mi cara se acalambró ante la increíble frase.
No debería pensar eso en absoluto. Porque sus ojos son tan fríos como siempre.
No era una cara seductora. Sólo su boca tenía la forma de una sonrisa, pero simplemente no podía confiar en ella.
—Todavía no he tomado una princesa consorte como esposa. Sería bueno si tuviera una prometida como la Princesa… Ah, es cierto, ¿y si le robo la Princesa a ese Príncipe en su lugar?
Entiendo que es un golpe de efecto para mí que soy la prometida de Freed.
Tal vez, por eso era completamente diferente de la expresión que le dirigió a Freed hacía algún tiempo.
Así como yo o mi hermano tenemos lados ocultos, este Príncipe Heredero también tenía varias caras.
Pero, la sonrisa intencionada no resonaba en mi corazón en absoluto.
Aun así, no parecía que fuera así para las mujeres que se reunieron en la fiesta nocturna de hoy.
Cuando el Príncipe Heredero, con una impresión rígida estrechó sus ojos y sonrió, aunque sea una mentira, es lo suficientemente hermoso como para ser encantador.
Los suspiros de admiración de las mujeres que nos observaban se filtraron todos a la vez.
Quería sonreír amargamente ante la situación de Freed.
No es que no entienda ese sentimiento.
Ciertamente, una belleza es una belleza.
Sin embargo, esta expresión dirigida a mí en este momento, sólo podía verse como si me mirara con desprecio.
Aunque sea un farol, me pregunté si creía que podía hacer que una mujer se enamorara de él con una sonrisa, ya que era hermoso.
Pensando así, fruncí un poco las cejas y, quizás al notarlo, el príncipe heredero Maximiliano puso una expresión de interés.
—Ya veo. Si digo esto, la mayoría de las mujeres al menos se sonrojarían. Después de todo, ¿Lidiana no está interesada en esta cara?
—No, ese tipo de conclusión es…
Después de todo me estaba probando.
¿Quién estaría encantada de entender que se burlaron de ella?
Pero, era un invitado de honor. El príncipe heredero de un país vecino. No podía decir nada grosero.
Mientras me hundía en el silencio, incapaz de decir nada más, el Príncipe Maximiliano continuó, mientras bailaba magníficamente.
—Pensé que la princesa era interesante en el momento de la audiencia. Sin embargo, parece realmente desinteresada en mí. ¿Su prometido es mucho mejor? Creo que nunca me han rechazado así.
Siguió mirándome fijamente mientras bailábamos.
Esos ojos de nuevo. Los ojos desagradables que evaluaban a la gente.
—Qué charla más tonta. No me atrevería a comparar.
¡Comparé los uniformes militares! Grité en mi corazón.
Sin embargo, ahora ambos están en traje de noche. Esos están fuera de mi área de interés.
—Ya veo. No hay problemas. Huh. Una mujer que desgarró a ese hombre. Me preguntaba qué clase de mujer malvada era, pero no está mal. No hay atractivo sexual, pero un ojo perspicaz podría perder su corazón en el amor… huh.
No hay atractivo sexual, eso no era necesario.
Aunque me impactaron las líneas que escupió el príncipe heredero Maximiliano, por lo que no estaba muy segura de que sean alabanzas o insultos, recé desde el fondo de mi corazón para que esta pieza terminara rápidamente.