¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 99: Ella y su paseo

Traducido por Lucy

Editado por Ayanami


—Siento que me han engañado…

Mientras paseaba por un vasto jardín conectado a los aposentos reales, murmuré distraídamente.

Era antes del mediodía. Después de que Freed se marchara a regañadientes al trabajo, con entusiasmo me tomé la medicina para la recuperación de la resistencia y, para cambiar de ritmo, salí a dar un paseo.

La medicina de la señora Delris es debidamente eficaz. Como finalmente se me acabó la medicina que había recibido en ese momento, llevando muchos dulces fui a pedir una reposición, mientras soportaba la vergüenza.

Al escuchar mi historia, los hombros de la señora Delris se estremecieron y me dio una excelente medicina de recarga, que no sólo recuperaba la resistencia, sino que también curaba dolores y simples heridas.

—Bueno, vas a pasar por muchas dificultades…

Aunque me dijo eso mientras se reía, agradeciendo de todo corazón, le agradecí una y otra vez a pesar de mi vergüenza, y luego le prometí llevarle mi nuevo producto.

¿Cómo podría darme aires de grandeza…? Se trataba de un asunto de vida o muerte.

Caín no estaba a mi lado ahora. Hablamos antes de salir de la habitación, pero él estaba a punto de salir, ya que tenía algo que investigar.

—Lo siento. Tengo un pequeño asunto que comprobar, así que me iré de tu lado. Princesa, ¿vas a volver hoy a la mansión?

En cuanto me quedé sola, bajó familiarmente del techo como se había acordado, sin agitarse en lo más mínimo, lo recibí de forma habitual mientras me sentaba en una silla.

Coloqué la taza que tenía en la mano sobre el escritorio y, mientras miraba a Caín a los ojos, le anuncié el horario de hoy.

—Hmm, en realidad hoy también me quedaré aquí. De alguna manera, he sido hábilmente engatusada… Me pregunto por qué.

Me quedo, o debería decir. Prometí que lo haríamos esta noche. Bueno, podría ser similar.

Muu, como mostré mi preocupación, Caín dijo que eso era algo bueno, aliviado.

—Ah, eso es perfecto. Me alivia que la princesa esté en un lugar donde su marido pueda cuidarla. Sin embargo, absolutamente no vuelva a casa hasta que yo regrese, ¿de acuerdo? Porque soy su guardia

Como él lo dijo, eso está mal, tú eres un ninja, negué en mi mente.

De vez en cuando le explico la profesión de ninja, pero por más que lo intento no parece encajar con él.

El traje leonado del clan Hiyuma que lleva Caín es exactamente igual a los trajes de ninja que conozco, las espadas que son sus accesorios también tienen un gran parecido, hay varias cosas. Por eso, para mí, Caín tiene exactamente el mismo aire de un ninja.

—Sí, entiendo, ¿te irás por la noche?

—No, volveré hoy.

No sé a qué hora, como Caín dijo ambiguamente, asentí con la cabeza.

De vez en cuando, Caín desaparece así, de forma inesperada. Debido a que no entra en detalles, supongo que, probablemente está relacionado con su antiguo gremio de asesinos. Como es consciente de que no se me dan bien las historias sangrientas, no lo dice.

Le agradezco esa preocupación, y las cosas personales que hace no son mi problema. Creo que es bueno que Caín pueda hacer lo que quiera.

—Una vez que esté de vuelta me pondré en contacto contigo.

—Okey. Ten cuidado. Nos vemos.

—Me voy…

Aunque no estaba acostumbrado a mis palabras, Caín me contestó así, y diciendo eso se desvaneció como el humo.

Fue tan brillante, que, a pesar de no haber nadie, aplaudí inconscientemente.

Maravilloso. ¡Bravo, ninja!

Al quedarme en la habitación sola, me aburrí y miré a mi alrededor. Era la habitación de Freed a la que me acostumbré a ver. En esta habitación, donde sólo había lo mínimo necesario, no había nada con lo que matar el tiempo. no lo dudaba porque la registré a fondo mientras era observada por Freed.

Con una sonrisa, Freed dijo “Puedes buscar si quieres”, sin importar donde mirara, él parecía tranquilo, eso marchitó completamente mi espíritu al pensar en burlarme de él por encontrar algo erótico. Si fuera la habitación de mi hermano, es seguro que encontraría una o dos cosas.

Por cierto, sé dónde esconde sus cosas indecentes. Me mantengo en silencio al respecto, pensando en amenazarle con ello en caso de emergencia.

—Hmmm, estoy aburrida…

¿Debería ir a dar un paseo de nuevo?

Para ser honesta, quiero asomarme a la cocina, pero como era de esperar sería imposible sin obtener permiso. No quiero entorpecer a los cocineros.

A regañadientes decido pasear cerca para matar el tiempo.

La única vez que salí me encontré con Will, pero como era de esperar, ahora sería difícil.

—Princesa consorte, ¿a dónde va?

Cuando abrí la puerta, un guardia real se dirigió a mí.

—Voy a dar un pequeño paseo, no te preocupes.

—La acompañaré.

Un soldado fiel a sus obligaciones dijo que me acompañaría. Como era de esperar. Pero si es posible, me gustaría que me perdonara.

—No, está bien. Sólo caminaré un poco, no saldré de los aposentos reales.

—Sin embargo…

—Está bien. Además, hay guardias en todas partes, ¿no?

En cualquier caso, creo que hay guardias apostados por todas partes. Naturalmente, es imposible que una persona sospechosa entre en los aposentos reales.

—Entiendo… Por favor, tenga cuidado.

Sin demora, me fui, dejando atrás al guardia real que asintió de mala gana.

Los aposentos reales son relativamente amplios, pero, por desgracia, no hay nadie dando un paseo aparte de mí.

Para entrar en este lugar se necesita un permiso especial, o ser miembro de la realeza, guardia exclusivo o guardia real. Cada miembro de la realeza tiene una habitación privada, parece que es posible entrar en ellos si se está acompañado de su propietario.

Freed me explicó antes que gracias a la “Flor Real” ya estoy dotada de los mismos derechos que la realeza, parece que puedo actuar con libertad en este lugar.

En este momento, solo viven en el Palacio Real la pareja real, la concubina del Rey y Freed, que es el Príncipe Heredero. El Rey anterior se trasladó a una residencia en los suburbios con su Princesa Consorte y seis concubinas, en el momento en que el Señor Garay se casó dejó el castillo y se trasladó a su territorio.

Freed es el único hijo de la Reina, la concubina Lady Helene no tiene hijos. Aparte del Rey y Lord Garay, el anterior Rey tuvo cuatro hijos con sus concubinas, pero ninguno vive en el Palacio Real.

Es decir, solo cuatro personas ocupan este vasto espacio.

Sin rumbo fijo, caminé por un pasillo. El área general es bastante amplia, pero los aposentos reales son aún más espléndidos.

Incluso el jarrón desprotegido que decora una esquina del pasillo de seguro tiene un valor indispensable. Porque sin duda es del grado del tesoro nacional. Además, las pinturas que adornan las paredes son de artistas de hace cientos de años, conocidos por todos. Como es natural, son auténticas. Cuánto costó, me da vértigo solo de imaginarlo.

No hay duda de que se podría amasar una fortuna solo vendiendo antigüedades desde aquí.

Aunque antes de eso te arrestarían como un delincuente.

Me cansé de recorrer los pasillos y me dirigí a las escaleras de la planta baja. Los soldados que custodiaban la escalera me miraron y, por un instante, dirigieron miradas severas hacia mí, como si fuera una persona sospechosa.

Cuando pensé que sería mejor presentarme, los soldados se fijaron en la “Flor Real” que llevaba en el pecho.

Tal vez, al comprender quién soy, volvieron a sus posiciones originales con un gesto de disgusto y me abrieron el paso.

—Perdone nuestra descortesía, princesa consorte. Por favor, continúe.

—Sí…

—¿A dónde va? Si es necesario, podemos acompañarla.

—Está bien. Por favor, continúen con su trabajo.

Después de hacer ese intercambio varias veces, al final, llegué a la planta baja.

Cansada…

Estoy harta de tener ese tipo de intercambio cada vez que me descubren los guardias reales o los demás.

Miré hacia el frente. Al ver un hermoso jardín, me dirigí hacia allí como si me hubieran invitado. No importa por dónde caminen, los soldados son ruidosos. Pero, puede que sea un poco mejor en el jardín.

Pensando así, avancé hacia las profundidades del jardín, así me esforcé en caminar.

♦ ♦ ♦

—He sido absolutamente engañada…

Pronuncié palabras similares a las de hace un tiempo y me agaché en el lugar.

La estación es la de invierno, pero en este país, bendecido por el clima, los inviernos no son duros. Las pocas flores que florecen son dignas de verse. Puse mi mano sobre una diminuta flor violeta y pensé en Freed.

A mí, por completo fascinada por su uniforme militar, Freed me dijo que estaba deseando que llegara la noche.

Como estaba muy roja debido a su uniforme militar, como una tonta acepté de buen grado, pero el problema viene de ahí.

Siguiendo el hilo de nuestra conversación, la obra del uniforme militar debería haberse esperado. Así que no se me puede culpar por esperarlo.

Y, sin embargo, mirando los resultados, de alguna manera comenzó con el juego del baño, luego pasamos de inmediato al dormitorio. Después se pasó al juego normal. No, es bastante difícil llamarlo “normal”. Sí, terminó sin ni siquiera un rastro del uniforme militar. ¿Qué diablos fue eso?

He sido engañada con crueldad. Llegados a este punto ¿esto no está dentro del ámbito del fraude?

Lo esperaba con ansias, qué decepción.

Por ahora, creo que ignoraré lo que más me decepciona. Después de todo, Freed es consciente de que soy débil ante él llevando un uniforme militar.

A pesar de eso, lo que pasó fue que no cumplió con mis expectativas.

Eso hay que protestarlo.

Quiero ver a Freed abrir de forma erótica su uniforme militar.

Así es, quiero ver lo que quiero ver, qué hay de malo en vivir fiel a mí misma.

Eh, ¿qué? ¿Después me dolerán mucho las caderas? ¿Seguro que todo durará hasta la mañana?

Hmph, muy bien… De verdad no me importa. No tan tarde.

Si voy a ser aplastada en sus brazos de todos modos, ¿querer tener mi obra favorita me convierte en una pervertida?

Sí… lo hace.

Lo siento, mi error. Por favor, olvida esta afirmación.

Mis pensamientos daban vueltas y vueltas en una dirección incomprensible. Han pasado muchas cosas desde ayer, así que quizás estoy cansada… Después de todo, volvamos a la habitación de Freed y que nos preparen el té. Para pasar el tiempo con tranquilidad hasta que él vuelva.

Al final, pensando eso, me levanté

No hay nadie alrededor. Como es natural. Odiaba que la gente me llamara de repente “Princesa Consorte”, así que me escapé.

—¿Dónde está esto…?

Decidí regresar, pero me perdí por completo.

En primer lugar, no tengo mucho sentido de la orientación. Especialmente cuando estoy distraída. Sin conocer el camino de vuelta, me he quedado atascada.

Después de un tiempo, alguien vendrá a buscarme. Dije que sólo me movería por las dependencias reales, este jardín debería estar dentro de sus límites.

Cuando pensé que me gustaría que alguien viniera lo antes posible.

—La Princesa está aquí.

—¿Eh?

Al escuchar la voz baja, miré hacia atrás. Realmente no estaba pensando mientras lo hacía.

Sólo miré hacia atrás cuando me llamaron por mi nombre. Eso es todo.

Pero, cuando cambié mi mirada, mis ojos reflejaron una figura. En el momento en que noté de quién se trataba, me solidifiqué como una piedra. No era de extrañar. Porque lo sentía incómodo.

—Ha pasado un tiempo, Princesa.

—Su… Alteza…

El responsable de mi línea de rechazo ayer, el Príncipe Heredero del Reino de Sahaja, Su Alteza el Príncipe Heredero Maximiliano, era la persona frente a mí.


Lucy
Mmm... ¿Y ahora qué es lo que va a pasar? ¡Gracias por leer!♥

2 respuestas a “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 99: Ella y su paseo”

  1. Me había asustado
    Pensé w algo malo le pasó
    Bueno aunque ese príncipe tampoco es de fiar
    Estoy más tranquila
    Muchas gracias ❤️❤️❤️❤️

  2. NOOOO, AHHHH
    WEEEY, yo estaba bien paniqueada pensando que era un intento de asesinato o algo y andabs medio relax porque sabía que Freed iba a llegar sí o sí a salvar el día. PERO QUE SEA EL HDP DE ESTE WEY LO HACE MÁS TERRORÍFICO Y PREOCUPANTE

Responder a Mer1991 Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido