Traducido por Moux
Editado por Ayanami
Yun Ruo Xue entendió el significado de las palabras de Yun Qian Meng, por lo que tampoco lo escondió. Bajó la mirada al suelo y asintió. Pero la levantó de inmediato y dijo avergonzada:
—¡Jiejie, no me malentiendas! Es solo que meimei también considera que Gu Lao Tai Jun es la waizumu de Ruo Xue. Cuando Xue’er fue antes, Lao Tai Jun me trató con calidez. Este es su sexagésimo cumpleaños, si Xue’er no va ¿no sería criticada por las personas? ¡Le pido a jiejie que le permita a meimei ser filial!
Mientras hablaba, Yun Ruo Xue se volvió a arrodillar ante Yun Qian Meng.
¿Cómo podía dejarla hacer eso? Si Yun Ruo Xue se arrodillaba y ella no estuviese de acuerdo, lo más probable es que no se levantara. Entonces, Su Qing aprovechará la oportunidad para crear problemas.
Yun Qian Meng les dio una mirada a Mu Chun y a Mi mama. Ambas se acercaron y bloquearon a las dos sirvientas que estaban paradas detrás de ella.
Al ver eso, Yun Qian Meng mostró una expresión pensativa. Sostuvo el brazo de Ruo Xue y la detuvo de arrodillarse. Pero Ruo Xue parecía estar determinada y se arrodilló con más fuerza mientras decía:
—¡Por favor permítemelo!
Al ver lo insistente que era, el corazón de Yun Qian Meng se sintió agotado.
—¡Meimei es tan dulce! —Sonrió —Si waizumu se entera, definitivamente estará feliz. No importa si meimei va o no, le expresaré tus sentimientos a waizumu. Por supuesto que no te culpará. Así que, por favor, levántate. No dejes que los sirvientes sigan viendo esto y piensen que jiejie te está molestando, de otra forma enemistarán nuestra hermandad.
Mientras Yun Qian Meng decía eso, sujetó con más fuerza los brazos de Ruo Xue al levantarla. Eso había sorprendido a Yun Ruo Xue ¿Cómo puede tener tanta fuerza aún después de vivir así? Frunció el ceño debido al dolor en sus brazos. Estaba a punto de abrir la boca cuando vio que Mu Chun y Mi mama se habían interpuesto entre ella y sus dos sirvientas. Ambas estaban al lado de cada una. De momento, lo único que pudo hacer fue rendirse.
En ese instante, el rostro de Yun Ruo Xue se llenó de resentimiento. No obstante, la amargura era debido a que no podía ir a la fiesta de Lao Tao Jun.
Yun Qian Meng alejó sus manos y se sentó con tranquilidad. Al ver el aspecto lamentable de Ruo Xue, suspiró y dijo:
—Meimei ¿por qué actúas así? Jiejie ya le dijo a zumu que irás a la fiesta, pero el problema es que Su yiniang no lo permite. Después de todo, Su yiniang es la madre biológica de meimei, aunque es una concubina, meimei tiene que ser filial. Si vamos en contra de los deseos de Su yiniang, me temo que no sería bueno para la reputación de meimei.
Habiendo dicho eso, Yun Qian Meng hizo una expresión de que no podía hacer nada mientras golpeaba suavemente la mesa.
Cuando Yun Ruo Xue escuchó sus palabras, la mano que limpiaba sus lágrimas, se detuvo.
Por supuesto, sabía la razón del porqué su madre se negaba. Incluso si lloró el día anterior, Su Qing seguía sin dejarla ir. Por eso vino al patio Qi Lou Yuan para probar suerte y ver si Yun Qian Meng la llevaba al Fu Guo Gong Fu. De otra forma, con todo el odio que le tenía ¿cómo podía olvidar su dignidad para venir a ver a esa pequeña zorra sin madre?
Yun Qian Meng observó las diversas emociones pasar en los ojos de Ruo Xue y supo que debió haberse molestado con Su Qing. Es por eso por lo que debió haber pensado en ella. De lo contrario, con el temperamento y el odio de Yun Ruo Xue, estaba segura que incluso si fuese asesinada, ella no pondría un pie en el patio Qi Luo Yuan.
La habitación permaneció en silencio por un momento. Yun Qian Meng bebió de su té sin apuro mientras que Yun Ruo Xue pensaba ansiosamente sobre cómo hacer que ella la llevara.
—Señorita, es hora de presentar sus respetos a la señora. —De pronto, Mi mama le recordó a Yun Qian Meng.
Mi mama no quería ver a Yun Ruo Xue, en particular, debido a que esa niña quiso deshonrar la inocencia de su señorita; ¡y ahora era tan indiferente como para venir y suplicarle a la señorita con descaro!
Además, después de escuchar lo que dijo, le hizo pensar porqué existía una persona tan desvergonzada.
La abuela materna de Yun Ruo Xue es de la familia Su. Gu Lao Tai Jun del Fu Guo Gong Fu es la abuela materna biológica de su señorita ¡No tenía ninguna relación con la hija de una concubina! Pero Yun Ruo Xue estaba señalándola, llamando a Lao Tai Jun su waizumu.
¡Qué desagradable!
Todos avanzaron para ayudar a Yun Qian Meng a salir de la habitación. Yun Ruo Xue al estar parada en medio, fue echada a un lado. Al ver como trataban a Yun Qian Meng con tanto cuidado, un rastro de celos apareció en sus ojos. Bajó su cabeza y frunció el ceño con una expresión de amargura al ver saliendo la figura de Yun Qian Meng.
Yun Qian Meng ya se dirigía a la puerta, pero no estaba feliz de dejar a Yun Ruo Xue sola en su habitación. Volteó y caminó hacia ella, tomando su puño apretado mientras hablaba con preocupación.
—No tuve tiempo de preguntarte sobre tu herida, ¿está mejor?
En el rostro de Yun Ruo Xue apareció una expresión conmovida. Con los ojos llorosos y con una voz ahogada, dijo:
—¡Gracias por la preocupación, jiejie! Todo ha ido bien. Además, tengo la crema Ningzhi que me diste. Meimei la ha estado usando por algunos días y gran parte de la cicatriz ha desaparecido. Aún no he podido agradecer a jiejie por haberse preocupado. Me siento muy halagada ¡Lo único que quiero ahora, es llevarme bien con jiejie e ir a la fiesta de cumpleaños de waizumu!
Al mencionar de nuevo el tema del cumpleaños, Yun Qian Meng golpeó suavemente la mano de Yun Ruo Xue. Puso una expresión de estar en una posición difícil y le respondió.
—Meimei, aún no ha sanado tu herida. Deberías recuperarte con cuidado junto a Su yiniang. Quizás, si hablas con ella, podría volver a considerarlo. Así que, estaré esperando buenas noticias tuyas.
Después de decir eso, Yun Qian Meng sonrió levemente con todos, excepto Shui’er y Ping’er.
Al ver que todos se iban, Yun Ruo Xue sintió que era inútil quedarse en el Qi Luo Yuan. Ocultó su rostro lleno de enojo y se fue junto con sus sirvientas.
♦ ♦ ♦
Después de saludar a Yun Qian Meng, Liu Han Yu se acercó a ella y le susurró algo. Yun Qian Meng entrecerró los ojos. Liu Han Yu tenía una expresión desolada.
Aunque su corazón se sentía incómodo, aún debía contarle sobre el asunto de la anciana y Yun Xuan Zhi. Frente a la mirada complicada de Liu Han Yu, Yun Qian Meng se dirigió al Bai Shun Tang junto con sus sirvientas.
Yun Qian Meng se demoró por casi una hora, por culpa de Yun Ruo Xue y Liu Han Yu. Afortunadamente, a Yun Yi Yi le gustaba dormir hasta tarde. Cuando Yun Qian Meng fue a presentar sus respetos a la anciana, los ojos de Yun Yi Yi estaban adormilados mientras entraba a la habitación con pasos lentos. Las sirvientas sonrieron al ver el aspecto inocente de Yun Yi Yi. Todos la miraban con ojos llenos de cariño. La anciana la atrajo para que se sentara en el asiento junto a ella.
—Esta niña debe de haberse cansado por la salida de ayer —le dijo la anciana con pesar mientras le acariciaba el cabello a Yun Yi Yi—. Hoy no se pudo despertar, no es de extrañar que no hubiera visto señal de ella hasta después del mediodía.
Aunque estaba hablando de Yun Yi Yi, en realidad, sus palabras escondían otro significado referente a Yun Qian Meng.
Al parecer, Yun Yi Yi le debió haber informado cada palabra suya y no estaba complacida con su respuesta sobre la crema Ningzhi. Por lo que, aprovechó la oportunidad de decir esas palabras, insinuándole a Yun Qian Meng que llegaba por un asunto tan trivial.
Frente a esta pelea sin sentido, Yun Qian Meng se rió mientras hablaba con un significado oculto tras sus palabras.
—Es solo que ella es muy educada. Todo el camino estuvo agradeciéndome lo que causó que me sintiera un poco avergonzada. Después de todo somos familia, el darle un regalo a su hermana menor es lo que una hermana mayor debe hacer. Pero ella estaba muy agradecida, así que no pude evitar querer tratarla bien.
Cuando la anciana la escuchó, el brillo en sus ojos tembló un poco mientras su sonrisa flaqueó.
Con eso, Yun Qian Meng dejó en claro que esa niña ni siquiera podía compararse con ella. Ella recibió sus regalos, pero no mostró ningún agradecimiento. Sin embargo, era imposible dejar que la anciana, quien era orgullosa, regresara sus regalos. Después de todo, se trataba de joyas de gran calidad provenientes del Fui Gui Tang[1].
Con su personalidad materialista y codiciosa, debió haber escondido las joyas en algún lugar seguro. Y probablemente, las usaría hasta el cumpleaños de Lao Tai Jun solo para mostrar su posición en el xiangfu.
La anciana se sintió un poco disgustada a causa de las palabras de Yun Qian Meng. Pero, enseguida, asumió que solo estaba siendo respetuosa con ella, al pensar en Yun Qian Meng cuidando a Yun Yi Yi y con el poder del Fu Guo Gong Fu tras ella, el sentimiento fue desapareciendo gradualmente. Después de todo, aún no era el momento para tratar con ella. Aunque Liu Han Yu era quien estaba a cargo del xiangfu, ella siempre seguía las órdenes de Yun Qian Meng. Además, Yun Xuan Zhi y ella[2] no eran cercanos. Era mejor ganarse el favor de Yun Qian Meng. Por lo que no podía ofenderla, o si no, Yi Heng y Yi Jie se verían afectados.
Luego de meditarlo, la expresión de la anciana se suavizó. Por un momento, apartó su atención de Yun Yi Yi y, con una sonrisa, dijo:
—Las joyas que Meng’er envió ayer, son muy finas y lujosas. A la abuela le gustan mucho.
Yun Qian Meng sonrió al oír las palabras aduladoras de la anciana.
—Es solo un pequeño pedazo del corazón de esta nieta —dijo con gentileza—. Ya que no he sido filial con zumu por muchos años. Espero que zumu no esté insatisfecha conmigo y me permita ser filial.
Al escuchar la respuesta de Yun Qian Meng, el corazón de la anciana se sintió tranquilo. Al menos, Yun Qian Meng sabe que, si ella acepta sus sentimientos, cualquier cosa podría discutirse.
Ambas se sonrieron frente a la ingenua Yun Yi Yi. No había necesidad de más palabras.
Entonces, Rui mama entró y anunció a Liu yiniang que acababa de llegar. La anciana asintió dejándola entrar. Liu Han Yu estaba usando un vestido amarillo. Su cabeza estaba decorada con algunas horquillas de jade y los pendientes se sacudían un poco cuando caminaba. Era una vista muy hermosa.
Sin embargo, el cansancio en su hermoso y pálido rostro era notable. Incluso cuando presentaba sus respetos a la anciana y a Yun Qian Meng, parecía que no tenía fuerzas.
—¿Qué es lo que sucede yiniang? ¿Por qué te ves tan cansada?
La anciana y Yun Qian Meng aún no habían dicho nada cuando Yun Yi Yi hizo aquella pregunta. Si fuera un día cualquiera en su ciudad natal, no habría dicho nada; pero, que Yun Yi Yi actuara sin modales frente a dos personas del xiangfu, hizo que la anciana se sintiera completamente avergonzada.
La mirada de Yun Qian Meng pasó levemente sobre Yun Yi Yi. Después agarró la taza y bebió del té en pequeños sorbos.
La anciana miró de reojo a Yun Qian Meng con rapidez y al ver que no se había molestado por la falta de modales de Yun Yi Yi, habló, después de haber mirado en secreto a esta última.
—¿Estás enferma? ¿Es esa la razón del porqué te ves así? —Esa declaración era un tanto severa.
Después de todo ¿qué sirviente se atrevería a entrar a la habitación de su maestro estando enfermo? Si tuviera mala suerte, se le acusaría por haber contagiado a sus maestros. Por lo que, si su castigo fuera leve, solo sería expulsado del xiangfu. Pero en el caso contrario, serían golpeados hasta la muerte.
Es así como, al haber escuchado a la señora cuestionarla de una forma no tan dura ni tan a la ligera, Liu yiniang se congeló por unos segundos. Su rostro se volvió pálido mientras hablaba un poco aterrada.
—Me disculpo por molestar a la señora. Ayer, esta concubina se olvidó de la hora al estar revisando los libros de contabilidad. Me fui a dormir hasta la hora yin[3]. Es por eso que estoy un poco cansada.
Mientras hablaba, Liu Han Yu le echó un vistazo a Yun Qian Meng y vio que estaba bebiendo té. Su pequeña sonrisa era como los lirios de afuera, tranquila y libre. Hizo que Liu Han Yu, quien estaba asustada a causa de la señora, se calmara. En el último enunciado, el miedo había desaparecido. En su lugar, había una tranquilidad impresionante.
Al ver el cambio de Liu Han Yu, los ojos astutos de la anciana se dirigieron de inmediato a Yun Qian Meng. Se sorprendió cuando vio que ya había desviado su mirada. Luego miró a Yun Yi Yi quien estaba a su lado y le acomodó la horquilla de cuentas en su cabeza.
La anciana no podía culpar a Yun Qian Meng sin razón, así que siguió afrontando a Liu Han Yu. Sin buenas intenciones, le preguntó:
—¿No ha sucedido nada en el xiangfu? ¿Su Qing se ha vuelto más razonable ahora?
En estos días, la anciana había estado muy contenta debido a la llegada de Yun Yi Yi. Por lo que dejó de lado el asunto que sucedió entre Yun Ruo Xue y Rui mama por un tiempo.
Además, la actitud de Yun Qian Meng hacia Yun Ruo Xue fue inesperada e impredecible, lo que hizo que ni siquiera pudiera entenderlo. Razón por la cual, decidió observar primero y luego deshacerse de Su Qing y su hija.
Liu Han Yu respondió la pregunta de la anciana con respeto:
—En estos días, Su yiniang se ha quedado en el Feng He Yuan y ha estado transcribiendo las escrituras budistas para la anciana. La segunda señorita también ha permanecido en su habitación recuperándose. Además, hoy he venido porque está concubina tiene algo que informar.
Al decir eso, Liu Han Yu se detuvo un momento. Sus ojos se posaron de forma inconsciente en Yun Qian Meng, quien le animó a continuar a través de su mirada. Se arrodilló y exclamó:
—¡Felicidades, señora! ¡Justo ahora, la mama que vive en Liu Yuan dijo que Hua yiniang tiene un mes de embarazo!
Después de decir eso, Liu Han Yu inclinó su cabeza hasta el suelo frente a la anciana. Todas las sirvientas en la habitación también se arrodillaron y felicitaron a la anciana.
Yun Qian Meng y Yun Yi Yi se levantaron y se inclinaron.
—¡Felicidades a zumu! —Exclamaron.
Ante la habitación llena de rostros alegres, la cara de la señora se había oscurecido. En sus ojos había un brillo, no de alegría, si no algo más sombrío. Contenían odio.
[1] El Fu Gui Tang es la joyería más famosa en la capital, además de que sus joyas son caras.
[2] Está hablando de sí misma, aunque son madre e hijo, no son cercanos.
[3] La hora Yin es entre las 3 y las 5 de la mañana.
gracias por el capitulo!
La embarazada es la otra concubina :Liu
De modo que no solo Su quin esta embarazada ahora!
Si liu diera a luz a un varon y Su a una niña …o de plano perdiera el hijo,eso consolidaria el poder de liu como administradora del xianfu y alejaria a Su Quing para siempre del poder.
Pero esto no es del todo bueno,liu prodia olvidarse que es gracias a meng er que obtuvo el puesto y volverse aún más sobervia que Su Quing.
Una cosa es clara: ahora comienza la venganza de Liu yiniang,puesto que Su quing no podrá afrentarla con igual tranquilidad que antes….ahora que quizás carga un pequeño amo en la barriga.
Tambien podria ser plan de meng er….. despues de todo era común en el epoca sobornar para dar señales de embarazo…..y como este se comprobaba tomando el pulso con una tira de seda( creo) era lo más común que fallará.
Ya quiero ver que sucede en la fiesta de cumpleaños, xd tanto hablan de ella que igual yo ya quiero ir para esa parte.
Esperemos que pronto la estupída Su yiniang le devuelva el dote a Yu Qian Meng
No he captado quien esta embarazada o solo no recuerdo el personaje, ya que no entiendo porque la expresión de la abuela se oscurecio (^▽^;)