Príncipe Cautivador – Capítulo 29: El plan del Príncipe Heredero

Traducido por Akatsuki

Editado por Sakuya


En la cena, los soldados comieron hasta que estuvieron llenos. Durante los últimos 3 días, todo lo que habían tenido eran los bingzi para calmar su hambre. Ahora que tenían comida recién preparada se llenaron de alegría, ya que rápidamente terminaron la cena y se fueron a descansar.

Las habitaciones de la posada fueron utilizadas por Leng Yu Feng y los demás. Los soldados se colocaron alrededor de las provisiones, y mientras custodiaban, se durmieron. Un momento después, varias personas salieron de la cocina. Esas personas eran precisamente la posadera y los camareros.

— ¡Hmph! Para pensar que este Príncipe Heredero realmente tiene alguna habilidad. ¡Es inesperadamente tan fácil de engañar! —Dijo la posadera con una mueca burlona, mientras miraba a los soldados dormidos.

Su maestro, incluso les había dicho que tuvieran más cuidado y que el Príncipe Heredero no debía ser subestimado. Pero para ella, el Príncipe Heredero era un niño que aún no había visto el mundo.

— ¡Llévense todas las provisiones! —Ordenó la posadera. Si su maestro obtuviese todas estas provisiones, quién sabe cuánto dinero obtendría por ellas. Más importante aún, si el Príncipe Heredero perdía todas las provisiones para el Sur, su posición como Príncipe Heredero sería arrebatada.

Cuando terminó de hablar, se llevó a algunos hombres disfrazados de meseros y caminó hacia la habitación del Príncipe Heredero. Abrió la puerta de una patada, pero no fue al Príncipe al que vio dormido. Más bien, eran los dos hombres extremadamente apuestos que había conocido. Ambos estaban parados en la entrada, mirándola con indiferencia.

La posadera supo de un vistazo que la situación era incorrecta y que se reveló como enemiga. Inmediatamente giró la cabeza para mirar el patio y, efectivamente, todos los soldados que antes dormían, estaban de pie, cada uno de ellos con un vigor lleno y abundante de intenciones asesinas. Ninguno parecía estar drogado o confundido.

—Mala suerte. —Susurro la posadera, luego miró hacia la cama que estaba cubierta por los dos hombres dentro. —Haha, resulta que el Príncipe Heredero ya lo sabía todo. ¡Realmente eres un buen estratega! Sin embargo, incluso si lo sabias ¿qué? ¡Estate seguro que perderás hoy!

—Oh… —Una voz surgió desde el fondo de la habitación—era fría, pero melodiosa y agradable al oído.

Entonces, el sonido de alguien levantándose se pudo escuchar y todos los presentes se volvieron hacia la fuente del sonido. El Príncipe Heredero, Shang Wuxin, se mostró ante todos. El gracioso físico del Príncipe Heredero resaltaba en una habitación tan tosca y simple, pero era como una deidad que veía al mundo, mirando a la posadera y a su gente como si mirase a meros mortales.

— ¿Perder? Bengong no es consciente de que perderá. —Shang Wuxin se acercó a la mesa y se sentó, mientras Leng Yu Feng y Huan Mo Che se colocaban a su costado para mantener la guardia. Ellos no sabían que el Príncipe Heredero practicaba artes marciales y temían que alguien lo lastimara.

Instantes después, varios hombres vestidos de negro salieron, rodeando por completo la posada. Al verlos, las cejas fruncidas de la posadera se aflojaron un poco, pero ella inmediatamente ordenó: — ¡Maten al Príncipe Heredero y destruyan las provisiones! —Desafortunadamente, la posibilidad de apoderarse de las provisiones parecía poco probable. En ese caso, la amenaza de que lo destruirían, haría imposible que el Príncipe Heredero se retire.

—En realidad, la visión de Bengong previo que una posada tan pequeña no podría ocultar tanta gente. —Viendo a las pocas personas emergiendo, Shang Wuxin no se veía preocupada en absoluto. Si los soldados que trajo no pudiesen siquiera resolver este asunto, realmente tendría un dolor de cabeza. — ¡Ataquen! —Shang Wuxin golpeó la pequeña taza de té que sostenía en su mano sobre la mesa. Todo su ser repentinamente cambió a un ser agudo y feroz.

La orden que emitió contenía un poder abrumadoramente intimidante. Bai Shaolin gritó muy fuerte, guiando a unos soldados en un enfrentamiento contra los hombres vestidos de negro, mientras que el resto protegían los granos.

Liderando a algunos camareros con artes marciales comparativamente altas, la posadera atacó al Príncipe Heredero Shang Wuxin, pero antes de que lograran acercarse, Leng Yu Feng y Huan Mo Che les bloquearon el camino. Mientras Shang Wuxin, como si no viese las diversas escenas de batallas a su alrededor y, aparentemente con náuseas por el olor a sangre, aún saboreaba elegantemente el tosco té.

Aunque Leng Yu Feng y Huan Mo Che fueron superados en número, eran mucho más hábiles en artes marciales que aquellas personas que ni siquiera merecían ser nombradas. Mientras luchaban, estaban prestando atención a Shang Wuxin. Cuando vieron que él consideraba las escenas sangrientas como algo común, sus pechos se sintieron sofocados. Quién sabría el por qué, pero ver al Príncipe Heredero de esa manera, hacía que sus corazones les dolieran.

Momentos después, los hombres vestidos de negro fueron completamente eliminados, dejando viva solo a la posadera. Si no fuera por Shang Wuxin que la quería viva, Leng Yu Feng ya la habría matado. Actualmente, dos soldados estaban reteniendo a la posadera presionando sus puntos de acupuntura para evitar que se suicidara.

La mujer miraba hacia el exterior ansiosamente. Su expresión originalmente victoriosa desapareció sin dejar rastro. Entonces se dio cuenta de que algo estaba mal. ¿Podría ser…? La posadera miró al Príncipe Heredero que estaba sentado pacíficamente. Su voz sonó alarmada cuando le preguntó: — ¿T-tú lo sabías todo? ¿Esto es obra tuya?

Los soldados en el patio miraban a la posadera confundidos, preguntándose de qué estaría hablando. Pero Leng Yu Feng y Huan Mo Che se dieron cuenta de algo y recurrieron a Shang Wuxin. Ella no los ignoro, sino que comenzó a hablar directamente: —Sí, de hecho, Bengong lo hizo. Qué lástima, esos ayudantes que tu Maestro envió desde la capital… Me pregunto si están en pedazos, o se han ido sin dejar rastro, hmm…

Desde el momento en que Shang Wuxin partió de la capital, supo que definitivamente habría algún príncipe que deseara deshacerse de ella durante el viaje. Pero incluso él sabía que no podría enviar una gran cantidad de personas rápidamente. Como resultado, estaba segura de que enviaría a más subordinados desde la capital. Originalmente ella tenía la intención de hacer que Wu Wei liderara una parte de su fuerza recién entrenada para deshacerse de ellos, pero luego se topó con Han Xuan Hao. Shang Wuxin tenía muy claro acerca de cuán poderoso era el Pabellón Han Xing, por lo que inmediatamente pasó el deber a Han Xuan Hao. Él realmente no la decepcionó.

—Tú… en verdad los mataste a todos. —Dijo la posadera con incredulidad. Varios de sus subordinados atacarían en la posada, pero su maestro había enviado a más personas altamente capacitadas desde la capital para ayudarlos. Pero nadie anticipó que el Príncipe Heredero los eliminaría antes de que pudieran salir de la capital. Él realmente era formidable, además de que este tipo de persona logró ocultarse durante tantos años. La posadera de repente sintió la posibilidad de que su Maestro no obtuviese la posición del Príncipe Heredero en el futuro.

La mujer levantó la cabeza y habló en voz alta: —Haha, parece que fui yo quien perdió hoy. Mátame o golpéame como quieras, pero si quieres que traicione a mi Maestro, ¡es imposible! —En su opinión, el Príncipe Heredero salvó su vida precisamente para hacer que revelara el nombre de su Maestro, pero era natural que nunca lo traicionaría.

—Bengong también sabe que no traicionarás a tu Maestro. —Shang Wuxin se puso de pie para llegar al lado de la posadera, su voz era tan dulce como una corriente de agua que corría por la montaña, pero saturada de un frío escalofriante. —Así que Bengong solo te dejó con vida para mirar tu rostro lleno de desesperación. De todos modos, tu expresión abatida y asustada es realmente agradable para Bengong.

Mirando el comportamiento demoníaco del Príncipe Heredero, todos sintieron un leve escalofrío en sus corazones. No esperaban que hubiese dejado viva a esa mujer solo por una razón tan perversa. Sin embargo, Leng Yu Feng y Huan Mo Che lo miraban con una expresión indistinta de adoración. Sintieron que este tipo de Príncipe no solo no daba miedo, sino que era mucho más real. El Príncipe Heredero parecía haber dejado que lo vieran así a propósito.

Shang Wuxin extendió su pálida mano y acarició suavemente los incrédulos ojos de la posadera, susurrándole algunas palabras, se alejó de ella. Mientras tanto, todos presenciaron la repentina muerte de la posadera, además, sus ojos indicaban una clara desesperación.

Todo el mundo estaba desconcertado, pero Leng Yu Feng y Huan Mo Che sabían que el Príncipe Heredero acababa de mencionar el nombre de una sola persona en el oído de la mujer. Y cuando escuchó ese nombre, ella abrió los ojos completamente horrorizada y murió. Tal vez otras personas no podrían notarlo, pero cuando el Príncipe Heredero acarició los ojos de la mujer, presionó un punto de acupuntura letal. Por eso ella murió con los ojos todavía abiertos.

— ¡Limpien este lugar! —Ordenó Leng Yu Feng, luego miró fijamente el lugar sin moverse. Una vez que la habitación estaba limpia, se fue y cerró la puerta, pero tanto él como Huan Mo Che no volvieron a sus habitaciones. Más bien, se pararon en la entrada como los caballeros más leales que protegían a su Rey.

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