Traducido por Shiro
Editado por Meli
Al ver al adolescente de ojos rojos escondido en una esquina, Ning Si Nian estaba tan enojado como para cometer un homicidio. Sin embargo, de mala gana reprimió su ansiedad y, con dulces palabras, lo persuadió para que dijera la verdad, y luego lo llevó a la oficina del decano para quejarse.
El decano no se atrevió a ser negligente, llamando con diligencia a Fu Xuan, Tang Wei Ming y a los otros presentes.
Al ver al grupo de personas entrar en fila con aire arrogante, Zhou Yun Sheng fingió estar asustado, encogiéndose en los brazos de Ning Si Nian, agarrando la ropa del otro en secreto. Ese comportamiento hizo que la ira del hombre alcanzara niveles estratosféricos, pero, lo que hizo fue abrazar al joven de vuelta, mientras le daba gentiles palmadas en la espalda y lo tranquilizaba con suavidad para que no temiera.
Naturalmente, Tang Wei Ming y los estudiantes sabían quién era Ning Si Nian, cuyo apuesto rostro ocupaba la portada de las revistas financieras a lo largo de todo el año. Entonces, luego de ver la íntima acción de ambos, una mala premonición surgió en sus corazones.
—Esta pintura llamada Radiante es algo que personalmente vi a Xi Yan completar —dijo Ning Si Nian sin rodeos luego de sacar su teléfono móvil—, pero por alguna razón, se encuentra bajo el nombre de Fu Xuan. Vine hoy para solicitar una aclaratoria respecto a este asunto. Para evitar futuros malentendidos, ¿puedo grabar esta conversación?
No acceder con presteza equivalía a admitir albergar motivos ocultos, y como Fu Xuan creía que todos tenían buenas coartadas, creyendo que no era gran cosa que grabara o no, asintió.
—Disculpe, puedo preguntarle al Sr. Ning ¿cuál es su relación con Wei Xi Yan? —preguntó TanWei Ming temblando de miedo.
—¿Por qué habría de ser de su incumbencia mi relación con Xi Yan? —se burló, entonces, se volvió hacia Fu Xuan y le preguntó—: ¿Cuándo y dónde terminaste esta pintura? ¿Quién es el niño?
—Comencé a pintarla a inicios de septiembre y la terminé a finales de octubre. La pinté en el estudio de la academia, por lo que los estudiantes con quienes compartí el estudio pueden testificar. La persona de la pintura no existe. Pinté al niño pensando en mi futuro hijo, en qué clase de apariencia tendría, en si heredaría mi talento para la pintura. Canalizando el anhelo y el amor en mi corazón, plasmé el rostro de este niño en el lienzo, pincelada tras pincelada…
Debido a la culpa, Fu Xuan balbuceaba sin parar acerca de lo que sintió durante el proceso de creación. Los estudiantes, que habían recibido de él beneficios, asentían y hacían eco de su declaración con frecuencia, incluso el profesor, Tang Wei Ming, también corroboró su historia con algunas palabras.
Zhou Yun Sheng comenzó a pintar ese cuadro a finales de julio y lo completó a finales de septiembre. Todo el proceso quedó fidedignamente almacenado en el sistema de vigilancia de Ning Si Nian. Además, había pintado a Ning Wang Shu, solo esta infracción de los derechos de imagen era suficiente para demandar a Fu Xuan hasta que quedara en bancarrota.
Ahora, debido a que se sentía culpable, mientras Fu Xua más hablaba, más inconsistencias surgían, y Ning Si Nian lo grabó todo. Si luego intentaba cambiar su testimonio, sería imposible; había cavado su propia tumba.
Ning Si Nian no lo interrumpió. Cuando el hombre terminó de balbucear, le hizo a Tang Wei Ming varias preguntas. Entonces, luego de recolectar por completo la evidencia incriminatoria, tomó la mano del joven y asintió en dirección al decano.
—Presidente Li, nos retiramos primero. Le delegaré este asunto a mi abogado para que lidie con él. Espero no vuelva a presentarse una situación similar en su academia.
—Por supuesto, por supuesto. Cuídese, Sr. Ning. —El decano los guió respetuosamente hasta la puerta, luego se volvió y clavó la mirada en Fu Xuan durante un rato. Al final, negó con la cabeza y dijo—: Vuelve a casa rápido y haz que tus padres te ayuden a encontrar al mejor abogado. Si tienes suerte, con esfuerzo lograrás llegar a un acuerdo fuera de los tribunales.
—Decano, ¿por qué habría de llegar a un acuerdo fuera de los tribunales? Yo fui quien pintó esa pintura, ¡muchos pueden testificar! —Fu Xuan se negaba a ceder.
—¿La hiciste tú? ¿Puedes pintar al hijo del Sr. Ning que está a cientos de millas de distancia? Qué niño imaginario… Me siento muy avergonzado de ti.
A medida que la voz del decano se desvanecía, Tang Wei Ming confirmó la siniestra premonición que se había cernido sobre su corazón, viendo solo oscuridad frente a él. Mientras que, los estudiantes que cometieron perjurio empezaron a sudar frío profusamente.
—¿Cómo es posible? ¡Wei Xi Yan me dijo que el niño era imaginario! —gritó de miedo Fu Xuan.
El decano, al confirmar que todo era cierto, los echó de su oficina sin ceremonias. Después de ese día, las personas allí presentes quedarían destruidas, sin futuro alguno.
Luego de que Fu Xuan regresó a su casa, le contó a sus padres lo sucedido, pero ellos no tenían forma de hacerle frente al Grupo Ning. Aunque el juicio no fue público para proteger a Ning Wang Shu de los reportes desenfrenados de los medios, la reputación de la familia Fu en las industrias de la caligrafía y la pintura quedó arruinada. Entonces, después de pagar una enorme indemnización, se fueron al extranjero para guardar distancia, quedando de ahí en adelante sepultados en la oscuridad.
Por su parte, Tang We Ming y los estudiantes que cometieron perjurio a favor de la familia Fu también se vieron obligados a abandonar el mundo de la pintura, quedando abatidos por el resto de sus vidas.
♦ ♦ ♦
De camino a casa, Zhou Yun Sheng habló con timidez:
—Tiene tantos testigos. En cambio nosotros solo tenemos al bebé, ¿perderemos la demanda?
—¿Cómo sería eso posible? Nuestra evidencia es contundente. —Nin Si Nian le acarició el suave cabello al adolescente.
—¿Qué evidencia? —Zhou Yun Sheng parpadeó su par de grandes e inocentes ojos.
Ning Si Nian estalló en sudor frío y rio.
—No te preocupes. Dije que hay evidencia, así que hay evidencia. Por favor, no te preocupes por el juicio, me encargaré de él. ¿Tienes otras pinturas? Dame una, arreglaré que entres al concurso.
Cuando Zhou Yun Sheng disfrutó de su apariencia nerviosa hasta saciarse, asintió.
—Tengo una pintura que está casi al mismo nivel de Radiante. Ayúdame a enviarla. Oh, cierto, ¿es posible que el juicio sea privado? Temo que la vida del bebé se vea afectada.
Los medios de comunicación con certeza ahondarían en la historia detrás de la pintura, y Ning Wang Shu inevitablemente entraría en la mirada del público. Era tan pequeño, recibir tanta atención no sería bueno para él. Y aunque Zhou Yun Sheng tenía la fuerza absoluta para protegerlo por completo, aún se sentía culpable por haber usado su retrato.
Ning Si Nian no conocía la historia interna, pero verlo considerar a Ning Wang Shu como si fuera su propio hijo, amándolo con cariño, ablandó su corazón y tiró de él para besarlo con gentileza.
Entonces se miraron y sonrieron llenos de ternura.
En casa, Zhou Yun Sheng llevó a Ning Wang Shu al lago a dibujar. Por su parte, Ning Si Nian fue a llamar al abogado del Grupo Ning. Un caso civil como ese era pan comido para el bufete de abogados más importante del país, quienes aseguraron que la otra parte pagaría el precio más doloroso.
Cuando colgó, Ning Si Nian encendió un cigarrillo y se paró junto a la ventana para ver a las dos figuras, una grande y una pequeña, pintando lado a lado. En ese momento, Zhao Xin Fang, agotada a causa del viaje, abrió la puerta y entró, pellizcando una tarjeta de crédito.
—Si Nian, ¿por qué están congeladas todas mis tarjetas de crédito?
Ning Si Nian se volvió hacia ella y habló en tono muy gentil:
—Xin Fang, ven a ver esto.
Ella se acercó caminando y se agachó para mirar la pantalla de la computadora. En ese momento, Ning Si Nian cliqueó el botón de reproducción y sonidos de gemidos llenaron la habitación de inmediato. Dos cuerpos blancos se unían en una variedad de posiciones difíciles, la escena obscena en demasía.
El rostro de Zhao Xin Fang palideció y se tambaleó mientras retrocedía dos pasos.
—Si Nian… No fue adrede… No, no, fui forzada, Si Nian, por favor… No… —dijo incoherente.
Él la ignoró y tomó el teléfono.
Diez minutos después, varios policías llegaron y arrestaron a Zhao Xin Fang por fraude, robo y violación de secretos comerciales. Debido a la enorme cantidad implicada, ella recibiría la sentencia más alta y, además, tendría que pagar al Grupo Ning una compensación astronómica. Al mismo tiempo, el juez invalidó el matrimonio entre ambos.
En cuanto Qian Yu, apenas un mes atrás, se había suicidado para escapar de los cargos.
♦ ♦ ♦
Tres años después, la Dra. Qin Li se jubiló y Ning Si nian decidió buscar otra niñera para cuidar de su hijo y su amante. No había nada que él pudiera hacer al respecto, ambos eran otakus de la pintura. Una vez que entraban al estudio, todo quedaba en el olvido y, si no había nadie que los supervisara, era probable que muriesen de inanición.
Esta también fue la razón que Ning Si Nian dio respecto a por qué se sentía renuente a desmantelar la red de vigilancia de la casa.
Ese día, una hermosa chica tocó el timbre de la residencia Ning. Había venido a postularse para la posición.
—¿Eh? ¿E-Eres Wei Xi Yan de Viaje de regreso a casa? ¿Ese Wei Xi Yan? —gritó la chica señalando el hermoso rostro del joven.
Viaje de regreso a casa fue la pieza que Zhou Yun Sheng envió a la Ceremonia de Premios de Pintura al Óleo tres años atrás. La pintura estaba dedicada a Wei Xi Yan. El adolescente, extremadamente agotado, yacía acostado sobre el regazo de una mujer, la cual con una mano le frotaba con gentileza el cabello y con la otra le cubría la mejilla. Estaban rodeados de rosas chinas en flor que flotaban en la brisa; la escena era cálida y brillante, pero detrás del joven, había un camino interminable de maleza espinosa.
Las piernas del joven estaban recogidas, y las plantas de sus pies manchadas con sangre. No era difícil imaginar lo difícil que debió ser el camino que tuvo que recorrer para llegar hasta la mujer. Aunque era una pintura surrealista, el clasicismo en ella permanecía inalterado; contando con un tono cálido una triste historia. El joven yacía allí, tranquilo, sereno y hermoso. Resultó una tarea imposible para los transeúntes no sentirse irrevocablemente atraídos por él, queriendo incluso comprobar su respiración, para saber si se encontraba con vida.
Era tan joven y delicado; no debió pasar por esas dificultades solo. Todos querían ser las manos que lo contenían.
Cuando la pintura fue exhibida, debido a la cantidad de personas que se acercaron para comprobar la respiración del joven, los organizadores, para evitar daños, se vieron obligados a poner un cartel en la pared que decía: ¡Sigue con vida!
Las espléndidas habilidades del artista, junto con sus sinceras emociones, dieron vida y alma a la pintura, la cual obtuvo el mayor galardón en la ceremonia de entrega de premios de pintura al óleo de ese año.
Wei Xi Yan fue catapultado a la fama, pero Ning Si Nian sufrió con pesadillas durante varios meses. Aunque los organizadores colgaron ese cartel, solo Ning Si Nian sabía que la mujer que abrazaba al joven era en realidad su madre. Anhelar arrojarse a los brazos de su madre equivalía anhelar lanzarse a los brazos de la muerte. La pintura ocultaba la determinación de morir.
Asustado, Ning Si Nian incrementó el control sobre el joven desde entonces. Si desaparecía de su campo de visión durante más de tres minutos, se sentiría inquieto y su frente se empaparía de sudor frío.
Como resultado, Zhao Jun, la persona usualmente encargada de buscarlo, siempre maldecía en silencio la seria enfermedad de su jefe.
En ese momento, Ning Si Nian miraba con rostro ceniciento la pantalla que mostraba la armoniosa interacción entre el joven y la chica. El teléfono junto a su oreja crujió a causa de la fuerza con la que lo agarraba.
—¿Sabes hornear galletas? —preguntó Zhou Yun Sheng mirando a la protagonista—. Mi sobrino las adora.
Sí, esta era la tardía protagonista femenina.
—Sí, sé. ¿Debería hornear algunas para que tú y el niño las prueben? —Los ojos de la chica brillaban, y tenía la mejillas ligeramente enrojecidas.
Debido a Viaje de regreso a casa, había quedado encantada con Wei Xi Yan tres años atrás, y nunca esperó que se convertiría en su futuro empleador.
—Está bien. En la cocina encontrarás todo lo que necesitas —dijo Zhou Yun Sheng señalando los armarios.
La chica asintió y, justo cuando iba a ponerse un delantal, Zhao Jun entró en la habitación.
—Sr. Wei, el jefe acaba de llamarme —dijo en voz baja, y continuó—: Dijo que ya había encontrado a una buena niñera, por lo que no necesita preocuparse más por este asunto. Continúe con su pintura, yo acompañaré a la joven a la puerta —dicho esto, sacó a la chica de la residencia Ning sin dar cabida a protestas.
No mucho después, la residencia Ning de verdad contrató una nueva niñera; tenía sesenta y cinco años y la cara como una cáscara de mandarina seca.
Zhou Yun Sheng la miró de arriba abajo y maldijo en su interior al maldito pervertido, pero las comisuras de su boca se curvaron hacia arriba.