Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 2 – Capítulo 9

Traducido por Shiro

Editado por Meli


La taza de café pasó rozando la cabeza del jefe del departamento y se estrelló contra la puerta de la oficina. Se escuchó un sonoro crujido y las piezas de porcelana rotas dejaron marcas en los costosos muebles. El jefe del departamento quedó estupefacto; después de unos segundos, levantó la mano hacia su frente con lentitud para limpiarse el sudor frío.

—J-Jefe, ¿hay un problema con el prospecto? —preguntó temblando.

Incluso si lo hubiera, tal ira no está justificada, ah. Pareciera que alguien hubiese asesinado a su familia.

Ning Si Nian tenía la mirada fija en la pantalla del computador. Su rostro se había tornado ceniciento y su pecho ondulaba. Resultaba obvio que estaba furioso por dentro.

Con frialdad, miró al jefe del departamento y agitó la mano, tras lo que el hombre salió deprisa como si hubiese recibido clemencia.

En la pantalla del computador, el chico se cepillaba los dientes por quinta vez. La espuma que acababa de escupir tenía rastros visibles de sangre. Ning Si Nian también percibió un sabor férrico en sus papilas, estaba ansioso por acabar con Zhao Xin Fang. Pero ese no era el momento, acababa de lanzarle el anzuelo a Qian Yu, el cual se encontraba de camino a la residencia Ning.

Tomó el teléfono para llamar a Zhao Jun y que este evitara que el chico se lastimara más las encías, en ese momento vio a su hijo, con ojos soñolientos y un par de pantuflas grandes, correr hacia el joven.

—Xiao Shu, ¿podemos ir a pintar? —Tiró de la pernera del pantalón del joven.

Aún sintiéndose muy incómodo, escupió el resto de la espuma y se secó la boca. Entonces, fingiendo que nada había sucedido, llevó al pequeño hasta el estudio. Sin embargo, resultaba obvio que estaba distraído, de pie frente al lienzo, su pincel no se movió en absoluto.

Ning Si Nian lo observó sin parpadear hasta que sus ojos se secaron, y enrojecieron, solo en ese momento los cerró con ferocidad.

—¡Zhao Xin Fang, cómo te atreves! —masculló estas siniestras palabras entre dientes.

♦ ♦ ♦

Debido a la insistencia de su empleador, Qian Yu quería desesperadamente ponerle las manos al documento de licitación. Justo cuando entró en la residencia Ning, fue empujado con resolución al estudio, tras lo que la puerta se cerró de un golpe y un cálido cuerpo lo envolvió.

Qian Yu quedó desconcertado por un breve un momento, pero con rapidez pasó de recipiente pasivo a dador activo, frotando y manoseando con indecencia a la otra parte. Luego de una batalla entusiasta en el sofá, Zhao Xin Fang, quien quería tirar del hombre para tener con él una segunda ronda en el escritorio, fue rechazada.

—¿Por qué estás tan hambrienta? ¿Ning Si Nian no te satisface? No puedo otra ronda, si demoramos mucho, temo que seremos descubiertos.

—No me ha tocado en meses. ¿Tiene a alguien por fuera? ¿Quién es?

—No he escuchado nada. Quizás tu encanto se desvaneció.

—Que se desvanezca, de todos modos, solo se casó conmigo para que le criara al hijo. ¿Por qué no se casó con una niñera?

—¿Qué niñera es más bonita, con mejor figura y más salvaje que tú?

Hablaron y se besaron por un largo rato, hasta que por fin se separaron con dificultad. Qian Yu arregló su ropa mientras encendía el computador e introducía la contraseña de manera hábil, tras lo que transfirió un archivo confidencial.

—Una vez concrete esta venta, me iré de inmediato al extranjero para pasar desapercibido. Ayúdame a monitorear a Ning Si Nian y llámame si algo sucede. Cuando me instale, te beneficiarás. —Después de retirar la unidad USB, acarició el pecho voluminoso de Zhao Xin Fang y salió corriendo.

♦ ♦ ♦

Ning Si Nian observó el desordenado estudio y sintió su estómago dar un vuelco.

El archivo que copió Qian Yu tenía un error significativo en los datos; si lo vendía a otras empresas, se vería enfrentado a miles de millones en pérdidas. Ahora solo tendría que esperar para golpearlos cuando estuvieran caídos y, entonces, repartir los bienes. Se obligó a seguir trabajando, pero, sin importar cuánto lo intentara, no podía observar el monitor de vigilancia cada pocos minutos para corroborar el estado del joven.

Por fin, a las cinco y media, ordenó sus documentos y se fue a casa.

Qin Lin había llevado a Ning Wang Shu a la orilla del lago para alimentar a los patos; el joven no estaba a la vista. Ning Si Nian los saludó y luego fue a la casa a buscarlo con prisa.

—¿Qué haces? —La voz era severa, pero si se escuchaba con atención, era posible percatarse de las leves ondulaciones.

Zhou Yun Sheng hizo una breve pausa, y luego continuó empacando. De acuerdo a la personalidad de Wei Xi Yan, luego de un suceso como ese, no se atrevería a comunicarle nada a Ning Si Nian, y menos aún osaría quedarse en la residencia Ning. Aunque él solo estaba actuando. Necesitaba presionar al otro para que lidiara con esa mujer lo antes posible.

Ning Si Nian era demasiado fácil de manipular. Con que él parpadeara un par de veces e hiciera pucheros, el hombre lo ayudaría a resolver todo.

—¡Por favor, detente y escúchame! —exclamó y, ansioso, le quitó al joven la ropa de las manos. Al verlo abrir tanto los ojos, asustado en apariencia, lo abrazó y se disculpó—: Xi Yan, lo siento, no quise asustarte. Es solo que no quiero que te vayas. ¿Qué sucedió hoy? Háblame.

Zhou Yun Sheng sacudió la cabeza sin articular palabra.

Ning Si Nian no se atrevía a presionarlo, pero, en su corazón, se sentía inquieto, como si lo tuviese sumergido en una freidora. Recordó el beso forzado de Zhao Xin Fang y sus ojos, llenos de ira, se fueron enrojeciendo.

¿Por qué? ¿Por qué tenía que ver al joven desde una esquina, oculto y en silencio, mientras que otros podían acercarse a él sin escrúpulos, incluso forzándolo a un beso? ¿Por qué?

La ira reprimida en su corazón consumió su razón. Pellizcó la mandíbula del joven y, con desesperación, pasó el dedo repetidas veces por sus delgados labios.

Zhou Yun Sheng frunció el ceño a causa del dolor y, justo cuando quería apartarse, el hombre sin mediar palabra, se agachó y lo besó. Entonces, su lengua pasó entre sus dientes y exploró, con una fuerza feroz, la profundidad su garganta como si quisiera tragarlo.

Saliva se derramó entre sus labios unidos, creando un hilo plateado.

Luego de un largo tiempo, cuando Zhou Yun Sheng estaba por quedarse sin aire, Ning Si Nian, reacio, culminó el beso, pero no se apartó. Sus labios aún se tocaban, y con sus dedos mantenía su mandíbula en su lugar.

—Dime —dijo con voz ronca—, ¿qué sientes en este momento? —preguntó con los ojos fijos en Zhou Yun Sheng.

¡Quiero que me folles!

Los ojos de Zhou Yun Sheng brillaron, pero permaneció en silencio.

—Dime, rápido. —Le apretó con un poco más fuerza la mandíbula blanca, dejando algunas marcas púrpuras.

—Tengo miedo —articuló con voz tímida, soportando el dolor.

Miedo de que no me folles, ah… maldito pervertido.

El hombre estaba muy cerca, su ardiente aliento irradiaba un fuerte sabor a hormonas masculinas, casi haciendo que la mente de Zhou Yun Sheng colapsara. Le gustaban los hombres fuertes como Ning Si Nian, posesivos y salvajes. Y ese beso fue excelente; había conseguido eliminar por completo la sensación nauseabunda que Zhao Xin Fang le dejó. Poco le faltaba para abrazarlo y agradecerle.

—Además de miedo, ¿qué otra cosa sientes? —preguntó con voz aún más ronca y jadeando con fuerza.

Zhou Yun Sheng bajó la mirada, mejillas enrojeciendo lentamente y ojos oscuros empapados en lágrimas. Lucía radiante y conmovedor.

Al verlo, Ning Si Nian olvidó cómo respirar, su mente haciendo eco de un pensamiento: Está avergonzado. No le disgusto, también siente algo por mí.

Después de darse cuenta de esto, fue como si se hubiese convertido en un mochilero al que rescataron mientras se mantenía aferrado al borde de un acantilado luego de un accidente. Éxtasis y emoción lo sobrecogieron una y otra vez. Sus tensos nervios por fin se relajaron, y su severa mirada se desvaneció, ocupando su lugar un amor intenso y profundo.

—Xi Yan, Xi Yan, Xi Yan… —repitió el nombre del chico, sellando sus labios ya hinchados—. Xi Yan, cariño, te amo. Te amo tanto. ¿Logras comprenderlo? ¿Puedes sentirlo?

Zhou Yun Sheng apoyado sobre su pecho, el cual ondulaba violentamente, asintió casi de manera imperceptible.

Acto seguido, la habitación fue inundada con sonidos románticos de succión…

♦ ♦ ♦

Dado que su relación con Ning Si Nian se concretó, lo que pudiera suceder luego de que la protagonista femenina hiciera su aparición, a Zhou Yun Sheng no le importaba. Solo viviría el momento, solo disfrutaría el momento.

Un mes después, la Academia de Bellas Artes de la capital recibió la noticia de que uno de los cinco trabajos enviados para la sesión del concurso llegó a la final y competiría por el máximo galardón. En ese gran evento de arte, cada punto de interés, sin importar lo pequeño que fuera, parecía estar chapado en oro, por lo que no era necesario aclarar el honor invaluable que representaba que los trabajos de los participantes fueran evaluados por maestros del arte de todo el mundo.

La carta de notificación no solo tenía impreso el nombre completo de la persona de honor, sino que también tenía adjunto una foto de la obra. Los estudiantes del departamento de pintura al óleo se apresuraban todos para echar un vistazo.

—Este es mi trabajo —Zhou Yun Sheng palideció—, ¿por qué está bajo el nombre de un estudiante de último año?

Todos guardaron silencio, y el profesor Tang Wei Ming y los dos co-asesores académicos lo miraron con severidad.

—Esto fue pintado por Fu Xuan, yo lo vi completarlo, pincelada por pincelada. ¿Por qué dices que es tuyo? ¿Qué evidencia tienes?

El profesor sabía quién lo había pintado en realidad, pero como había recibido beneficios por parte de Fu Xuan, solo podía lamentarlo por Wei Xi Yan. El mundo del arte no era tan puro y modesto como lo imaginaban las personas ajenas a él. Esto era algo que el joven necesitaba aprender tarde o temprano.

—Sí, ah… Compartimos un estudio con Fu Xuan y lo vimos pintar el cuadro —expresaron su acuerdo algunos estudiantes. Aparentemente, Fu Xuan se había preparado con mucha antelación.

—Wei Xi Yan —le dio una palmada en el hombro a Zhou Yun Sheng—, debes hablar con evidencia, o podría demandarte por calumnia —dijo riendo mientras retiraba la carta de notificación.

En apariencia intimidado por la amenaza, el rostro de Zhou Yun Sheng palideció hasta la transparencia. Entonces, clavó la mirada en Tang Wei Ming hasta que el hombre apartó la mirada avergonzado y luego miró a los estudiantes que dieron un testimonio falso antes de retirarse caminando.

Fu Xuan dejó escapar un suspiro de alivio al saber que un huérfano no podría desatar una tormenta. Invitó a los otros estudiantes a comer y todos vitorearon emocionados, haciendo mucho ruido mientras caminaban hacia el portón de la academia.

Por su parte, Zhou Yun Sheng fue a un rincón apartado, se frotó los ojos, se aclaró la garganta e hizo una llamada telefónica.

La voz gruesa y nasal en el teléfono hizo a Ning Si Nian casi saltar del miedo.

—¿Qué te pasa, cariño? ¿Pasó algo? No tengas miedo, estoy aquí. Dime dónde estás, iré enseguida.

—Estoy en la escuela. Estoy muy molesto —contestó con voz ronca.

Ning Si Nian lo calmó mientras se dirigía al auto y, para cuando colgó, ya iba por la carretera.

No era que Zhou Yun Sheng fuese incapaz de lidiar con Fu Xuan, pero él ahora era Wei Xi Yan, cuyo mundo era solo la pintura y no estas cosas sucias. Por esta razón, desde el inicio, había planeado que Ning Si Nian se encargara de resolver todos estos problemas en su lugar. Esta también era la deuda que Ning Si Nian tenía para con Wei Xi Yan, y tarde o temprano tendría que saldarla. En cuanto a los cambios emocionales del otro, fue puramente accidental.

Pobre Fu Xuan, no tenía idea del personaje tan formidable a la que había provocado.


Shiro
Fu, fu, fu~ Hora de las bofetadas. (✧ω✧)

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