Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 8 – Capítulo 8

Traducido por Shiro

Editado por Meli

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De vuelta en la villa, la pantalla de la sala de estar mostraba las puntuaciones que obtuvieron en el desafío. Romeo consiguió un diez; Ivanna, nueve; Emily, nueve y Hayden solo siete; un punto más que la persona que quedó en penúltimo lugar.

Si mis fotos de mañana no salen bien, estaré en peligro de ser eliminado. Además, Gustav me tiene en la mira, así que no podré hacerle nada a Romeo.

Deprimido, apartó con fuerza a su novia, que intentaba consolarlo, y subió las escaleras. Emily encogió los hombros frente a la cámara, con expresión agraviada, pero feliz por el comportamiento de Hayden.

Sí, trátame mal. ¡Así podré romper contigo sin repercusiones, bastardo!

Los demás participantes aislaban a Ivanna y Zhou Yunsheng, pero a ellos no les importaba. Se ducharon y bajaron a preparar la cena. Así es, en el programa, para mostrar la personalidad de los participantes y sus interacciones, ellos debían procurarse sus tres comidas, el personal solo se encargaba de comprar los ingredientes.

No obstante, pocos sabían cocinar, y la mayoría ordenaba comida rápida. Los primeros días, incluso casi incendiaron la cocina, y aunque ya no eran novatos, solo podían hacer ensaladas básicas, tostadas y cosas similares.

Para mantener su peso, Romeo comía de manera simple: tres tomates, dos manzanas y un vaso de leche era suficiente. Sin embargo, Zhou Yunsheng era quien ocupaba su cuerpo en ese momento, y no tenía intenciones de tratarse mal.

—Ivanna, ¿te gustaría comer algo?

No había nadie en la cocina. Los participantes se habían llevado fruta, tostadas y leche; nadie quería tocar la estufa.

—¿Sabes cocinar? —preguntó sorprendida.

—Sí, mis padres fallecieron cuando era pequeño y fui a vivir con una tía. Ella tiene cuatro hijos y por lo general estaba ocupada trabajando, así que básicamente me encargaba de las tareas de la casa —contestó casualmente al tiempo que sacaba dos filetes.

Aunque Ivanna se sintió triste por él, y se reflejó en su expresión, no sabía cómo consolarlo. Hasta el camarógrafo se sintió afligido. Cada vez sentía más cariño por ese chico, y le gustaba seguir sus movimientos.

Zhou Yunsheng no sentía nada en absoluto. Se puso un delantal, colocó los filetes en la tabla de cortar y tomó un cuchillo, los picó y luego los colocó en una salsa casera, donde los dejó marinar por veinte minutos. Durante ese tiempo, estuvo ocupado lavando y cortando todo tipo de verduras y frutas y mezclando aderezo para la ensalada.

—Prueba. —Le acercó una hoja de repollo a la boca de su compañera. Sus dedos lechosos parecían más deliciosos que la comida.

Ella tragó y lamentó que Romeo no fuera una mujer.

—¿Te gustaría probar? —Ivanna se dirigió al camarógrafo.

Él sacudió la cabeza con pesar. No podía comer en el trabajo, de lo contrario, sería despedido.

Zhou Yunsheng comprendió su situación y apartó un pequeño plato para que pudiera comer después del trabajo. Una vez terminó de preparar la ensalada, se enfocó en la carne. Vertió aceite de oliva en la sartén, lo calentó y colocó la carne. Cuando estuvo en su punto, echó vino tinto y de la olla emergieron crepitantes lenguas de fuego.

Ivanna y el camarógrafo casi chocan a causa del susto. Zhou Yunsheng, rio con alegría, sus ojos azules irradiaban un intenso brillo.

El camarógrafo pronto se recuperó y enfocó la cámara en su hermosa sonrisa. Había un dicho que decía que el tiempo revela la verdadera naturaleza de las personas. Antes, Romeo había dado una mala impresión a todos, pero luego de deshacerse de la dura coraza que lo protegía, el público estaba comenzando a descubrir lo puro y cristalino que era su corazón.

Romeo había sido fiel a su amor, había encarado su vida con valentía y prematuramente soportó un sufrimiento por el que no debería pasar un niño. Era sensible y frágil, pero también alegre y franco. Incluso si había cometido cometido algunos errores, tomando en cuenta todas sus vivencias, nadie lo recriminaría.

Luego de reflexionar al respecto, Zhou Yunsheng colocó la carne en los platos, la decoró con vainilla y colocó salsas en la mesa.

El rico aroma atrajo a los demás participantes, quienes, después de ver a los raros sentados en la mesa, hicieron algunos comentarios de mal gusto y se fueron.

Ivanna agitó la copa de vino tinto y rio.

—¡Querido mío, eres demasiado capaz! ¡Si fueras una mujer, te cortejaría!

Zhou Yunsheng se metió un trozo de carne en la boca y con mejillas abultadas como las de un hámster, murmuró:

—Si fueras un chico, también te cortejaría. Eres mucho mejor que Hayden.

Ambos se miraron y sonrieron en comprensión tácita. Luego de la transmisión de ese episodio, la escena se convertiría en un clásico del programa El próximo supermodelo. Los fanáticos la citarían y parodiarían durante años.

En la oficina del equipo del programa, Gustav observó cómo el chico e Ivanna se despedían y apagó la luz para irse.

—Han salido las nuevas estadísticas y el número de fanáticos de Romeo han superado con creces a los de Emily —dijo el líder de equipo cuando acompañó a Gustav hasta la puerta—. Mientras mantenga un buen desempeño en las sesiones de fotos a partir de ahora, está garantizado que obtenga el primer lugar, hasta podría ganar la competencia.

»Además, la cámara lo adora, te has dado cuenta, ¿no es así? No importa desde qué ángulo lo graben, sus tomas siempre son limpias y todo el tiempo luce hermoso. Si te soy sincero, el 70 % y 80 % de nuestro equipo son sus fanáticos. Incluso su camarógrafo, John, se unió en secreto a su grupo de fanes y vota por él en línea con su teléfono móvil… Esto no debería incurrir en ninguna violación, ¿verdad?

Al ver la expresión disgustada de Gustav, el líder de equipo se puso nervioso.

En ese momento, Gustav tuvo que ignorar el repentino deseo reemplazar a John para conseguir articular con lentitud:

—Por supuesto que no es una violación. Todos tienen la libertad de escoger a su favorito. Pero debes recordar que no puede haber favoritismo hacia ninguno de los participantes durante la filmación; deben adherirse al principio de registrar fielmente los hechos.

—¡Por supuesto! —El líder de equipo asintió deprisa.

De regreso a su casa, Gustav intentó freír un trozo de carne, pero dejó que el aceite de oliva se calentara demasiado, casi incendiando el techo. La ama de llaves escuchó el ruido y corrió hasta la cocina a toda prisa, llegando justo a tiempo para evitar una tragedia.

Después de bañarse, Gustav se acostó en la cama, deprimido. Rooney saltó encima de él, queriendo acompañarlo a dormir, pero fue echado por vez primera, solo quedándole caminar de lado a lado alrededor de la cama, con el lomo arqueado y el pelo erizado, mientras se quejaba constantemente.

—Cariño, este lugar ya no te pertenece. Deberías acostumbrarte lo más pronto posible —murmuró al tiempo que le daba palmaditas a la almohada junto a él.

♦ ♦ ♦

La competencia continuó con el siguiente desafío. Todavía estaba relacionado con animales, y la ubicación de la sesión fotográfica sería un zoológico.

Al ver al personal empujar una pequeña jaula de hierro, los participantes vitorearon, otros aullaron y algunos se maravillaron.

—No griten a los pequeños. Por su seguridad, todos los animales son crías no agresivas. Deben prestar especial atención para no lastimarlos por accidente durante la sesión. El objetivo de las fotos de hoy, es invitar a las personas a proteger la vida silvestre, por lo que ellos también son protagonistas. No pueden solo enfocarse en posar e ignorarlos.

—Los pequeños leopardos, leones y tigres son pan comido, son lindos y seguros, pero ¿cómo puede esta pitón amarilla ser una cría? ¿Se va a enroscar en nosotros? —Emily señaló una de las jaulas. Dentro de ella, la pitón birmana sacó su lengua bífida rosada, su apariencia feroz y aterrorizante.

Emily no era una persona temerosa, pero su debilidad eran los reptiles.

—No te preocupes, ha sido domesticada y no te hará daño. Además, hay entrenadores observando para garantizar tu seguridad. —Miss Jeffrey agitó su mano con indiferencia.

Emily dejó de hablar y se escondió detrás de Hayden.

Zhou Yunsheng contó las pequeñas jaulas y descubrió que eran solo doce, pero eran trece participantes, así que miró al camarógrafo que lo seguía y preguntó:

—Falta uno… No me darán de nuevo un gato de orejas dobladas, ¿cierto?

La cámara se sacudió, y vagamente se podía escuchar la risita ahogada del camarógrafo.

Gustav escuchó la conversación de ambos y, alegre, sus ojos se iluminaron.

El equipo del programa distribuyó los animales según el temperamento de los participantes. Cuando Zhou Yunsheng vio que a Ivanna le asignaron una pitón birmana, al igual que en el desafío anterior, de verdad le comenzó a preocupar la posibilidad de que le dieran un gato de orejas dobladas. Por fortuna, el equipo no era tan poco confiable. Al final, él y Emily compartirían el cachorro de un leopardo.

Emily suspiró aliviada y siguió deprisa al estilista para que la maquillara. Se vistió con una minifalda sexy con estampado de leopardo, sostuvo al pequeño animal en distintas poses. Su mirada feroz y salvaje resultaba impactante frente a la cámara. El fotógrafo la elogió, muy satisfecho con ella por su desempeño.

Cuando ella le pasó el cachorro a Romeo, le sonrió con condescendencia. Aparentemente, sentía que el chico padecía la desgracia de compartir con ella un accesorio, y que sin duda quedaría eclipsado.

Zhou Yunsheng llevaba puesto en la parte superior una cazadora negra con correas, las mangas y el cuello rasgados como si hubiese sido atacado por una bestia. En la parte inferior, llevaba unos pantalones de cuero negro ajustado que resaltaban su trasero firme y sus piernas largas y rectas.

El fuerte perfume de Emily hizo que el cachorro de leopardo se pusiera malhumorado. Este forcejeaba y emitía un leve rugido, dejando expuestos dos pequeños colmillos. Zhou Yunsheng estiró los dedos para acariciarle las encías y le agarró las patas delanteras para reconfortarlo.

—No temas, pequeño, no te haré daño. ¿Qué tal si nos tomamos una foto y nos hacemos amigos?

Milagrosamente, el cachorro se calmó y extendió su lengua rosa para lamer sus dedos, incluso mordió las suaves yemas para expresar intimidad.

¡Oh, Dios mío! ¡Esta escena es tan familiar, pero esos no deben ser los personajes!, Gustav se lamentaba en su corazón, no obstante, su expresión permanecía imperturbable. Por supuesto, siempre y cuando ignoraran los rápidos movimientos de su nuez de Adán. Se sentía sediento, oh, ¡tan sediento!

El fotógrafo terminó de revisar las fotos previas y se volvió para toparse con esta escena.

—El primer requisito previo para una sesión en la que se debe cooperar es desarrollar un entendimiento tácito con tu compañero —dijo, sin poder evitar reírse—. Chico, tienes un talento impresionante para aprender de manera autodidacta.

Zhou Yunsheng sonrió con timidez, abrazó al leopardo y comenzó a posar. En ese momento, el fotógrafo se percató de que los ojos azules acuosos del leopardo se parecían sobremanera a los del adolescente, incluso la forma redondeada era similar. Transmitían una sensación de inocencia, fragilidad y pureza, y sus pupilas rebosaban de curiosidad y miedo hacia el mundo desconocido. Sin necesidad siquiera de posar de manera concienzuda, esas dos caritas juntas tenían la capacidad de iluminar cualquier fotografía.

El fotógrafo se obligó a apartar la mirada para tomar algunas fotos, su corazón latiendo con prisa.

Zhou Yunsheng miró a su alrededor y encontró un arbusto grande, donde se escondió con el cachorro, ambos acurrucándose. Esto no solo lo hacía ver bajo de estatura, sino que sus piernas y cuello parecían más largos y delgados a causa de los pliegues y torsiones. Además, sus ojos azules estaban llenos de miedo, como si se tratara de dos bestias escondiéndose de cazadores.

El fotógrafo quedó boquiabierto, sintiendo como si su corazón se encogiera al ver esta escena, la era vívida y frágil, pero llena de estilo. Eran dos pequeños leopardos viviendo en la jungla. Bestias más grandes y cazadores pueden matarlos en cualquier momento y lugar. Tan necesitados de la protección y el cuidado de las personas, lo cual iba en línea con el tema de la sesión de fotos: protección de los animales salvajes.

Después de tomar más de cien fotos, el fotógrafo soltó el aire que había estado conteniendo y pensó en su interior:

¡Esta ha sido la mejor sesión de fotos!

Por su parte, Gustav sostenía su teléfono móvil, capturando cada movimiento del adoslecente.