Querida “amiga” – Capítulo 12: ¿Quién es ella?

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


¿Por qué me pide un baile de repente?

Parpadeé atónita, ante su repentina oferta.

¿Tiene…la necesidad de conversar, su alteza?

Finalmente, asentí.

—Ahora que sé quién es usted, Alteza, compensaré la chaqueta manchada y veré que sea entregada al palacio a través de mi padre —Mientras hablaba, estaba bastante preocupada. ¿No será súper costosa una chaqueta usada por el Príncipe Heredero?

Eso no será suficiente para llevar a la bancarrota a mi familia, ¿verdad? Todavía somos una familia noble…debería estar bien, ¿cierto?

—No, mi lady. Parece que estás malinterpretando algo Mariestella —él, me dedicó una sonrisa y continuó. —Me gustaría hablar con usted sobre un tema diferente, mi lady.

— ¿Hice algo para ofenderle, Su Alteza?

—En absoluto, lady Mariestella. Nada de esa naturaleza, así que no necesitas estar tan aterrorizada —respondió Xavier suavemente, mientras me miraba a los ojos. Esta vez, sentí que debía desviar mi mirada, así que seguí con mis instintos y la aparté.

Hasta que escuché lo que vino después, eso es…

— ¿Por qué no me reconociste? —preguntó —tengo mucha curiosidad por saber eso, lady Mariestella.

Oh santo cielo. Estoy completamente jodida.

Tenía tanto pánico que miré directamente a los ojos de Xavier por reflejo. No mucho después, una vez más, bajé lentamente los ojos.

Admito que no tengo excusa, confía en mí. ¡Pero, él mismo había dicho que estaba bien no haberlo reconocido!

—Yo, um… —murmuré —Bien…

Eso es todo, Oh Marie. Solo ríndete. Seamos honestos: ¿qué excusa tienes en esta situación? Supongo que la mejor opción es que afirmes que padeces prosopagnosia. Espera, ¿la gente aquí sabe lo que significa eso?

Estaba a punto de decir esas palabras, pero me detuve cuando pensé que solo me tratarían como una loca.

—Supongo que no tienes una excusa —dijo Xavier, deteniendo mis pensamientos.

—Lo siento —cuando no había forma de excusarse, una disculpa rápida es la mejor opción a ofrecer. Sin embargo, mi sufrimiento no terminó allí.

—Pero, Lady Mariestella, no lo entiendo. No es como si fuera el hijo oculto del Emperador. Fui nombrado Príncipe Heredero tan pronto como nací y entré en la alta sociedad cuando tenía solo cinco años —dijo Xavier, mientras me miraba con curiosidad.

Cuando lo pones así…realmente, no tengo nada que decir, Su Alteza.

Seguí manteniendo mis ojos hacia el suelo.

De repente, la cara de Xavier apareció en mi vista.

Espera un segundo… ¿Por qué se encogió de repente?

—Veo que te he gustado mucho, lady Mariestella.

Él, amablemente, había doblado las rodillas solo por mí.

Muchas gracias. Suspiré profundamente, con una expresión impotente. Apuesto Príncipe, ¿por qué me estás sometiendo a esto?

—Bailemos juntos y hablemos profundamente, lady Mariestella. Quizás entonces, llegué a comprender por qué no sabías quién era.

—Sí, su alteza —exprese derrotada.

En otras palabras, no tuve elección desde el principio.

♦ ♦ ♦

— ¿Quién es ella?

—No lo sé. Ella no parece familiar.

— ¡No, la conozco! ¡La vimos en la fiesta de té de la familia Trakos la última vez!

— ¿Pero, quién es ella?

—Dame un segundo. ¿De dónde era…?

—Si es tan poco reconocida, debe pertenecer a una familia sin importancia.

—Recuerdo que no fue terrible, pero tampoco sobresaliente. Simplemente, normal ¿no?

—Espera, lo recuerdo.

— ¿Qué familia?

—La familia Bellefleur, creo.

—Eso es inesperado. Pensé que, al menos, sería hija de un duque ya que el Príncipe Heredero la eligió. ¿No es la familia Bellefleur un poco…carente de conexiones con la familia imperial?

Cuando escuché los murmullos de la multitud, me inquieté.

El Príncipe Heredero, que está en edad de casarse, había elegido a alguien como su compañero de baile. Es normal que la mirada de todos esté sobre nosotros. La idea de que Dorothea nos mirará, me hizo sentir absolutamente fantástica, pero me sentí preocupada cuando pensé en lady Odelette.

Lady Odelette había estado tan feliz cuando dije que podíamos ser amigas, pero ella ya había anunciado abiertamente, a la alta sociedad, que le gusta el Príncipe Heredero.

Ah, ¿debería encontrarla más tarde y explicarme?

— ¿Qué estás pensando? —La voz baja de Xavier me apartó de mis pensamientos nuevamente.

El hecho de que su rostro guapo e inmutable me mirara todo el tiempo, fue peor para mi corazón de lo que jamás imaginé. Sin embargo, no tuve tiempo para disfrutar de dichas emociones, ya que estaba preocupada profundamente por otra cosa.

—Solo esto y aquello, Su Alteza —suspiré en respuesta.

— ¿Qué exactamente?

—Ya conozco a dos personas que te quieren.

— ¿No era una?

Si solo fuera Dorothea, no estaría tan preocupada. Me reí entre dientes y sacudí la cabeza. —Dos personas, aunque no estoy segura de si eres consciente de ellas o no.

—Probablemente, no.

La confianza en su voz me dejó estupefacta. Entorné los ojos para mirarlo.

Es sorprendente que no tengas en mente a alguna señorita, considerando que estás en edad de casarte.

—Si lo hiciera, ¿no estaría casado?

Eso, curiosamente, tenía mucho sentido, lo que me dificulta refutar.

Como el baile aún no había comenzado y mis manos están libres, llevé mi puño derecho hacia mis labios y reflexioné sobre esta información.

Aun así, ¿al menos, no conoce a Odelette? Después de todo, ella era su esposa en la historia original. Ahora que lo pienso, ¿cómo llegó a casarse este hombre con ella?

Es verdad. La nobleza central estaba en contra de tener a Dorothea como la Princesa Consorte.

Aunque la familia Trakos, de la que nació Odelette, no era abrumadoramente rica, tenían una profunda historia como una de las familias fundadoras del país. Por otro lado, la familia Cornohen de Dorothea había recibido su noble estatus recientemente, habían pasado unos 150 años como máximo.

Por lo tanto, habría sido difícil para Xavier, que todavía era solo un Príncipe Heredero, traer a Dorothea como la Princesa Consorte.

No entendía por qué la autora se molestó en hacer una historia de fondo cuando estaba tan sesgada hacia Dorothea. Tal vez, solo necesitaban una herramienta elegante para servir como un obstáculo entre su amor.

—Mariestella… ¿Mariestella?

Parpadeé

— ¿Perdón?

Ah Estaba tan perdida en mis pensamientos sobre algo tan trivial que me había olvidado por completo de este guapo hombre frente a mí. Le di una sonrisa incómoda.

—Oh…lo siento, alteza. Estaba perdida en mis pensamientos… —Me disculpé.

— ¿Qué estabas pensando?

— ¿Qué? — ¿este hombre está tratando de censurar mis pensamientos ahora? Parpadeé un par de veces y pregunté de nuevo. — ¿Qué quiere decir?

—Como dije, me gustaría saber qué tipo de pensamientos te distraen de mí.

—No es mucho. Es solo que… —exprimí rápidamente mi cerebro, para obtener una respuesta adecuada. Antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo, sonreí y respondí: —Me preguntaba por qué me pediste un baile.

Me miró por unos segundos lleno de duda, pero luego, la expresión de su rostro se relajó.

—Bien, me preguntaste por qué no te reconocí —le dije.

—Eso es correcto, mi señora.

—En realidad eres como…un poco famoso.

— ¿Famoso?

—Sí. En la sociedad —asentí rápidamente.

—Entonces, como…algo novedoso… ¡Eres la primera mujer que no me reconoce! …Es lo que buscaba…o algo así…

— ¿Disculpe?

Ah, esto no va bien. Estaba realmente avergonzada. ¿Qué demonios estoy haciendo ahora?

Sin saberlo, me mordí el labio avergonzada, tratando desesperadamente de pensar en lo que debería decir a continuación. Justo entonces, sentí una sensación desconocida en mis labios. Con los ojos desorbitados, me estremecí y miré hacia el frente.

Xavier estaba tocando suavemente mis labios, con una expresión seria en su rostro.

—Este no es un muy buen hábito.

Sin querer, tragué un trago seco. Um, mi corazón está en riesgo en este momento. ¿Podrías levantar tu dedo…?

—Solía ​​tener el mismo hábito cuando era joven. Me arruinó los labios —dijo.

—Oh, ¿ya no te muerdes los labios?

—Corregí ese hábito.

—Creo que te verías muy sexy si los mordieras.

Cuando esas palabras llegaron a mi mente…sacudí mi cabeza. Estás loca, Oh Marie. Has perdido todo miedo, solo porque el Príncipe Heredero está siendo muy amable contigo.

18 respuestas a “Querida “amiga” – Capítulo 12: ¿Quién es ella?”

  1. Diossss lo dijo en voz alta que vergüenza, me he reído tanto con este libro en mi mente solo me puedo imaginar cómo dibujarian los pensamientos de nuestra bella Marie

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