Reencarné en una mujer egoísta – Capítulo 24: Soy una mujer que reconoce la diferencia

Traducido por Devany

Editado por Sakuya


—Madame, si lo desea, por favor use esto. Este es un famoso producto para el rostro, un artículo precioso muy difícil de conseguir, pero he decidido traerlo hoy para usted. Puede que para la madame no sea necesario, ya que originalmente usted tiene la piel muy clara y delicada, pero, ¿le gustaría probarlo?

Apenas escuché eso, solté un suspiro desganado. No es que tuviera algo contra los polvos, después de todo solo eran maquillaje. En este mundo, se dice que la piel blanca oculta los defectos de la gente y la hace lucir más bella, por lo tanto, la función de este polvo era hacerla aún más blanca. Su principal ingrediente era una variedad de semillas de flores, además era un polvo que en el pasado usó mucho Amelie. Pero, aun así, esto era…

—Es diferente de los otros, ¿verdad?

—¡Sí! Los maquillajes comúnmente usados no se pueden comparar con este polvo. Hace que la piel sea aún más blanca y se adapta a tu piel, ¡puede enmascarar hasta la más mínima preocupación de las mujeres! Viene directo del Oriente, pero inevitablemente se hará popular en este Reino Morgenrot. Estoy considerando presentar esto a la familia real. —Cuando enfatizó esto último, las sirvientas de nuestro alrededor miraron con gran interés el polvo mientras derramaban suspiros de envidia.

Para poder llegar a los países del este, había que cruzar gran parte del mar, por lo que las mercancías importantes eran productos muy caros. Como en estos casos, solo los ricos pueden conseguir este tipo de artículos, seguramente esas chicas lo ven llenas de anhelo y envidia.

—Becker… en verdad estoy agradecida, pero no puedo aceptarlo. Me has dicho que es un producto muy famoso en los países del Este, pero la gente del reino Morgenrot se caracteriza por tener la piel más blanca del continente. No creo que sea necesario. —La expresión de Becker, que antes exudaba confianza, se endureció de repente.

—Ya veo, es exactamente como la madame dijo. Yo, de todas las personas, casi cometo un tremendo error. Entonces, madame, ¿no cree que este polvo funcione?

Pensé que el negárselo podría haberlo ofendido, pero parece que Becker comprendió el significado detrás de mis palabras.

—Sí, eso es correcto.

Desde la primera vez que lo vi, me di cuenta de ello, el traer este producto sería perjudicial.

Al principio, podría no parecer peligroso, pues no daña la piel en el momento, pero con el uso prolongado, la piel se vuelve más quebradiza, llegando a causar problemas de salud. Gracias a mi habilidad, pude notar el halo venenoso que lo rodeaba. Becker no era consciente de mi habilidad, pero constantemente me traía nuevos productos para que evaluara. Tal vez sea debido a que, en el pasado, todo lo que a Amelie le gustaba o había usado, se vendería muy bien. Sin embargo, esta vez el resultado fue diferente.

Tengo que agradecer que Becker me lo haya traído a evaluar primero. Si se hubiera llegado a presentar tal producto ante la familia real, podría haber ocasionado una desgracia.

—¿Se utiliza comúnmente este polvo en los países del Este?

—Eso es lo que he escuchado

Ya veo, entonces no trataban de dañar a la gente, sino que agregaron un ingrediente dañino sin saberlo. He oído que, en el pasado, algunos cosméticos tenían mezclas de mercurio y plomo. Puede que aún no se sepan los efectos adversos de estos dos ingredientes en el cuerpo humano.

Aun si era una pequeña cantidad, el uso prolongado conduce a terribles consecuencias. En primer lugar, como todavía no se le consideraba venenoso, la probabilidad de ser dañino para el cuerpo humano estaría mucho más lejana. Ahora bien, ¿cómo podríamos enfrentar esto?

—¿Este polvo viene de otros lugares que no sean de la Compañía Becker?

—Sobre eso… sí, tal vez no sea un gran número, pero definitivamente hay comerciantes que lo trajeron —Becker respondió, después de reflexionar un poco.

Esto era preocupante… Tal vez pueda evitar que lo lleve a la familia real, pero no tengo poder con que se extienda lentamente por todo el país. No al menos que haga algo.

Si una madre usara cosméticos dañinos, terminaría lastimando a sus hijos. De hecho, el feto no nacido se vería incluso más afectado. Eso era algo que no podía permitir.

—¿Sería posible no difundir este producto?

—Mmm… entonces, ¿me prestaría su nombre Madame?

—¿Mi nombre?

¿A qué se refiere? ¿Qué valor tiene mi nombre?

¿Tal vez se refiera a una persona de la casa Flaksburb? ¿O se deba a que soy cercana a la familia real? No creo que algo así pueda detener la distribución, pero…

—Sí, para los que hacen negocios, el nombre de madame es tan valorada como el de Dios.

¿Ja? No lo entiendo.

—”Si quieres saber el valor de las cosas, aprende de Amalie Ena von Flaksburb” es un dicho común entre los comerciantes. Todo comerciante entiende que, si trata con algo que le disgusta a usted, su vida estará en riesgo —dice Becker con confianza.

¿Qué es lo que entienden…? ¡¿Por qué se está difundiendo un proverbio tan ridículamente extraño?!

La única persona con la que Amalie hizo transacciones era Becker. ¿Qué significaba entonces todo eso?

Sólo había una respuesta.

—Becker, ¿difundiste algunos rumores innecesarios por ahí?

—No, no haría tal cosa. —Al contrario de sus palabras, los ojos de Becker ocultaban un poco de culpa.

—¿Becker? —lo miré fijamente, esperando una respuesta honesta.

—N-no… Puede que haya hablado con un tonto que no apreciaba la comprensión de madame sobre el dinero… ¡sin embargo! No podía permitir que un tipo como ese la subestimara.

Cuando Becker dijo eso, por alguna razón las sirvientas y hasta Berta, asintieron exageradamente… Era curioso, pero parecía que Amalie no era odiada por sus cercanos, ¿cierto?

Bueno, no es como si haya sido una chica traicionera, de hecho, ¿era realmente adorable? Era una de las siete maravillas del Reino Morgenrot, ¿no?

Suspiré rendida, antes de contestar —Bueno. Entonces, por favor haz que este polvo no se extienda más, ¿de acuerdo?

—Sí, lo entiendo. ¡Me comprometo de todo corazón a satisfacer la voluntad de madame!

Mmmm… Por alguna razón, escuchar sus palabras solo me hizo sentir más ansiosa, sus exageradas promesas no me tranquilizan, de hecho… esta persona, definitivamente volverá a difundir alguna anécdota ridícula, ¿verdad?

Quiero decir, ¡no hay manera de que un proverbio tonto como ese surja sólo de una conversación! No me sorprendería si hacía “actividades misioneras” durante sus viajes, ¿sabes?

Aun así, la forma más rápida de resolver esto es hacer un sacrificio… bueno, de todas formas, ya es demasiado tarde.

—Emm, madame, casi lo olvido, tengo que decirle algo muy importante.

—¿Qué cosa?

—Bueno, ¡hemos terminado su tan esperado horno! Espero que cumpla los deseos de madame, pero… ¿cuándo deberíamos transportarlo hasta aquí?

¡¡Oh!! ¿¡Lo han terminado!? ¡Finalmente seré capaz de hacer Baumkuchen! 

Se siente como si hubiera pasado mucho desde que hice la fécula de patata con Baumkuchen. Ahora se volvió uno de los principales ingredientes en los platillos del jefe de cocina. ¡Sin embargo! ¡Finalmente podía usarlo para su propósito original! ¡Ha pasado tanto! ¡Wirbel, muy pronto podrás probarlo!

—Tan pronto como sea posible, por favor.

—Por supuesto. Entonces, ¿estaría bien si fuera mañana?

—Sí, lo espero con ansias.

Las criadas lanzaron pequeños vítores, no pudiendo contener todas sus expectativas. Berta en cambio…

—Fufufufufufu —como siempre, de su boca dejaba salir espeluznantes risas. ¡Te dije que daba miedo!

Ah, lo olvidé por un momento por el Baumkuchen, pero aún no habíamos resuelto el asunto del polvo. Por si acaso, los siguientes días habría que irnos con mucho cuidado, de modo que, creo que yo también tendré que poner de mi parte.

Becker se acercará a los mercaderes mientras yo… iré al Palacio Real.

2 respuestas a “Reencarné en una mujer egoísta – Capítulo 24: Soy una mujer que reconoce la diferencia”

  1. Esta historia es tan linda que cualquier cosa mala que le pase a la prota o a los niños me podría romper el corazón
    Gracias por estas historias

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