Sirvienta a Madre – Capítulo 2: Me convertí en Madre (3)

Traducido por CatPom

Editado por Ayanami

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— ¿Qué sucede?

Cuando vio como lo observaba, Leonard-sama se desconcertó.

—Er, estaba pensando en porque eres tan popular con las mujeres.

¿Eh? ¿Por qué está frunciendo el ceño?

—…No soy bueno con las mujeres

Si recuerdo bien, creo que él no confía en las mujeres porque intentaron seducirlo… ¿Eh?

—Entonces, ¿Por qué  estás bien conmigo?… ¡Oh! ¡Es cierto! No pienso de ti de esa forma. Lo siento por hacerte sentir incómodo.

Leonard-sama estuvo en silencio durante un rato, reflexionó un poco antes de responderme.

—…Estoy bien si eres tú.

[Ayanami: tomando en cuenta las oraciones anteriores, se podría interpretar de tantas maneras…]

—Ya veo.

No debería haber un significado más profundo sobre lo que ha dicho. Sintiéndome un poco nerviosa, me limité a estar de acuerdo.

Después del desayuno, Leonard-sama regresó a su habitación, la cual se encuentra  en el segundo piso, para ponerse la ropa de trabajo. Cuando Jill lo vio bajar, sus ojos se iluminaron.

— ¡Papá! ¡Te ves genial!

— ¿Yo?

Sí, ciertamente se ve bien. Leonard-sama lleva una simple túnica negra con rayas doradas, pero la vestimenta puede lucir diferente dependiendo de quién lo usa. Como se esperaba, parece el tipo de hombre con el que muchas chicas querrían salir… ¡No, no! ¡No pensemos más en esto!

—Sid.

—Ya se, Maestro. Quieres que las cuide ¿verdad?

—Mm.  Lily.

—Sí.

Cuando me acerqué, me dio una pequeña bolsa…sin embargo, ¡Pesa! Reviso el contenido y encuentro muchas monedas de oro en ella. Lo suficiente para vivir bien, durante un mes.

—Para  la ropa de Jill.

—…Es más de lo necesario.

—También hay un mes de gastos de manutención.

— ¡No!, como dije antes, ¡Es demasiado!

Mientras, continuamente, sacudía mi cabeza, negándome a aceptar esta gran suma de dinero, Sid-san sonrió con ironía y dijo:

—Está bien. No hace daño tener un poco de dinero extra.

—Tener tanto es peligroso…por lo tanto le daré la mitad a Sid-san.

—Mm. Haz lo que quieras.

Asintiendo con la cabeza, Leonard-sama comenzó a acariciarme. Como había dicho, ¿Por qué me estás acariciando? Has estado actuando extraño desde hace un tiempo. ¡Espera un minuto!

— ¡¿Leonard-sama!?

— ¿Maestro?

Leonard-sama me abrazó. Así es. Tan pronto como Leonard-sama dejó de acariciarme, me abrazó. Incluso Sid-san parecía sorprendido. Entonces, um, ¿Por qué me está abrazando?

—Mm ~

[Ayanami: Ternurita ♥]

— ¡No es” Mm ~ “!

Si él no se aleja rápidamente de mí, lo iba a empujar, pero me soltó.

Leonard-sama se volteó hacia Jill.

—Jill.

— ¡Otou-san, nos vemos más tarde!

Jill lo abrazó con fuerza. Muy bien, entiendo si es Jill. Pero, ¿Por qué a mí también?

—Maestro, Lily jou-chan está muy sorprendida. Aunque incluso yo estoy un poco sorprendido por lo que pasó.

— ¿Mm?

No, ¡Soy yo la que debería estar desconcertada! Ah ~ Mi  palpitante corazón todavía no se ha calmado.

—Familia.

— ¿Eh?

—Estaba comprobando lo que debo proteger.

¿Huh? ¿Qué? En otras palabras, ¿Su abrazo fue para verificar a los miembros de la familia que él necesita proteger? Sinceramente, me alegra que me considere parte de la familia. Estoy contenta pero…

—No puedes abrazarme de repente.

— ¿De verdad?

—Sí. Me asustaste.

—Está bien.

[Traducido por Reino de Kovel]

Leonard-sama asintió obedientemente y por ello suspire con alivio. Sin embargo, sus siguientes palabras hicieron que, instintivamente, mi rostro se pusiera rígido.

—La próxima vez, te contaré antes de hacerlo.

—No, no. En primer lugar no deberías abrazarme. No soy tu esposa, ni tu amante. No deberías hacerlo.

— ¿Por qué?

¡Uwahhh! Parece que realmente no lo entiende. Eh, ¿En serio tengo que explicarlo?

—Lily eres un miembro importante de mi familia, al igual que Jill.

—Aun así, no puedes. No obstante, Me alegro de que hayas dicho eso.

— ¿Por qué no?

Oh ~ incluso cuando se lo digo directamente, no lo entiende. Uuu…no sirve de nada, tendré que hacer algo. De verdad no quiero hacerlo, no soy linda en lo absoluto.

Resignada, respire profundamente e incliné levemente la cabeza, mientras miraba a Leonard-sama.

—Re-Realmente me asustaste e hiciste que mi corazón latiera rápido. No lo hagas, por favor ¿entiendes? (♡~)

¡Uwah ~! ¡Eso fue vergonzoso! ¡Encima le rogué! ¡Quiero enterrarme en un agujero! ¡Pero tenía  que hacerlo o si no, no lo entendería!

—Lo entiendo.

Leonard-sama estaba aturdido, por un segundo, tuvo los ojos bien abiertos, antes de decir con una sonrisa.

—Eres linda, Lily.

[Ayanami: Dios~! Directo al corazón ♥♥]

…De alguna manera, siento que he perdido. Para esquivar esta incomodidad, me despedí, rápidamente.

—T-Ten cuidado, Leonard-sama.

—Mm. Nos vemos más tarde.

Satisfecho, Leonard-sama asintió y salió de la mansión.

Me sentí un poco cansada al verlo partir…uf.

—Oh, lo hiciste bien…

Sid-san me acarició cuando me sentí abatida. Jill lo copió, dándome palmaditas en la espalda. No pude evitar sentirme sanada.

—En serio, ¿Qué le ocurre a Leonard-sama?

—Ah ~…el maestro ignora los sentimientos de los demás. Bueno, por favor, ignóralo.

— ¡No, no puedo hacer eso! Causará muchos malentendidos cuando Leonard-sama se case.

—No…bueno, sí. Buena suerte.

— ¿Me estás abandonando?

Mientras meditaba, Sid-san me animó. No sirve de nada. Si no puedo confiar en Sid-san, entonces haré algo al respecto…supongo.

—Dejando eso de lado, harás los quehaceres del hogar, ¿Verdad?

—Ah, es cierto. He planificado mi itinerario para hoy.

Parece que había olvidado mis deberes debido al shock. ¡Oh no, eso está mal!

—Haré los quehaceres en la mañana y saldré de compras por la tarde. En otras palabras, por favor ayúdame, Sid-san.

—Eh, ¿Por qué estás pidiendo mi ayuda?

—Eh, pero Leonard-sama me dijo qué has estado haciendo los deberes que ahora me corresponden.

—…No, no. Escucha, puedo hacer las comidas, pero lo demás, no.

—Si puedes quitar el polvo y lavar la ropa, lo harás bien.

— ¡MAESTROOOOOO!

Perdónenme, pero Sid-san con la cabeza en sus brazos y suplicando que lo dejara libre, era un poco adorable. Si le dijera que sus orejas estaban rojas, ¿No sería muy lamentable?

— ¿No está bien? Un hombre que puede hacer los quehaceres.

—No, eso no me conviene.

—Un hombre que puede hacer las tareas domésticas es genial, ¿Sabes?

—Sí,  Sí. Eso es lo que las atrae…

Mientras levantaba la cabeza diciendo esas palabras, sus mejillas se sonrojaron levemente, mi rostro también lo hizo. Pero no estaba mintiendo. Quiero decir, está bien, incluso Leonard-sama dijo que puede cocinar.

Viendo el estado de Sid-san, Jill vino y me regañó para que me detuviera.

—Mamá, no deberías intimidar a Sid-san ~

—Oh Dios mío, no lo haré.

Sí, Leonard-sama es el culpable. No pueden culparme por eso.

—Sid-san, ¡Anímate!

—Uuu…Gracias.

♥ ❤ ♥