Sirviente a Madre – Capítulo 5: Las Recetas rápidas de Lily (4)

Traducido por Akatsuki

Editado por Ayanami


Me sentí aliviada cuando Jill sonrió después de probarlo.

Me alegro de que le haya gustado. Entonces, haré espaguetis napolitanos la próxima vez, son deliciosos. Además, es una receta original que no se puede encontrar en este mundo. Me encantan sus sabores rústicos. Estoy segura de que Jill estará encantada.

Ahora, ¿Qué otros platos puedo hacer con ketchup?

— ¿Debería hacer pimientos rellenos?

Podría preparar un bento para Leonard-sama. Cuando estaba considerando qué hacer para acompañar, Jill tiró de mis mangas.

— ¿Qué sucede?

— ¿Vas a cocinar pimientos?

—Lo sé, no te gustan los pimientos. Estaba pensando en qué hacer para Leonard-sama.

No necesitas hacer una mueca como si estuvieras a punto de llorar. No te obligaré a comerlos.

—… ¿Son sabrosos?

—Creo que… ¿Quieres probar? No te obligaré.

—Bueno…si me los como… ¿Otou-san me acariciara la cabeza?

Oh, ya veo. Finalmente, lo entiendo.

—Jill, ¿Quieres ver a Leonard-sama?

—…Sí.

Suavemente, acaricié su pequeña cabeza. Ella debe haber sido consciente de que está siendo egoísta. No dijo nada más allá de eso, sólo se mantuvo sujetando mis ropas con sus pequeñas manos.

— ¿Sabes que, en este momento, Leonard-sama está trabajando duro?

—Lo sé…

— ¿Entiendes por qué no puede volver?

—Sí, pero…

—Aun así, te sientes sola sin él.

Con su pequeña estatura, levantó la vista para verme a los ojos. Con un pequeño suspiró, agregó.

—Okaa-san, te llevas bien con Milis-Onee-chan así que…

—Ah, lo siento mucho.

Ya veo. Lo hubiera entendido más rápido si solo lo hubiera pensado un poco más.

Soy mayor, así que me es más fácil familiarizarme con Amdo-san y Milis, pero para Jill no es igual.

Las personas con las que Jill está familiarizada no están cerca. Por supuesto, ella se volvió insegura de sí misma. Probablemente, el hecho de que pudiera dormir en el regazo de Amdo-san fue porque Leonard-sama y yo estamos cerca. ¡Oh, soy una idiota!

—Lo siento, Jill. Hice que te sintieras insegura.

La abracé tan fuerte como pude y Jill me devolvió el abrazo. Sólo quiero disculparme una y otra vez.

Soy un fracaso como madre. ¿En qué estaba pensando? ¿Cómo pude dejar que la niña más preciosa de mi vida se sienta insegura?

—Lo siento, Milis. Preparemos la cena.

—Está bien. Después de todo, es más importante calmar a Jill-chan.

Cuando Jill miró a Milis, ella dejó salir un ligero aire triste, después de disculparme con ella.

—Umm…no. No te odio, Milis-Onee-chan.

—No te preocupes, lo sé. Me agradas, Jill-chan. Lo siento por robarte a tu mami.

Me alegra que su relación no se haya visto afectada por esto. Es un deseo infantil monopolizar, pero si Milis hubiera llegado a odiarla, no sabría qué hacer.

—Milis-Onee-chan, juguemos más tarde.

—Ok~ Es una promesa.

Y para que logre cumplir esa promesa, será mejor que prepare la cena ya. Entonces, podrán jugar hasta el cansancio. Así Jill ya no sentiría sola.

Estaba pensando en hacer unas hamburguesas, con el ketchup y la mayonesa como condimentos. Además, son fáciles de preparar.

Justo el otro día, corte la carne que tenía, en cortes finos. Pero, si hubiera ido al carnicero, podría haberla comprado…usaré esa carne con la de hoy, pero, realmente, no me gusta tener la carne de cerdo junto a la carne de ternera.

Luego, mezclé un par de huevos, pan rallado y doré las cebollas finamente picadas.

—Jill, quiero que amases esto hasta que se vuelva pegajoso.

— ¿Amasar? Me gusta~.

—Sí, asegúrate de amasar toda la masa, mientras la estiras y vuelves a doblar.

Hacer esto no requería que esté parada sobre un taburete, por lo que es seguro. Mientras miraba a Jill, de reojo, amasar con todas sus fuerzas, comencé con los otros preparativos.

En lugar de hacer ensalada, tuve la idea de hacer verduras fritas como acompañamiento. Cómo hay aceite sobrante de las papas fritas. Comencé a freír pimientos, berenjenas, batatas, calabazas… ¡Oh! Tengo que hacer algo salado. Tendré que usar lo que tengo por el momento.

— ¿Será suficiente?

—Sí, está bien.

Cuando Jill me llamó, revise su trabajo. La carne que le entregué para amasar, se había vuelto pegajosa. Cuanto más pegajosa es, más suave es la hamburguesa. Y como Jill uso las manos para amasarlo, el resultado era muy bueno.

—Lávate las manos completamente, haremos formas con esto.

— ¿Haremos formas con esto?

—Sí. Vamos a dividirlo en porciones y lo moldearemos.

Sonriéndole a Jill, mientras se lavaba las manos, ella me miraba fijamente, luego comenzamos.

Yo hice el primero, así tendría un ejemplo a seguir. Tomando una bola de carne, comencé a jugar, lanzándola al aire, mientras cambiaba de mano en varias ocasiones. Esto lo hacía con el fin de que el aire, que aún se mantenía en su interior, se escapara, para que, al momento de freír, no llegue a romperse fácilmente.

—Jill, hazlos más pequeños. Son para el bento de Leonard-sama.

— ¡De acuerdo~!

Apretando tan fuerte como pudo con sus pequeñas manos, logró hacer el tamaño perfecto para el bento.

—Ya terminé, Okaa-san.

—Mm. Entonces, vamos a cocinarlos.

Antes de freírlo, cubrí la carne con polvo de hornear y empecé a cocinarla a tapa cerrada. Colocando el fuego a medio-alto, continúe trabajando en la guarnición.

Las verduras terminaron de cocinarse, mientras Jill terminaba de moldear las hamburguesas. Rápidamente, sazoné la berenjena y el pimiento, y usé la sal de hierbas para la calabaza y la batata. Además de esto, hice sopa de pollo, con tocino y cebolla. Debería ser suficiente por hoy.

—Ya debería estar listo.

Abrí la tapa y apuñalé la carne con un tenedor. Si sus jugos se filtran, entonces, está bien. Así es como sabes si está listo.

—Jill, lleva los platos de uno en uno a la mesa, ¿De acuerdo?

— ¡Ok~!

Cuando terminaba de preparar las hamburguesas para Leonard-sama, Jill me llamó.

—Okaa-san, he terminado.

Es hora de que comamos.

—Bueno…

Terminamos de comer. Pero, el bento aún sigue aquí. Sid-san no vino a recogerlo como lo esperaba.

— ¿Qué sucede?

—Ah, Amdo-san. Sid-san aún no ha vuelto…

Con una mirada fugaz, Amdo-san miro el paquete envuelto a mi lado, y tosió en silencio, antes de hablar de nuevo.

— ¿Para entregar el bento?

—Sí.

— ¿No tenías que enviarlo?

No, estoy segura de que vendría a recogerlo.

—He pasado por todos esos problemas para que lo pruebe. Sería triste si no lo hiciera.

Al ver que estaba un poco triste, Amdo-san tomó el bento y dijo.

—Yo lo llevaré.

Se fue antes de que pudiera detenerlo…

No podía hacer nada, ahora que se fue. Con varios pensamientos en mi cabeza, comencé a lavar los platos.

Bueno, ahora que hice ketchup y mayonesa, el único condimento que me queda es…la sal de hierba. Compre sal de roca, así que solo necesito recoger algunas hierbas a primera hora mañana.

—…Okaa-san, ¿es tu mezcla original?

Bueno, era algo que siempre recibía en mis cartas, por lo que no era una mezcla original. No sabía cuál es el tipo o la proporción de hierbas que se usan. Si quería saber, tendría que ir y preguntarle en persona…estoy muy segura de que se pondrá furiosa al verme. Después de todo, han pasado trece años desde que salí de casa. Rara vez respondía a sus cartas e incluso puedo contar las veces que he ido a visitarla. Pero, desde que vine aquí, no la he contactado ni una sola vez.

—Definitivamente, estará furiosa conmigo…

[Akatsuki: No lo estará si llevas a Jill contigo.]

El motivo por el cual me fui de casa, fue porque no quería escuchar las palabras ‘matrimonio’ en ninguna parte de una oración.

Tal vez, una vez que todo se haya calmado, le pediré a Leonard-sama que me de permiso y así poder visitarla.

—Se lo he entregado.

— ¿¡Wah!?

Sucedió tan repentinamente que grité histéricamente al escuchar su voz.

— ¡Ah! Bienvenido a casa, Amdo-san.

—Estaba muy satisfecho.

—Espero que con esto Sid-san haya reducido su cansancio.

—No, estas equivocada.

¿Eh? Pero, no se suponía que se lo entregaría a Sid-san. ¿Me equivoqué en algo?

—El maestro está complacido.

— ¿Leonard-sama?

—Envío a Sid a alguna parte.

Oh, por eso no vino por el bento. Lo entiendo.

—Había perdido la esperanza.

— ¿Por el bento?

Así que comió el bento. Por qué siento que mi rostro arde, ¿Será alegría o vergüenza?

—Me pregunto qué era el material rojo, así que le expliqué.

—Gracias por hacerlo.

—No es un problema. Yo tampoco lo sabía, pero al maestro no le gustan las cosas picantes.

… Ah, es porque el ketchup es de color rojo. Probablemente, apenas lo vio, le pareció algo picante. Aunque, en realidad, como Jill come junto a nosotros, usualmente, no preparo comida o algo picante.

Además, a mí tampoco me gustan las cosas picantes. Pensé en hacer algunos para Leonard-sama, pero… bueno, tendré que preguntarle hasta qué punto de las especias puede manejar. Así que tendré que dejar algunas recetas de lado por el momento. Por ejemplo, pollo al horno con miel y mostaza. Aunque en realidad no es muy picante.

—Me pidió que te entregará esto.

—Oh, lamento molestarte.

Era una pequeña tarjeta. ¿Que podrá ser?

‘Gracias, estaba delicioso. Leonard.’

… ¿Qué puedo hacer? Estoy inmensamente feliz. Pero Leonard-sama, esto es jugar sucio.

— ¿Estás bien? Tu cara está roja.

—Estoy bien.

Incluso sin el comentario de Amdo-san, sabía muy bien que mis mejillas se habían puesto de color rojo brillante.

2 respuestas a “Sirviente a Madre – Capítulo 5: Las Recetas rápidas de Lily (4)”

Responder a July Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido