Traducido por Bee
Editado por Sakuya
Eran las vacaciones de invierno de su último año, sus últimas vacaciones de invierno en la universidad.
Ye Zhou planeaba sacar a relucir lo que le preocupaba en su corazón durante el Año Nuevo Lunar y simplemente salir del armario.
—¿Salir del closet?
La primera reacción de Shang Jin fue rechazarlo, pero lo pensó nuevamente y no parecía haber ninguna razón para objetar. Básicamente, no tenían clases como estudiantes de último año en su último semestre, e ingresarán a la escuela de posgrado inmediatamente después. Francamente, Ye Zhou volvería a casa cada vez menos en el futuro, y aunque aún no se habían graduado, ya eran verdaderamente independientes. Incluso si lo echaban, no había nada de qué preocuparse.
Shang Jin volvió su atención a la computadora y dijo—: Sal si quieres.
Ye Zhou respiró hondo. Aún no había regresado, pero no pudo evitar imaginar la reacción de sus padres en su mente.
Shang Jin dejó la computadora a un lado y se sentó al lado de Ye Zhou. Sostuvo la mano de Ye Zhou.
—No te preocupes. Definitivamente no lo aceptarán.
—¿Consuelas a la gente así? —Ye Zhou chasqueó la lengua.
—No te estoy consolando. —Shang Jin se reclinó en el sofá—. Solo te estoy diciendo cuán grande es el desafío al que te enfrentarás a continuación. Ademas, mi compañero de clase Ye Zhou nunca ha tenido miedo de los desafíos.
—La decisión está en manos del otro y yo estoy indefenso. ¿Cómo puedo desafiarlo? Sólo esperar el veredicto. Hasta ahora, mis padres siempre han valorado el rostro tan importante como el cielo. Creo que dirían que yo les hice perder la cara. —Ye Zhou dijo sin confianza.
Shang Jin soltó una pequeña carcajada.
—Nunca te has ganado una cara todavía, así que, ¿cómo puedes perderla?
Incluso si fuera así, hablar tan claramente no hace que le duela el corazón.
Lo que es aún más sorprendente fue que, en realidad, se sintió reconfortado. Desde joven, a sus padres les molestaba que él fuera el segundo y les hiciera perder la cara. En cualquier caso, ya habían perdido la cara tantas veces que no importaba si era una vez más.
Pensando así, Ye Zhou de repente ya no se sintió agobiado por la culpa.
Después de hablar con Shang Jin, Ye Zhou también planeó contarle esto a su hermano.
Una vez que Ye Heng escuchó esto, trabajó turnos adicionales antes de fin de año y finalmente apretó algunos días de vacaciones, comprando el mismo boleto de regreso con Ye Zhou.
Después de todo, entendía a sus padres. No se volverían físicos, pero eran expertos absolutos en abuso emocional.
Shang Jin llevó a los hermanos Ye al aeropuerto el día de su regreso.
El estado de ánimo de Ye Zhou no era particularmente alto y estaba de mal humor en el camino, diciendo muy poco.
Shang Jin lo abrazó suavemente y le dijo al oído—: No te preocupes, estoy detrás de ti.
Ye Zhou se rió y lo empujó. Sin querer que Shang Jin se preocupara, bromeó—: ¿Eres mi sombra?
—Me gustaría ser.
El corazón de Ye Zhou era más suave que el suyo. Si pudiera, Shang Jin deseaba poder reemplazar a Ye Zhou para pasar por esta terrible experiencia. Pero había muchas cosas en el mundo que uno debía completar solo.
—Cuando vuelvas, iré a recogerte.
Ye Heng de repente tuvo la sensación de derrota de que el marido de su hermano pequeño era demasiado capaz y él, este hermano mayor, no tenía espacio para mostrar sus habilidades. Interrumpió a las dos personas que aún querían continuar.
—Está bien, ¿qué puede pasar conmigo aquí? Shang Jin, deberías volver.
Si fuera por Ye Zhou, nunca elegiría este modo de transporte.
Pero, para Ye Heng, este tipo de persona “el tiempo es dinero”, era mejor pasar menos tiempo en la carretera. Como resultado, desde que Ye Heng llegó a la ciudad A, la forma en que Ye Zhou se fue a casa se actualizó de tren directamente a avión.
Ye Zhou solo sintió que no había dormido en el avión y que ya había llegado a su destino.
Fuera del aeropuerto, vieron el auto de su familia de un vistazo. Ye Zhou siguió distraídamente detrás de Ye Heng. Al ver a Ye Heng seguir a Madre Ye al asiento trasero, Ye Zhou tomó el asiento del pasajero.
Una vez que Ye Zhou decidió hacer algo, generalmente lo hacía rápidamente.
En el camino, terminó de arreglar sus líneas para la noche, y sus respuestas a las preguntas ocasionales de sus padres fueron inusualmente superficiales.
Al recibir una respuesta a medias una vez más, la Madre Ye contuvo su enojo y dijo—: ¿En qué estás pensando todo el día y noche?
—Zhou Zhou no durmió bien anoche y también se sintió muy incómodo en el avión. —Ye Heng dijo apresuradamente.
Madre Ye todavía quería decir una palabra o dos más, pero Ye Heng la interrumpió directamente.
Cuando llegaron a casa, mientras papá Ye estaba limpiando y madre Ye cocinaba, Ye Heng fue a la habitación de Ye Zhou y preguntó—: ¿Qué te pasa?
Ye Zhou volvió a poner la ropa que había traído en el armario. Esta vez, tal vez porque no había regresado temprano, sus padres limpiaron su habitación.
—Quiero contárselo a mamá y papá hoy.
—¿Contar? ¿Decir qué?
—¿Aún necesitas preguntar?
—Si lo dices hoy, la casa estará deprimida por el resto del tiempo. —Ye Heng deliberó y dijo—: ¿Qué piensas sobre no decirle a nuestros padres por ahora? También te sientes incómodo. Bien podría decirles dos días antes de partir. Esto les deja dos días como amortiguador. Habla de eso antes de irnos.
—Pero…
—Escúchame esta vez. —Ye Heng no dejó espacio para la negociación—. No importa lo difícil que sea, ten paciencia.
Esta fue la primera vez que Ye Heng se mostró inflexible con él, y Ye Zhou sólo pudo estar de acuerdo a regañadientes.
Sin embargo, los planes no pudieron seguir el ritmo de los cambios.
Debido a que la prima de Ye Zhou tuvo un bebé a principios de este año, los parientes de la familia Ye regresaron rápidamente de varios lugares y, dado que coincidió con el Año Nuevo, simplemente se reunieron en la Ciudad D para celebrar el Año Nuevo Lunar y también para visitar las atracciones turísticas.
Ye Zhou, quien había pensado que terminaría su tarea después de dos días, miró a sus siete tías por parte de su padre y siete tías por parte de su madre reunidas en su casa día tras día y simplemente no le dio la oportunidad de salir.
Al escuchar el ruido en la sala de estar incluso a través de la puerta cerrada, Ye Heng dijo—: De lo contrario, no lo digas durante el Año Nuevo.
Flecha dibujada en el arco, palabras listas en su boca: toda su preparación mental se había vuelto inútil. Ye Zhou se sintió sofocado en su corazón, incapaz de subir o bajar. Se acostó en la cama y expresó—: Sólo puede ser así.
Ye Heng se tocó la cabeza y salió del dormitorio.
En el momento en que abrió la puerta, madre Ye se rió en la sala de estar.
—Estaba hablando de ti. ¿A dónde te fuiste? Tu primo quiere tomar el examen de ingreso a la universidad el año que viene y te iba a pedir que lo ayudaras a buscar material de referencia.
Ye Heng frunció el ceño.
—Me gradué hace muchos años. Zhou Zhou tiene material de revisión que todavía guarda en el armario. ¿No estaría bien dárselo al primo? Además, no tengo experiencia en enseñar a la gente.
—El Ye Heng de tu familia es tan modesto. —La tía Ye llevó a su hijo adicto a los juegos y le dijo—: Deberías aprender más de tu hermano Ye Heng. Mírelo ahora, es un ejecutivo de la empresa. Si no estudias bien, después, incluso si quieres ser conserje, nadie te querrá.
Ye Heng tomó el teléfono del primo adicto a los teléfonos inteligentes y dijo—: Xiaoshan, ve a buscar a tu hermano Ye Zhou. Sus materiales de revisión originales están bien conservados.
Wei Xiaoshan se burló y curvó los labios.
—No lo buscaré.
Esta actitud desdeñosa enfureció a Ye Heng. Fue por el desprecio de los adultos que los niños aprendieron de el.
Ye Heng rara vez asistía a reuniones familiares y no había encontrado este punto antes.
—¿De dónde viene tu confianza para decir esas palabras? Al crecer, si tus notas incluso superan a las de Ye Zhou una vez, no desperdiciaría palabras contigo. Pero como estudiante con el rango más bajo, ¿cómo estás calificado para despreciar a un estudiante superior?
La figura de Ye Heng en la familia Ye siempre había sido elevada. Wei Xiaoshan no solo fue sometido, sino que incluso la madre Ye y la tía Ye, que estaban charlando a un lado, quedaron atónitas.
La voz de Ye Heng no era fuerte, pero debido a que se había olvidado de cerrar la puerta hace un momento, Ye Zhou, que se estaba quejando con Shang Jin por no poder salir, también escuchó. Rápidamente se guardó el teléfono celular en el bolsillo del pantalón y se apresuró a salir, aunque sabía que no servía de nada.
Madre Ye volvió a sus sentidos y dijo con desaprobación—: Ye Heng, ¿qué estás diciendo?
—Ye Heng, el niño no es sensato y habla sin pensar. —La tía Ye actuó como mediadora—. Xiaoshan, ¿todavía no te disculpas rápidamente con tu hermano Ye Heng?
—No te disculpes. Con quien debería disculparse es con Zhou Zhou. —dijo Ye Heng.
Madre Ye interrumpió.
—¿Qué disculpa? El niño no es sensato, ¿eso significa que el adulto también es insensible?
—¿Si los adultos son sensatos, entonces dejarían que un niño diga eso…?
—Olvídalo, hermano. No hay nada que decir. —Ye Zhou llevó a Ye Heng a su habitación.
Madre Ye le dio una imagen de incompetencia, por lo que tampoco culpó a los hermanos y hermanas por sus malas actitudes. Después de todo, muchas personas adoran a los altos y pisotean a los bajos.
—Es mi culpa. —Ye Heng lo miró y suspiró.
—No está relacionado contigo.
Menos de media hora después, la puerta del dormitorio de Ye Zhou se abrió. Madre Ye dijo con una mirada furiosa—: Ustedes dos, salgan aquí por mí.
La sala de estar simplemente animada, ahora solo tenía el sonido de un programa de variedades en la televisión.
Mamá y papá Ye se sentaron en medio del sofá de dos personas. La familia de la tía Ye ya se había ido.
—¿Qué estaban haciendo ustedes dos hoy? —Madre Ye dio una palmada en la mesa y frunció el ceño a los dos hermanos que estaban de pie frente a la mesa de café—. ¿No sabes cuánta cara perdí hoy frente a los familiares? Ye Heng, especialmente tú. Te alabo delante de los familiares todos los días, ¿y así es como lo muestras?
—Nunca te dije que me elogiaras ante los familiares.
—¡Ye Heng, así es como le hablas a tu madre! —El padre Ye dijo con expresión rígida.
Al ver los disparos concentrados en Ye Heng, Ye Zhou salió rápidamente y dijo—: Mamá, papá, tengo algo que decirte.
—¡Ye Zhou! —Ye Heng lo arrastró hacia atrás y negó con la cabeza.
Aquellos con ojos podían ver que definitivamente era el momento más imprudente para salir, pero su hermano fue regañado por completo por su culpa. No tenía sentido para él esconderse detrás de su hermano.
—De hecho, quería decir este asunto hace mucho tiempo. —Ye Zhou respiró hondo y salió de detrás de Ye Heng. Sus puños fuertemente apretados en su dobladillo se aflojaron lentamente—. Yo… lo descubrí durante la escuela secundaria. De hecho, soy gay.
—¿Gay? —Madre Ye dijo con incredulidad.
—Eso es… que me gusten los hombres. —Ye Zhou susurró.
Madre Ye jadeó con voz ronca, sus puños se cerraron con fuerza como si su ira se estuviera gestando y se resistiera.
—Tú… tú… —El dedo del padre Ye señaló a Ye Zhou, toda su mano temblando de ira.
—Mamá, el maestro Li de tu escuela también tiene un hijo que es gay. ¿No la consolaste en ese momento, diciéndole que la homosexualidad no era una enfermedad? ¿Qué el entorno en el que viven ya es difícil y que, como padres, deberían ser más comprensivos? —Ye Heng tiró de Ye Zhou detrás de él y dijo—: Mamá, papá, tú también deberías ser comprensivo.
—¡Entender, mi culo! —Madre Ye se puso de pie y de repente se dio cuenta—: No me extraña que sacaste los datos para persuadirme en ese entonces. ¡Hacer todo esto fue solo un adelanto para Ye Zhou!
Cuando Ye Heng regresó el año pasado, la madre Ye mencionó esto durante la comida y al principio no pudo entender. Más tarde, Ye Heng le aconsejó, y al día siguiente, tomó estos argumentos para consolar al Maestro Li.
—Cualquiera sea mi propósito, estuviste de acuerdo conmigo.
—Por supuesto que no duele cuando no eres tú quien corta el cuchillo. A otras personas les importa, por supuesto que puedo decir algunas cosas buenas para que las escuchen, pero ¿eso significa que puedo aceptar la homosexualidad cuando le sucede a mi propio hijo? —Madre Ye se puso de pie y empujó a Ye Heng. Su voz no era fuerte, pero estaba llena de poder—. Ye Zhou, pregunta a tu conciencia: ¿no nos estás decepcionando al hacer esto? Sólo por el asunto de su hijo, la Maestra Li no puede levantar la cabeza incluso ahora. ¿Quieres que tu padre y yo nos convirtamos en el hazmerreír de los demás?
—Entonces… —Ye Zhou levantó lentamente la cabeza y, frente a los agudos ojos de su madre, dijo—: Para tu rostro, ¿mi felicidad no es importante?
—¿Felicidad? ¿Qué felicidad hay en amar en las sombras toda tu vida? ¿Puedes levantar la cabeza y decirle a la gente que eres gay? —Madre Ye golpeó ferozmente en el pecho de Ye Zhou y dijo—: ¿Entiendes? ¡Los rumores y las calumnias pueden matar a la gente! ¿Cuánto tiempo puedes soportarlo? Tu futuro amante, ¿cuánto tiempo podrá soportarlo? Y para mí y tu papá en este pequeño lugar, no puedo esperar a que toda la comunidad lo sepa, que toda la escuela lo sepa. Siempre hemos sido ciudadanos respetuosos de la ley. ¿Por qué tenemos que sufrir semejante calamidad sin motivo? La reputación que hemos construido en toda una vida será destruida en tus manos.
—No estoy robando, asaltando, violando un principio o ley. ¿El hecho de que mi sexualidad sea diferente a la de la gente común es de alguna manera vergonzoso? —Ye Zhou frunció el ceño y respondió—: En un mundo tan grande, ¿cómo pueden ser todos iguales? Esta es una sociedad que busca puntos en común, dejando de lado las diferencias. No me desprecio a mí mismo, y nadie puede despreciarme. ¿No has dicho siempre frente a los demás que tu hijo menor no lo haría y que solo podría hacerte perder la cara? Entonces, incluso si soy homosexual, los demás no deberían sorprenderse.
¡Slap!
La palma de madre Ye golpeó el rostro de Ye Zhou.
—¡No estudies con diligencia y sólo sepas ir por el camino tortuoso!
Su acción fue demasiado rápida que Ye Heng no pudo reaccionar en absoluto. Pronto apareció una huella en el rostro de Ye Zhou.
—La violencia no resolverá nada. —Ye Heng tiró de Ye Zhou a su lado y se paró frente a él—. No es que Ye Zhou no se esté esforzando; es solo que no puedes ver sus esfuerzos. Mamá, papá, ambos son profesores. Deben saber que la brecha entre el primero y el segundo es muy pequeña. ¿Y si es el segundo lugar? No se puede negar que Zhou Zhou es un niño con calificaciones excepcionales. ¿Por qué siempre tienes que usar el rango para presionarlo?
—Es porque somos profesores y sabemos que la diferencia es pequeña, por eso le imponemos exigencias tan estrictas. La diferencia es tan pequeña. Si Ye Zhou puede esforzarse un poco, ¡cómo no podría superarlo!
¿Cómo no superarlo?
Este punto, Ye Zhou quería saberlo más que nadie.
—Mi habilidad es limitada, así que te ayudé a recuperar un primer lugar. —Ye Zhou se rió burlonamente—. Encontré una persona que gana todas las pruebas. Desde joven, independientemente de si se trata de una clase cultural o de educación física, siempre es el primero. Mi novio actual es el campeón de A City en el examen de ingreso a la universidad de ese año.
Madre Ye estaba extremadamente furiosa, riendo.
—¿Todavía soy yo quien se equivoca al final?
Ye Heng simplemente abrió la boca, queriendo ayudar a Ye Zhou, cuando el padre Ye de repente se puso de pie y señaló a Ye Zhou.
—¡Tú, vete! ¡Tómalo como que no te criamos! Sé gay si quieres, mata gente si quieres, ¡incendia si quieres! Después de hoy, no tienes nada que ver con nosotros.
Ye Zhou los miró, se dio la vuelta y abrió la puerta.
—Zhou Zhou…
—Ye Heng, ¡detente ahí por mí!
Ye Heng no lo persiguió. Suspiró y dijo—: Mamá, papá, ¿no puedes dejarme sólo a mí seguir la vida que planeaste? Renuncié a lo que me gustaba solo para ser el hijo del que estás orgulloso. Debería ser suficiente tener un hijo del que estar orgulloso. Deja que Zhou Zhou haga lo que quiera.
El padre Ye y madre Ye no dijeron nada. Ye Heng vio el abrigo de Ye Zhou y dijo—: Zhou Zhou no tomó su abrigo. Yo iré a dárselo.
Ye Zhou se había agotado en el calor de la ira. Al final, su padre había equiparado la homosexualidad con el asesinato y el incendio provocado y lo hizo incapaz de aceptarlo más. Dejó de seguir luchando con ellos. Sus puntos de vista eran diferentes y nadie podía aprobar al otro.
Realmente llegando a este paso, Ye Zhou pensó que se sentiría incómodo, pero no esperaba sentirse aún más aliviado. Habiendo estado sofocado durante demasiado tiempo en esta familia, finalmente estalló. No es de extrañar que a tanta gente le guste responder. Aunque el resultado probablemente fue verter aceite en el fuego, ¡el proceso fue vigorizante!
No fue bueno que Shang Ming se preocupara por el Año Nuevo, por lo que Ye Zhou no molestó a Shang Ming y llamó al teléfono de Shang Jin. Se fue demasiado rápido y se olvidó de traer su abrigo, pero afortunadamente, su teléfono estaba con él. La nieve ligera flotaba en el cielo. Ye Zhou encogió el cuello y escuchó el timbre del teléfono. Después de tres timbres, se conectó.
—¿Ye Zhou?
Ye Zhou caminó rápidamente hasta la cafetería más cercana y pidió una taza de café.
—Rápido, felicítame. Finalmente me echaron de mi casa.
—¿No dijiste que no saldrías durante Año Nuevo?
—Es difícil de explicar en pocas palabras. Cuando los parientes de mi familia se fueron, mi corazón estaba decidido y salí.
—Entonces, esta noche…
—Hablemos de eso más tarde. En el peor de los casos, podría ir a un McDonald’s y pasar la noche. De todos modos, el vuelo de mañana… —No había dicho ‘boleto’ todavía cuando Ye Zhou recordó de repente que no traía su identificación. Para ser exactos, solo tenía su teléfono celular en este momento.
Ding-dong, llegó un mensaje, luego Ye Zhou escuchó a Shang Jin decir—: Reservé un vuelo para ti a las siete en punto. Te recogeré por la noche.
Ye Zhou se llevó la mano a la frente.
—No traje mi identificación…
Shang Jin hizo una pausa, luego.
—Conduciré a la ciudad D y te recogeré.
[Bee: @.@ tan hermoso, yo quiero un Shang Jin en mi vida T.T]
[Sakuya: Si T_T]
—¡No lo hagas! —Los dos lugares no estaban cerca—. Ye Zhou no se sentía cómodo dejando que Shang Jin condujera largas distancias. —Iré con mi hermano mañana. Definitivamente traerá mi identificación…
Sus palabras aún no terminaban cuando su cabeza fue golpeada.
—Estás realmente seguro de saber que tengo tu respaldo. Imagínate que estaba tan ansioso por traer tu ropa. —Ye Heng le entregó la tarjeta y dijo—: ¿A dónde estabas pensando en huir sin tu tarjeta de identificación?