Una generación de militares – Capítulo 28: Los ancianos de la Familia Su (1)

Traducido por Yonile

Editado por Sharon


Si las miradas mataran, Zhuo Qing supuso que los ojos de detrás de ella ya la habrían hecho pedazos. Le sonrió gentilmente a Su Ling y asintió.

—General Su, llega justo a tiempo. Su condición se ha recuperado, ya puede llevársela.

Dicho eso, señaló la puerta con gracia. Comportándose inusualmente educado, Su Ling la escoltó fuera.

Gu Yun tuvo que respirar varias veces, estaba furiosa por dentro.

¡Este Zhuo Qing! Una vez se enamoró y se casó, ese matrimonio le ha drenado toda su inteligencia. Ahora quiere una compañera, y me rebaja a su nivel.

Su Ling entró en la habitación y vio a Gu Yun sentada en la cama. Su rostro estaba lleno de una expresión inusual, y su aura se percibía fría. Él suspiró profundamente. Nunca imaginó que esta mujer resultaría ser alguien a quien extrañaría tanto.

Era la primera vez que sentía unos días tan eternos como durante los últimos tres.

En su tiempo libre, la apariencia de esta mujer se apoderaba de sus pensamientos, siempre esperando y rezando para que ella estuviera bien. Era un sentimiento totalmente extraño que le había derrotado por completo. Estaba indefenso, y sin fuerzas para luchar.

—Tú…

—Yo…

Ambos abrieron la boca al mismo tiempo, interrumpiendo al otro, pero luego guardaron silencio. Gu Yun no sabía lo que estaba pensando Su Ling. ¡En este momento, se sentía muy avergonzada! Ambos guardaron silencio por un tiempo hasta que Gu Yun tomó la iniciativa para romper el silencio.

—Déjame hablar primero.

Las cejas de Su Ling se elevaron levemente pensando que su mirada era particularmente seria. Al ver su expresión, sintió curiosidad por lo que quería decir. Tosiendo ligeramente, Gu Yun levantó la cabeza.

—¿Le agrado? —preguntó, mirándolo directamente a los ojos.

Su Ling se sorprendió por un momento e inmediatamente sus expectativas aumentaron, pero también tuvo algunas emociones perturbadoras.

¿Sentirá algo por mí?

Gu Yun parecía poder ver a través de los ojos y leer la mente de las personas.

—¿Qué piensas? —respondió él a su vez.

Gu Yun frunció el ceño y pensó por un momento antes de responder.

—Eso creo.

Después de despertarse, pudo sentir la diferencia de Su Ling. Sus miradas profundas y calientes la hacían sentir cada vez más incómoda. Estaba segura de que le gustaba.

¿Eso cree? ¿Verdad? 

Su Ling de repente se sintió perdido. Rara vez tenía interacciones con mujeres; por lo tanto, tenía un conocimiento limitado sobre si una mujer debía ser tímida o preocupada cuando se enfrentaba a tal situación. Pero Qing Mo le preguntó amablemente si tenía sentimientos, y se las arregló  para llevarlo a una conclusión con calma y racionalidad.

¿Le faltaba comprensión de las mujeres? ¿O era especial hasta ese punto? ¿O realmente no le atraía? El rostro de Su Ling era tan complejo que parecía indefenso y muy preocupado.

—¿O me equivoqué? ¿No te agrado? —preguntó de nuevo Gu Yun.

El corazón de Su Ling se enfrió. ¿No era lo suficientemente obvio? En los ojos claros de Qing Mo vio duda e incertidumbre, y solo pudo suspirar. ¿De qué tipo de mujer se enamoró? La quería en su vida, pero parecía que le sería imposible hacerla ver y sentir lo mismo.

—No me entendiste mal, me gustas —declaró en un tono desesperado.

Podría haber sido una confesión muy hermosa, pero Su Ling había sido torturado mentalmente por Gu Yun.

Su corazón se sorprendió gentilmente por un momento. Saber era una cosa, escucharlo era otro asunto. Gu Yun inclinó la cabeza durante mucho tiempo antes de decir en voz baja:

—No sé si me gustas, necesito más tiempo.

De hecho, ella no era completamente inútil en el aspecto emocional. Aunque no lo hubiera notado, había estado pensando en la posibilidad. Sin embargo, no podía creer que pudiera convertirse en la persona especial de Su Ling. Gu Yun miró ligeramente hacia arriba, y sus ojos se posaron de inmediato en un par de ojos negros que se mostraban tranquilos como la superficie del mar sin olas. Por alguna razón desconocida, estaba nerviosa.

¿Se enojará o responderá con indiferencia y no dirá nada?

—No me hagas esperar demasiado —dijo con voz profunda, llena de  frustración y una pizca de amor ahogado.

Gu Yun se sintió secretamente aliviada. Tal vez podría poner la decisión en manos del tiempo. Podría decidir cuando regrese a casa después de sus ofrendas de sacrificio a los antepasados, lo que puede llevar varios meses. Podría aprovechar esta oportunidad para pensar en ello.

Mientras estaba ocupada, organizando en su mente sus próximos movimientos, su cuerpo fue levantado de repente por un par de brazos fuertes.

—¡¿Qué estás haciendo?! —gritó. No se atrevió a moverse demasiado por la herida del pecho, pero ser sostenida de esa manera era muy extraño.

Su Ling respondió con prudencia:

—Regresaremos a la Mansión —respondió Su Ling. Sabía que esta mujercita en sus brazos tenía una mente aguda. Ella era entusiasta, vigorosa y decidida. Pero solo en el amor y en el afecto hacía que la gente se sintiera confundida y angustiada.

Por otro lado, su lentitud también era buena porque eso significaba que no captaría señales de otros hombres. Después de todo, no notó el significado de las acciones de Ao Tian de hace unos días.

¡Mi pie no está herido! se quejó Gu Yun, mirando el hermoso rostro que ahora se reía. Deseó poder acariciarle las cejas con la palma de la mano y borrar esa mirada.

Deteniéndose fuera de la puerta, Su Ling miró a la mujer molesta en sus brazos, y se rió en voz baja.

¿A pesar de que no puedes levantarte de la cama para caminar? Te llevaré así hasta afuera.

¡¿Llevar… afuera?!

Gu Yun apretó los dientes con tanta fuerza, que casi se rompen.

Camina más rápido —escupió. Luego bajó la cabeza, preocupada, e ignoró a Su Ling, cuyo estado de ánimo era especialmente bueno.

Fue bueno que no hubiera muchos sirvientes en el patio para presenciar esto. Zhuo Qing tenía buenas intenciones y tampoco salió para burlarse de ella. La cara de Gu Yun finalmente se relajó un poco.

¡Oh, cierto! ¿Hiciste algún preparativo ya? En diez días, tengo que seleccionar a los oficiales de las fuerzas especiales —dijo de repente, recordando la promesa al ver el carruaje azul marino estacionado en la puerta.

¡No harás nada de eso! —respondió él con frialdad. Ni siquiera estaba recuperada, y ya quería volver a entrenar.

Solo elegiré oficiales… No es como si vaya a empezar a entrenar con ellos. Gu Yun se sentía indefensa—. Las celebraciones terminaron y el entrenamiento de las nuevas fuerzas especiales debería ser pronto.

No es algo urgente, puede esperar.

Siempre estaba ansioso cuando Gu Yun estaba tan aburrida y solo pensaba en escapar de la Mansión, por eso le propuso el entrenamiento de soldados. Si bien él tenía expectativas en lo que ella llamaba “tropas especiales”, nada era más importante que su salud.

—¡Tú puedes esperar, pero yo no!

Su Ling esperó a que el sirviente corriera la cortina para poder depositarla adentro, y la miró confundido.

—¿Por qué estás tan ansiosa?

—Te debo miles de monedas de plata, lo recuerdo —respondió Gu Yun con naturalidad.

La expresión de Su Ling de repente se volvió rígida. Apretó el puño deseando poder agarrar y morder a Qing Mo.

Gu Yun decidió gatear dentro del carruaje e ignorar el grito atronador afuera. Las deudas debían contabilizarse y no darse por sentadas.

♦️ ♦️ ♦️

En la Casa del General Yi Tian Yuan (Patio Celestial )

Después de la última pelea, el patio fue totalmente destrozado por el General Su Ling y Ao Tian. Luego de las renovaciones, por fin podía verse cierto toque humano al lugar. El enorme patio finalmente tenía una mesa y sillas decentes, por lo que uno ya no necesitaba sentarse en el suelo. Los árboles del patio habían sido incinerados, por lo que el General hizo que algunas personas trajeran árboles viejos de montaña, y la densa sombra que provocaban cubría casi todo el jardín. Era un espacio cómodo, que dejaba ver la frondosa naturaleza por todas partes.

Era hermoso, pero como el gusto de Su Ling no solía ser de esta manera, se sentía algo extraño.

En la nueva mesa de jade cuadrada, frente a un cuenco de medicina ya frío, un hombre y una mujer estaban sentados mirándose.

—¿No has estado ocupado recientemente? —resopló Gu Yun.

—En realidad, no estoy tan ocupado.

—¿No tienes nada más que hacer?

—Si pudieras ser una buena niña y beber la medicina, tendré más tiempo para hacer otras cosas. —No sabía que el medicamento que debía tomar tres veces al día sería tan difícil de poner en su boca, pero su paciencia estaba mejorando.

—Estoy curada —se negó, sin dar lugar a una negociación.

—El médico dijo que tienes que tomar este medicamento durante medio mes —insistió.

—Si bebo, ¿me dejas ir?

—Solo hasta la plataforma —se comprometió Su Ling, soltando un suspiro.

—¡De acuerdo!

Con eso, Gu Yun agarró el tazón de medicina sin fruncir el ceño, y bebió el brebaje de un trago. Dejó el cuenco vacío y miró hacia un lado. Después de aburrirse de mirarlo durante mucho tiempo, preguntó:

—¿Debo pedir que preparen las cosas?

—Ya están listas —se rió Su Ren, acercándose para tomar asiento.

Durante los últimos diez días, esta pareja a menudo quedaba estancada en esta situación durante uan o dos horas frente al tazón de medicina. Aunque el brebaje siempre terminaba en la boca de Qing Mo, no dejaba de negociar con su hermano mayor por cierta condiciones. Su Ren no pudo evitar preguntarse hasta qué punto el General la estaba malcriando.

Gu Yun asintió con satisfacción. Sentada firmemente en el taburete de piedra, su dedo índice golpeó de repente. Nadie sabía lo que tenía en mente.

En ese momento, Su Yu entró al patio desde el campo de entrenamiento exterior solo para ver la actitud relajada de Qing Mo y no pudo contener su ira ardiente.

—Es casi Shenshi [1]. Los soldados estuvieron tomando el sol durante dos horas, ¿todavía no has seleccionado?

Aunque era otoño, el sol todavía estaba alto en el cielo. A pesar de que Su Yun tuvo que soportar toda la tarde en el campo de entrenamiento, la encontraba disfrutando del aire fresco bajo la sombra de un árbol.

Gu Yun miró hacia el exuberante follaje del cielo, donde a penas podía ver el resplandor de la luz del sol.

—Aún no es el momento —dijo tranquila.

—¿Acaso estás esperando que el sol vuelva a descender de la montaña?

—Eso es lo que estoy esperando, que el sol descienda de la montaña —sonrió ella.

—¡Solicitaste que los soldados se alinearan al mediodía!

Su Yu estaba furioso, y su cuerpo temblaba. No aprobaba que ella hiciera la selección de soldados, pero si todo el tiempo planeó hacerlo por la noche, ¿por qué pedirles que se alineen al mediodía? ¡Tal exposición al sol los dejaría en mala forma!

—Continuaré con la prueba. ¡Un soldado que no puede soportar el Sol no es el que busco! —respondió Gu Yun en un tono pensativo y con un buen argumento.

Aturdido, Su Yu miró el rostro de su hermano mayor y segundo hermano. ¿Sabían que todo esto se trataba de una prueba? Se sintió deprimido al saber que nadie se lo había dicho. Dio media vuelta y salió del patio, sacudiendo su cabeza.

Él era mayor que Qing Mo, pero siempre parecía impetuoso a su lado. Conociendo a dos de las tres hermanas Qing, no pudo evitar preguntarse cómo serían sus padres. ¿Qué tipo de carácter debían tener para criar hijas esta personalidad?

Como Su Ren solo tenía la responsabilidad de observar, estuvo acompañando a Gu Yun todo el día.

—Su Ren, ¿ya ha vuelto la señorita Yu? —le preguntó cuando lo vio aburrido.

—Regresó después de la actuación de celebración. El caso fue cerrado. No tiene ninguna razón para quedarse aquí —le explicó, ocultando la sorpresa al escuchar su interés.

—¿Cómo se desempeñó?.

Recordó ese día. La actuación de Yu Han Dan sobre el escenario, su ropa revoloteando con el viento… Tuvo que apretar la boca con fuerza para no poner una expresión tonta.

—Muy buena.

Ese gesto y su respuesta tienen un significado profundo.

Es una lástima que ese día no haya podido verlo —dijo Gu Yun, mirándolo con una sonrisa burlona—. Elige otro día para invitarla a la Mansión del General, ¿qué te parece?

Su Ren se sorprendió por el momento.

Ah, si quiere invitarla, ¿por qué me lo pregunta a mí? 

Sintió débilmente que algo andaba mal y que el asunto no le convenía. Se levantó y encontró una razón para disculparse:

Quiero ir al campo de entrenamiento para ver si los preparativos están procediendo de manera correcta.

Su Ling se sintió raro. Esta mujer era como una flor rara y hermosa. ¡Estaba tan interesada en los sentimientos de los demás pero era insensible con los suyos!

Su Ren acababa de salir del patio cuando escucharon una voz gritando desde lejos.

¡Hermano mayor!

Su Ling se levantó y miró a Su Ren. Su corazón sintió un mal presentimiento. A pesar de su temperamento desagradable, Su Yu nunca se comportaría de manera tan grosera.


[1] Shenshi: De 3 a 5 pm.

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