Una historia diferente cada noche – Volumen 2 – Capítulo 2: Qi Qi

Traducido por Shisai

Editado por Shiro


Cuando desperté una vez más, estaba acostado sobre una cama blanda.

Parecía estar envuelto en el suave y gentil abrazo de alguien, y mis heridas se sentían frías, no tan dolorosas como antes.

Cuando abrí los párpados con cansancio y miré a quien me sostenía, vi una cara extremadamente hermosa.

Esa persona me envolvía con un brazo, mientras su otra mano me aplicaba medicina. Al verme despertar, en su rostro floreció una sonrisa amable y cálida.

—Xiao Mo, ¿estás despierto? —preguntó.

Ah, esta sonrisa, esta voz… Es familiar… Qué nostálgico…

Subconscientemente moví mis labios, pero no salió nada, sólo observaba distraídamente a la persona ante mis ojos.

Mi mente todavía funcionaba lentamente, incapaz de operar, sintiendo que esto era sólo un sueño. No podía distinguir la imagen ante mis ojos, ¿era esta la realidad o una ilusión?

—Xiao Mo, ¿te duele alguna parte? —Esa persona me tocó la frente ligeramente.

Una pequeña cabeza redondeada se asomó por un lado, inclinándose hacia mí.

—Xiao Mo Mo, ¿estás bien? Xiao Mo Mo, ¿duele en alguna parte? A-Bao te ayudará a frotar… —habló con una cara llena de angustia.

Mientras decía esto, el pequeño levantó cuidadosamente mi mano envuelta en vendas.

Volví un poco a mis sentidos, después de lo cual una esponjosa bola negra saltó sobre mi hombro, girando su cuerpo para frotarse contra mi cara.

La sensación de picazón rozó mi nariz y estornudé.

De repente me di cuenta de que esto no parecía…

¡Esto no parecía un sueño!

La bola de pelos que había saltado a mi hombro era el demonio sombra, el pequeño junto a mi cama era A-Bao y quien me abrazaba era…

Él era…

¡Mierda! ¡Es Jiuye!

Este shock no fue un asunto trivial, salté directamente de mi cama, mirando a la persona que estaba frente a mí, y después de mirar fijamente durante mucho, mucho tiempo, todavía no podía creer lo que veía.

—¿A-Ye? Eres realmente… ¿realmente tú? ¿De verdad? —murmuré.

Jiuye levantó ligeramente las comisuras de sus labios, revelando su sonrisa leve y tranquila, y dijo sin prisa:

—Xiao Mo, estoy de vuelta.

¿Ja? ¿Qué? ¿De vuelta?

Este tipo, quien había desaparecido durante seis meses completos, y de quien no había tenido una sola noticia, quién podría haber muerto en algún rincón, o vaya a saber dónde, la persona que me había hecho morir de preocupación…

Había desaparecido repentinamente, luego regresó repentinamente… ¿Y ahora estaba usando un tono ligero como una pluma para decir «Estoy de vuelta»?

¡Lo dijo como si hubiera salido simplemente a dar un paseo por el supermercado!

Mirando su sonrisa gentil y tranquila, me enfurecí, abalanzándome para agarrar el cuello de su ropa y empujándolo sin piedad contra la pared.

—¡Bastardo! ¿Por qué te fuiste sin decir adiós? ¿Por qué te fuiste por tanto tiempo? ¿Por qué no me contactaste? ¡¿Por qué?! ¿Sabías que…? ¿Sabías que seguía…? Seguía… esperándote… Estaba asustado… asustado de que… algo te hubiera pasado… Y… —le dije indignado.

Mi voz se quebró, y un líquido cálido comenzó a acumularse debajo de mis ojos.

Apresuradamente bajé mi cabeza y cubrí mis ojos, no queriendo que me viera llorar.

La sala quedó en silencio.

Después de un largo silencio, sentí que sostenían la parte posterior de mi cabeza con una una mano, la cual hacía una ligera presión.

Jiuye suavemente me atrajo hacia su pecho, sonriendo.

—Mm, lo sé. Siempre supe que me estabas esperando. Xiao Mo, lamento haberte preocupado —dijo suavemente.

Cuando procesé sus palabras, no pude evitar llorar.

Nunca había llorado tanto después de alcanzar la edad suficiente para asistir a la secundaria.

Parecía haber perdido el control de mis lágrimas, incapaz de evitar que fluyeran, dejando salir todas las emociones que habían sido reprimidas en mi corazón durante los últimos seis meses.

Jiuye continuó abrazándome suavemente, acariciando mi cabello con gentileza, como si estuviera consolando a un niño. A-Bao extendió una caja de pañuelos y la bola de pelos se quedó mirándome con sus grandes ojos verdes.

Bajo la mirada de todos los demás, mi cara se enrojeció de vergüenza, resolviendo con lentitud mis emociones desmoronadas.

Mi cuerpo todavía se sentía un poco débil, pero no quería acostarme, Jiuye me ayudó a bajar las escaleras.

Sin embargo, para mi sorpresa, me di cuenta de que todo en la casa había vuelto a su estado original, no había rastro alguno del incendio.

Las paredes no estaban ennegrecidas, el sofá todavía estaba en buen estado, las cortinas de las ventanas y la escalera de madera no habían sufrido ningún daño, y ese candelabro dorado que casi se había estrellado contra mí estaba de nuevo colgado con firmeza del techo en este mismo momento.

Si no fuera por mis lesiones claramente expuestas en mi persona, casi sospecharía que el espeluznante fuego había sido sólo un producto de mi imaginación.

—¿Qué pasó aquí? —Miré a Jiuye confundido.

Él no respondió mi pregunta, sólo dijo en tono estricto:

—Qi Qi, discúlpate con Xiao Mo.

—¿Qi Qi? ¿Con quién estás hablando?

Miré a mi alrededor, todo estaba vacío, no había ni siquiera el más mínimo rastro de un fantasma.

Justo cuando estaba a punto de preguntar de nuevo, una canción resonó detrás de mí.

Salté, girando mi cabeza para mirar. Resultó que el gramófono vintage que se encontraba en el gabinete no muy lejos, se había encendido solo, siendo éste la fuente del sonido.

Pero… Pero no había ningún disco… colocado en el tocadiscos del gramófono…

La canción se hizo gradualmente más fuerte, haciendo eco una y otra vez en la casa, y la letra repitió las mismas palabras:

—Lo siento, cariño, no es que no te quiera, no estoy dispuesto a hacerte llorar. Lo siento cariño, no es que no te quiera, no estoy dispuesto a hacerte llorar.

Esta era una canción clásica de un grupo pop muy viejo.

Mientras escuchaba la letra, la composición musical casi ensordecedora, no pude evitar elevar las comisuras de mi boca, deteniéndolo apresuradamente:

—Está bien, está bien, deja de cantar, te escucho, te escucho.

El gramófono llegó a un final espontáneo, pero después de eso, la pantalla del televisor se encendió sola.

En ésta había una película romántica muy antigua y clásica, que representaba la escena del protagonista masculino disculpándose con la protagonista femenina.

El hombre se arrodilló en medio de la nebulosa cortina de lluvia, llorando, mientras imploraba lastimosamente:

—Lo siento, todo es mi culpa, por favor, perdóname, ¿está bien…? No lo volveré a hacer nunca más… Lo siento, te lastimé, te hice soportar tanto dolor, todo se debe a mí, soy el culpable… Por favor, ¿puedes perdonarme? Te lo ruego…

El diálogo ridículo hizo que mi humor se ensombreciera, y miré a Jiuye con desconcierto.

—Está rogando por tu perdón —dijo mientras reía por lo bajo.

—Está bien, te perdono, puedes parar ahora —le pedí sosteniendo mi frente y sin saber si reír o llorar.

Cuando dije esto, la pantalla del televisor se apagó sola pero un grito saltó repentinamente de la radio al lado:

—¡Yay! ¡Hurra!

Me causó un poco de gracia.

—Qi Qi es un demonio, ¿verdad? —le pregunté a Jiuye mientras lo miraba.

—Sí, así es. —Asintió con la cabeza.

Entonces, el aura demoníaca que permeaba la casa y que A-Bao había mencionado debía haber sido por «Qi Qi», ¿verdad?

—Que salga entonces, ya no hay necesidad de esconderse —dije después de reflexionarlo.

—Nunca se ha estado escondiendo, siempre ha estado ante tus ojos —me contestó sonriendo.

—¿Siempre ante mis ojos? —Miré a mi alrededor, preguntando con recelo—: ¿Podría ser… ese gramófono? ¿O esa televisión? O… ¿podría ser esa radio?

Jiuye sacudió la cabeza sonriendo y sin decir una palabra.

A-Bao corrió para tirar de mi manga, poniéndose de puntillas y acercándose a mi oído para susurrar:

—Xiao Mo Mo, ahora mismo, todos estamos dentro del estómago de un demonio.

—¡¿Qué?! ¿Dentro de su estómago?

Me sorprendió, me detuve unos segundos y de repente me di cuenta de algo. Levantando bruscamente la cabeza para mirar al techo y luego a las cuatro esquinas de la pared, retrocedí incrédulo.

—Hey, chicos, no me digan que esta casa… ¿esta casa es en realidad un demonio? —pregunté perplejo.

Justo cuando dije esto, un rap animado surgió de repente de la radio.

—¡Bingo, bingo, bingo! ¡Tu respuesta es correcta! ¡Oh, mi bebé, siempre tienes razón!

No pude evitar que mi cara se ensombreciera de nuevo. Luego miré a Jiuye con incredulidad.

Él sonrió, expresión inescrutable, sin negarlo.

—¡Mierda! ¡¿Qué está pasando?! ¿La casa en la que viví durante un año es en realidad un demonio?

Sentí como si un rayo me hubiera golpeado.

—Entonces… ¿Qi Qi es una casa? ¿Pueden las casas convertirse en demonios? —pregunté tartamudeando.

—No, Qi Qi no es una casa, Qi Qi es un demonio Shen. —Jiuye se sentó en el sofá, tomó una olla de porcelana azul y blanca en la que reposaba té fragante, me sirvió una taza y sonrió.

—Xiao Mo, debes saber sobre Fata Morgana, ¿verdad?

—¿Fata Morgana? —Parpadeé, poniendo en práctica el conocimiento del libro de texto que aún no había olvidado usar, elaborando con seriedad—: Es un fenómeno natural que se produce por la refracción de la luz en condiciones específicas, por lo general aparece al nivel del mar o en el desierto.

—Ese es un malentendido creado por los humanos. —Sonrió levemente, aparentemente lamentando—: A los humanos les encanta elaborar explicaciones científicas razonables de las cosas que no pueden comprender.

Escupí el sorbo de té, sin saber si reír o llorar mientras criticaba en silencio.

¡Así que todo lo que aprendí durante tantos años en la escuela fue sólo pseudociencia!

—Un «Fata Morgana» es, en realidad, un demonio Shen desahogándose. Sería como una ilusión. Y los espejismos en el desierto y al nivel del mar son dos cosas completamente diferentes —dijo mirándome.

—Eh, ¿hay una diferencia entre los espejismos en el desierto y el mar? Entonces Qi Qi es…

—Qi Qi es un demonio Shen de las profundidades del mar.

—¿Un demonio del mar profundo? ¿Por qué esta sobre la tierra?

El suspenso me tenía atrapado por completo, y miraba a Jiuye con los ojos muy abiertos y llenos de curiosidad.

Bajó la cabeza para tomar un sorbo de su té, diciendo ni demasiado rápido ni demasiado lento:

—Serpiente de mar o gran almeja. En la antigüedad, un joven faisán entró en el mar y se transformó en un Shen, cultivándose durante mil años para convertirse en un demonio. Para explicarlo en términos más humanos, un demonio Shen vive en las profundidades del mar, transformándose en un demonio con aspecto de una almeja gigante.

—¿Una almeja? ¿Quieres decir que Qi Qi es en realidad una almeja? —pregunté incrédulo.

—Sí, es cierto, la verdadera forma de Qi Qi es una almeja.

—En otras palabras… siempre hemos estado… ¿viviendo dentro de una almeja gigante?

Como la imagen era demasiado intensa, de repente sentí la necesidad de reír, y no pude evitar mirar las cuatro esquinas de las paredes circundantes, luego el techo, pero no pude notar nada extraño.

No veía nada en esta habitación que me permitiera identificarla como una almeja.

Jiuye me miró divertido y continuó:

—Un demonio Shen posee abundantes emociones y una mente escrupulosa. Viven bajo el mar sin sol año tras año, y sólo en ocasiones aleatorias flotan secretamente a la superficie del agua para respirar, y el aire que exhalan se transforma en pabellones y edificios del mundo humano. Esto es lo que todos llaman Fata Morgana.

—Uh, entonces eso es lo que realmente sucede con un Fata Morgana… —Lo pensé, luego pregunté—: ¿Pero por qué el aire exhalado por un demonio Shen se convierte en edificios en el mundo humano?

—Debido a su anhelo por el futuro. Los demonios Shen viven en las profundidades del mar, un área mucho más profunda y fuera del alcance de la comprensión humana. Ese lugar carece del más mínimo rastro de luz solar, no hay criaturas vivientes. Aparte de oscuridad y frío extremos, no hay absolutamente nada. Es por eso que los demonios Shen anhelan el mundo humano, el cual tiene el calor de la luz del sol y está lleno de vida. Como resultado de esto, algunos de ellos optan por abandonar su tierra natal, sus hogares, y vienen al mundo humano, esforzándose por sobrevivir en este mundo lleno de luz solar, calor y brillo. Y Qi Qi, es uno de ellos.

—Ya veo, así que es por eso que los demonios del mar profundo vienen a la tierra…

Después de murmurar con un toque de emoción, miré a Jiuye.

Su expresión lucía tan tranquila como siempre, con sus elegantes labios curvados en una leve sonrisa.

Pero lo sabía, las cosas definitivamente no eran tan simples.

Como era de esperar, lo escuché continuar con lentitud:

—Sin embargo, después de llegar a tierra, los demonios Shen descubrieron que el mundo humano no era tan cálido y hermoso como habían imaginado, todo lo contrario, muchas cosas sucias y repulsivas golpeaban su estado mental con frecuencia.

—Qi Qi… se transformó en una casa en el mundo humano, ¿verdad? —pregunté sin poderlo evitar.

—Así es, los demonios Shen no pueden adoptar forma humana, sólo pueden transformarse en casas y edificios.

Jiuye tomó con lentitud un sorbo de su té.

—La primera transformación de Qi Qi fue una granja ordinaria, que albergaba a una familia de tres. Vivieron una vida donde el hombre araba y la mujer tejía, y aunque no era una vida adinerada, sus días eran considerados de buena salud. Qi Qi fue extremadamente feliz durante esos días. Más tarde, el hombre desafortunadamente contrajo una enfermedad pulmonar y no tenían dinero para tratarla. Sin otra opción, vendieron la casa a un comerciante rico, pero nunca se imaginaron que el hombre la transformaría en un burdel.

—¿Lo transformaron en un burdel? ¿Qi Qi estaba… dispuesto? —Fruncí el ceño.

Jiuye sacudió la cabeza.

—En ese momento, Qi Qi era solo un pequeño demonio que acababa de dar sus primeros pasos en el mundo humano, no entendía lo que significaba un burdel, ni era capaz de comprenderlo completamente, y así permitió al rico comerciante reconstruirlo. Durante los tiempos turbulentos de la primera República, el burdel se hizo increíblemente popular una vez finalizada su construcción, especialmente entre señores de la guerra y peces gordos, pero las chicas en el interior no fueron tratadas muy bien. Eran estrellas que parpadeaban alrededor de una luna brillante cuando eran jóvenes y hermosas, pero se convirtieron en zapatos desgastados al envejecer, desvaneciéndose.

»Las chicas que no eran populares fueron encarceladas secretamente en una habitación profunda, descuidadas, hasta que gradualmente murieron de enfermedad, o ahorcándose al no poder soportar más la situación en la que vivían.  Mucho más cruel fue porque no había medidas anticonceptivas en ese entonces, y la medicina no era lo suficientemente avanzada, por lo que las prostitutas que habían cumplido diez meses de embarazo y no podían recibir clientes eran arrastradas a la sala de partos, tras lo que la procuradora arrojaba a los bebés recién nacidos en la estufa, quemándolos vivos…

—¿Q-Quemaron vivos a los bebés? —Me sobresalté abruptamente, cubriendo mi boca con incredulidad. El tono de Jiuye siempre fue insípido, pero cada una de sus palabras provocaba escalofríos en mi cuerpo. Ni siquiera me atreví a pensar en la escena de ese momento; mi sangre hervía.

—Qi Qi… probablemente no pensó… que los humanos harían tal cosa, ¿verdad? —murmuré.

Jiuye sonrió levemente mientras vertía el té con lentitud y continuó su relato con indiferencia:

—Como dije antes, las emociones de un demonio Shen son ricas y delicadas, siendo capaces de obtener una fuerte percepción de los cambios de humor de los humanos, especialmente las emociones negativas intensas. En el burdel, haciendo a un lado las chicas que murieron encarceladas en las cámaras inferiores en circunstancias trágicas o los bebés quemados en la estufa, todos los que frecuentaban el lugar distribuían un fuerte aura de odio y resentimiento. Día tras día, año tras año, las viciosas corrientes que invadieron el edificio se acumularon, estimulando continuamente a Qi Qi y finalmente abrumándola al punto del colapso. —Jiuye tomó un sorbo de té antes de continuar—: Cuando conocí a Qi Qi, llegué demasiado tarde, se encontraba en un estado salvaje, enloquecida a causa de las corrientes viciosas, y todo el edificio se incendió en una noche. El fuego fue rápido y violento, y no pudieron apagarlo, quemó a todos dentro del burdel.

Escuché este relato en silencio, pensando en el fuego que casi me quemó hasta la muerte y recordé esa habitación sellada y sombría, la sangre que se desbordaba sobre el piso, las pequeñas huellas de las manos en las paredes y los gemidos del bebé también. Aquel grito miserable y desesperado…

Parecía que había encontrado la raíz de las cosas desconcertantes que había experimentado antes.

—¿Qué pasó después? —Miré a Jiuye con curiosidad.

Él sonrió y no contestó.

Sabía que algo debía haber pasado entre Jiuye y Qi Qi, lo cual derivó en que él se convirtiera en su dueño, ¿o quién más sería el dueño de esta casa?

Bajando la cabeza dudosamente para pensarlo, no pude evitar preguntar:

—He estado viviendo en esta casa durante tanto tiempo, ¿por qué A-Bao no podía sentir el aura de Qi Qi?

—Porque lo sellé.

—Entonces, ¿por qué surgió de repente…? De repente…

Por un momento no pude encontrar las palabras adecuadas para describirlo.

—Me fui por mucho tiempo, y como Qi Qi ha estado recibiendo continuamente la influencia de tus emociones, perdió el control momentáneamente, volviéndose loco con corrientes viciosas —dijo, sonriendo levemente.

—¿Mi influencia?

Me sentí perplejo.

—Xiao Mo, tus emociones han sido inestables en estos últimos días, ¿no? Qi Qi puede sentir tu ansiedad e inquietud —dijo, asintiendo.

—Yo… —Me mordí el labio, sin saber qué decir.

Claramente, Jiuye también entendía la razón de mi ansiedad e inquietud.

¡La botella de agua de manantial amarilla de Bai Ruize!

¡El agua de manantial amarillo que Jiuye bebió, lo que provocaría que sus cinco vísceras y sus seis entrañas se corroan!

Constantemente me preocupaba que algo le pasase…

Jiuye me frotó la cabeza, reconfortándome con voz suave:

—Xiao Mo, sé lo que te preocupa, estoy temporalmente bien en este momento, no te preocupes.

—¿Temporalmente? ¿Qué quieres decir con temporalmente?

Me agarré a él.

Jiuye me agarró la mano, la cual temblaba ligeramente a causa del nerviosismo.

—El «temporal» del que hablo podría ser más largo que tu vida, porque mi vida es interminable —dijo de manera significativa.

Al escuchar esto, me detuve de repente.

Jiuye seguía sonriendo con gentileza y serenidad.

—Xiao Mo, tal como están las cosas, es posible que ya lo sepas, en realidad no… —dijo, dándome unas palmaditas en el hombro.

—¡No me importa lo que eres! —lo interrumpí agitadamente, poniéndome de pie.

Jiuye me miró asombrado.

Giré la cara evitando su mirada, entonces apreté el puño nerviosamente y respiré hondo.

—No me importa… si eres un humano o un fantasma… un demonio o un duende, sólo sé que… eres Yuchi Jiuye, el amigo de Shen Mo, mi amigo. ¡No me importa nada más!

—Xiao Mo… —Jiuye me miró y preguntó—: ¿No tienes miedo de mí?

—¿Huh? ¿Tenerte miedo? —Levanté la cabeza para mirarlo, murmurando en silencio con exasperación—: Sin mí probablemente morirías de hambre, ¿por qué te tendría miedo?

Al escuchar mis palabras, Jiuye no pudo evitar estallar en carcajadas.

—¿De qué te estás riendo? ¿Estoy equivocado? —Lo miré con el ceño fruncido.

Jiuye extendió ambas manos con una sonrisa, atrayéndome con sus brazos, tras lo que bajó su cabeza para decir con suavidad y en un tono extremadamente gentil:

—Xiao Mo, gracias.


Shisai
Parece que no podré conseguir más traducciones de esta novela en inglés, ¿conocen a alguien que sepa chino para continuarla?

2 respuestas a “Una historia diferente cada noche – Volumen 2 – Capítulo 2: Qi Qi”

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