¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 32

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


—Bueno, ya es suficiente, ¿no? Haré que ustedes dos se retiren del escenario principal.

El Duque dio órdenes a sus soldados. Ya era hora de hacer nuestra entrada.

— ¿No…?

¿Mm? Escuché algo. El Duque pareció oírlo también, por lo que miró en dirección a los Reyes.

—Usted, usted guarda rencor contra nosotros y contra el primer ministro, ¿no? —Declaró la Reina Rachel mirando directamente al Duque.

— ¡Oh! Me preguntaba qué estaba farfullando, pero resultaron ser sólo tonterías.

— ¿Tonterías? En primer lugar, su rencor hacia nosotros debe ser porque hace mucho tiempo rechacé su propuesta de matrimonio. Y, sobre el Primer Ministro, debe ser porque él obtuvo el puesto y no usted, además de que su hija Lilyna es la prometida de León y su hijo es el Comandante de la Orden de Caballería. ¿O me equivoco?

— ¿De qué está hablando? Estoy preocupado por el reino, esa es la razón por la que estoy haciendo esto…

—En ese caso, ¿por qué lo hace ahora? A decir verdad, aún falta mucho para que León sea capaz de heredar el trono. Darle la corona ahora sólo serviría para sumir al reino en el caos, ¿no cree? Además, acerca de su hija, ¿Ange dijo que se llamaba? Según sé, no ha pasado mucho tiempo desde que fue adoptada en su familia. ¿Será capaz de sobrellevar el entrenamiento para convertirse en Reina a estas alturas? Incluso Lilyna necesitó de bastante tiempo.

— ¡Hm! En ese caso, ¿no sería todo esto culpa de la señorita Lilyna? No es como si las cosas estuviesen funcionando entre el Príncipe León y ella, ¿verdad? Nunca se les ve juntos en las fiestas nocturnas y no importa cuán excelentes resultados pueda mostrar en su entrenamiento de Reina, si ni siquiera puede quedarse a solas con el Príncipe.

— ¿Es por eso que trató de usar esta oportunidad para deshacerse del obstáculo que le suponía Lilyna? Sabiendo muy bien que León había roto el compromiso con ella, hizo que Lilyna y su sirvienta personal fueran atacadas en su viaje de regreso a su feudo.

El Duque respondió con una sonrisa socarrona.

— ¿De qué está hablando? ¿Tiene pruebas de eso? Quisiera que se abstuvieran de tratar a las personas como criminales por pura especulación.

Fue entonces que el Rey, quien hasta ahora había permanecido en silencio, habló.

—No es especulación. Tenemos a un testigo Duque, hay alguien que lo vio ordenar que atacaran a la señorita Lilyna.

— ¿Ah? ¿De verdad tienen a un testigo? En ese caso tráigalo aquí, los insto a hacerlo. Aunque bueno, eso sería difícil en su situación actual, ¿verdad?

El Duque se rió como si toda esta situación le divirtiera. Esa no es la actitud que esperarías de alguien que hasta hace poco afirmaba actuar por el bien del reino.

Ahora bien, ya es hora de hacer nuestra aparición. Tengo que rodearlos sin que me vean y luego terminar todo con un solo ataque rápido. En el mismo momento en que voltee en dirección al Príncipe León y al joven Allen para decirles lo que iba a hacer, la figura de alguien pasó junto a mí.

¿Eh? ¡¿Eeeeh…?!

— ¡Duque! ¡Libere a mis padres! ¡Y también, lo que es más imperdonable que cualquier otra cosa, es que trató de matar a Lilyna! ¡Lo derrotaré aquí mismo!

Príncipe, ¿por qué salió así como así incluso después de que le pidiera que no hiciese nada peligroso? Tiene oídos, ¿no? Podía oírme, ¿no? ¡Argh, todo el plan se fue a la basura!

El joven Allen se disculpó en voz baja. Joven Allen, usted no tiene la culpa. Cuando le dije que cuidara del Príncipe León, me refería a en caso de que tuviéramos que luchar. Ahora nada de eso sirve.

—Vaya, vaya, pero si es el Príncipe León. ¿De dónde ha salido? Lo he estado buscando.

— ¡Eso no es importante! Rápido, ¡libere a mis padres!

El Duque se mostraba asombrado.

—Príncipe, ¿me desafía a un duelo a pesar de ver a todos estos soldados? Por favor, piense con cuidado al respecto. Con sus habilidades no será capaz de hacernos frente. Además, parece que hace poco rompió su compromiso con la señorita Lilyna. Lo escuché de mi hija Ange. Ha llegado a mis oídos que últimamente ha estado mucho con ella. Dígame, ¿por qué no aprovechamos esta oportunidad para hacerla su Reina?

—Ja, ¿me está pidiendo que me convierta en su marioneta? No bromee conmigo. ¡Actualmente no estoy capacitado para ser Rey! En primer lugar, ¿qué problema tiene con el reinado de mi padre?

El Príncipe León está diciendo algunas cosas bastante curiosas, pero estoy segura de que el joven Allen había mencionado antes que el Duque pensaba que el comportamiento del Príncipe León respecto a mí era el problema, ¿no?

—Hmm, como era de esperar, volver a entrenarte va a ser difícil. En ese caso, supongo que los sacaré a los tres de escena. Como todos ustedes saben, la sangre real también fluye en mi familia. Así que si declaramos que los tres fallecieron debido a alguna enfermedad, los ciudadanos seguramente se lo creerán.

El peligro está aumentando. Quince oponentes y tres rehenes, ¿eh? Ese es casi mi límite. Le di una señal al joven Allen. Y él me dio un pequeño asentimiento.

Entramos en la sala de audiencias desde un punto ciego del Duque sin hacer ningún ruido. Nadie está mirando en dirección a nosotros. Dando gracias por haber acortado mi falda, cerré la distancia entre los soldados y yo en un instante.

Rápidamente desenvainé mi espada y me abalance sobre el soldado más cercano. Al mismo tiempo, el joven Allen también… ¿eh? ¿Está usando sus manos como si fueran espadas?

Aparentemente, el joven Allen, en lugar de usar una cuchilla, usaba su propia mano como arma y noqueaba a los soldados apuntando a sus cuellos. ¡¿No me digas que también combatía cuerpo a cuerpo contra los monstruos?! Sin lugar a dudas me gustaría escuchar más sobre eso después.

Este no es el lugar para quedarme fascinada por sus habilidades. Noqueé a otros dos enemigos antes de que pudieran prepararse. Pero para este momento parecía que los otros finalmente se habían dado cuenta de nuestra presencia.

— ¿Tú eres…? ¡La señorita Lilyna! Y también… ¿Qué estás haciendo aquí, Allen?

Gritó el Duque. Como era de esperar, no era posible atacar de inmediato a los soldados que se encontraban cerca de los tres rehenes.

—Estúpido padre… aunque digas que es por el bien del reino, ¡esto no es para nada genial! Además, incluso fuiste tan lejos como para atacar a señorita Lilyna, realmente eres un idiota.

—Allen, tú. ¿Por qué le dices idiota a tu padre a la cara? Hm, consideraba que estaba bien adoptarte a ti también siempre y cuando pudiera hacer uso de Ange, pero para que hayas olvidado la deuda que tienes conmigo, ¡deberías mostrar algo de vergüenza!

— ¡Quién dijo que queríamos que nos adoptaras! Ange y yo vivíamos pacíficamente hasta que… Argh, solo te agradeceré por haberme dado la oportunidad de volver a ver a señorita Lilyna. ¡Sólo eso y nada más!

El joven Allen dijo esas palabras como si las estuviera escupiendo. El joven Allen y la señorita Ange fueron utilizados por el Duque para el golpe de estado. Hm, ¿cómo los compensará por eso?

—Hablando de eso, señorita Lilyna, ¿qué pasa con esa apariencia? Su vestido está hecho jirones, esa no es una apariencia muy apropiada para una dama.

El duque me miró como si estuviese viendo algo desagradable. ¿Quién cree que tiene la culpa?

Sin responder a las palabras del Duque, inspeccioné los alrededores. Incluyendo al Duque, quedaban nueve personas. En el peor de los casos, me vería obligada a jugar aquella carta.


[Nemoné: Ese Duque me estresa ( ̄︿ ̄) Lilyna, ya termina con él.]

3 respuestas a “¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 32”

  1. Muchísimas gracias por este capitulo aaahhh que emocionante Lilyna se quedó maravillada de Allen 😄😄😄 le está prestando atención! O(≧▽≦)O

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido