Vida después del matrimonio – Capítulo 8: Se oculta tras los lentes

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Han Lei se humedeció los labios sensualmente, evocando una sonrisa malvada: —¿Entiendes?

La luz principal de la habitación no estaba encendida, solo alumbraba una lámpara de escritorio tenue cerca de la cama, lo que hacía que la atmósfera pareciera invitarnos a cometer travesuras. No me preguntes la razón, mi suegra dijo que era necesario porque el plan necesitaba oscuridad, un buen sexo depende del sentimiento y de un buen ambiente…

En este momento, Han Lei había luchado por levantarse y se apoyó en la cabecera, su cabello estaba desordenado al igual que sus ropas, todo su rostro seguía enrojecido, jadeaba, exhalando un ardiente y caliente aliento.

Continuaba sosteniendo mi mano, colocándola en su rostro, con una expresión sexy e intoxicada, un par de ojos con intenciones obvias me miraron sin vacilar, como un animal emocionado mirando a su presa.

La atmósfera ambigua en la habitación me hizo sentir incapaz de respirar, y los ojos apasionados de Han Lei me hacían sentir a punto de asfixiarme.

—¿Puedes ayudarme a quitarme la ropa? ¡Tengo demasiado calor! —Han Lei preguntó con un tono lánguido, como si fuera el tono de un niño mimado haciendo una rabieta.

Tragué un poco de saliva y asentí con la cabeza bajo su mirada, luego me soltó suavemente la mano.

Está bien, admito que me temblaba la mano mientras lo ayudaba a desvestirse, no se podía evitar, en condiciones normales, las hormonas de este hombre son realmente formidables, pero bajo el poderoso afrodisíaco de su madre eran aún más poderosas, lo que hacía que no pudiera ignorarlo.

Con mucho cuidado, lo ayudé a desabrochar los botones de su camisa, durante el proceso, conté cuántas veces toqué su piel desnuda, su temperatura es anormalmente alta, y la sensación de la temperatura ardiente a través de mis dedos me hizo sentir caliente también.

Debido a que parecía no tener ninguna fuerza, dejé que todo su cuerpo se apoyara contra mí para poder quitarle la camisa con éxito.

Han Lei enterró toda su cabeza en mi cuello, seguía jadeando y exhalando su cálido aliento en una zona muy sensible para mí, me hacía temblar levemente por un segundo, luego, se rió en voz baja.

Antes de que comprendiera su sonrisa, de repente, se dio la vuelta, e instantáneamente, me presiono debajo de su cuerpo.

Han Lei me abrió ambas piernas y se arrodilló junto a mi cuerpo, mirándome, sus ojos tenían un deseo visible.

Mirándolo encima de mí, sentí que esta escena era muy familiar, bueno, comparada con el cerebro confuso de la última vez que no podía recordar nada, ahora todo era muy consciente y claro.

Los dedos de Han Lei se deslizaron suavemente por mi cara, desde mi cuello hasta el pecho.

Al mismo tiempo que sus dedos se deslizaban, escuché claramente el sonido de mi corazón latiendo rápidamente, oh mi pobre corazón.

Mirando la cara de mi esposo llena de maldad y una sensualidad mortal, de repente sentí que mi boca estaba seca, por lo tanto, inconscientemente, saqué la lengua para humedecer mis labios.

—¡Oh! —Han Lei de repente cerró los ojos y gimió amargamente.

Súbitamente, presionó su cuerpo hacia mí, capturando inmediatamente mis labios. Sus besos, a veces eran rápidos y desenfrenados, otras se prolongaban lentamente, luego envolvían mi lengua y después chupaban delicadamente mis labios…

Casi me olvido de respirar bajo sus soberbios besos, sin embargo, no estaba dispuesta a terminar con el beso.

Cuando nos estábamos besando, sus manos tampoco se detuvieron, una mano desabrochó ágilmente el botón frente a mi pecho, y la otra mano tocó mi muslo.

Las manos de Han Lei eran mágicas, cada toque me hacía sentir muy bien y débil, solo le bastó un beso y su toque para hacerme sentir un placer indescriptible.

Dios, ¿estaba la suegra realmente segura de que este tipo no había tocado a ninguna mujer antes?

Han Lei agarró mi sostén y lo tiró, su cabeza dejó mis labios y atacó hacia mi pecho, sus delgados dedos acariciaban incesantemente mi cuello y clavícula.

Todo mi cuerpo quedó flácido bajo sus caricias, mis manos agarraron impotentemente la sábana, mientras dejaba escapar gemidos confusos.

Han Lei me quitó la falda y las bragas, tocando descaradamente el interior de mis muslos, y sus labios descendieron a mi ombligo, sentí que mis piernas se abrieron suavemente, también sentí que sus labios llegaban allí, a mi lugar secreto…

Apoyé ligeramente mi cuerpo, miré a Han Lei que estaba enterrado entre mis piernas con la cara sonrojada, oh, su posición y sus movimientos harían que cualquiera se avergonzara.

Bajo sus suaves y salvajes toques, la parte inferior de mi cuerpo estaba complacida y húmeda, finalmente, sonrió malvadamente y dejó mi cuerpo, se lamió los labios, ambas manos desabrocharon su cinturón, luego la cremallera…

Cuando volvió a presionarse sobre mí, sentí claramente que mis piernas estaban muy separadas por él, luego, se enderezó extasiado, mi interior, que estaba vacío, en el momento siguiente se llenó sin dejar espacios.

Fruncí ligeramente el ceño y me adapté a su presencia, no pude evitarlo, era solo la segunda vez para mí.

Han Lei, al igual que la primera vez, esperó con consideración mi adaptación, y me besaba de vez en cuando, el sudor persistente fluía continuamente por su rostro.

De repente, se inclinó cerca de mi oído y dijo en voz baja:

—Lo siento, no puedo soportarlo más.

Habiendo dicho eso, se movió rítmicamente. Después de todo, estaba drogado, así que es posible imaginar qué clase de fuerza demente poseía. Me asustó su frenesí y su locura, lo único que podía hacer era mantener el ritmo, confiar en él, y dejar que me llevara al más maravilloso paraíso del placer.

♦ ♦ ♦

Me apoyé en la cabecera, cubriendo mi pecho con la sábana, mi mano derecha sostenía un cigarrillo, exhalando un anillo de humo extático en el aire.

Volví la cabeza hacia Han Lei, que ya se había puesto las gafas, y vi que se escondía y temblaba dentro de las mantas como una niña intimidada, muy poco atractiva.

Le di unas palmaditas en los hombros ligeramente temblorosos, en un tono consolador y prometedor.

—Asumiré la responsabilidad.

Me miró tímidamente y dijo con sus labios ligeramente temblorosos.

—¡No puedes retractarte de tus palabras!

Así lo abracé cariñosamente, como si tratara de engatusar a un niño, sonreí, —te doy mi palabra —le dije.

Finalmente, nos quedamos dormidos con una sonrisa en nuestros rostros. Por supuesto, esa debió haber sido una ilusión porque la verdad es que… perdí la cuenta de cuántas veces lo hicimos, me desperté gradualmente, enfrentándome a un satisfecho pero rumiante Han Lei, me sorprendí y lo señalé con mi dedo índice tembloroso, y temblé y dije:

—Tú, tú, tú…

Apoyó la cabeza sobre una mano, como persuadiendo a un niño, y sonriendo dijo: —¿Oh? Parece que descubriste algo, ¿verdad?

Sí, descubrí algo, ¡había una diferencia grande, enorme y aterradora cuando usaba sus lentes y cuando no!

Han Lei se rió, su sonrisa era muy brillante, parecía alabarme con la mirada. Me mordió ligeramente el dedo y dijo sonriendo —es cierto, es exactamente lo que piensas, así que, ¿has oído hablar del Kichiku Megane?

He oído hablar del “Kichiku Megane”, e incluso lo leí, pero lamentablemente nunca lo jugué, para resumir, se trataba de un juego donde un hombre usaba un par de anteojos que lo podía llevar a la tragedia o al éxito.

Se decía que cuando un hombre que había fracasado en un negocio, casualmente se encontraba con un hombre misterioso, que le regalaba un par de anteojos que no tenían nada especial, pero cuando los usaba, sucedía un milagro, no solo mejoraba la calidad de su trabajo, incluso el temperamento habitual de timidez se transformaría a uno imponente y orgulloso…

Bueno, todo eso sucedía en un juego boys love, que había sido adaptado a un manga.

Por supuesto, fui lo suficientemente inteligente como para saber que el punto importante no estaba en la historia o en el recorrido de “Kichiku Megane”, sino en las gafas, sí, el problema eran las gafas.

Podría ser… Han Lei miró mi rostro, apoyado contra la cabecera, con una voz lánguida y relajada:

—Tú también sospechas que las gafas son el problema, ¿verdad? —Dijo dejando escapar una ligera carcajada —cómo te lo explico, bueno, en realidad, es cierto que el problema está en las gafas, pero hay una diferencia, por ejemplo, me volveré inofensivo y tranquilo después de ponerme las gafas…

Bien, reorganicé sus palabras: Han Lei, era un hombre con una doble personalidad, una parte era apasionada, desenfrenada y animada, y la otra parte era serena, tranquila y timida, se dio cuenta de este problema “severo”, de forma accidental, al parecer, durante la escuela primaria, se enteró que cuando se ponia las gafas, milagrosamente podía calmar su inquietud interna, además de hacer que su conducta fuera bastante más tranquila y “digna”, por lo que, desde ese momento, decidio usarlas continuamente, manteniendo siempre una apariencia sumisa y obediente, rechazando las relaciones entre un hombre y una mujer, por lo que permanecio soltero hasta ahora, al punto en que su familia claramente sospechaba que era homosexual, de ahí que decidió darse un capricho solo una vez, aclarando su infundado “crimen”, entonces, ahi fue cuando me conoció…

Me quedé estupefacta mientras digería la explicación de Han Lei, y finalmente no pude evitar extender mi mano a su frente, asegurándome de que no tuviera fiebre.

—¿Estás seguro de que no es porque leíste demasiados mangas y jugaste demasiados juegos?

Bueno, admito que no estaba convencida, después de todo, es una situación realmente indignante.

—Parece que no estás convencida —dijo Han Lei impotente —¡Pero tengo mucho tiempo para convencerte lentamente, por lo tanto, no te preocupes, acepta la verdad lentamente!

Lo miré fijamente, de repente, trepé rápidamente por encima de él, agarré los lentes que reposaban tranquilamente en la mesita de noche sin ayuda y se los coloqué en la cara.

Como se esperaba, los ojos brillantes y ardientes originales se oscurecieron gradualmente, y la atmósfera a su alrededor, gradualmente, se relajo.

¿Podría ser cierto?

De repente, Han Lei bajó la cabeza y se rió entre dientes, y finalmente no pudo evitar estallar en carcajadas.

Miré a Han Lei que se reía sin parar como si un tornillo se hubiera aflojado, sentí que era muy extraño, además, sentí un rastro de malestar sin ninguna razón.

Su risa continuó por un rato, Han Lei levantó lentamente la cabeza y me miró, sus ojos detrás de las gafas se volvieron gradualmente brillantes nuevamente, incluso conteniendo un rastro de un brillo travieso, lentamente, se quitó las gafas poniéndolas, una vez más, en la mesita de noche, luego, agarró mi cabello con una mano y jugó con él, sonrió siniestramente y dijo: —verás, me olvidé de decirte, frente a la persona que elegí, este par de lentes no tiene ningún efecto, una manera más fácil de decirlo es, frente a ti, incluso si estoy usando anteojos, ¡sigo siendo el original, el más real y verdadero, yo!

Estaba asustada por tal cambio y, subconscientemente, me reí, ¿debería haberme sentido honrada por ello?

Cambié deliberadamente mis ojos a un lugar aparte de Han Lei, simplemente, no quería mirarlo, sin embargo, de repente, se acercó a mí y dijo impotente al lado de mi oído —Vaya, parece que la dosis de la droga que mi madre agregó fue demasiado, ¿qué debo hacer? Quiero volver a hacerlo…

¿Él dijo? ¿Dijo?… ¿Dijo que quería hacerlo de nuevo? ¡Además! ¡Él sabía claramente que estaba drogado con la droga de la suegra! ¡Oh! ¡Suegra! ¡Fuiste completamente engañada por tu hijo!

Empujé su pecho apretado con una mano, sus labios se alzaron en una sonrisa y dijo —vamos a discutirlo pacíficamente…

Como era de esperar, Han Lei era una buena persona, una que poseía un poder inimaginable, por lo que me respondió con un beso destructivo…

La luna fuera de la ventana, accidentalmente, presenció todo en la habitación, por lo tanto, se cubrió la cara y se alejó flotando tímidamente, murmurando en voz baja: —Los jóvenes de estos días…

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