Vida en el campo – Capítulo 9: La tontería es una enfermedad

Traducido por Jenei

Editado por Sakuya

Corregido por Beemiracle


[Leichel]

El rey personalmente observó el entrenamiento militar hoy, y sin embargo, ¿dónde está Yuan?

No participó ni en el desayuno de la mañana ni en la misa, e incluso ahora, una hora antes de que comiencen los ejercicios militares, no se lo ve por ninguna parte.

No vuelve a casa después de ir a algún lugar en el medio de la noche, ¡qué deplorable para un miembro de la Familia Real!

De alguna manera no podía calmarme y di un paseo por el largo pasillo que daba al vestíbulo de entrada. En ese momento, oí el ruido de pisadas y cuando levanté la cabeza, Yuan estaba allí. Además de eso, su piel facial tenía una calidad muy brillante.

—Yuan, parece que te la pasaste muy bien anoche.

—Hermano, buenos días.

—Me sorprende que estuvieras fuera toda la noche y vuelvas a casa por la mañana.

—Es la primera vez que he tenido una mañana tan refrescante. Bueno, por favor, disculpa.

Yuan salió a un ritmo precipitado después de inclinarse ante mí.

¿Una mañana refrescante, dijo? ¿El mismo Yuan que era tan serio?

Me preocupaba porque hasta ahora no mostró signos de tener una mujer. Aunque había estado con algunas, solo pensaba en saciar sus deseos y terminar antes de llegar a la media noche. ¿Y sin embargo ahora lo hizo hasta la mañana?

No pude calmar mis pensamientos preocupados. ¿Qué le ocurrió cuando desapareció?

♦ ♦ ♦

[Yuan]

Dejé que el agua de la ducha fluyera entre mis muslos y aunque intenté reprimirlo, no pude calmar el calor.

Por el contrario, la imagen de Aine estaba grabada en mi mente y no desaparecía.

¡Mi hermano Aine es tan adorable! 

¡El momento en que me montó fue demasiado! La sensación es persistente, y la escena no deja mi mente.

—Yuan… tu idiota…

Palabras mal articuladas, mejillas empañadas, ojos húmedos.

Cuando me desperté, y vi su estado, tuve que tragar saliva. Incluso pensé que era un sueño. Sucedió cuando yo estaba medio dormido, pero me gustaría alabarme. La voz de Aine era dulce, instándome a hacerle gritar aún más.

—Haaah… Aine…

Me acaricié recordando cómo su miembro se frotó contra el mío esta mañana. El suyo no parecía muy utilizado en comparación con el mío, pero era una cosa encantadora con un color bastante rosa. Tenerlo frotándose contra mi propio miembro de color rojo oscuro provocó una imagen tan sucia que no pude contenerme. El movimiento de mi mano se volvió más rápido y me vine de inmediato.

Se siente vacío hacerlo solo después de todo… Aine… 

—Parezco un muchacho que acaba de conocer a su primer amor.

Como era de esperar, quiero estar junto a él. Si es posible, también quiero seguir la agricultura y vivir juntos. Comeré su comida y dormiremos en la misma cama.

Pensé en retirarme como candidato a sucesor, pero recordar la triste expresión de Aine me hizo rechazar la idea.

♦ ♦ ♦

[Aine]

¡Estoy muy feliz de que hoy esté soleado!

Exhalé en voz alta mientras secaba las sábanas que lavé.

Ese bastardo Yuan me confundió con una mujer. Ese error ocurrió porque dormimos en la misma cama. Cuando Yuan se estaba recuperando en mi casa, durmió en la cama mientras yo usaba la hamaca. La próxima vez dormiré en la hamaca así que incluso si lo despierto por error, no habrá ningún problema.

Dirigí a Daigorou, que se acurrucaba cerca de mis pies mientras yo me decidía.

—Yo, Aine.

—¡Señor Crash!

—Estás secando las sábanas, ¿has mojado la cama?

—¡Te equivocas! Esto es porque Yuan…

—¿El General?

—¡N-No es nada!

¡Como si pudiera decir que eyaculé después de haber sido dominado y confundido con una mujer!

Le di la espalda a Crash y entré en la casa mientras apretaba mis mejillas teñidas de vergüenza.

—Pensar que el General volvería tan pronto. Eres muy querido, ¿eh?

—Él me odiaba en el pasado así que estoy un poco confundido…

—¿Hmmm?

Aunque él me llamó “bastardo” antes, de repente me llama hermano mayor ahora.

—¿Habrá sentido su amor fraternal cuando lo salvó?

—¿Será por eso?

—Aún tienes una deuda pendiente de la mano que te salvó ¿verdad? Realmente no tienes que soportarlo —dijo mientras se reía y me abrazaba con una mano vendada.

Hey, no exprima tanto… Buen trabajo el evitar ser abrazado hasta la muerte, yo.

—¡No sé qué es el amor fraternal, Daigorou!

Daigorou ladró sorprendido cuando me aferré a él.

♦ ♦ ♦

[Leichel]

El ejercicio militar terminó sin percances.

—Permanezcan entusiastas —los bendijo padre. Ni bueno ni malo. Podrías decir que el entrenamiento fue un éxito.

Dejamos el balcón y nos dirigimos al comedor para almorzar. Yuan y yo también vimos el entrenamiento de hoy desde el balcón.

Me sorprendió ver a los soldados dar a Yuan una aprobación abrumadora. En el momento en que mi hermano apareció desde el balcón, los soldados gritaron y algunos incluso se echaron a llorar por sus profundas emociones.

Se sorprendieron de sus logros durante la guerra con el Reino Roland. Era de esperar que se convierta en un General que pasará a la historia dentro del Reino.

—Yuan, tengo expectativas en ti.

—¡Sí!

Por lo tanto, quiero que me apoye como mi mano derecha. Sin embargo, ver el estado de Yuan cuando regresó hace que mi inquietud se vuelva más fuerte.

No necesito un tonto… 

Justo cuando pensaba en eso, recordé al tonto que desapareció hace varios años. El segundo príncipe que sólo podía mover su boca y no tenía ninguna capacidad en absoluto.

—Oye, Carl —llamé al Primer Ministro que esperaba detrás del rey.

—¿Sí, príncipe Leichel?

—¿Dónde está ese tonto ahora mismo? Han pasado dos años desde entonces, pero no ha vuelto hasta este día. ¿Está muerto?

—¿Te refieres a Su Alteza Aine? No hay noticias de él, así que no lo sé, pero la posibilidad es…

—¡Silencio!

Oí el sonido de la pared siendo golpeada. Al darme la vuelta, me encontré con la mirada enojada de Yuan observándome.

—¿Qué pasa, Yuan? ¿Recordar a ese tonto te hizo sentir desagradable?

—No, ese no es el caso. Es porque estás insultando a mi hermano Aine.

—¿Estás preocupado por él?

—La persona que me encontró en el bosque y me cuidó hasta que pude levantarme fue él. Es una persona amable.

La expresión de Yuan se aflojó mientras hablaba con algo como una expresión distraída.

Ya veo, pasó el tiempo que desapareció con ese tonto.

—Marius —llamé al Capitán de la Guardia Real.

—¡Sí señor! —respondió él, acercándose de inmediato y arrodillándose para esperar sus órdenes.

—Aprehenda a Aine Lucruberg por traición. Finaliza los arreglos.

—¡Hermano Leichel! ¡¿Que es-?!

—También lo aprobaste antes, ¿no? Se llevó el caballo de la Familia Real. Robarlo y sacarlo del Palacio es sin duda traición.

—¡Ese es el caballo de la Familia Real, pero también es de mi hermano Aine! ¡Qué absurdo! No puedo pasar por alto esto, incluso si usted es mi hermano mayor —dijo Yuan y con el rostro teñido de ira, extendió la mano hacia la espada que colgaba de su cintura.

—Marius, guía a Yuan a las mazmorras.

—¡¿Hermano?!

—Ahora mismo estás confundido. Enfría tu cabeza por una noche. Mientras tanto, haré que el hombre que te volvió así pague. Marius, estoy contando contigo.

—¡Hermano, por favor, detente! ¡Hermano!

Todavía estaba en recuperación, así que aunque era el General, Yuan no pudo escapar. Después de enviar una fugaz mirada a mi hermano pequeño, corrí tras padre que se había retirado del lugar hace tiempo.

La tontería es una enfermedad, y nunca pensé que Yuan se infectaría. Voy a capturar al tonto que te hizo impropio y le haré desaparecer de este mundo. Será muy lamentable si el hábil Yuan se rompe. Debo disponer del virus.

—Padre, ¿tienes un momento?

Pensé que se detendría, pero siguió caminando sin decir nada. Esto es tan bueno como el consentimiento tácito.

—Como el próximo rey, yo, Leichel Lucruberg, trataré con ese desgraciado. No dejaré que ese tonto viva.

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