Vida en prisión de la villana – Capítulo 44: El rey dicta sentencia

Traducido por Den

Editado por Sharon


El castillo real finalmente vio el regreso de su rey y su reina.

Un carruaje pasó con lentitud junto a una fila de guardias reales. Tanto oficiales militares como funcionarios salieron del castillo para recibirlos después de su larga ausencia.

—Ja, ja, ja, qué gran bienvenida.

El entusiasmo de los cortesanos ante el regreso de su señor provocó una cacofonía de alegres vítores, lo que hizo que el rey relajara su formalidad. A pesar de que una bienvenida como esta iba en contra de las costumbres, ciertamente haría que cualquiera se sintiera popular.

La reina también estaba sonriendo.

—Llevamos mucho tiempo ausentes. Durante este tiempo, deben haberse dado cuenta de lo grandiosa que es la existencia de Su Majestad.

—Pero después de una semana, estoy seguro de que volverán a decir lo opresivo que soy.

—Bueno, en ese caso, Su Majestad, tendré que comenzar a desconfiar de la lealtad de sus sirvientes.

—Ja, ja, ja, ja, ja, ja.

Desde la ventana del carruaje se podía ver la gran cantidad de empleados y oficiales militares que corrían uno tras otro para llegar al vehículo del rey. Por otro lado, los cortesanos alineados a lo largo del camino parecían realmente felices desde el fondo de sus corazones.

En realidad se veían demasiado felices…

—Mi reina… ¿no hay algo extraño en todo esto?

—Estaba pensando lo mismo…

La gente que se había apresurado a saludarlos agitaba las manos en el aire con demasiada energía… En lugar de regresar de un viaje de negocios, era como si los reyes estuvieran siendo recibidos por un desfile después de una exitosa campaña militar… No, era más bien como si los refuerzos que necesitaban desesperadamente llegaran durante un asedio difícil…

—Quizás… el alboroto de Elliot…

—Vayamos a nuestras habitaciones para serenarnos. Luego, podemos confirmar todo.

De ese modo, con sentimientos encontrados arremolinándose en sus corazones, la procesión continuó con la entusiasta bienvenida.

♦ ♦ ♦

La expresión del príncipe Elliot se tensó cuando el chambelán le informó del regreso de sus padres.

—Entonces, padre y madre finalmente han vuelto… ¡Bien! Dado que las cosas ya han llegado hasta aquí, ¡no tengo nada más que hacer que quejarme de las injusticias de Rachel con todo mi corazón!

La noche anterior, la noble villana fue tan atroz que, como hombre, tuvo que intentar asesinarla.

—Dentro de una hora celebrarán una audiencia en el pequeño salón para tomar una decisión sobre la anulación del anterior compromiso.

—Mm. También iré allí de inmediato.

—Sí… ¿quiere que lo empuje?

—¡Sí, por favor!

Y, de esa forma, el chambelán empujó la silla de ruedas de Elliot.

♦ ♦ ♦

Rachel se decepcionó un poco cuando Sofía le informó que el rey, la reina y sus padres habían regresado.

—¿Es así…? Ojalá se hubieran tardado más.

La palabra “molestia” estaba escrita clara como el agua en su rostro.

—No creo que un juicio en rebeldía funcione demasiado bien para usted. [1]

—Eso es cierto… Supongo que no tengo más remedio.

Por el momento, Rachel se cambió su ropa formal por ropa de calle.

—Antes de ir allí, ¿no va todavía muy ligera de ropa…? —Cuando Sofía trató de señalar lo poco ceremonioso que era su atuendo, Rachel resopló por la nariz.

—He estado encerrada en una prisión todo este tiempo, por lo que sería extraño que apareciera de repente con ropa formal. Y esta clase de ropa es lo suficientemente buena si solo vas a darle la bienvenida a alguien.

—¿Y la verdadera razón es…?

—Si tuviera que usar un vestido, entonces no podría regresar a dormir hasta que vinieran a buscarme —Mientras decía aquello, la mitad de su cuerpo ya estaba bajo las sábanas.

♦ ♦ ♦

El pequeño salón era un lugar utilizado para las charlas informales o visitas de cortesía. En esta misma sala en la que todos estaban reunidos fue donde Elliot canceló su compromiso hace tres meses.

Aparte del rey y la reina, Rachel, Elliot y Margaret, también estaban presente el Primer Ministro y el archiduque junto con otras personas importantes del gabinete como el comandante de los caballeros y el ministro en jefe. El duque Ferguson y su esposa también asistieron.

Pero eso era todo.

—¿Solo esto…? —Las expectativas del príncipe fueron traicionadas cuando vio la poca gente que había. Margaret, en cambio, guardó silencio.

Al ver el semblante del rey y de cada una de las personas reunidas aquí, Rachel pudo suponer cómo iban a ir las cosas.

—Hmm. Tendremos un juicio informal —El rey asintió a sus palabras.

—Ahora bien. —El monarca se sentó en su trono mirando los rostros de todos los presentes—. Hoy estamos aquí para poner fin a toda la confusión que se generó cuando Elliot rompió de forma estúpida su compromiso durante esa fiesta hace unos meses. —Los vasallos manifestaron unánimemente su aprobación. El archiduque soltó un suspiro de alivio.

Como si hubiera estado esperando este momento, Elliot los interrumpió al mismo tiempo que una llama se encendió en su interior.

—Entonces, padre, permíteme explicarte por qué se canceló…

—Ah, no importa.

Una manta húmeda cayó inmediatamente sobre esa llama.

—¿Eh…? ¿Por qué?

El rey apoyó la barbilla en la palma de su mano y le dio una respuesta un poco más clara a su hijo.

—Dije que no me importa tal cosa.

—No… ¿Eh? Incluso si dices que no importa… ¿no nos reuniste aquí para hablar de ello?

—No hay nada de qué hablar. Ya he confirmado todos los hechos para este caso hace mucho tiempo. —Las comisuras de sus labios se movieron mientras miraba a su hijo—. ¿Crees que visitamos las aguas termales por diversión?

Por supuesto que sí.

—Incluso mientras usaba las aguas termales para ayudar a curar mi condición estomacal, seguía recopilando y analizando información.

Quiere decir que lo hacían sus subordinados.

—En cuanto a por qué nos hemos reunido aquí… —Movió las piernas y cambió de posición—. Es para que pueda anunciar mi decisión sobre la futura sucesión del reino.

Atónito por un momento, Elliot dobló su cuerpo, confundido.

—¡P-Por favor, espera padre! ¡A pesar de que dijiste que las circunstancias detrás de la ruptura de mi compromiso no importan…!

—Para ser precisos, ¿debería decir que este es el resultado de los últimos tres meses? —dijo, mirando directamente a los ojos del príncipe idiota—. Lo cierto es que las dos primeras semanas ya había completado mi investigación sobre tus bromas y las de tus amigos. Les pregunté a todos y sus historias coincidieron. No hay evidencia de que la señorita Rachel haya intimidado a nadie. Así que, sin ningún razonamiento sólido para respaldarlo, la anulación de tu compromiso y todo lo que hiciste después no se justifica.

—¡Eso es…! ¡Eso está mal porque…!

—Bueno, entonces ¡escucha! Después de que termináramos de reunir nuestras pruebas, el duque Ferguson se unió a mí en las aguas termales y comenzamos a hablar sobre las contramedidas. Mientras considerábamos la mejor manera de terminar con este asunto sin crear ningún problema serio… nos dimos cuenta que no sería una gran pérdida.

Frente a sus ojos, los chambelanes colocaron varias montañas de documentos que había estado en su carruaje.

—Elliot, la montaña a tu izquierda es de todos los informes que recibí de empleados públicos del gobierno y de los altos funcionarios [2] contándome cómo le estaba yendo a cada departamento. La montaña a la derecha es de mi gente que trabaja entre bastidores, comunicando toda la información recopilada para mí. En cuanto a esa montaña central, de casi el doble del tamaño de las demás, es toda la documentación que la señorita Rachel hizo y envió a su padre, a través de una de sus subordinadas, informando sobre su condición actual. A pesar de que el duque y yo estábamos en una ciudad muy lejana, estos informes estaban tan bien elaborados que sentimos que sabíamos todo lo que había sucedido porque estábamos allí para presenciarlo.

La intensa mirada del rey se centró una vez más en Elliot.

—Entonces ¿dónde están tus informes?

El príncipe no tenía una respuesta a su pregunta.

—Normalmente mientras estoy fuera, enviarías cualquier consulta a las oficinas gubernamentales para no perder tiempo teniendo que confirmar cada pequeña cosa conmigo todos los días. Sin embargo… algo como anular tu compromiso y cambiar quién será la futura reina de este país… ¿no crees que es una cuestión importante que está un poco fuera de tu autoridad? ¿Nunca pensaste en informarme de tu decisión, o incluso en explicarme tus motivos…?

—E-Eso… —Elliot carraspeó y luego pensó durante un momento antes de responder: —Iba a hacerlo todo a la vez más tarde.

—No hables como si fueras un niño que posterga todo. —El rey recogió unos documentos que le trajo un cuarto chambelán en una bandeja—. Este es un resumen cuyas conclusiones provienen de estos otros informes, y detalla todo lo que tú y tus subordinados hicieron y las consecuencias de esas acciones. Había tantos que… ¿Tienes idea de lo difícil que fue condensar todo esto?

Quiere decir, lo difícil que fue para sus ayudantes.

—Al leerlo, resulta fácil de entender cómo permitiste que se desatendieran importantes asuntos gubernamentales. Pasaste todo tu tiempo tratando de encontrar nuevas formas de acosar a la señorita Rachel, usando valiosos recursos en estos estúpidos planes y siempre lastimándote por algún contraataque, que descuidaste tus deberes para nada. Y, aun así, seguiste adelante y lo hiciste una y otra vez.

—¡Porque Rachel es…!

—La señorita Rachel casi siempre reaccionaba en el acto. Incluso mientras tú te retirabas para planear las cosas por tu cuenta, ella terminaba tras dar algunas instrucciones y pasaba el resto de su tiempo leyendo, tomando una siesta, o haciendo otros pasatiempos… La envidio tanto… En cambio, tú ni siquiera fuiste capaz de obligarla.

Como era de esperar, el rey tampoco parecía entender que Rachel estuvo dedicándose a escribir novelas BL.

—Piensa en todos los problemas que le has causado al castillo real por lo absorto que estabas con Rachel. Después de romper tu compromiso, ¿pensaste en otra cosa que no fuera obligarla a decir que se da por vencida? —Su mirada fijada en la de Elliot solo se volvió más severa—. Careces de la capacidad para comprender la política nacional y eres incapaz de saber qué debería tener prioridad. Los informes de cada departamento son claros. ¿Alguna vez te preguntaste cuánto trabajo creó tu desastre en el palacio? No sería exagerado decir que los cortesanos han perdido toda confianza en la nobleza debido a esto. —Pasó las páginas del informe que tenía en la mano—. Hubo una noche en que mantuviste a todo el castillo despierto con el ruido que hacías, y con el contraataque que recibiste, todo el asunto dejó un enorme desorden que el personal de limpieza tuvo que recoger. Además, hubo numerosas lesiones y grandes daños al equipo durante ese incidente con la señorita Evans. Posteriormente, la forzada movilización de los caballeros sin permiso causó graves problemas con el horario de cambio de turno. Aparte de la casa del duque Ferguson, has recibido muchas protestas feroces por tus acciones incluso de las casas que se oponen a la del duque… ¿Cómo demonios convertiste a cada facción de los nobles en tu enemigo cuando ni siquiera has aprobado ni una sola política?

Se debía a que intentó detener un espectáculo de striptease.

—Sinceramente, no creí que fueras tan incompetente… Quería que Rachel compensara las cosas en las que fallabas, pero en lugar de pedirle ayuda, te volviste quisquilloso y decidiste deshacerte de ella. Si tuvieras el rango de un conde, quizás estaría bien que te casaras con una mujer que te guste. Sin embargo, un rey no tiene permitido esa clase de libertad.

—P-Padre… —Elliot apartó la mirada—. Bueno, sobre madre…

—¡No me interrumpas!

—No, solo dudaba un poco de ti. ¿Padre y madre no…?

—¡No cambies de tema!

—¡Te lo devolveré!

Después de hacer a un lado por la fuerza las dudas de Elliot, el rey se levantó de su trono.

—Sigo inquieto por el hecho de que alguno de mis hijos herede el trono. En este punto, la señorita, que fracasa como ser humano pero tiene excelentes estadísticas, no puede ser destituida por el bien del reinado de la próxima era.

—¿Quién fracasa como ser humano?

—¡Por lo tanto…!

—¿Disculpe? ¿Me está ignorando?

—Si Elliot se niega a casarse con la señorita Rachel, entonces mi segundo hijo, el príncipe Raymond, se convertirá en el príncipe heredero.

—Oigaaaa.

—¡Eso…! ¡P-Padre…!

—Si el padre y el hijo pudieran por favor no ignorarme~.

—¡Ya está decidido!

—Ese rubí en la corona es muy lindo~, tal vez intente quitarlo y llevármelo a casa.

—¡No puedes!

Después de calmar a Rachel, el rey dio una palmada.

—¡Raymond, entra!

Todos miraron hacia la puerta. Y en respuesta a la llamada de su padre, el segundo príncipe… no entró.

Un caballero que estaba cerca se inquietó por la repentina atención de todos centrada en él, por lo que salió al pasillo a echar un vistazo.

—Um, Su Alteza no está aquí…

—¡Pero lo convoqué! ¿A dónde podría haber ido Raymond…? Ya es suficiente, estos hermanos…

—Padre, estoy justo a tu lado.

—¡Uwaa! ¡Me sorprendiste!

Si mirabas más de cerca, podías ver a un niño mucho más joven que Elliot de pie cerca del trono.

—¡¿C-Cuándo entraste?!

—He estado aquí desde el principio.

Todos pensaron en ello…

—Ah, tengo la sensación de que sí…

—Hablando de eso, ha estado allí desde el principio…

—Parece que nadie se dio cuenta cuando entró…

En su gran debut, el segundo príncipe estaba preocupado porque no tenía mucha presencia.

—Pero ya estaba en el salón cuando entraste, padre…

No importa, este no era su gran debut después de todo.

Como si solo fuera una versión más pequeña de Elliot, Raymond también era un hermoso joven de cabello rubio.

Rachel comenzó a preguntarse si el próximo volumen de «Su Majestad me tiene como objetivo» debería seguir la ruta del shota.

—Y pensar que alguien así se estaba escondiendo en la familia real…

Raymond miró abatido a la impresionada Rachel.

—No me estaba escondiendo. He estado junto a mi hermano durante casi todos los eventos especiales… Hermana mayor Rachel, realmente no recuerdas mi cara…

—Lo siento, pero más bien ni siquiera sabía que existías.

—Creo que es increíble que puedas decirle un comentario tan descuidado a otra persona con tanta audacia, hermana mayor.

El rey carraspeó para intentar recuperar una parte de su dignidad antes de hacerle una pregunta a su sigiloso segundo hijo.

—Raymond, ¿tomarás a Rachel como esposa y sucederás el trono?

El chico de catorce años dio una respuesta inmediata.

Den
Espera, ¿tiene catorce? O.o En la imagen parece tener menos xd

—¡Sí, absolutamente! —Los ojos del chico brillaron mientras hinchaba el pecho—. Nunca pensé que llegaría mi turno porque mi hermano estaba aquí… pero si las cosas van a ser así, ¡me convertiré gustosamente en el príncipe heredero!

Elliot estaba estupefacto ante su hermano menor.

—¡Raymond, así que aspirabas al trono! A pesar de que pensé que tu único mérito era tener poca presencia…

—Hermano, tener poca presencia no es un mérito. —Raymond se llevó la mano al pecho—. Y, siendo honesto, no me importa el trono… No obstante, si eso significa que puedo casarme con mi amada hermana mayor Rachel, mantendré felizmente esta posición que no quiero.

—¡¿Entonces las condiciones secundarias son más importantes?! —El rey espetó un fuerte tsukkomi ante su impresionante segundo hijo. Sin embargo, el grito de Elliot ahogó sus palabras.

—¡¿Q-Quieres casarte con una mujer así?! ¡Vas a ver el infierno!

Mientras las palabras de su hermano continuaban resonando en la sala, Raymond sonrió como si estuviera en un sueño.

—Dado que no saben cuando estoy presente, mi doncella personal a menudo olvida servirme té durante la hora del té o me ignora completamente cuando la llamo… ¡pero la continua frialdad de la encantadora hermana mayor siempre me hace temblar! La hermana mayor Rachel es hermosa, tiene pechos grandes, es muy genial, tiene pechos grandes… ¿No es ella la mejor? Siempre me he preguntado qué tan bueno sería ser ignorado por alguien como ella. Y entonces dice que se había olvidado por completo de que existía… Aah, ¡qué persona tan maravillosa!

—¡Recobra la compostura, Raymond! ¡Esa frialdad de la que hablas se debe a que no se preocupa por nadie más que por ella misma! ¡No confundas a una doncella negligente con el demonio de Rachel! ¡No pienses que solo porque es seguro beber vino de ciruela puedes tragarte jarras de whisky!

—¡Hermano, por favor no te preocupes! —Raymond se golpeó su delgado pecho lleno de confianza—. Aunque soy así, mi tutor dice que soy “el tipo de chico que puede aprender algo después de escucharlo diez veces”.

—¡Hermanito, estoy muy preocupado por ti!

Den
No entiendo cómo el rey y la reina tuvieron hijos tan... así...

Sharon
JAJAJAJA Raymond!!!! No sabía que existías y ya te volviste mi personaje favorito

El rey se inclinó hacia la reina que estaba sentada junto a él.

—Oye, ¿ahora qué…? El futuro se ve sombrío sin importar el hijo que se haga cargo.

—Es por ese mismo hecho que… —La reina usó su abanico plegable para ocultar sus labios—. Por eso insistimos en que Rachel fuera la reina

Entonces, el monarca dio una palmada para recuperar la atención de todos.

—Bueno, amigos míos, el compromiso entre Elliot y la señorita Rachel queda oficialmente roto. Su nuevo prometido es mi segundo hijo Raymond. Al mismo tiempo, reconocemos a Raymond como el nuevo príncipe heredero… mientras que Elliot mantendrá su posición como miembro de la familia real, y le otorgo el título de conde, convirtiéndose en el nuevo conde Reefren.

—¡Eso…! —gimió Elliot.

El título que el rey le había cedido era un título tradicional transmitido por la familia real durante generaciones… El territorio tiene una gran importancia histórica pero es pequeño y pobre, y si no se administra correctamente, su poder financiero perdería incluso ante un barón de la región más rica.

Sinceramente era poco más que un título… Por lo general, se añadía a las obligaciones de un archiduque, a menos que se lo entregaran a un miembro jubilado de la familia real como una forma de reducir su pensión.

—¡Padre! ¡Eso…! ¡Es casi como si me estuvieras escondiendo del mundo!

—No, no casi, ¡eso es exactamente lo que estamos haciendo, tonto! No vamos a dejarle el poder de rebelarse a alguien que está perdido y guarda rencor a la actual administración. Tus propios errores te han desheredado, y aunque solo sea un título, deberías sentirte agradecido de que se te siga tratando como un miembro de la familia real.

—¡Pero…!

—A menos que…

Antes de que Elliot pudiera protestar, el rey mencionó algo que lo hizo estremecer.

—¿Tal vez desees ganarte el favor de la señorita Rachel y restablecer tu compromiso con ella? ¿A pesar de que trataste de acosarla continuamente después de que fuiste tú quien lo rompió, e incluso intentaste asesinarla anoche con tus propias manos? Creo que la balanza ya se ha decantado mucho en tu contra. Incluso si ese no fuera el caso, estoy seguro de que ya comprendiste que es bastante difícil para la señorita Rachel tener una opinión positiva sobre alguien.

—¡Maldición!

Abandonar a Margaret y tratar de reconquistar a Rachel era algo imposible para él a nivel psicológico…

—Además de eso, Elliot, pareces haberlo olvidado…

Como no respondió, el rey exhibió su oscuro pasado.

—Cuando eras niño, hubo una pelea insignificante durante una fiesta en el jardín, y la persona que respondió arrojándote piedras y un panal fue la señorita Rachel. La reina quedó encantada con esa severa represalia por una ofensa relativamente pequeña, por eso os obligamos a comprometeros diciendo que era una indemnización por tus heridas.

—Entonces, esa vez en que el primo conde Grosvenor fue golpeado sin piedad una y otra vez con un palo…

—Esa fue la señorita Rachel.

—Entonces, en realidad, la persona que se reía mientras me tiraban piedras y trataban de ahogarme en un estanque…

—Ese solo fue el complejo de persecución de Su Alteza. Realmente no me estaba riendo en ese momento. Solo quería terminar rápido ese trabajo aburrido para poder regresar y comer un postre.

—¡¿Matarme es un trabajo aburrido?!

—Oh, cielos, qué grosero. Realmente no soy el tipo de persona que encuentra divertido matar a otros. Quería ocuparme de Su Alteza lo antes posible para poder regresar al buffet, pero estaba en problemas porque simplemente no se hundía… En serio, ¿qué habría hecho si me hubiera perdido la limitada tarta de queso?

—¡¿No estás confundiendo tus prioridades?!

—No quiero oír eso de Su Alteza, que no puede priorizar su trabajo. —Rachel evadió las palabras de Elliot con aire indiferente, por lo que el rey le preguntó una vez más:

—Entonces, ¿qué vas a hacer? ¿Te jubilarás obedientemente? ¿O volverás a desafiar a la señorita Rachel?

—Yo… no… lo haré [3]… —Su mente era un caos; los recuerdos de un tormento lejano y todos sus esfuerzos de los últimos tres meses se arremolinaban. Y así, finalmente se levantó de su silla de ruedas para salir despedido hacia delante y caer de bruces lleno de angustia—. Me convertiré en el conde Reefren…

Su corazón finalmente se rompió.

—Bueno, ahora que la posición de Elliot se ha decidido… —El rey dirigió su mirada hacia Margaret. La hija del barón se retorcía como un gusano en el suelo. Antes había intentado abordar el carruaje del rey y la reina para tratar de hablar sobre la situación de Elliot, por lo que, como consecuencia, fue atacada y atada. Aun así, trató de expresar sus objeciones incluso mientras estaba amordazada a pesar de este lío.

Un sirviente, que estaba detrás de ella, finalmente le quitó la mordaza a la señal del rey.

—¡Fuah! Espere un momento, rey, ¡esto no está bien! No importa cómo lo diga…

—Si no te callas, te cubriré la boca con un arnés para caballos.

—Me quedaré callada.

La joven dama que había estado dando saltitos desde hace un momento se calmó de inmediato, por lo que el rey pudo preguntarle:

—Bueno, noble hija del barón Poisson, ¿cuáles crees que son los requisitos para ser un príncipe?

Margaret ladeó la cabeza mientras se enrollaba las coletas.

—Umm… ¿una cara bonita?

—¿Algo más…?

—Hmm… ¿dinero?

—¿Y…?

—¡¿Más?! Hmm mmm…. Ah, su caballo debería ser blanco.

El rey observó a los asistentes.

—Como pueden ver, dado que esta chica creció como una plebeya la mayor parte del tiempo, carece un poco de conocimiento aristocrático.

—Parece haber un problema más fundamental…

El monarca señaló a Margaret, ignorando las dudas del Primer Ministro.

—No podemos dejar sola a la persona responsable de toda esta agitación. Por lo que te verás obligada a tomar una formación [4] por tiempo indefinido en una familia noble influyente.

—¿Eeh? ¿Eso es todo? —La joven estaba sorprendida. Después de ver que Elliott fue desechado de esa manera, se preguntaba qué sería de una media plebeya como ella… Incluso una cabeza hueca como ella entendía eso.

—Hmm. Ya hemos confirmado todo con el duque Ferguson. Parece que su hija se ha encariñado mucho contigo.

Todos los presentes pensaron por un momento en el significado tras las palabras del monarca.

La realidad golpeó de repente a Margaret.

—¡¿No es esa Rachel?! ¡¿Está usando palabras bonitas para decir que voy a ser el juguete de Rachel?!

—¿Qué estás diciendo? Ellos han expresado su disposición de enseñarte algunos modales apropiados.

—¡Sigue usando palabras bonitas! ¡Mi trabajo principal será actuar como el juguete de Rachel!

El rey suspiró.

—Así es… Es mejor declarar este tipo de cosas.

—¿Qué?

—Mm. La señorita Rachel no puede calmarse después de este lío que Elliott hizo con solo abusar de él, ¿sabes? Por lo que te estamos ofreciendo a ella como un sacrificio humano.

—¡¿Está bien decir eso sin más?! Para empezar, soy menor de edad. ¡Necesita el consentimiento de los padres, ya sea para ser un aprendiz o un sacrificio humano! ¡Y mamá nunca dará su permiso para esto!

Después de escuchar los gritos de Margaret, el padre de Elliot hizo una seña.

—Perdone mi rudeza, pero me veo obligado como vasalla —intervino la doncella personal de Rachel, Sofía, entrando al salón—. El barón Poisson y su mujer ya han dado su autorización para la formación de la joven dama.

—¡Eso es estúpido! ¡Mamá no es tan tonta como para no entender el significado de esto!

¿Pero papá lo es?

—Sí, por esa razón me confiaron esta carta —Sofía sacó un sobre—. Ajem. «Mi querida Margaret, fui a la mansión del duque Ferguson donde escuché de Su Majestad sobre tu formación. Al principio dudé, no obstante, finalmente di mi aprobación.»

—¡Mentira! ¡Eso es mentira!

—«Después de todo, dijeron que nos darían tres días de entradas platinum para palco premium para la actuación de Adam si firmaba los formularios de consentimiento. Era imposible que dejara pasar eso, ¿verdad? Ciao, y da lo mejor de ti estudiando etiqueta…» fue todo lo que escribió.

Margaret escuchó toda la historia, pero en lugar de retorcerse como antes, esta vez comenzó a golpearse la cabeza contra el suelo.

—¡¿Decidió aceptar después de que se los mostraran?! ¡¿La actuación de Adam?! ¡Incluso yo habría estado feliz de vender dos, o quizás tres hijas por algo así! Quiero decir, mis derechos, ¡¡así que déjenme venderlos por esos tickeeeeeeeets!! ¡¡Por favor, déjenme ir por un díaaaaaaa!

—Entonces, ¿entiendes que estarás tomando esta formación?

—¡Sí, pero lo odiooooo! ¡Entiendo su razonamiento, pero no quiero iiiiiiiir! —De repente se detuvo y miró a Rachel. En este momento, la noble dama tenía una sonrisa radiante, nunca antes vista, con sus brazos abiertos a modo de saludo.

—¡Bienvenida~!

—¡¡Justo como pensabaaaaaaaa!!

El archiduque Vivaldi suspiró aliviado.

—Entonces, ¿finalmente se ha terminado?

El Primer Ministro liberó de inmediato toda la tensión acumulada en su cuerpo.

—Así es…

—¿No más Enriques siendo comidos?

—Correcto.

—¿No más monos comiendo manzanas?

—¡Así es!

Los dos hombres se abrazaron mientras lloraban de alegría.

—Tío, ¿qué pasó…?

No todo había llegado al informe del rey.

—Hmm, con esto todo está terminado —El monarca habló con satisfacción… sin darse cuenta del mal que acechaba detrás de él.

—Robert.

Se dio la vuelta y… se encontró con la duquesa Somerset y la condesa Marlborough esperándolo.

—Pero si es la tía. Perdón por el saludo tardío…

—Eso no me importa. —La duquesa sostenía (literalmente) un bastón de enseñanza en sus manos—. Robert, durante este incidente estoy segura de que hay una historia detrás de por qué tu juicio, tus instrucciones y tus habilidades comunicativas fueron tan deficientes.

—¡No, tía! ¡Eso es porque…!

—Escuchémoslo. ¡Al fondo!

La duquesa dio un golpe y su bastón cortó el aire como una hoja afilada.

—O tal vez… ¿te gustaría quitarte los pantalones aquí y ahora?

Den
(⊙-⊙)!!

♦ ♦ ♦

Aunque el rey había dictado sentencia, el pequeño salón seguía agitado… y Rachel observaba todo con fugaz sonrisa.

¿La cancelación del compromiso se completaría con esto?

Mientras se cumpla el castigo actual, entonces la situación debería regresar a la normalidad. Así que ahora solo era cuestión de esperar el porvenir.

La noble dama se alejó en silencio del resto de gente preocupada que estaba reunida.

—Mi papel aquí también ha terminado.

Y así…

Cuando salió en silencio a la terraza, echó un vistazo rápido a todos, sonriendo.

Todos… yo ya… Está bien que regrese con quien amo, ¿verdad? 

—Ah, Santo cielo… Oye Rachel, salgamos de aquí y vayamos a casa… ¿Rachel?

Harto de todo el ruido dentro del salón, el duque pensó que ya era hora de llamar a su hija y regresar a casa. Esta también sería la primera vez en tres meses que ella abandonaría la prisión.

Probablemente se sienta nostálgica. 

O eso pensaba…

—¿Rachel?

Cuando se volvió hacia la susodicha, no encontró a nadie de pie donde ella había estado… solo un par de grandes cortinas ondeando con el viento que entraba de una ventana abierta.

♦ ♦ ♦

—¡Rachel!

—Nn~

La aludida se dio la vuelta con alegría en su cama mientras ignoraba los gritos de su padre.

—¡Oye, Rachel! ¡Despiértate!

—Nnn… ¿qué pasa? A pesar de que alguien está durmiendo tan cómodamente…

—¡No es “¿qué pasa?”! ¡Despierta, Rachel! —El duque Ferguson comenzó a sacudir los barrotes de hierro de la celda.

Aunque todos los demás todavía estaban envueltos en el caos porque todo había acabado, la chica noble que se suponía que era el centro de esta historia, desapareció de repente.

Hubo una búsqueda rápida… y la encontraron durmiendo en su celda. ¿En qué estaba pensando? El duque no lo sabía, pero al ver su rostro durmiente feliz, se enfadó un poco.

—Ya se ha arreglado todo, entonces ¡¿por qué estás de vuelta en la mazmorra?! ¡Sal de ahí ya!

—No quiero.

—¿Qué…? —La voz airada del padre fue cortada por su estúpida hija.

Rachel levantó su edredón, desapareciendo aún más en su interior mientras disfrutaba del suave y aterciopelado tacto de su cama.

—En este momento, solo quiero evitar todos los obstáculos y disfrutar de mi cita con la persona que amo. Y estás siendo un obstáculo aburrido…

—¿Cita? —El duque ladeó la cabeza cuando su hija empezó a decir algo extraño, pero Sofía, que había estado en silencio hasta ahora, dio un paso adelante y preguntó con tranquilidad:

—Señorita, a quien ama… tal vez… ¿es su cama?

—Así es… nos amamos profundamente…

—Tú y tu cama se aman… ¡No digas estupideces!

—No estoy mintiendo~.

Rachel levantó su edredón y se cubrió por completo la cabeza; apenas se podía distinguir su voz amortiguada.

—Cuando todo comenzó, solo dormía en un cojín… pero me di cuenta, después de cambiarme a una cama… Ah, que esto es mucho más cómodo.

—¡Eso es obvio! ¡Por supuesto que lo es!

—Cuando lo pensé… mi cama me ha estado abrigando desde que nací.

—¡Para eso están hechas!

—Cuando dormía y cuando estaba triste, siempre me arropaba con suavidad sin decir nada…

—Ya ni siquiera pudo decir nada…

Incluso cuando su padre ya era incapaz de hacer un tsukkomi, Rachel rodó en su lecho y siguió sin prestarle atención.

—Por eso, reafirmé el aprecio por mi cama durante estos largos tres meses. Ya no necesito algo como la educación de reina. Así que, por favor, no interrumpas este momento amoroso entre dos personas.

—¡En pocas palabras, ¿simplemente te estás saltando las clases de nuevo?! ¡Oye, Sofía, tú también dile algo a esta chica estúpida! —A sus órdenes, la asistente miró dentro de las sábanas.

—Señorita, ¿es feliz?

—Um.

Por un momento, Sofía pensó en algo mientras miraba al vacío.

—Ya veo, entonces mis mejores deseos —Y luego dejó de pensar en ello por completo.

—¡¿Por qué solo le sigues el juego?! ¡¿No vas a intentar convencerla al menos un poco?!

—La felicidad de la señorita es mi felicidad.

—¡Todas ustedes parecen competentes, pero ¿no son solo basura inútil?! ¡Oye, Rachel, levántate! —El duque se volvió hacia el guardia de la prisión que intentaba mantener las distancias—. ¡Oye, sácala a la fuerza! ¡Usa la llave y abre la celda!

—Um… —Al escuchar su orden, el carcelero se rascó la cabeza—. Eso…

—¿Qué?

—Cuando la señorita regresó, dijo algo como: “A partir de ahora la persona dentro de la celda vigilará la llave”. Y luego me la confiscó…

—¡¿No pensaste que era extraño?! ¡¿No lo es?! ¡¿Qué clase de prisión tiene a los prisioneros vigilando las llaves?!

—No, por supuesto que pensé que era raro… —El hombre miró a lo lejos como si de alguna manera hubiera alcanzado la iluminación—. Pero es inútil intentar ir en contra de la señorita…

—¡¿Por qué todo el mundo alrededor de Rachel es así?!

Algo golpeó las rodillas del enfurecido duque. Cuando bajó la mirada, encontró al mono que su hija había dicho que era lindo ofreciéndole una manzana.

Si tomas esto, ¿te importaría perdonarnos y olvidar que estamos aquí?

—Ya es suficiente, ¡todos alrededor de Rachel…!

Con los gritos de su padre creando una relajante música de fondo, la noble dama rodó en su cálida cama, cayendo en un profundo sueño con una sonrisa feliz en su rostro.

Parece que la relajada vida en prisión de la villana continuará por un poco más de tiempo.


[1] Es declarado rebelde quien ha sido demandado en un procedimiento y no se presenta en el plazo indicado a la hora de contestar a la demanda, a la hora de comparecer en el juicio, o durante cualquier fase del procedimiento.

Haber sido declarado rebelde no quiere decir que uno vaya a ser juzgado y condenado automáticamente, dado que el juez tiene que considerarlo acreditando a lo que reclama la otra parte, y resolver y juzgar. Pero, obviamente, estando en rebeldía, el demandado pierde una gran oportunidad de defenderse.

[2] La diferencia entre un empleado público y un funcionario es que el empleado público es jerárquicamente inferior al funcionario, es decir, que el segundo es el que dirige mientras que el primero es el que está supeditado al funcionario del órgano del Estado provincial o municipal.

[3] Aquí Elliot cambia de la forma juvenil, “boku”, a la forma más formal, “watashi”. Probablemente está recordando los azotes que recibió hace un par de capítulos.

[4] La “formación” a la que se refieren aquí es más específica en japonés. Hablan de  alguien que toma clases de un aristócrata sobre cómo comportarse correctamente.

2 respuestas a “Vida en prisión de la villana – Capítulo 44: El rey dicta sentencia”

  1. Jajaja. Mucho que decir de este capítulo, a pesar de que leí la descripción de Adam, por alguna razón se me viene a la mente el de shuumatsu no valkyrie, y me veo en la obligación de estar deacuerdo con la mamá de Margaret.
    Y otra, por lo visto, aparte de Rachel, Raymond y el carcelero son los mejores personajes de está novela a mi parecer.

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