Traducido por Soyokaze
Editado por Ayanami
Hay una chica llamada Liz a la que, en ocasiones, se le ocurren ideas que realmente no tienen sentido.
—¡Vamos a pelear como lo hacen los hermanos! —Propuso Liz con cierta seriedad en su rostro.
Y Liz, que parecía feliz de haber conseguido un hermano mayor por sólo un día, dijo algo como eso con toda seriedad.
Quisiera que me dijera con claridad si quiere que nos llevemos bien o nos peleemos. Hasta hace un momento, se estaba riendo y parecía feliz, así que no entiendo porque de repente quiere pelear.
—¿Por qué deberíamos pelear?
—¿Pelear? —Repitió Ruby, inclinando su cabeza.
«¿Vez? Hasta a Ruby le parece incoherente», pensé.
Ruby enterró su cabeza en el pecho de Liz y sus pestañas parpadearon varias veces cuando preguntó con curiosidad el por qué íbamos a pelear. Después de eso, el rostro serio de Liz se suavizó y esbozó una amplia sonrisa cuando Ruby alzó su mirada y se le quedó viendo sin despegar la cabeza de su pecho.
El complejo de hermano de Liz es más que evidente…, cualquiera que la viera lo notaría enseguida.
Es sólo que no logro comprender el excesivo afecto fraternal que muestra.
Incluso hacia mí. La genuina y honesta sonrisa que muestra cuando me trata como su hermano mayor, hasta cierto punto, me deslumbra y a la vez me pone en aprietos. Bien, ¡lo que sea! Sé que ella es así y no me queda más que aceptarla tal como es.
Y es que, yo tengo un hermano menor y para nada se comporta como ella. Es una persona de carácter retorcido, que ve a los demás desde arriba. Es, por así decirlo, de esa clase de nobles engreídos que los plebeyos suelen imaginar.
Hablé una vez con él, pero me dejó en claro que me odia. Seguramente sea porque si yo no estuviera, él podría ser el siguiente patriarca de la familia; por eso, puedo entender hasta cierto punto el por qué me guarda rencor. Pero si por mi fuera, estaría más que feliz si pudiera cederle mi derecho a sucesión, pero eso no depende de mí.
A todo esto, viendo el tipo de hermano menor que tengo, supongo que…, preferiría mil veces a un hermano menor que fuera como Liz. Pero, si me cayera de la nada una hermanita como ella, tampoco sería muy agradable que digamos.
—Así es Ruby, nosotros vamos a pelear con él. Vamos, intenta decirle algo malo al hermano mayor Cecil.
—Ehhh. ¡Hermano mayor Cecil, eres peliplateado!
—Eso no es un insulto.
—Entonces…, el hermano mayor Cecil es, ¿tonto? ¡Ah! Pero eso no es cierto, él es más inteligente que yo… Esteee… ¡Es un genio!
—Eso es un elogio.
Siento que ella en verdad es algo cabeza hueca para ser una hermana menor.
No es que sea tonta, es lista, pero… en ocasiones, sus acciones dejan mucho que desear. No es calculadora y me pregunto si su meta es ser maliciosa, ¿será? Posiblemente no.
—¡Tienes razón! —Confirmó Ruby parpadeando repetidamente, lo cual lo hacía verse muy lindo. Bueno, nadie puede negar que es adorable.
Usualmente, ellos se comportan bien y son tranquilos, pero una vez que se descontrolan no hay quien los pare. Pero no es como si hubieran perdido su inocencia, por eso considero que, quizás no es necesario vigilarlos constantemente.
—Entonces…, el hermano mayor es un enclenque. ¡Ah…! Pero eso no puede ser ya que él tiene músculos… Hum, ¡qué difícil es decir cosas malas! —Murmuraba Liz pensativa, poniendo su dedo índice en sus labios.
Para empezar, usualmente ella no insulta abiertamente. Una palabra que se usa tanto como broma como para insultar es “baka”, sin embargo, ella en realidad rara vez dice palabras insultantes.
Ahora que lo pienso, sí que ha insultado a alguien. Me refiero a ese pedófilo lord, hijo del conde, pero eso era algo justificado, tomando en cuenta lo que trató de hacerle.
Hasta donde he visto, Liz suele ser una persona de carácter amable. A pesar de que rara vez pierde el control, no es alguien que desee herir a otros.
—¡Ah, lo tengo! ¡El hermano mayor Cecil es un tsundere! ¡Es calculador y astuto como un zorro!
—¿Acaso quieres que te golpee? —Le respondí. Y es que no dice más que estupideces.
Por acto reflejo, apreté los puños y me puse en posición, Liz hizo lo mismo. De alguna forma, parecía satisfecha y me instó a continuar. No la entiendo, ¿acaso está feliz de ser golpeada?
—Hermano mayor, ¡no le puedes pegar a mi hermana mayor.
—No pienso golpearla.
Ruby entonces extendió sus manos y se puso enfrente de ella para protegerla con los ojos llorosos. Al verlo así, agité mis manos de inmediato en señal de negación para asegurarle que no era mi intención golpearla.
Podría darle un coscorrón o un ligero golpe con mis dedos en su frente, incluso pellizcarle la mejilla. En realidad, no podría golpearla. Después de todo es una mujer…, una mujer que en todo caso quiero proteger.
En eso es lo que difiere mi forma de pensar a la de Gilles: que es sólo una mujer a la que hay que proteger; y Gilles va más allá de eso.
—¿Ehhh? ¿Por qué no?
—¿Por qué estás tan inconforme? Lo mejor es estar en buenos términos…
—¿No dijiste que éramos lo suficientemente cercanos como para pelear?
—¡No interpretes lo que digo a tu conveniencia!
Ya que fue su petición, puedo hacerlo de la manera usual. No me puedo negar si me llama hermano mayor y me lo pide con una sonrisa. Por hoy, voy a hacerle caso.
—Pero hermano mayor Cecil, aunque te ataque sólo para consentirte, ¿no podrías considerarlo?
—Hum…, lo voy a considerar…
—¿En serio? ¡Vamos Ruby! ¡Al ataque!
—¡Al ataqueee!
—¡Oigan! ¿Qué creen que hacen?
Dije que lo iba a considerar, ¡pero nunca dije que estuviera bien que me abrazaran!
Ambos se me vinieron encima, por lo que no pude reaccionar y los tres terminamos cayendo en la cama que se encontraba detrás de nosotros.
Como esto ocurrió en el cuarto de Ruby, no hay problema; sin embargo, no me quiero ni imaginar qué hubiera pasado si esta conversación la hubiéramos tenido en el cuarto de Liz, y peor si fuera en su cama. ¡Especialmente si Guilles hubiera estado ahí!
Tanto Liz como Ruby me abrazaban estando tendido de espaldas en la cama mullida.
Hey, Liz. ¡Deberías pensar un poco antes de actuar! ¡Por lo que más quieras! ¡Precisamente porque eres una mujer, sé más consciente de tus actos! Quise decirle, pero seguramente ni me tomaría en cuenta.
Al ser abrazado de la nada, me desconcertó cuando sentí el suave y delicado tacto de su cuerpo. Me pregunto por qué siendo tan indefensa, lo expone tan a la ligera. Es algo que no me cabe en la cabeza.
—¡Ah! Gilles hoy está de camino al instituto así que no hay de qué preocuparse.
Así que estás consciente de cómo es Guilles, ¿eh? Pensé maravillado, veo que también tiene su lado oculto y calculador.
—¡Quiero dormiiir!
—¡Ah! Ruby, ¿tienes sueño? Entonces, tomemos una siesta, así como estamos, ¿te parece?
—Oye, ¿en serio quieres que durmamos en esta posición extraña?
La sensación de la parte de su cuerpo que está encima de mi brazo, es mala para mi corazón, ¡en muchos sentidos!
Si Gilles llega a descubrir que estoy tocando un lugar que no debo, aún sin quererlo, sé que me metería en problemas, aunque no sea mi culpa, esa opresión que siento en mi brazo me hace ser consciente de ello lo quiera o no.
Te lo suplico: ¡no te muestres tan indefensa! A futuro será aterrador si sigues siendo tan confiada, supliqué para mis adentros, mientras desviaba mi mirada de Liz para el otro lado. Fue entonces, cuando escuché una voz sonriente, pero un poco extraña que me decía: “En verdad tienes un alma pura, hermano mayor”.
—Sí lo sabes, detén esta tontería.
—¡Oookeeey! Qué descanses, hermano mayor.
Liz, con una sonrisa adormilada, bajó la intensidad de la luz del cuarto a una más suave y cerró sus ojos. Por otra parte, probablemente Ruby esté medio dormido, pues tenía sueño desde antes.
Mientras sentía el calor de los dos a ambos lados, tuve ganas de quejarme más, pero mejor me rendí y me quedé callado.
Es seguro que Liz sabía que sentía un escozor e incomodidad en la parte que me estaba tocando. Aun así, era el afecto que ellos dos me mostraban el que me incomodaba más, había algo que me hacía sentir avergonzado, lo cual no podía decirles nada.
El agradable calor que había anhelado y que resentía no haber recibido en el pasado, ahora está aquí, justo a ambos lados. Tal vez, eso me hace feliz, sólo tal vez, aclaro…
—Oye Liz…
—Hum…, dime…
—Ah…, no es nada.
Me reí un poco amargamente de Liz, quien se movía lentamente sin despegar su frente de mi hombro. Parecía que estaba dormida. Ella sonrió débilmente cuando traté de acomodar se cabello con mis dedos, claro con el propósito de ordenarlo ya que lo tenía desparramado sin control sobre las sábanas.
Aún no le he dado las gracias… Todavía es un misterio para mí el por qué me hace sentir feliz cuando muestra su cara sonriente.
Algún día le expresaré mi gratitud, pero, por ahora, le toleraré al menos esto.
—Qué descanses…
♦ ♦ ♦
Al fin y al cabo, después de eso, también me quedé dormido. Dada la situación, caí en un reconfortante sueño, en cierto sentido es algo que definitivamente iba a pasar.
Mientras pensaba secretamente que no habría problemas, siempre y cuando Gilles no nos descubriera, Liz parecía feliz a pesar del riesgo, así que por eso terminé dándole un golpecito con mi dedo en su frente; sin embargo, ella sólo se limitó a sonreír, así que ya no le voy a decir nada más.