Villana mimada por el príncipe vecino – Capítulo 120: Como se esperaba, es un beso dulce al final

Traducido por Sharon

Editado por Yonile


Aquasteed despertó por la luz gentil del sol atravesando las ventanas, y sonrió cuando encontró a Tiararose dormida en su brazo.

—Luces tan cómoda durmiendo.

Estaba disfrutando de ver su rostro durmiendo sin despertarla todavía.

¿Cuánto tiempo habrá pasado? Definitivamente estuvo mirando por cinco o diez minutos. Pero podría haber sido más tiempo.

—Ugh…

—¿Estás despierta?

—¿Sir Aqua?

Tiararose parpadeó varias veces y se frotó los ojos, somnolienta.

Aunque sabía que ya era hora de despertarse, se sentía tan cómoda durmiendo en los brazos de su amado que quería quedarse en donde estaba por siempre.

—¿Huh?

—¿Hm?

—¿Cuándo me dormí?

Lo último que recordaba era a la Salamandra regresándole su poder mágico. Lo más probable es que hubiera perdido la conciencia en ese momento.

Queriendo saber la respuesta, miró a Aquasteed, que estaba frotándole la espalda con gentileza.

—Tu cuerpo comenzó a calentarse cuando te regresó tu poder mágico… Terminaste cayendo dormida porque estabas en tu forma infantil.

—Ya veo… Te causé problemas.

—Para nada. Respecto al asunto del espíritu y el rey Saravia, todo salió bien con la ayuda de Pearl y Keith. Todo es gracias a ti, Tiara —la elogió Aquasteed, abrazándola con fuerza. Acarició su cabeza varias veces y le dio un beso gentil.

Ah, es un beso de Aquasteed… Estoy feliz, pensó, cuando una duda pasó por su mente. No, no era una duda.

—¡Sigo en mi forma infantil!

—Tiara, eso…

En efecto, la Salamandra ya le había regresado su poder mágico. ¿Qué estaba pasando? Sudor frío comenzó a formarse en su espalda, y su corazón latió con fuerza.

Aquasteed estaba hablándole a su lado, pero sus latidos eran tan fuertes que no podía escuchar nada.

Intentando calmarse, tomó una respiración profunda.

Recuperé mi poder. Puedo sentirlo.

¿Quizás podría regresar a su forma adulta una vez descansara y se recuperara por completo? Si eso no funcionaba, regresaría al país y le preguntaría a Grail y Pheles, ya que era posible que ellos podrían pensar en una solución con facilidad.

No es necesario ser pesimista, intentó convencerse. A pesar de que intentó tranquilizarse… no podía suprimir sus inquietudes y el miedo en su interior.

—¡Sir Aqua…!

—Tiara, está bien.

Lágrimas comenzaron a caer por sus ojos, y sacudió su cabeza una y otra vez.

—¿Por qué…?

Las palabras de Aquasteed no la alcanzaban.

—¡No está bien! ¡Si esto sigue, no volverás a besarme!

—Eh…

—Estaba pensando en besarte mucho una vez hubiera recuperado mi poder mágico y mi forma adulta. ¡Probablemente es la primera vez que haya pasado tanto tiempo sin besarnos…!

Viendo lo seria que estaba siendo Tiararose mientras lloraba, Aquasteed no pudo evitar pensar que era linda, aunque sabía que no debería pensar de esa manera. Al punto en que terminó pensando que, si tenían hijos, preferiría tener una hija…

—Tiara, está bien. Mírame.

—Ugh… Te estoy viendo apropiadamente, pero, las lágrimas, no se detienen…

—Perdón. Haré algo para dejar que llores, así que perdóname.

—¿Qué? Hhn.

En los brazos de Aquasteed, él agarró su mentón y puso sus labios en los de ella. Tiararose abrió los ojos por la sorpresa, pero de inmediato los cerró y se dejó llevar.

Aunque era un beso gentil al principio, él no dejó de besarla. Para hacerla sentirse segura, Aquasteed frotó su espalda sin hacerla abandonar sus brazos. Había pasado tanto tiempo desde que había sentido tal calidez que se sintió bendecida.

Antes no quería besarme… ¿Pero sí besará a una chica llorando?

Tiararose estaba tan relajada que no podía pensar bien.

Intercambiaron varios besos más. Cuando se separaron, Tiararose estaba sin aliento.

—Hah… Hah… ¿Eh…?

Mientras recuperaba el aliento, se sorprendió al sentir su cuerpo cambiar. Cuando Aquasteed la besó, estaba en su forma de niña, pero ahora había regresado a la normalidad.

Preguntándose qué podría haber sucedido, miró a su esposo, que le dio una sonrisa gentil.

—Bienvenida de regreso, Tiara.

—Estoy… de vuelta, sir Aqua.

Por fin había dejado de llorar, pero ahora se sentía tan feliz y sorprendida que las lágrimas volvieron a reunirse en sus ojos. Aquasteed besó sus párpados, mejillas, frente y nariz.

—Debes estar cansada de llorar.

—Ugh… Pasaron tantas cosas que no puedo detenerme. ¿Me veo mal?

—¿No? Ah, pero tu rostro ahora se ve tan tentador que es un poco preocupante.

La respuesta de Aquasteed hizo que Tiararose se sonrojara con tanta fuerza que sus orejas se volvieron rojas. No sabía qué contestarle, y quiso enterrarse en las sábanas… cuando se dio cuenta de en qué estado se encontraba.

—¡Cielos, mi ropa…! ¿O debería decir tela?

—Cambiaste de forma, así que no había otra opción. Teniendo en consideración que volverías a la normalidad, Philiane te vistió con una tela larga y la ató con un listón.

—¿E-Es así? Pero, es cierto… Habría sido un problema si regresara a mi forma adulta mientras usaba ropas de niña… —respondió sin inmutarse, aunque estaba tan avergonzada que su mente era un caos.

Solo estaba cubierta con una tela larga, y debajo de ella, había un listón que se había desatado en el momento en que se transformó. Se sentía como un regalo que había sido desenvuelto. Se apresuró a taparse con la tela, y respiró profundo.

—Esta forma también está bien —dijo Aquasteed a su lado con una risa.

—Imposible… ¿Por qué regresé en un momento así?

—Hmm, ¿será por mi beso?

—¡¿Eh?! ¡P-Pero…! No regresé cuando me besaste antes.

Por supuesto, era romántico tener que pensar que un beso la regresaría a la normalidad, pero ya lo había intentado antes sin éxito, así que no tenía sentido.

Aunque estaba muy feliz…

—No tenías poder mágico en ese momento —le respondió Aquasteed—. Esta vez sí los tienes, así que mi beso se volvió el impulso. La princesa regresa a la normalidad con el beso del príncipe, ¿no?

—Sir Aqua…

Aceptando al final que era lo que había pasado, asintió.

En efecto, como Aquasteed le había dicho, la situación de su poder mágico era diferente ahora, así que no era extraño que el resultado fuera diferente.

¿Qué debería hacer? Tengo ganas de sonreír…

Era un método tan ortodoxo de arreglar las cosas, con el beso de un príncipe, que su corazón no podía dejar de latir con fuerza. Tiararose lucía tan feliz que Aquasteed volvió a besarla.

—Si vas a seguir vestida de esa manera, no podré seguir conteniéndome, ¿sabes?

—¿Eh…? ¡Voy a cambiarme!

Aquasteed se rió con fuerza cuando el rostro de su esposa enrojeció. Ella se bajó de la cama de inmediato en dirección al cuarto principal, dejándolo solo.

—Tiara es tan linda. Creyó por completo la historia del beso. Me tiene completamente bajo su hechizo.

Aquasteed frotó la joya roja en su mano, y se acostó en la cama.

En realidad, había ideado un plan como este para que el cuerpo de Tiara regresara a la normalidad en el momento preciso.

En su mano estaba la “Lágrima de la Salamandra” que había estado en el collar de Tiararose. Cuando ella se durmió después de recuperar su poder, la Salamandra le había avisado que su cuerpo crecería cuando le quitara la joya. Solo debía esperar a que estuviera despierta.

La “Lágrima de la Salamandra” era el medio por el cual el espíritu consiguió el poder mágico de Tiararose. Por ello, siempre y cuando lo tuviera puesto, permanecería en su tamaño de niña.

Aquasteed quería quitárselo tan pronto como siempre, y pretendía explicarle el problema de la ropa y la situación antes de hacerla regresar… pero Tiararose había entrado en pánico, así que no tuvo otra opción más que recurrir a ese método.

Era el modo romántico que el espíritu de fuego le había enseñado.

—Debería haberle dado una explicación apropiada, pero podría ser mejor dejarla pensar que regresó por un beso.

Decidiendo que lo mejor sería no explicarle el mecanismo, se bajó de la cama y se vistió.

—Bueno, ahora podré desayunar con Tiara.

Es probable que esta vaya a ser la comida más deliciosa que tendría desde que llegó a Sandrose.

Y eso sería porque estaría comiendo con una feliz Tiararose.

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