Villana mimada por el príncipe vecino – Capítulo 119: Festival de fuego y agua (2)

Traducido por Sharon

Editado por Yonile


Al final del baile de Saravia, el Palacio se llenó de aplausos y chiflidos. El rey de Sandrose se inclinó en las cuatro direcciones, y les agradeció a todos por acceder a participar del festival.

En ese momento, una luz brilló sobre la cabeza de Saravia… y la Salamandra apareció. Al mismo tiempo, Pearl regresó con Tiararose.

Al parecer se habían teletransportado a lugares diferentes.

—Como deseabas, traje a la Salamandra… ¿Qué planeas hacer, Tiararose?

—Muchas gracias, Pearl. Hay un límite a lo que puedo hacer… Si pierdo mi oportunidad ahora, el espíritu regresará a dormir y no habrá lugar para negociaciones.

Por eso Tiararose decidió que tendrían una conversación hasta que no quedara ningún arrepentimiento.

La alarma se esparció entre el público cuando la Salamandra apareció sobre la cabeza del rey.

—¡¿Quién es esa hermosa mujer?! —exclamaron varios.

Saravia había explicado al principio del festival que este era un ritual por el bien de la Salamandra, así que aunque todos los que atendieron estaban conscientes de este hecho, ninguno sabía que existía de verdad.

El espíritu usó una de sus sonrisas coquetas mientras miraba solo a Saravia, sin prestarle atención a nadie más.

—Observé tu baile dedicado a mi… Fue muy hermoso.

—Estoy honrado de recibir tus cumplidos.

Saravia se arrodilló frente a la Salamandra, haciendo que todos se dieran cuenta de la identidad de la hermosa dama. Nadie se esperaba que existiera…

Al mismo tiempo, estaban conmovidos de tener la oportunidad de ver al espíritu en persona.

La Salamandra recibió las aclamaciones del público, y no pudo contener una sonrisa.

Después de eso, descendió de los cielos y caminó hacia Tiararose.

—Tienes algo que decirme, ¿verdad?

—Sí… No creo que quede mucho tiempo, así que por favor discúlpeme por ser tan directa. Te daré mi poder mágico, sin embargo, estaré en problemas si permanezco en esta forma infantil. ¿Podría permitirme llegar a un compromiso?

Tiararose había buscado por la biblioteca, había hablado con Keith y los demás, incluida las personas de Sandrose… pero al final, no tenía ninguna pista. Como la Salamandra tenía que volver a dormir para el final del festival, no tenía más tiempo.

—Por ejemplo… Si te doy mi poder mágico una vez que me haya recuperado, Salamandra.

Tiararose pensó que si podían retrasar el sueño, sería la mejor solución posible, pero el espíritu sacudió su cabeza.

—No, pero… Hmm, si puedes vencerme, reconoceré tu fuerza y aceptaré tu propuesta.

—¿V-Vencerte…?

—Sí. Soy la Salamandra. Como el espíritu del fuego, me gustan las peleas. Entonces, ¿qué vas a hacer? —la desafió.

Desafortunadamente, Tiararose no tenía ninguna experiencia peleando, así que terminaría perdiendo si recurrían a eso. No había manera en que pudiera ganar.

Es imposible para alguien débil como yo.

Su primer instinto fue seguirle el juego, pero no era lo suficientemente tonta como para aceptar un desafío que perdería. No sabía qué hacer, mientras Aquasteed la miraba preocupado a su lado.

Por su parte, él pensaba que lo mejor sería aceptar el desafío por ahora, sin importar cuál podría ser el resultado. Estaba por darle un consejo, cuando ella habló antes de que pudiera hacerlo.

—Como puedes ver, soy débil. Soy mala usando magia, y no puedo usar ningún tipo de arma. ¿Sería divertido para ti pelear conmigo, Salamandra?

—Es cierto, no creo que puedas ganar. Bueno, tampoco es un pasatiempo mío molestar a alguien tan débil, ¿sabes? Hmm… ¿Qué te parece esto? Te atacaré y tú intentarás escapar y defenderte. Si te las arreglas para sobrevivir sin heridas, es tu victoria.

Es obvio quién ganará y quién perderá, pensó la Salamandra con una sonrisa.

Tiararose escuchó su propuesta, razonando que era cierto que ella era mejor con magia defensiva. Sin embargo, no estaba segura de poder protegerse del ataque del espíritu.

¡Bueno, incluso a simple vista es claro que la Salamandra es un enemigo de clase jefe!

En el mundo del juego otome, no le cabía duda de que sería la última en aparecer.

Viendo que era incapaz de responderle, el espíritu desvió la mirada aburrida… y terminó fijando su vista en Aquasteed.

—No importa qué, voy a ganar, así que supongo que puedo quedármelo.

—¡¿Eh?!

La Salamandra miró a Aquasteed, sacando pecho con orgullo, y se acercó a él luciendo seductora.

—No puedes bromear así, Salamandra.

—Hmm, no es cierto. Voy a dormir hoy, ¿así que no sería bueno hacer algo que me permita soñar bien? —dijo, sin detenerse.

Por supuesto, Tiararose nunca estaría de acuerdo con eso.

—¡Salamandra! ¡Aceptaré tu desafío, así que no le pongas una mano encima a sir Aqua!

—Oh, ¿harás tu mejor esfuerzo a pesar de tu tamaño? —dijo ella, como si creyera que Tiararose huiría con la cola entre las patas, y sonrió.

—No vas a retractarte, ¿verdad?

—Por supuesto. Soy la tan estimada Salamandra, no hay manera en que me retracte de lo que he dicho.

Chispas eléctricas parecieron volar entre las dos damas.

Era una pelea por el poder mágico, pero al final, parecía como si el premio fuera Aquasteed.

La persona en cuestión se apresuró a detener todo.

—Tiara, no permitiré eso, así que sé obediente por favor…

—No, sir Aqua. Hay momentos en que una mujer tiene que pelear sin importar qué. Definitivamente ganaré, así que obsérvame.

Con una voluntad que no permitiría rechazo, Tiararose se puso de pie. Se rehusó a escuchar a su esposo y se paró frente a la Salamandra.

En ese momento, Saravia, que también estaba observando la situación, se dio cuenta que estaba sucediendo algo malo y se acercó.

—Salamandra, gatito, no es bueno hacer algo peligroso como eso. Por favor, dejen de pelear.

—Esta niña ya aceptó mi desafío. No hay forma en que vaya a permitir que se retire ahora.

—¡No! Por favor, solo debes llenar tu estómago con mi poder mágico como planeamos. Te devolveré tu poder mágico cuando haga la ofrenda final más tarde. Por favor, regrésale su poder al gatito.

—Imposible. Ya lo dije antes, pero te valoro más que a esta niña.

Por eso esa opción no existía para ella desde el principio.

Saravia chasqueó la lengua. Su irritación comenzó a aparecer siendo que las cosas no estaban saliendo como quería, pero Tiararose lo detuvo.

—Eres el rey, no puedes mostrarte preocupado. Terminarás haciendo que todos se preocupen. Además…

—¿Eh?

—No tengo intenciones de perder —declaró con una sonrisa.

Aquasteed y Saravia suspiraron, sabiendo que no había forma en que podrían detenerla. Pearl era la única que veía lo que pasaba con diversión.

Saravia se acercó a Aquasteed, y ambos observaron a las dos mujeres. Estaban preocupados por el nivel de energía de Tiararose.

—Qué gatito más aterrador… ¿Es posible que gane?

—Para ser honesto, no sé qué tan poderosa es la Salamandra… Creo que es imposible, pero Tiara no es tan irresponsable, así que debe tener algo de energía.

—Una estrategia, ¿huh?

Saravia pensaba que nada podría funcionar ante el poder abrumador del fuego del espíritu. Al mismo tiempo, como no sabía qué es lo que haría Tiararose… podría tener una oportunidad.

Tiararose y la Salamandra se pusieron de pie en el escenario donde Saravia había demostrado su danza antes. Se enfrentaron en los bordes de la plataforma, quizás a treinta metros la una de la otra.

Los invitados que estaban disfrutando del festival comenzaron a sentirse nerviosos sobre lo que sucedería a continuación. El lugar estaba en un silencio absoluto, y todos estaban enfocados en las dos mujeres.

El método para ganar y perder era claro.

Con una distancia de 30 metros, la Salamandra atacaría y Tiararose lo recibiría. Si el ataque resultaba exitoso, el espíritu ganaría. Si la reina vecina lograba no salir herida, sería su victoria.

—Por favor, protege a Tiara si sientes que se volverá peligroso —le pidió Aquasteed a Pearl, que estaba de pie a su lado—. No importa el resultado.

—Te preocupas demasiado. Bueno, solo mira y espera por el resultado.

En ese momento, la Salamandra comenzó su conjuro y atacó. La llama negra cobró la forma de un dragón y se dirigió directamente hacia Tiararose.

El sonido del viento siendo cortado era igual al rugido de un dragón.

—¡No esperé que fuera tan poderosa…! ¡Pearl, Tiara terminará…!

—Hm. Esa llama probablemente perderá ante mi agua.

Al siguiente instante, el dragón negro que parecía a punto de tragarse a Tiararose, desapareció antes de que pudiera hacer contacto.

El espíritu supo de inmediato que se trataba de la otra mujer, y fue incapaz de ocultar su sorpresa cuando sintió el poder mágico desaparecer. No, para ser más precisa, se había evaporado. El dragón de llamas había hecho contacto con una ligera capa de agua que estaba rodeando a Tiararose y desapareció.

—No hay forma de que un fuego como ese pueda afectar a Tiararose, que tiene mi bendición.

—Ya veo. La bendición de la Reina Hada del Mar es maravillosa…

Saravia tragó con fuerza cuando la situación superó su imaginación. Por su parte, Aquasteed sentía alivio desde el fondo de su corazón al ver que estaba a salvo.

—No pensé que podría perder. Parece ser que te subestimé a ti y a la Reina Hada del Mar.

Como había declarado antes, la Salamandra admitió su derrota sin vacilar.

Cuando el resultado de la pelea fue decidido, gotas comenzaron a caer del cielo. ¿Estaba lloviendo a pesar de estar soleado?

En realidad, las gotas se habían formado cuando el poder de la Salamandra y el de Tiararose chocaron entre sí.

—Fuego y agua…

—¿Los símbolos del festival?

—Pensé que había ocurrido algún incidente, pero esto es maravilloso.

—El Festival del Agua y el Fuego es increíble.

Los presentes pensaron que el fuego de la Salamandra y el agua de Tiararose fueron usados para expresar la voluntad del festival.

Es mejor que hayan malentendido, pensó Tiararose con una sonrisa amarga, siendo que esa nunca había sido su intención. O mejor dicho, es una buena cubierta para la pelea.

—Tsk, lo hiciste de nuevo, Tiara.

—¡Keith! Hablando de eso, tú también fuiste a buscar a la Salamandra, ¿no?

—No, le dejé eso a Pearl y comencé con los preparativos.

—¿Preparativos?

Tiararose no sabía de qué estaba hablando y parpadeó varias veces.

—Sería mejor mostrarte que explicarlo. Vamos a teletransportarnos.

—¡Woah!

En lugar de darles una respuesta, Keith usó su magia. De esa forma, Tiararose, Salamandra, Aquasteed, Saravia y Pearl fueron transportados.

—Esto… ¿Es la estatua de la diosa que lleva al templo? —dijo Tiararose al ver en dónde se encontraban. También se dio cuenta de algunos cambios: plantas verdes crecían alrededor de la estatua.

¿Podría ser… la Flor de Tiararose?

Era la flor nacional de Marineforest, que se pensaba que no podría crecer en el duro clima de Sandrose.

¿Por qué?, se preguntó, pero al instante se dio cuenta que era obra de Keith. Solo el Rey Hada del Bosque podría hacer algo así con facilidad.

Aquasteed también estaba sorprendido al ver la escena.

—No puedo decir nada más que debería haberlo esperado.

—¿Qué está sucediendo?

Tiararose y Aquasteed supieron de inmediato la identidad de la flor solo con ver la planta, pero la Salamandra y Saravia que no lo entendían estaban confundidos.

—Déjanos el resto a nosotros.

—¿Pearl?

Se escuchó una gran salpicadura cuando Pearl caminó a la fuente de la estatua. Su vestido brillante flotó sobre el agua cuando se acercó lentamente a ella.

En ese momento, levantó su abanico, y ondas comenzaron a formarse en la superficie líquida con el movimiento del viento. Entonces comenzó a brillar. A continuación, cuando el grupo se preguntó qué iba a hacer, las flores que se habían acumulado debajo de la diosa comenzaron a iluminarse.

—Esto… Pearl disolvió magia en el agua.

—Sí. Denle un vistazo a la semilla, el orgullo de Marineforest, cuando florece —dijo Pearl, y el capullo se abrió para revelar una gran flor rosada.

Sí, era la Flor de Tiararose.

Estaba floreciendo hacia la estatua de la diosa, con sus raíces bajando y extendiéndose hasta llegar al nido de la Salamandra.

La flor envolvió a la diosa con gentileza con su brillo, como si fuera una santa calmando su dolor.

Viendo lo que estaba sucediendo, Saravia tragó saliva con fuerza.

—Así que esta es la Flor de Tiararose, ¿huh? No esperé que pudiera florecer en mi país.

Era tan encantadora, que se acercó a ella sin darse cuenta. Queriendo mirar de cerca, estiró su mano para tocarla, y se dio cuenta de algo.

—Esta flor contiene poder mágico con la misma frecuencia que el gatito, ¿verdad?

—Sí —respondió Keith—. Esta flor nació del poder mágico de Tiararose, por lo que tiene su frecuencia mágica.

—Entonces, vayamos al tema principal. Hey, Salamandra, la raíz de esta flor llegó a tu cama para poder otorgarte poder mágico. ¿Qué te parece si te llenas con eso?

—Ya veo, así que a esto se refería la Reina Hada del Mar… Está bien. Ya perdí de todas formas, aceptaré esta propuesta.

La Salamandra mostró una sonrisa refrescante y se acercó a Tiararose y Aquasteed. Saravia, al darse cuenta, se apresuró a acercarse.

—Como prometí, regresaré el poder mágico que robé. Esperaré a que mi estómago se llene con el poder mágico de esta flor. Es probable que no pueda dormirme de inmediato, pero cuidaré de Sandrose hasta entonces.

—Sí. Gracias por aceptar, Salamandra —le agradeció Tiararose, y el espíritu extendió su mano con una sonrisa.

—En realidad es difícil para mí mostrar mi agradecimiento, así que mejor te lo mostraré, ¿bien?

Tiararose quedó sorprendida por unos momentos al escucharla, pero le dio una sonrisa y asintió. Luego, agarró la mano ofrecida con fuerza y le dio un fuerte apretón.

—¡Por supuesto, Salamandra!

—Gracias, Tiararose. Eres una reina muy noble.

De esta manera, el asunto quedó resuelto. Sin embargo, la Salamandra tenía una propuesta sobre lo que podría suceder en el futuro.

—Aunque puedo recibir el poder mágico de la flor, la cantidad no es suficiente. Por eso, Saravia, ¿podrías darme algo de tu poder mágico cuando tengas el suficiente, o haría que tus hijos lo hagan?

—Sí. Es probable que tarde algo de tiempo, pero te lo prometo.

—Para mí, el tiempo de vida de los humanos es demasiado corto. Estoy dispuesta a esperar por tus hijos, Saravia.

Con Tiararose y los demás como testigos, la Salamandra y Saravia intercambiaron promesas.

Después de eso, el rey de Sandrose prometió vaciar su poder mágico en la fuente para asegurar que la Flor de Tiararose pudiera crecer bien.

—Es mi turno ahora, ¿no?

Por fin puedo regresar a mi forma normal. Quiero volver a ser una adulta tan rápido como pueda. Quiero darle un beso a Aquasteed… Por supuesto, no puedo decir algo así en público.

—Tiararose, tu mano.

—Sí.

Como le pidió, Tiararose extendió su mano, y la Salamandra se arrodilló frente a ella. Entonces, acercó su frente hasta que estuviera tocándola, y le regresó el poder mágico que había robado poco a poco.

El cuerpo de Tiararose reaccionó y comenzó a calentarse. Eso provocó que su cuerpo infantil se sintiera somnoliento.

Aquasteed se acercó y colocó su mano en su espalda cuando la vio adormilarse.

Cuando la Salamandra terminó el trasplante, ella estaba profundamente dormida. Pensó por unos momentos en despertarla, pero dándose cuenta que debía estar agotada por todo lo que había sucedido, decidió dejarla dormir.

—Cuando despierte, el poder mágico restaurado fluirá por su cuerpo y la regresará a su cuerpo adulto, así que puedes relajarte.

—Lo entiendo. Gracias, Salamandra.

—Está bien, soy yo quien está agradecida. Pensar que un hombre tan fino pertenecería a alguien así. Estoy tan celosa… Lamento haber causado problemas. Te diré algo a cambio.

Y entonces, se acercó a susurrarle algo al oído.

—Eso es romántico…

Ahora sí que no podía esperar a que su esposa despertase.

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