Villana mimada por el príncipe vecino – Capítulo 25: Declaración de Guerra

Traducido por Sharon

Editado por Sakuya

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Dentro de la biblioteca del Castillo, hay unos archivos prohibidos que sólo la Familia Real puede ver.

Allí hay cosas como libros sobre Hadas que pasaron de generación en generación por la Familia Real.

—…El Trono del Rey de las Hadas del Bosque, ¿huh?

— ¿Y la Señorita Tiararose está allí?

—Seguramente, sí.

La voz de Aquasteed y Eliot hacía eco en el tranquilo lugar.

Bajo la escalera de caracol que dirigía al sótano hay un cuarto pequeño. Aunque se dice que es donde el bibliotecario descansa, su verdadero propósito es diferente.

Cuando alcanzaron el cuarto, Eliot dejó de caminar detrás de Aquasteed. Él puso su mano en la pared y un Círculo Mágico apareció.

Ya que sólo la Familia Real puede entrar a ese lugar, Eliot permaneció en espera.

—Por favor sea cuidadoso, Príncipe Aqua… Es frustrante cuando no puedo alcanzarlo.

—No puede evitarse porque es la regla. Estaré bien.

Le dio un ligero asentimiento y entró al Archivo Secreto.

El lugar estaba lleno de polvo, probando que había pasado un tiempo largo hasta que alguien entró.

Aquasteed estaba aquí porque así podría recuperar a Tiararose del Rey Hada, Keith.

Ya que sólo libros valiosos se guardaban en el Archivo, no había muchos. Aquasteed tomó con cuidado uno que estaba relacionado con las Hadas desde un estante con bordes dorados.

—…Si fuera bendecido por las Hadas del Bosque podría llegar rápido con su Rey —se dijo Aquasteed.

Hay tres Tronos preparados para las Hadas del Bosque, Mar y Cielo. Y quien se sienta allí es el Rey de las Hadas.

¿Quién pensaría que Tiararose, quien originalmente era de otro Reino, se ganaría el favor del Rey de las Hadas del Bosque? Ni siquiera él se lo esperaba.

Aunque alguien fuera bendecido por las Hadas, nadie se esperaría que pudieran conocer al Rey de las Hadas.

Por esa razón, Aquasteed se sentía impaciente.

No sabía qué haría si Tiararose se ganaba la atención del Rey Hada… No, ella ya lo había hecho, pero había algo que todavía no hizo.

—Aunque las Hadas del Bosque ya bendijeron a Tiara, el Rey Hada no. ¿Podría ser que es cuestión de tiempo antes de que lo haga…?

Las Hadas bendecían a las personas que les gustaban.

Al igual que Tiararose fue bendecida por las Hadas del Bosque, y Aishira por las Hadas del Mar. Sin embargo, uno no se podía ganar la bendición del Rey del Bosque a menos que se ganara su favor.

—… ¡Maldición! ¡¿dónde está?! Debe estar anotado en algún lugar que diga el camino al bosque del Rey Hada en algún lugar.

Estaba apresurado, pero giraba las páginas del libro lentamente. La prisa le hacía sentir impaciente. No obstante, como el libro había estado guardado por mucho tiempo, las páginas eran tan sensibles que podrían deshacerse si lo trataba sin cuidado.

Pensó que debería hacer una copia, pero ahora no tenía tiempo para esas cosas.

—No es raro ver tanta información sobre las Hadas del Mar, pero hay muy pocas de las Hadas del Bosque…

En el pasado no hubo muchos Reyes que fueron favorecidos por el Rey Hada del Bosque, pero debería existir por lo menos uno.

Aquasteed leyó las palabras escritas mientras contenía su frustración.

Y finalmente, encontró lo que buscaba cerca de la última página del libro. Decía que el pasaje hacia el Trono del Rey de las Hadas del Bosque estaba ubicado en alguna parte del Castillo.

— ¿Está en el Castillo…? Sé todos los pasajes secretos, pero no hay ninguno conectado con el Rey de las Hadas…

… ¿Dónde está?

Mientras leía, descubrió que estaba en el cuarto privado de la Reina.

“¿Por qué ahí?” pensó mientras fruncía el ceño. Pero la razón era bastante obvia.

El Rey Hada favorecía a la Reina.

Es desconocido si ese Rey Hada era Keith o el anterior, pero ahora que Aquasteed sabía a dónde ir, sólo tenía una cosa por hacer.

Ir al pasadizo secreto rápidamente y llegar al Trono del Rey Hada.

Se giró rápidamente, listo para correr, pero Keith apareció en su camino.

Todo lo que se reflejó en la vista de Aquasteed era un cabello verde oscuro y un par de ojos que parecían verlo todo.

— ¡Rey Hada!

—…Hey, luces desesperado.

— ¿No es porque secuestraste a mi Princesa?

Apresúrate y regrésala.

Aquasteed miró fijo al Rey Hada, sin preocuparse porque el hombre frente a él era una existencia noble. Aunque, su forma de hablar no cambió.

—Bueno, no planeaba llegar a eso al principio, pero… cambié de idea. Porque, ¿sabes? las Hadas somos bastante caprichosas —dijo mientras se reía, como si Aquasteed no le importara.

No, probablemente era así.

— ¡Por favor deje de bromear! Ella es mi prometida.

—Ahh, no estoy jugando, ¿sabes?

— ¡…!

A Keith seguía sin importarle, incluso cuando Aquasteed contuvo su voz a la fuerza. No sabía si lo decía en serio o era caprichoso.

Sus ojos se entrecerraron cuando lo miró.

—Tendré a Tiara en su lugar.

— ¡Deja de decir tonterías!

La voz de Keith era tranquila, pero tenía una gran presión. Hizo eco a través del Archivo Secreto y, cuando dejó de hablar, se desvaneció con la Magia de Teletransportación.

Aquasteed, olvidando hablar de forma correcta, se acercó a Keith, pero terminó agarrando el aire.

Mordió sus labios frustrado mientras miraba el lugar donde Keith estaba de pie.

♦ ♦ ♦

— ¡Por favor deténgase Su Alteza! La Reina no está presente por asuntos oficiales.

—Esto es una emergencia.

Después de dejar los archivos prohibidos, Aquasteed se apresuró hacia el cuarto privado de la Reina con Eliot, pero desafortunadamente la dueña de la habitación no estaba.

Él debía ir a donde Keith estaba tan pronto como pudiera.

—Ya nos contactamos con Su Majestad.

—Pero Señor Eliot…

Diferente de lo usual, Eliot fue quien dio las explicaciones a los ayudantes en lugar de Aquasteed, que no estaba hablando demasiado.

Sin embargo, ni los sirvientes ni el Caballero que cuidaban del cuarto privado de la Reina lucían convencidos, porque no recibieron ningún aviso oficial.

Dejando eso de lado, Aquasteed es el hijo de la Reina, así que tampoco podían rechazarlo con mucha fuerza.

Él en realidad no había contactado con su madre, la Reina. También era verdad que nadie les dio un aviso oficial a los sirvientes.

No tenía tiempo suficiente para realizar los procedimientos habituales.

—Tomaré responsabilidad por lo que suceda, así que abran la puerta.

—Su Alteza… Entendido.

Aquasteed entró al cuarto cuando el Caballero le abrió la puerta, obedeciendo las órdenes. Por supuesto, su objetivo era llegar al pasaje que iba hacia el Trono del Rey de las Hadas del Bosque.

Detrás de él estaba Eliot, quien murmuró una disculpa antes de alcanzarlo.

—…Me pregunto qué sucede.

—Cierto. No obstante, Su Alteza no haría algo como esto sin una razón. Lo confirmaré con Su Majestad.

Después de que el sirviente y el Caballero consultaron entre sí, uno de ellos dejó el lugar rápidamente para confirmar la situación con la Reina.

Dejaron entrar a Aquasteed a su cuarto sin su permiso. Y aunque no se sintieron bien al hacerlo, todos conocían y se preocupaban por Aquasteed desde hace tiempo.

La Reina y su hijo tenían una relación muy cercana. No era extraño que su madre le invitara a su cuarto para tomar té. Y la forma en que Aquasteed se preocupaba por su madre mostraba que era un buen hijo.

Por ello ninguno pudo rechazarlo.

Es verdad que se sentían ansiosos, pero confiaban en él.

Todo lo que podían hacer era esperar la confirmación de la Reina.

—…Oops, lo lamento, pero necesitamos cerrar la puerta.

—Sin embargo, eso es un poco-

—Perdónanos, pero desafortunadamente no tienen derecho a presenciar lo que hay dentro.

Disculpándose, Eliot cerró la puerta sin pensarlo dos veces.

Ahora sólo quedaban ellos dos dentro del cuarto. Aunque hubieran cometido un error, nadie más debía saber la existencia del pasaje secreto.

Además, era un pasadizo que no estaba pensado para escapar, sino que terminaba con el Rey Hada. Por ello era considerado un secreto de la Familia Real.

—…Lamento los problemas Eliot.

—Para nada. La Señorita Tiararose fue secuestrada por el Rey Hada. No hay nada más importante que eso.

Además, se suponía que Eliot debería estar inspeccionando el mar de Aishira, pero decidieron que no habría problema si lo posponían.

—La Señorita Aishira también estaba preocupada por la Señorita Tiararose.

Aishira estaba extremadamente preocupada por Tiara, que originalmente era de otro Reino.

Especialmente cuando descubrió que las Hadas del Mar la odiaban. Aishira deseaba que Tiararose pudiera vivir feliz con Aquasteed y amar este Reino para siempre…

Eliot recordaba cómo había sonreído cuando dijo que sería realmente feliz sí podían llevarse bien, como si fueran hermanas.

—… ¿Cómo luce?

—De acuerdo al libro, está por aquí…

Aquasteed extendió su mano hacia una pintura hermosa en la pared, localizada al final del cuarto.

Dentro de un hermoso marco estaba la pintura de una flor. Usualmente, a Aquasteed no le habría importado, pero se notaba que la pintura estaba relacionada con las Hadas del Bosque.

Cuando miró el cuadro de cerca, pudo sentir un ligero poder mágico.

—Ya veo, es este… Es una magia bastante vieja y complicada.

—No importa qué, debemos abrirlo.

Aquasteed entrecerró los ojos con una expresión compleja.

Aunque Eliot también sabía de magia, en términos de poder, Aquasteed era superior, así que, el sirviente decidió retroceder y observar.

Sólo rogaba porque Aquasteed pudiera recuperar a Tiararose.