Villana mimada por el príncipe vecino – Capítulo 28: La Fiesta de Cumpleaños

Traducido por Sharon

Editado por Sakuya


Después del caso de Keith, el tiempo que Aquasteed pasa con Tiararose aumentó significativamente, hasta el punto donde Keith no puede encontrar una apertura para verla.

—No hay problema con cuidar de las flores, pero no está bien que ensucies tus manos.

—P-Por favor no te preocupes. Sólo las regaré…

En una banca de un pequeño jardín donde hermosas flores florecían, los dos pasaban su tiempo relajándose.

El asiento fue creado basándose en flores, como signo de las Hadas del Bosque, y aves por las Hadas del Cielo. En medio del jardín había una fuente adorable hecha de corales.

Este lugar era el jardín que Tiararose creó.

Ya que fue bendecida por las Hadas del Bosque, había varios tipos nuevos de flores. Era el jardín más hermoso en el Palacio Real.

Y se volvió una actividad cotidiana que Aquasteed mime a Tiararose allí.

—No te presiones demasiado —dijo mientras ponía un beso en su mano.

Para él, era un desperdicio que sus hermosas manos blancas se ensuciaran por cuidar del jardín.

A Tiararose no le importaba, pero al parecer su futuro esposo tendía a preocuparse.

—Me gustaría decirte lo mismo entonces. Tienes varios callos en tus manos, Aqua.

—Está bien, porque son por sostener la espada. Son como una medalla para mí.

—Lo mismo me pasa a mí. Sabes que cuidar de las plantas es mi medalla, ¿verdad?

—Sí, lo sé. Pero no me gusta.

Tomó las manos de Tiararose, envolviéndolas con las suyas y masajeándolas, disfrutando del tacto. Sus suaves manos, a diferencia de las suyas ásperas, eran muy hermosas.

Aunque Tiararose estaba avergonzada, no mostraba señal de rechazarlo porque, al igual que él, pensaba que Aquasteed estaba actuando de forma adorable.

…Así, un año de un entrenamiento dulce y meloso pasó rápidamente.

♦ ♦ ♦

Una vez que el entrenamiento terminó, la esposa debía regresar a su país de origen para una fiesta de compromiso.

Siguiendo esa práctica, Tiararose regresó a Lapis Lazuli con Aquasteed.

Ver su hogar por primera vez después de un año, la hacía sentirse nostálgica. Esa gran mansión de colores cálidos siempre la observó desde pequeña.

Sin embargo, esta vez, quien la cuidaba ya no era ese hogar sino Aquasteed.

Estoy feliz.

Bajando del carruaje, miró a Aquasteed que estaba de pie a su lado.

— ¿Qué sucede? —preguntó con una sonrisa.

—No es nada. Gracias, Príncipe Aqua.

—Yo soy quien debería decir eso. Tú tomaste mi mano, y no hay nada que me haya hecho más feliz que eso.

Escoltó elegantemente a Tiararose dentro de la Mansión.

Ahí, quienes les dieron la bienvenida eran sus padres. Lágrimas fluyeron de sus ojos, deleitados por encontrarse con su hija después de tanto tiempo, pero sin perder la sonrisa.

—Luces feliz —le dijeron.

Eso hizo que Tiararose derramara más lágrimas de felicidad.

—Déjame escuchar todo lo que te pasó en Marineforest.

—Por supuesto, madre. Por favor, dime también qué sucedió durante el año que no estuve.

—Claro. Vamos a hablar durante toda la noche.

Madre e hija… Entre ellas estaba su padre, el Marqués Clementine, que no podía entrar a la conversación.

Al verlo sostener el pañuelo húmedo por las lágrimas en frustración, Aquasteed decidió apoyarlo.

—Es difícil para un hombre entrometerse en una conversación de mujeres. Si no le importa, me uniré a ti. Trajimos un buen vino como recuerdo.

— ¡Su Alteza! Muchas gracias. Mi hija luce realmente feliz por casarse contigo.

Un movimiento en falso y ella estaría pasando toda su vida casada horriblemente con Hartnight.

El Marqués Clementine todavía no le había perdonado por haber condenado a su hija durante la fiesta de graduación. Aunque decía que estaba bien, dentro suyo nunca llegaría a perdonarlo del todo.

En ese momento, la sirvienta de la Mansión reportó la llegada de alguien.

Nadie sabía que tendrían visitas ese día.

Con la mirada confundida de todos, la sirvienta, lamentando interrumpir la reunión familiar, murmuró los nombres de Akari y Hartnight.

Era natural que el ambiente se tornara amargo.

—Despídelos. —Las violentas palabras del Marqués Clementine, que normalmente no usaba, mostraban cuán enojado estaba.

No obstante, Tiararose lo detuvo.

—Padre, quiero hablar con la Señorita Akari.

—… ¿Qué estás diciendo, Tiara? ¿Has olvidado lo que esa mujer te hizo?

Tiararose murmuró nerviosa que quería hablar con Akari, pero quien estaba en contra, no era sólo su padre, sino también Aquasteed.

No obstante, la única que mostró su furia con claridad fue Philliane.

— ¡¿Qué está pensando, Señorita Tiararose?! ¡Definitivamente no permitiré que eso suceda!

—Además, la fiesta de casamiento es el día después de mañana. Deberías descansar.

—Incluso Su Alteza lo dice.

Hmm, ¿qué debería hacer?

Honestamente, ella no tenía nada de qué hablar con Hartnight pero quería charlar con Akari, quien le dio esa carta antes de partir.

Ella le dijo que no perdiera contra la Heroína de la Secuela, Aishira.

Tiararose se preguntaba cómo le fue durante el último año. Ya que terminó con Hartnight, debe haber estado esforzándose como dijo.

—Está bien, aunque sea sólo con la Señorita Akari, por favor.

—… *Suspiro*. Tiara, realmente tienes un lado obstinado. Me pregunto de quién lo obtuviste.

Padre, ni siquiera dudo que no sea de ti, pensó, pero no lo dijo en voz alta.

Así, el Marqués Clementine que es débil contra su hija accedió contra su voluntad al encuentro entre las dos.

Pero, como condición, le pidió a Aquasteed que la acompañe.

— ¡Maestro!

—Estoy feliz de que estés preocupada por mi hija, pero no puedo hacer nada si la persona misma lo desea. Alguien muéstrele a Su Alteza un cuarto diferente donde pueda esperar.

—…Lo entiendo. Entonces haré los honores.

Philliane se giró y dejó el cuarto de inmediato para guiar a Hartnight.

Alguien en el cuarto tuvo un mal presentimiento, pero nadie se atrevió a decirlo en voz alta.

No puede evitarse porque todos aman a Tiararose.

—Oh, cielos… Bueno, ¿deberíamos ir, entonces?

—Sí. Lamento por pedir algo egoísta, Príncipe Aqua.

—No, amo escuchar tus peticiones egoístas, así que está bien.

—…

Sintiéndose culpable, se disculpó, pero Aquasteed se rio, diciéndole que era bienvenida a hacerlo cuantas veces quisiera. Esto hizo que Tiara bajara la mirada, avergonzada.

Akari la esperaba en el cuarto a donde fue escoltada como lo planearon.

— ¡Señorita Tiara! ¡Largo tiempo sin verla!

¡Está siendo súper amigable!

Tan pronto como vio a Tiararose, Akari sonrió brillantemente.

Ella, además de ser la Heroína de “El Anillo de Lapis Lazuli”, es japonesa.

Un par de ojos negros con un cabello suave del mismo color, bien cuidado. Su cuerpo envuelto en un vestido rosa se inclinó elegantemente cuando hizo una reverencia.

—Ha pasado tiempo. Estoy feliz de ver que estás bien, Señorita Akari.

—En efecto. Estoy esforzándome con Hartnight. ¡Ya que el final ya pasó, se siente como si estuviera jugando un nuevo juego!

Una vez que se sentaron frente a ella, Akari comenzó a hablar con felicidad.

…Pensar que trataría lo sucedido como un nuevo juego Otome… ¡Qué niña más terrible!

Como se esperaba de alguien que clamaba amar los juegos Otome. Tiararose pasó de estar sorprendida a impresionada.

—Esfuérzate —fue lo único que pudo decir con una sonrisa irónica.

En otras palabras, Hartnight se volvió su objetivo de captura.

—Oops. Perdónenme, Señorita Tiara, Príncipe Aqua. Felicidades por su fiesta de Matrimonio. La ceremonia es en un mes, ¿verdad? Por favor sean felices pronto.

—Muchas gracias, Señorita Akari.

—Gracias.

Había un fuego en los ojos de Akari que parecía decir “¡Felicidades! ¡Bien hecho al derrotar a la Heroína!”

Realmente debe haber odiado que Aishira se hubiera llevado a Aquasteed.

— ¿Nada sucedió en este año? ¿Te molestaron? ¡Las Hadas del Mar en particular!

—…Ellas me odian.

—Lo sabía. Por eso te traje esto como regalo de bodas —dijo mientras sacaba un hermoso piercing.

Actualmente, Akari es la Princesa que realiza la Oración Sagrada con sus poderes.

Además, fue ella quien trajo la idea de los piercings a este mundo. Trajo toda una nueva cultura a un mundo donde sólo existían los aretes.

No importa cómo se viera, los piercings de color rosa y azul oscuro representaban a Aquasteed y Tiararose.

Esos accesorios son un amuleto que debe usarse uno por persona. Ya que Akari le puso su Oración Sagrada en ellos, no podían producirse en masa, pero es un producto que muchas personas desean.

—Por eso yo también…

Akari les mostró su oreja mientras hablaba, donde tenía un piercing amarillo. No les costó darse cuenta que era el color de Hartnight.

—Bueno, nuestra relación es un poco tensa todavía, pero recientemente el Príncipe Hartnight está siendo adorable.

Probablemente pensaba en él mientras se reía. Tiararose se sintió encantada al ver que se divertía y era realmente feliz.

Ambos aceptaron los accesorios agradecidos, y Tiararose le comentó a Aquasteed que quería que los usaran.

— ¿Esto? No me importa si eso quieres, pero… Estoy sorprendido de ver que te llevas bien con la Señorita Akari.

—Bueno… Es verdad, tienes razón. Ella me atacó en el pasado.

— ¡Ahora que lo pienso, algo como eso sucedió! Pero, bueno, ahora somos algo así como camaradas para derrotar a la Heroína de la Secuela.

Asintiendo, Akari, que es del tipo de personas que no se preocupa por el pasado, le contó a Aquasteed que ahora ambas se llevaban bien.

Sin embargo, él no podía aceptarlo con tanta facilidad… Aunque esos sentimientos se desvanecieron al ver los hombros de Tiararose temblar por la risa.

— ¿Tiara?

—L-Lo lamento Príncipe Aqua… La Señorita Akari me hizo algo malo en el pasado. No obstante, tú me salvaste.

No respondía la pregunta, pero era todo lo que podía decir.

Y entonces recordó la carta que recibió de Akari antes de partir a Marineforest; las palabras de apoyo que estaban escritas al final, diciéndole que no perdiera contra la Heroína de la Secuela.

Eso la animó. La adorable Aishira estaba junto a Aquasteed a menudo. Por supuesto, no más que Tiararose.

Se hubiera sentido avergonzada si hubiera perdido. Aquasteed, a quien Akari amaba, eligió a Tiararose sobre ella.

Esto hizo que Tiararose pensara que definitivamente elegiría a Aquasteed hasta el final para no perder contra Aishira.

—En serio… Recuerda decirme todo algún día, ¿sí?

—… ¿P-Príncipe Aqua?

—Sé que tienes algo que no puedes decirme. Pero, si lo mantienes en secreto por mucho tiempo… Prepárate, ¿bien?

Los dedos de Aquasteed tocaron ligeramente los labios de ella.

Sus ojos le decían que le revelara sus preocupaciones. Sintiendo miedo por cuan exacta era la predicción de Aquasteed, Tiara estaba segura que más temprano que tarde terminaría diciéndole todo.

—En serio, está bien si ambos están enamorados, ¡pero actúen así fuera de mi presencia!

—L-Lo lamento…

Tiararose se sonrojó cuando se disculpó. Probablemente no quería ver a la persona que le gustaba siendo cercano con otra mujer.

—Pero bueno, no es como si me importara. —Tomando un sorbo de su té, Akari se rio.

Entonces le preguntó a Tiararose si quería ponerse el piercing ahora, y ella accedió con una sonrisa.

En la oreja de Tiararose había un piercing de azul oscuro.

Mientras el rosado estaba en la de Aquasteed.

—Es tan lindo. Gracias, Señorita Akari.

—Se siente extraño.

— ¡Fufu! ¡Eso es porque es el primer accesorio que hice en este mundo!

La orgullosa Akari había mejorado en este año. Al parecer, ella estaba entusiasmada, declarando que disfrutaría de este Juego Otome hasta que muera.

Más tarde, le dio una carta a Tiararose antes de irse a casa.

“¡Será mejor que seas feliz!” eran las palabras que dejó.

♦♦♦

La fiesta de bodas se realizó en la casa de Tiararose.

La Familia Real y Nobles; varias personas se reunieron para darles a los dos, que estaban por casarse, sus bendiciones.

En el momento en que la pálida luz del Sol al atardecer brilló, Aquasteed y Tiararose hicieron su entrada frente a los invitados. Entonces, les dieron una lluvia de flores mientras los felicitaban.

A pesar de sentirse avergonzada, Tiararose rio feliz mientras Aquasteed la escoltaba.

El Marqués Clementine los observaba con cuidado con lágrimas en sus ojos, sintiéndose feliz de que su hija fuera finalmente feliz.

Porque, después de todo, la felicidad de un padre es la felicidad de sus hijos.

Desde otro lugar, Philliane los observaba con lágrimas de alegría hasta el punto en que no podía ver lo que sucedía frente a ella, mientras Elliot la miraba preocupado.

A pesar de que lamentaba mostrarle esa clase de apariencia a Elliot, no pudo evitar derramar lágrimas.

Ella estaba aliviada desde el fondo de su corazón de que Tiararose no se hubiera casado con Hartnight. Hasta el punto en que más lágrimas salían.

En la Fiesta de Bodas, la novia debía darles un juramento a sus padres.

Tiararose debía ir con sus padres y decirles cuán agradecida estaba con ellos por criarla, y que ahora estaba feliz por casarse.

—Padre, Madre, estoy muy feliz. La severidad de Padre mientras me criaba, y los diferentes tipos de experiencia que Madre me dio, hoy se vuelven mi fuerza.

—Sí. Estoy realmente feliz de verte reír de esta forma, Tiara.

—Debes vivir tu vida plenamente, aunque sea en el país vecino.

— ¡Lo haré…!

Aún en su vestido. Tiararose les dio un fuerte abrazo. Sintiendo su calidez, deseó desde lo profundo de su corazón que estas personas que la criaron fueran felices.

Un cálido aplauso hizo eco a través de la Mansión, y así la celebración terminó sin problemas.

6 respuestas a “Villana mimada por el príncipe vecino – Capítulo 28: La Fiesta de Cumpleaños”

  1. Mmm no hay forma de que Akari me agrade… Es decir no solo se trata de mentir y esparcir rumores… La tipa trato de matar a Tiara con un rayo directo a la cabeza!! Eso no hace una persona normal! Asique si fuera Tiara siempre tendría cautela al estar cerca de ella. Por otro lado espero que todo siga bien entre nuestros protagonistas! Se quieren tanto que lo único que espero es el final feliz

  2. no se, yo creo que akari se redimió ya, que airshira (o como se llame) o las hadas trataran de impedir la boda y que los piercings harán algo para evitarlo.

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