Villana sanadora – Capítulo 14

Traducido por Mei

Editado por Nemoné

Corregido por Aurora


—¿Qué estás haciendo, Shiwa? —Luler pregunta entre jadeos.

Regresamos a mi cuarto. Pese a que en la cafetería no hay nadie, sería mejor hacerlo en un lugar que esté fuera de la vista de los demás.

No sé qué pensar al respecto: si sentirme satisfecha con las habilidades de atadura que me enseñó mi padre, o sentirme en peligro debido a que cuando até a Luler a la silla lucía demasiado complacido por lo que estaba haciendo.

¿Cómo pude olvidar que él era de esa manera? ¡Hmph! Parecía normal estos últimos días.

—¿No sabes que prefiero morderte cuando estás sentado y quieto?

—Um… No me moveré.

Cómo se podría mover cuando está atado a una silla.

—Deberías estar más asustado cuando alguien te hace algo como esto ya que es peligroso, ¿entiendes eso?

—Tú no eres peligrosa.

—¡Me refiero a cuando no sea yo quien lo haga!

Su posición como príncipe heredero lo hace enfrentar situaciones peligrosas; su personalidad indiferente me preocupa y su conducta inapropiada, en el mundo exterior, también me intranquiliza sobremanera. ¡Parece que depende de mí arreglar su mal hábito!

—Cierra los ojos —le ordeno.

Cuando los cierra, tiro de la cinta de mi cabello para taparlos. Ya había utilizado este método antes para hacerlo escarmentar, pero fallé de forma miserable. Espero que algún día se asuste como una persona normal. Aunque, si alguien entrara de casualidad al cuarto y viera la escena de una persona siendo atada a una silla con una cinta roja cubriéndole los ojos, de seguro lo malinterpretaría.

—Shiwa.

—¿Qué tal? ¿Aún no te sientes asustado?

Él sacude su cabeza como respuesta. La primera y la segunda vez dieron el mismo resultado. ¿Debería detenerme?

—Tengo hambre —se queja.

—Deberías intentar beber sangre preparada.

—La tuya es mejor —me asegura.

—Lo sé.

¡Pero no podré soportarlo si quiere beber mi sangre, todos los días, de esa manera…! Solo puedo suspirar y lidiar con ello. Nosotros bebemos de la sangre del otro desde que teníamos cinco años. Parece ser que ya es muy tarde para cambiar ese hábito, ¿no creen ustedes? Sin embargo… ¿Qué pasaría si mordiéramos en otro lugar que no fuera nuestro cuello?

De repente tuve ese extraño pensamiento. Tenemos sangre corriendo por todas las partes de nuestro cuerpo; así que, debería servir incluso si él me muerde en otro lugar.

Utilizo mi dedo para trazar su labio inferior. Este se siente suave; iguales a los de una chica. Él titubea un momento; pero, entonces, muerde la punta de mi dedo. La sangre que emana de la herida se encuentra con su lengua cuando él rodea mi dedo para succionarla. Me siento más consciente del acto que cuando muerde mi cuello.

—No es suficiente, Shiwa.

—Deberías rogarme más que eso.

—Quiero más…, por favor.

Sus mejillas tienen una sombra roja sobre ellas. Desde aquí puedo escuchar como su corazón late de forma descontrolada… ¿O tal vez, es mi corazón?

—Si tanto lo quieres, ¿por qué no te liberas de esa cuerda y la tomas de mí? —lo reto.

Me siento sobre mi cama con las piernas cruzadas, en espera. Los vampiros son más poderosos que los humanos, pero no sé si él es lo bastante fuerte como para romper esa cuerda… Parece… ¿excitado?

—¿Realmente me dejarás hacerlo? Tu cuerda se romperá —me cuestiona.

—Entonces no dejes que se rompa. Si puedes liberarte, te dejaré morderme en el lugar que quieras.

Realmente se siente confiado, ¡huh!

Él inclina su cabeza hacia abajo y, en ese momento, su cuerpo se convierte en una sombra con forma de murciélago; desapareciendo y dejando en su lugar, solo la cuerda y la cinta roja. De repente, su cuerpo reaparece frente a mí. ¿¡No había dicho que no podía hacerlo cuando se siente cansado!?

Se arrodilla y levanta un poco mi pierna. Pego un grito de sorpresa cuando lo siento hundir sus colmillos en la parte baja de mi muslo. De prisa, estiro los bordes de mi falda hacia abajo para cubrir mi área expuesta. Es bueno que esta sea bastante larga. Sus ojos rojos me observaban como si fuera un lobo mirando a su presa; mi cuerpo se congela ante la presión de su mirada. Entonces, recuerdo que estoy frente al príncipe de los vampiros, quien también es de un linaje muy poderoso. Su instinto de caza es superior al del resto.

—¿Qué tal? ¿El sabor es de su agrado, Su Alteza? —Mi voz emerge con sarcasmo.

—Suave… y deliciosa —me responde.

Realmente no lo puedo subestimar.

Me mantengo quieta hasta que Luler saca sus colmillos de mi muslo. Cuando me libera, de inmediato me bajo de la cama y me dirijo al armario para coger alguna tela y usarla para atarla alrededor de la marca de la mordida. La herida no demorará en sanar, pero no hay necesidad de que la sangre manche el piso ni mi vestido.

—Shiwa, estoy listo —me informa, al tiempo que desabrocha los botones de su camisa.

—Ya no tengo hambre.

¡Fui mordida por todas partes y espera que esté de humor para morderlo! No pensé que se atrevería a hacer algo como eso, además, mi muslo está comenzando a doler como el infierno. Sin importar cómo lo mire, ¡él es realmente un demonio!

—Pero tendrás hambre —insiste.

—No tengo problemas con eso. Si la necesito, te llamaré más tarde.

Su rostro se apaga. ¿P-Por qué luces triste?

.En su cara inexpresiva, es visible el disgusto. Nos frecuentamos desde que teníamos cinco años, lo que significa que puedo ver con facilidad a través de él.

—Shiwa, esa cinta… ¿Quién te la dio?

—¿Qué?

—Hay otro olor además del tuyo.

Él está hablando de mi cinta, ¿cierto?

No es de extrañar que encuentre un olor nuevo, ya que fue Shio quien me la compró cuando solo tenía cinco años y estábamos en el pueblo. Es muy preciada para mí.

—Shio la compró para mí.

—¿Shio?

—Sí, él. ¿Tendrías algún problema si fuera otra persona quien me dio esto?

—N-No. Es solo…

Él parece dudar sobre algo antes de sacar una pequeña bolsa negra de papel del bolsillo de su camisa y ofrecérmela.

—¿Qué es esto?

—Pensé que debería darte un regalo antes de que comenzara el semestre.

Luego de recibir la bolsa, la abro y saco de ella una cinta negra con una línea ancha de color rojo en el centro y un poco de encaje al final de esta, la cual luce bastante linda.

Esto… Parece ser que acabo de recibir un regalo sorpresa de un niño de diez años. Me sonrojo un poco ante ello.

—Pero no tengo nada para darte —le confieso.

—Ya lo he recibido. No tienes que darme nada.

Así que morderme cuenta como su regalo. ¡Eso significa que le he dado un regalo todos los días, durante estos últimos cinco años!

—¿Quieres que la ate por ti? —Él extiende sus manos para alcanzar el accesorio.

Me siento en el taburete frente a mi cómoda y dejo que ate mi cabello en una coleta. Me miro en el espejo y veo que la enorme cinta combinaba bastante bien con mi cabello rosa.

—Realmente te queda bien —me elogia.

—G-Gracias por tu regalo. —No sé porqué, pero de repente me siento un tanto cohibida.

—¿Estás feliz?

—Un poco.

Pongo los ojos en blanco… ¿Por qué tengo que ser tan terca sobre esto? Solo debería decirle que estoy feliz con su regalo.

—Tu cabello es realmente suave. —Él ignora mi respuesta y acerca su cara para frotarla sobre mi cabello.

¡Mi cabello se volverá un desastre por su culpa! P-Pero lo dejaré hacerlo…; solo por hoy.

♦ ♦ ♦

Nota del autor: ¡Una tsundere localizada por aquí!

Por qué no le dices la verdad si te gusta~~~

¡Ho! Nuestro pequeño Luler sube de nivel tan rápido~~ Esta tía de aquí se desmayará si sigues actuando de esta manera.


Mei
Podría parecer que Shiwa es algo arrogante, pero la verdad es que no es sincera consigo misma… En cuanto a Luler, veo potencial sádico. ( • ̀ω•́ )✧ Es un kuudere muy adorable.

3 respuestas a “Villana sanadora – Capítulo 14”

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