Villana sanadora – Capítulo 16

Ahora mismo, estoy enfrentando un problema…: Mi paz está siendo perturbada, por mi compañera villana.

—¡Finalmente te encontré! ¡Tienes que disculparte por insultarme!

El asunto en el baño la ofendió bastante; por lo cual, ha comenzado a seguirme a todas partes, fastidiándome, por una disculpa.

¡¿Y eso qué?! ¡También tengo orgullo! ¡Aún no hemos ajustado cuentas de cuando me llamó fantasma en el baño! No hay manera de que me disculpe con ella. ¡¡¡No tengo la culpa aquí!!! La he estado evitando por esa razón, pensando que en cualquier momento se aburriría y se detendría, pero subestimé un poco su energía, ya que ha continuado su acoso durante estos dos días.

Su afán de aferrarse al pasado y su personalidad resentida, la hacen perfecta para el papel de villana.

—¡No me ignores!

Haa… Estoy teniendo dolor de cabeza de nuevo.

—¿Qué es? —pregunto. Mi tiempo tomando el desayuno en la cafetería es interrumpido, una vez más, por su grito.

Es bueno que la mayoría de los demonios nos levantemos tarde por la mañana, ya que no quiero que ella cause una conmoción.

—¡Tienes que arrodillarte y disculparte conmigo!

—¿Qué pasa si no quiero?

—¡¿Qué?! ¡No sabes que yo soy…!

—Eres la princesa del Reino de los Zorros. Has dicho eso más de tres veces en el día. Creo que ya todos en este recinto lo saben. —Ruedo los ojos y suspiro. De seguro no se imagina lo mucho que he sufrido durante estos dos días—. ¡No, voy, a, disculparme, contigo! —enfatizo cada palabra para hacerle entender mi intención. Espero que ello pueda penetrar en su duro cráneo.

—¡¡¡Tú, eres…!!!

—Estamos en la escuela ahora, así que todos somos iguales a los demás. Tal cosa como el rango o el estatus no se aplican aquí y…

—¿Qué?

—Este no es tu clan, así que espero que sepas lo que quiero decir.

—Eso es…

Sus ojos brillantes me miran llenos de curiosidad.

—Incluso si logras que me rinda, ¿qué ganarás al final?

—¡Es cierto! ¡Yo tampoco lo sé, pero tienes que disculparte conmigo!

Así que…, estoy teniendo un dolor de cabeza por una persona que ni siquiera sabe el propósito de lo que está haciendo. Al parecer, es solo una cabeza hueca.

—Realmente estoy preocupada por el futuro de tu clan.

Exhalo despacio, me levanto y llevo mi plato a la sección de lavado. Apenas comí la mitad de lo que había pedido, ya que ella me hizo perder todo el apetito.

—¡E-Espera! ¡Estás escapando de mí de nuevo!

—Estoy cansada de discutir contigo. Te veré más tarde, y no me sigas esta vez.

—¡¡Ha!! ¡Quién seguiría a alguien como tú!

—Uhm…

Ondeo mi mano haciendo un gesto de despedida y me doy la vuelta para dirigirme a mi habitación.

¿Ahhh…? ¿Ella me está persiguiendo otra vez? ¿Por qué me está siguiendo de nuevo? Aquí el piso no es de hierba ni hay árboles donde esconderse e, incluso si camina de puntillas puedo saber que está cerca de mí.

¡Qué fastidio!

Estoy llegando a mi habitación, cuando la puerta al lado se abre. De ella sale un adormecido Luler.

—Luler, ¡al menos, lávate la cara antes de salir de tu habitación! —lo regaño.

—Tengo hambre, Shiwa.

—¡¿Qué…?!

Tira de mi brazo y me mete a su cuarto. La puerta se cierra haciendo un gran ruido.

—¿Puedo morderte?

—¡No! ¡Ve a lavar tu cara y cepilla tus dientes primero! Sino, entonces no esperes que te deje morderme.

Uso mi mano para tapar mi cuello. De alguna manera, puedo vislumbrar qué vampiro tan aterrador será en el futuro. Bueno, al menos es un chico obediente que no protesta y hace todo lo que le digo.

Me siento sobre su cama y espero por él observando el entorno.

Su cuarto es más ordenado y limpio de lo que esperé; incluso organiza su armario por colores. Para ser un chico… es bastante meticuloso.

—Terminé, Shiwa.

Sale del baño vistiendo una camiseta negra y unos pantalones negros. Al ser un personaje capturable, ¿tiene que verse tan atractivo desde la infancia?

Sus colmillos muerden mi cuello con cuidado. Intento suprimir mi voz, pero todavía continúo sintiendo un poco de dolor; aunque, este desaparece rápido debido a que ya estoy más acostumbrada.

—Tu sangre es muy deliciosa —comenta Luler.

—Si estás satisfecho, entonces retira tus colmillos, ¡ya!

—Shiwa.

—¿Qué? —De inmediato utilizo mi pañuelo y tapo la herida para absorber la sangre de mi cuello.

—Creo… que quiero que tengas esto.

Él toma un objeto de su mesa de noche y me lo muestra.

¿Es una… llave?

—¿Para qué es eso? —pregunto, inquisitiva.

—Mi llave de repuesto. —La coloca en mi mano.

—¡¿Qué?! ¿Por qué me la das?

—Puedes venir a mi cuarto cuando quieras.

—¡I-Idiota! ¿Sabes el significado de eso?

—¿Significado? —Me regala una mirada inocente sin comprender mis palabras.

Considero decirle el significado oculto de sus actos, pero cambio de idea. ¡Solo tiene diez años! ¡No debería poner ideas en su cabeza!

Debo calmarme…

—Entonces, me quedaré con ella solo en caso de que olvides tu llave un día.

—Um… Shiwa

—¿Ahora, qué? —Sus brazos rodean mis hombros haciéndome caer sobre la cama junto a él—. ¡¡Luler!!

—Vamos a dormir. Todavía me siento somnoliento.

Entonces él cierra sus ojos… para ir hacia el mundo de los sueños.

¡¿Eh?! !Qué descarado! ¡¡Jamás estuve de acuerdo en dormir con él, aquí!!

Cuando me volteo, me doy cuenta de que su cara dormida está muy cerca de la mía… ¿Por qué me siento avergonzada cuando se trata solo de un niño de diez años? ¡Qué absurdo de mi parte! ¿Solo es dormir juntos? Puedo hacer algo como eso sin problemas.

Mantengo los ojos cerrados, no queriendo mirar a ningún lado. A causa de esta silenciosa atmósfera, no consigo identificar de quién es el latido acelerado que resuena con fuerza.

¿Será el mío, o el de Luler?

♦ ♦ ♦

Hoy es el inicio del semestre. No pude dormir bien anoche, así que luzco un poco desgastada.

Luler y yo tomamos el desayuno juntos; así que nos dirigimos juntos también, hacia la pizarra de anuncios para comprobar nuestras aulas. Notando lo mal que me veía y, creyendo que me sentía nerviosa al iniciar las clases en un ambiente extraño, sostuvo mi mano todo el camino.

¡Ja! ¡Esto es un pedazo de pastel para mí, quien ha pasado por muchos exámenes antes! Comparado con eso, esto es pan comido. Aunque, es una lástima que quedáramos en diferentes aulas.

En el primer semestre somos ubicados de forma aleatoria en cinco grupos diferentes. Cada aula tiene veinticinco estudiantes. Yo quedé en la clase tres y Luler en la uno.

—Debes comportarte, Luler —le advierto antes de dar un paso dentro de mi salón.

Debido a su personalidad, sería bueno si no causara ningún problema.

—Shiwa… La hora del almuerzo.

—Lo sé. Te esperaré frente a mi aula.

Lo veo marcharse. De repente, me siento como una hermana mayor que envía a su hermano menor a la escuela por primera vez.

En cuanto entro, elijo un asiento cercano a la ventana. No me sentiré incómoda aquí por el viento que pasa a través de este lugar.

Una pequeña mano golpea mi mesa en el momento en que mi trasero toca la silla.

—¡¡¡Tú, de nuevo!!!

¡¿Es, en serio?! ¿Los problemas ya me están buscando otra vez?

Miro hacia arriba para ver a la pequeña problemática de cabello rojo brillante y un par de orejas de zorro color blanco, con rostro inexpresivo.

—¿Qué es, ahora? —pregunto.

—¡V-Ven afuera conmigo! ¡Ahora mismo!

—¿Qué pasa si no quiero?

—¡Ahora mismo!

Me sujeta del brazo con un agarre firme, me levanta de mi asiento y me obliga a salir fuera del salón con dirección a, quién sabe dónde.

¡Esta chica! ¡No puede arrastrar a las personas así, sin más! ¡¡Será mejor que me suelte, ahora!!

---