Villana sanadora – Capítulo 26

Traducido por Mei

Editado por Nemoné

Corregido por Aurora Blue


Le di una píldora de sangre, pero todavía luce pálido. ¿Estará hambriento de mi sangre? No. Si tuviera hambre, hubiera mordido mi cuello sin esperar mi consentimiento…

Desearía que el doctor se apresurara. No tengo ningún equipamiento conmigo ni conocimiento que pueda utilizar en una situación como esta, así que no me atrevo a hacer nada. No quiero que su condición empeore por mi culpa.

—Shiwa…

La condición de Luler no parece mejorar. Me siento en el borde de mi cama para observar su rostro.

—¡¿Estás bien?! ¡¿Sientes dolor en alguna parte?!

—Duele.

—¡¿Dónde sientes dolor?! —inquiero preocupada.

—Justo aquí…

Agarra mi mano y la coloca sobre su pecho. Apenas puedo sentir los latidos de su corazón.

—¡Tienes que morderme…! Tal vez de esa manera, te sentirás mejor —sugiero.

—Shiwa, no tengo hambre.

—Ayudará a que tu sangre…

—Shiwa, estoy bien.

—¡¡No te atrevas a decir eso cuando estás en esta condición!! ¡¿Qué parte de ti está bien?! ¡¿Por qué viniste aquí en ese estado?!

—Quería verte… —responde con su tono calmado de siempre.

—Ya te dije que…

—No sé cuánto tiempo me queda —me interrumpe—, pero sé que, hasta que ese día llegue, solo quiero estar cerca de ti. Entonces, no me arrepentiré de nada…

Abofeteo su mejilla derecha. Luler amplía los ojos por lo repentino del golpe. Ahora mismo mi cara debe parecer extraña. Me invaden un montón de emociones que no puedo controlar: furia, impotencia, tristeza… ¿Por qué tuvo que decir algo como eso?

—¡¡No digas cosas como esas!! —lo regaño.

—Shiwa…

—¡¿Sabes cuánto tiempo he gastado cuidando tu salud para que puedas vivir con normalidad?! ¡¿Quieres desperdiciar todo mi esfuerzo?! ¡¿Eh?!

—No… Yo…

—¡¿Sabes lo preciosa que es una vida?! ¡¿Alguna vez has muerto?! ¡Si ese momento llegara, seguirás pensando que hay muchas cosas que todavía no has hecho! ¡¡Aún no has cumplido tu sueño!! ¡¿Sabes que las vidas son muy valiosas?!

Dejó salir todas mis emociones y continúo despotricando. No solo por él; sino por mí. No puedo evitar recordar mi yo pasado. ¡No debí haber muerto! Intento pensar que, de todos modos, no podría haber cambiado nada, que era mi destino… Estoy satisfecha con mi vida actual; pero, aun así, todavía me duele no haber tenido la oportunidad de despedirme de mi familia, de mis amigos, de todos mis parientes, y…

—¡No hay nada con el valor suficiente para intercambiar por una vida! Por lo que…, si tu desapareces habrá muchas personas que se sentirán tristes. Eso… me incluye a mí.

—¿Shiwa…? —Luler estira su mano y toca mi mejilla—. ¿Shiwa, por qué estás llorando?

—No… Solo tengo polvo en los ojos —respondo avergonzada y restriego mis ojos. Ni siquiera sabía que mis lágrimas habían comenzado a fluir.

Intento parecer despreocupada, pero Luler no cree mi excusa. Es lo bastante inteligente como para recordar que me gusta mantener mi habitación demasiado limpia; así que, de ninguna manera podría haber polvo aquí.

¡Pero no aceptaré que acabo de llorar delante de él! ¡Mi orgullo está en juego!

—Lo siento…

—¿Qué?

—Hice que estuvieras triste. —La preocupación es evidente en su rostro.

—No estoy triste —afirmo.

—No volveré a decir algo como eso. ¡Lo prometo!

—¡Ya te dije que no estoy…! —Mi cuerpo es jalado y cae sobre el de Luler—. ¡¿Estás intentando provocarme?! —lo regaño.

—Puedes darme un castigo.

—¡Ehhh! ¡De ninguna manera!

—Si no estás enojada, entonces quiero permanecer así por un rato.

Cuando termina de decir eso, me abraza con fuerza. ¡Oye, ¿tu condición no estaba en un punto crítico hace un momento?! ¿Cómo es que ahora estás bien e incluso puedes abrazarme sin problemas? ¿No me digas que tu enfermedad depende de tu estado de ánimo? Hmm…, si eso es así, ¿me estabas mintiendo?

¡Como sea! ¡No importa! No puedo rechazarlo cuando está haciendo una cara feliz.

♦ ♦ ♦

Han pasado cuatro días desde aquel incidente. Luler tuvo que permanecer en el palacio para que su doctor vigilara su condición.

Mi sirvienta, Sera, tiene una agilidad muy elevada; así que, llegó a tiempo para traer al médico personal del príncipe a mi casa. Casi fui etiquetada como una violadora que se aprovecha de una persona enferma, luego de que al llegar fui sorprendida recostada sobre el cuerpo de Luler. Fue bueno que él insistiera en que todo había sido su petición; de esa manera, pude salir de aquella situación con mi reputación intacta.

Por otro lado, hace unos días envié una muestra del champú, del acondicionador y la espuma limpiadora a Akane. Ella apareció por mi casa hoy, pidiendo más de todo aquello.

—¡Te lo ruego! ¡¿Puedes darme más de esto?!

Vino con sus guardias, pero les ordenó que esperaran en la sala para que pudiéramos conversar con tranquilidad en mi cuarto. Es incómodo tenerlos siguiéndonos a todas partes.

—Puedo hacerlo, pero… ¡¿Ya lo utilizaste todo?! ¡Solo han pasado cuatro días!

—No lo hice. Son mi madre y mi tía quienes también quieren de esto ¡Te lo ruego! ¡No importa cuánto cueste!

Su demanda supera mis predicciones. Fue bueno que hiciera muchos de aquellos productos durante estos cuatro días. Fue una buena idea también comenzar mi negocio en el Reino de los zorros.

—Puedo hacer más de estos, si es lo que quieres, pero tengo una condición…

—¿Una condición?

—Sí. Quiero que promociones estos productos en tu círculo de nobles.

—Ah… No creo que se escape de las manos de mi madre y mi tía.

—No tienes de qué preocuparte, pronto recibirán una botella grande de cada uno. Quiero que mis productos sean bien conocidos entre aquellos nobles. Tendrás que traerme todo el dinero de la venta de estos artículos.

—Ah… ¿Quieres vender esto? ¿Por qué? ¿Tu casa no es lo bastante rica?

—Quiero que sea por mi propio esfuerzo.

—Oh. ¡Si es así! ¡Déjamelo a mí! —Sus orejas se sacuden al encontrarse emocionada. Noto que su cola y orejas se ven más suaves. Su piel también está más brillante que antes. Debe de estar utilizando mis productos con frecuencia; no es de extrañar que le gusten tanto.

—¿También lo usaste en tu cola? ¿Puedo pedir tu opinión sobre el producto?

—¡Es increíble! Mi cabello y mi cola lucen mucho más hermosos que antes. Todos me preguntan constantemente cómo lo hice, pero…

—¿Pero?

—Teo parecía molesto. Aún le gusta tocar mis orejas sin mi permiso. Me canso de decirle que deje de hacerlo, pero no hace caso… En fin. terminé dándome por vencida; así que, lo dejo hacer lo que quiera.

—Hmm… ¿Dónde está él ahora? —pregunto, extrañada de no verla junto a su malhumorado novio.

—Está con Luler en el palacio. También tengo que ir allá… ¡Oh! ¿Por qué no vienes conmigo? —sugiere, con algo de emoción en su rostro.

—¿Qué?

—Luler estará feliz de ver tu cara.

Pensando en ello, hace tiempo que no voy al palacio. Luler es quien siempre me visita. Aunque, estamos hablando del palacio. ¡No es un lugar al que todos puedan ir y venir como les plazca!

Asiento en acuerdo y me cambio a una ropa más apropiada para entrar en aquel lugar..

Una vez llegamos al palacio, el guardia de Akane nos sigue cargando todos mis productos. Me siento mal por terminar utilizándolo como mi lacayo, pero ella me tranquiliza diciendo que solo cumple con su deber. El personal del palacio nos da una bienvenida y nos guían donde se encuentra Luler. Al ingresar a la habitación, lo encuentro junto a Teo charlando en una pequeña mesa ubicada en medio del cuarto.

Esta es la primera vez que entro a su dormitorio en el palacio. Las paredes de este son blancas, su cama la cubre una colcha dorada y el suelo es de mármol. Es más brillante de lo que esperaba. También, su habitación es más grande que la mía.

—También viniste, ¿huh?

—¿Por qué…? ¿Te parece extraño?

—No…

¿Por qué le gusta decir todo con un significado oculto?

—Shiwa…

—¿Cómo está tu cuerpo? —Camino hacia él. Su condición parece estar mejor.

Teo se levanta, luego de saludarme y se va de la habitación llevándose a Akane con él. No alcanzo a escuchar bien lo que van murmurando, pero no es difícil de adivinar de qué se trata.

—Es la primera vez que vienes aquí. —comenta Luler.

—Pensé que serías lo bastante terco como para ir a mi casa pese a tu condición, así que preferí venir yo.

—¿Vas a venir a menudo? —pregunta esperanzado.

—Haré lo que pueda.

—Martes, jueves y sábado.

—¿Huh?

—Entonces, yo iré a verte los lunes, miércoles, viernes y domingo.

—¡Entonces, estaríamos juntos todos los días!

—Sí, todos los días.

—¡¡De ninguna manera!! ¡También tengo asuntos que atender!

—Entonces, iré a tu casa cuando no puedas venir aquí —decide.

—¿Me estás amenazando?

—No…

¡Oh…! Hizo una pausa antes de responder mi pregunta. Parece que no lo he castigado mucho el último tiempo; por lo que, se volvió de esta manera, ¿ah?

—Luler! ¡Arrodíllate! —Él se sobresalta y se baja de su silla para arrodillarse frente a mí—. Me dijiste que podía castigarte si me enojaba, ¿cierto? Ahora, estoy empezando a enojarme. ¿Estás listo para recibir tu castigo?

—¡S-Sí…! —Sus mejillas se sonrojan.

Tal vez él no es el único que se volvió adicto a esto… Yo también me volví adicta a castigar.

Nemone
Luler es un M muy tierno. Cuando dijo lo de los días para que se visiten el uno al otro, AWWW (≧◡≦) ♡

5 respuestas a “Villana sanadora – Capítulo 26”

  1. Hola, ando algo confundida, apenas hoy comencé a llegar esta novela, aquí está hasta el capítulo 26, fui a la revista y en la edición 23 están los capítulos del 18 al 19 y en la edición 24 están del 48 al 49 ¿Dónde está lo demás?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido