Villana sanadora – Capítulo 40

Traducido por Mei

Editado por Nemoné

Corregido por Aurora Blue


Me siento aliviada luego de saber que Bella está a salvo y junto a Lookz. Supe de eso cuando voy a visitarlos después de las clases de la tarde. Ella no tiene ninguna ropa para cambiarse así que le presto de las mías; sus ropas están empapadas.

Aunque, lo que me causa más curiosidad es por qué sus ropas se empaparon de esa manera.

Ellos solo tienen trece años, no podrían haber estado haciendo algo indebido, ¿cierto…? Debo de estar pensando demasiado.

—Puedes descansar aquí. Le diré a Luler que informe a su profesor sobre tu ausencia.

—Um… —Lookz responde con un asentimiento.

—De acuerdo, cuida bien de ella —le recomiendo—. Tengo que irme ahora.

—Muchas gracias, Shiwa.

Ondeo mi mano mientras me alejo para hacerle saber que acepto su gratitud. Esos dos se están saltando mucho las clases, pero está bien mientras resuelvan sus problemas.

Me quedan nada más cinco minutos para regresar a mi salón y llamar a Luler; por lo que… ¡Debería apresurarme!

♦️ ♦️ ♦️

Cuando vuelvo al salón, Akane aún no se ha levantado… Me pregunto si debería llevarla a la enfermería. Al final, ella se despierta justo a tiempo para comenzar la clase, así que no hubo necesidad. Estudiamos hasta que termina la escuela. Al terminar, Akane se retira de inmediato a su habitación porque se siente cansada. Eso me deja a mí para cenar sola con Luler… Algo que no hacíamos hace mucho tiempo.

Había planeado comer algo ligero, pero como no le quedan ensaladas, en su lugar elijo un plato de pescado frito.

—Shiwa…—Luler llama mi atención en cuanto me siento frente a él.

—Hm, ¿qué?

—No hemos comido de esta manera por algún tiempo —señala, llegando a la misma conclusión que yo, minutos antes.

—Es cierto —coincido con él.

—¿Hoy vendrás a dormir en mi habitación?

—¿Quieres algo?

—N-No.

Su actitud me parece sospechosa. De todas maneras, siempre dormimos juntos, así que no veo razón para negarme.

—Entonces, esta noche iré a tu habitación Luler.

No importa de quien fuera la habitación. El punto principal era… ¿Cuándo me había acostumbrado a este horario de sueño?

—Um… ¿Realmente vendrás esta noche a mi habitación?

—Quiero preparar un ingrediente para mi crema, así que iré.

—¿Crema?

—Servirá para nutrir la piel de la cara.

—Suena interesante.

—Lo es.

En la habitación de Luler hablamos sobre varios temas hasta entrada la noche. Me había empezado a sentir demasiado cómoda junto a él… Digo, somos un chico y una chica; no deberíamos dormir juntos tan seguido. Parecemos… una pareja casada.

¡¡No!! ¡No debería ser así!

Hay que tener en cuenta que solo tengo trece años en este mundo; ambos, tenemos solo trece años. Aunque viví hasta los veinte años en mi vida anterior, eso no justifica que me sienta tan relajada con esta situación.

Aunque, estamos comprometidos, no debería ser extraño el dormir juntos… No es para nada extraño. He dicho: ¡No es para nada extraño!

Luler aún es inocente sobre el asunto concerniente a las diferencias de género. Los niños pueden sentirse solos en ocasiones y necesitan de consuelo; no es algo extraño. Solo estoy durmiendo con él para aliviar su soledad.

De todos modos, ¡¿por qué tengo una pelea conmigo misma?!

Debería calmarme.

Luego de terminar de preparar las cosas en mi taller, tomo un baño y regreso a dormir en la habitación de Luler. Él es de los chicos que se toman un tiempo largo en el baño si no están apurados; por lo que me dedico a leer un libro en su cama mientras espero a que termine.

El sonido de la puerta abriéndose me saca de la lectura. —Shiwa, ya estabas aquí… —Luler sale del cuarto de baño vistiendo un pijama.

—Volví hace un rato.

—¿Qué estás leyendo?

—El libro que estaba en la cabecera de tu cama.

Se mete dentro de las sábanas y envuelve sus brazos alrededor de mi cintura, apretándome contra él.

—Me siento incómoda, Luler.

—Shiwa es tan suave.

—Te dije que estoy incómoda.

— ¿Puedo abrazarte?

—No.

—Tú fuiste la que me abrazó fuertemente anoche. ¿Por qué yo no puedo hacerlo?

—Entiendo… Bien… Aunque, tienes que controlar tu fuerza.

—Uhm…

Relaja su agarre sobre mí y sus ojos se cierran poco a poco. Puedo escuchar el sonido de su acompasada respiración, minutos después. Él en realidad se duerme con demasiada facilidad; incluso, ni siquiera había apagado la luz. Me muevo de su agarre intentando no despertarlo y apago la luz de la lámpara.

Al parecer, no está del todo dormido, ya que gira su brazo y lo aprieta alrededor de mi cuerpo. Se siente extraño, pero en el buen sentido.

Miro su rostro dormido y no puedo evitar que mi corazón lata de prisa… Es solo un niño ¿pero por qué tiene que ser tan apuesto? ¿Es porqué es un personaje capturable? Dios es demasiado injusto.

—Umm… —Luler suelta un quejido y se acurruca contra mí, haciendo que estemos muy cerca el uno del otro.

Está durmiendo, ¿cierto? Esta situación no es nada buena para mi corazón…

Me volteo hacia el otro lado porque no creo que pueda dormir si tengo que mirar su cara toda la noche. Cuando cierro los ojos, siento como si fuera llevada a otro lugar.

Este lugar… ¡Es el más allá!

¡¿Por qué estoy aquí de nuevo?! Miro alrededor y me doy cuenta de que estoy sentada en la misma silla en la que jugué ajedrez con Hades… ¡¿Fue obra suya otra vez?!

El culpable también actúa como si nada pasara. Está observando el estanque en estos momentos.

—¡¡Esto es demasiado, Hades!! ¡¡Deja de arrastrarme a este sitio!!

—¿Q-Qué?

Él se sorprende y ladea el rostro para verme; la confusión está impresa en sus ojos.

Su rostro luce igual al de Hades, pero puedo notar por su aura que no se trata de él. Sus rostros son similares, tiene sus mismos ojos negros, pero este nuevo dios tiene el cabello a la altura de los hombros.

—Si buscas a mi padre, no está aquí —me informa.

—¿P-Padre?

—Mi nombre es Metis, soy el hijo de Hades.

¡¡¿El hijo de Hades?!!


Nemone
Hm. Así que Metis es la bendición de Hades, interesante.

2 respuestas a “Villana sanadora – Capítulo 40”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido