Villana sanadora – Capítulo 79: El pasado de Hades (3)

Traducido por Den

Editado por Nemoné


Sabía que lo que hizo estaba mal. Robar un alma, a la que todavía no había llegado su tiempo para ir al Inframundo, fue un error fatal que nadie debería cometer. Fue un error resistirse al destino. Incluso los dioses no podían ir en contra de esta ley. Nadie podía ir en contra…

Soi se despertó en este mundo sin sus recuerdos del pasado. Tanto los recuerdos de su familia como sus amigos, no podía recordar nada sobre ellos.

Hades le había dado nuevos recuerdos y también creó un recuerdo con ella como su esposa. Tal vez fue por su codicia que su apariencia era como la de Soi, ya fuera su sonrisa o su comportamiento.

Todo era de Soi, pero no era Soi al mismo tiempo.

Sin embargo, todavía seguía creyendo que era Soi, su Soi.

En el fondo de su corazón, todavía se sentía culpable hacia August, pero August fue quien se la confió. Tenía que cuidarla con sumo cuidado en el nombre del hombre que ya no estaba aquí.

Incluso si no era diferente de robar, no se arrepentiría de algo que ya había hecho.

— ¡Hades, mira aquí!

En medio de la noche, una luz brillaba desde la luna sobre las flores de loto en el estanque. Soi y Hades habían pasado su tiempo juntos en el pabellón. Se quedó de pie al borde del estanque mientras miraba un grupo de luciérnagas que volaban a su alrededor con su brillante luz azul. Permanecieron en un pétalo de la flor de loto y revolotearon alrededor de esa zona.

— ¿Luciérnagas? ¿Por qué quieres que las vea? —Se acercó a ella y miró lo que señalaba.

— ¿No crees que es hermoso? Deberías intentar ser una persona de mente abierta y disfrutar de estas hermosas vistas.

—Sólo son luciérnagas.

—Qué persona de mente estrecha.

—Muy bien, es hermoso.

Al final, sólo podía seguir con lo que ella quería. Soi suspiró un poco y sonrió suavemente. Incluso la escena no se veía hermosa en sus ojos, pero ella quería que se relajara un poco de su trabajo. Eso era suficiente para ella.

—Hace buen tiempo hoy, ¿no? —Miró a algún lugar en la distancia. El horizonte aquí era completamente oscuro, pero el tiempo era bueno ya que soplaba una ráfaga de viento. Eso era lo que hacía que este lugar fuera cómodo.

—Umm, pero quiero volver a dormir. ¿Quieres ir a dormir ahora?

— ¿Tienes sueño? Está bien, vamos.

—Me refiero a la actividad que marido y mujer siempre hacen en la noche.

Hades se sorprendió, la levantó y la cargó al estilo princesa sin esperar a que dijera algo más. La llevó a su habitación.

No importa cuánto haya tratado de amarla, no importa cuántas veces le dijera que lo amaba, el hilo rojo no los unirá.

Pasó el tiempo y Soi quedó embarazada. Su carácter tenía altibajos ya que estaba en la etapa final de su embarazo. Parecía normal que fuera así. Tenía poco tiempo para trabajar, ya que tenía que cuidar de ella, pero eso no le molestaba ni nada.

Un día, nació su hijo.

Soi lo llamó “Methyst”. Era de “Amatista” ya que este cristal representaba la sinceridad.

El tiempo que pasaba con su familia parecía bastante simple y hermoso, hasta que…

Methyst tenía cinco años. Le gustaba pasar más tiempo con su madre más que con su padre. El niño inocente llevó a su madre a la sala del tesoro de su padre. Incluso Soi no había entrado en esta habitación ni una sola vez, entonces ¿por qué su hijo conocía de la existencia de esta habitación?

Estaba llena de curiosidad y estaba preocupada por su hijo. Decidió seguirlo a la habitación.

— ¡Madre! Esto… ¡Esto puede brillar! —Methyst tocó a su madre y señaló una calavera negra en un armario de vidrio.

—O-Oh… Creo que es bonito…

¿No parecía demasiado aterrador para un niño? 

Pensó para sí misma mientras miraba la calavera. Los ojos también brillaban con una luz azul.

A-Además, podía moverse. Esto es demasiado espeluznante. 

—Este lugar tiene muchas cosas interesante, madre.

—Es bueno que te diviertas, pero tu padre se enfadará si se entera de que venimos aquí sin su permiso. ¿Lo entiendes? —Incluso los ojos de su hijo estaban llenos de curiosidad, tenían que salir de esta habitación antes de que Hades lo supiera. Si Hades lo sabía, seguramente el hombre de mente estrecha la regañaría.

—Sí, madre.

Solo quería divertirse con su madre, pero sería malo si su padre lo supiera. Por eso estuvo de acuerdo con su madre y disminuyó parte su curiosidad.

Sin embargo, fue ese momento en que algo le llamó la atención.

Parecían tijeras… Tijeras misteriosas.

Eso parecía llamarla. Parecía que estaba llorando, pero sólo eran tijeras. ¿Cómo podía saber si estaban llorando?

Te robó, pequeña

Esas eran las palabras que el colega de Hades le dijo hace mucho tiempo.

¿Por qué de repente recordaba eso ahora? 

Su curiosidad la iba a matar. Inconscientemente extendió la mano hacia las tijeras. Abrió el estuche y las agarró.

— ¡¡Ahh!!

— ¡¡Madre!!

Una tristeza, un corazón roto… Muchos sentimientos se precipitaron dentro de su cabeza haciendo que le doliera.

Methyst vio a su madre coger esas tijeras, y de repente comenzó a gritar de dolor. ¡No sabía qué hacer! ¡¿Esas tijeras hirieron a su madre?! Solo podía pensar en destruir eso en ese momento, así que intentó sacarla de la mano de Soi.

Sin embargo, la tijera inesperadamente se rompió en dos.

— ¡¡Soi!!

Hades, que escuchó el grito de su esposa, corrió hasta este lugar a toda prisa. Cuando llegó a la habitación, la vio tumbada en el suelo con Methyst llorando mientras trataba de despertar a su madre.

— ¡¡Madre!! ¡¡Madre!! —gritaba mientras sacudía su brazo esperando que regresara a él.

Hades corrió al lado de su hijo y entonces sus ojos se dirigieron hacia la tijera, que se había roto por la mitad, cerca de su cuerpo. La tijera es lo único que unía a Soi con este lugar. Si se rompe por la mitad, se volvería blanca y eso significaría que…

Sería liberada de aquí.

No… ¡Ahora no! 

Sin embargo, todavía quería mantenerla aquí. ¡No le importaba qué forma tenía que usar!

Hades agarró la mitad de las tijeras y la clavó en medio de su pecho. Su cuerpo se quedaría en este mundo, pero su alma… se había convertido en una mariposa negra que voló hacia el cielo.

—Padre, qué le sucedió a madre… Por qué… —El pequeño Methyst no podía entender la razón por la cual su padre tuvo que apuñalar a su madre. Además, ¿por qué su madre estaba en silencio y no se movía?

—Tendrá que dormir durante mucho tiempo.

Lentamente sacó las tijeras de su pecho, pero no goteaba sangre de ella. Sólo era un cuerpo, no podía contener su alma incluso si lo intentaba.

La mitad de las tijeras se habían vuelto blancas… Su alma debe haber volado hacia algún lugar y haber desaparecido.

Debe haber regresado a ese mundo, el lugar donde sería atormentada para siempre.

Soi. 

Aunque sabía que estaba mal, todavía quería que regresara.

Desde el día que no estaba cerca, su corazón comenzó a volverse insensible. Todavía trabajaba, trabajaba y cuidaba de Methyst.

Hasta que un día se encontró con un alma familiar.

Su alma era la misma que Soi, pero su nombre era White.

La mujer, que fue traicionada por su amiga, murió en un accidente de coche. También era una mujer cautelosa. Lo miró como si no lo conociera en absoluto. Esto lo lastimó…

Pero no dolió tanto. Si es así, finalmente la traería de nuevo. ¡Estaba a su alcance en este momento!

Así que la envió a reencarnar en un mundo donde su vida sería más corta que la de una persona promedio.

Pero fue como un castigo del cielo otra vez.

El alma de August llegó un poco más tarde.

— ¿Tienes algún deseo o algo? —Seguía actuando como un empleado para coincidir con la época cambiante.

El hombre lo miró con ojos vacíos.

—Si es posible… Quiero volver a encontrarme con ella… Quiero encontrarme con una mujer llamada White. Realmente quiero encontrarme con ella.

Intentó contener sus lágrimas.

—No sé si eso es posible.

—Está bien… Tampoco tengo la cara para volver a encontrarme con ella.

Sonrió incluso cuando ya estaba llorando. Antes de que Hades lo enviara al mundo elegido, normalmente, tenía que borrar por completo todos los recuerdos.

Por eso…

—Soy la persona con la mente más abierta, sabes.

El hilo rojo entre los dos los unió al instante cuando se encontraron en ese mundo.

Estaba comenzando a entender las últimas palabras de August.

Lo que la hacía más feliz… Finalmente lo entendió…

Por lo tanto, la dejaría ir… Ir a donde sería la más feliz.


Den
Dios, pobre Hades ಥ_ಥ ¡Denle su final feliz también! (ुŏ̥̥̥̥ ‸ ŏ̥̥̥̥) ु

2 respuestas a “Villana sanadora – Capítulo 79: El pasado de Hades (3)”

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