Villana sanadora – Capítulo 84

Traducido por Lugiia

Editado por Yugen


Estoy en problemas, ¿verdad?

Me despierto alrededor de las 4 a.m., en la habitación de Luler, en una situación en la que me encuentro desnuda con el motivo de mi problema recostado sobre mí. Estoy aliviada de ver que por lo menos todavía lleva puestos sus pantalones.

¡¡Qué fastidio!!

Lo muevo al otro lado de la cama y agarro mi uniforme que está en el suelo para ponérmelo. Debo regresar rápidamente a mi habitación para tomar un baño ya que no logré hacerlo anoche y…

No tengo que decirlo, ¿verdad?

—Hmm… Shiwa.

Luler, que acaba de despertar, se tambalea hacia mí y me abraza por detrás. Somnoliento, acomoda su cabeza contra mi hombro.

—Déjame ir. Quiero tomar un baño. —Intento apartar su cabeza, sin éxito alguno.

—Puedes hacerlo aquí.

—No, me cambiaré de ropa en mi cuarto también.

—Podemos tomar un baño juntos.

—Ya te dije que mi respuesta es no. ¿Quieres soltarme o quieres que me lleve mi llave de repuesto?

Cuando le digo que recuperaré mi llave, me deja ir fácilmente. Ajusto apropiadamente mi ropa, pero Luler sigue mirándome fijamente. Aún si usas esa mirada, no volveré a dormir contigo, ¿sabes?

Maldita sea…

Me doy la vuelta para darle un beso en la mejilla antes de dar un paso atrás.

—Sé un buen chico y espera a que regrese, ¿sí?

—Realmente quiero que me beses en los labios.

—No seas tan codicioso.

Corto la conversación y salgo de su habitación. De hecho, hoy es un día festivo, pero tengo que reunirme con mi madre por la mañana. ¿Ya habrá tomado medidas?

Una persona discreta como ella no dejará ir este asunto. Créeme, estará interrogando a esa chica desde anoche.

Cuando termino de vestirme, voy nuevamente a la habitación de Luler para desayunar con él. De hecho, quiero saber si mi madre realmente ha tomado medidas justo como pensé.

—¿Quieres que vaya contigo? —me pregunta antes de salir de su habitación. Sus ojos dicen que realmente quiere ir. Pero no puedo dejarlo, me gustaría ocuparme de este asunto yo misma.

—Vendré a hablar contigo sobre ello luego —le digo, antes de dirigirme a la oficina de mi madre a las 8 a.m.

♦ ♦ ♦

—Sigue negándolo incluso cuando tenemos todas las pruebas.

Mi madre se inclina en su silla y pone los documentos sobre su mesa. El castigo para un demonio no puede ser usado en un humano. Ese es el reglamento de la escuela. Los demonios tienen mucha más resistencia, así que pueden soportar un castigo mucho más severo. Solo podemos presionarla para que confiese y ella dice que no fue la causante.

¿Debería convertir a Luler en un testigo? Si ese es el caso, entonces tendríamos que esperar a que un embajador del lado humano viniera. Tardaría tres días en llegar ya que la distancia desde el territorio humano hasta aquí es bastante grande.

—Quiero que el príncipe Luler se convierta en un testigo, madre.

—¿El príncipe? ¿Estaba allí cuando esto pasó?

—Así es, madre.

—Eso es bueno. Presentaremos una solicitud al embajador para castigar a esta chica cuando vengan.

Madre, vas con todo, ¿no? Da un poco de miedo.

—No será un problema, ¿verdad?

—No estoy segura. Eres una persona importante, pero una humana normal se atrevió a atacarte de esa forma. No podemos simplemente ignorarlo y no hacer nada al respecto.

Estoy muy segura que no escaparás de esto, heroína.

Pero, antes de eso…

—Madre…

—¿Qué pasa, Shiwa?

—Quiero hablar con ella en privado. ¿Es posible?

—¿Qué?

Frunce el ceño, pero no está mal que lo haga. Puede que no entienda el por qué tengo que hablar con esa chica, sin embargo, tengo que hacerlo antes de que no pueda verla de nuevo.

Quiero asegurarme de algo.

—No sé por qué esa chica quiere hacerme daño o por qué quiere tanto al príncipe. Si es posible, quiero entender. Puede que lo ame, pero yo también lo hago. Al menos, quiero aclarar esto entre nosotras. Por favor, madre…

Le muestro mi mirada más lamentable con lágrimas en mis párpados. No hay manera en que rechace mi petición con esta mirada, ¿verdad?

—Ha… Está bien, pero sólo te daré diez minutos con ella. Está encarcelada en la habitación de libertad condicional de esta escuela. Dejaré que alguien te guíe hasta allá.

—Muchas gracias.

Le dice a su secretaria más confiable que entre en la habitación. Es un demonio lobo que tiene cabello negro y piel bronceada. Siempre luce firme e inquebrantable. Mi padre insistió firmemente en que mi madre no podía contratar un secretario masculino.

Sólo percibo celos en esa declaración.

—Mi nombre es Deta. Es un placer conocerla, Señorita Shiwa —dice con una sonrisa.

—Encantada de conocerte también, Deta.

Es la primera vez que veo a esta mujer porque siempre está afuera haciendo su trabajo en lugar de mi madre. Tampoco vengo mucho a esta habitación porque no quiero molestarla.

Me guía por el pasillo hasta que llegamos al sótano y bajamos. Una vez escuché que realmente hay habitaciones aquí abajo, pero no pensé que estaría tan oscuro. Tuvimos que usar un fuego azul en el camino. Aunque toda esta habitación parece un dormitorio pequeño, la barra de hierro es un indicio de que en realidad es una prisión.

La razón por la que nadie ha estado aquí antes es porque no ha habido oportunidades para usarlas. Este lugar es para encarcelar demonios agresivos, considerados peligrosos que no pueden estar cerca de los demás, que cometieron un grave error o aquellos que han matado a otro estudiante.

Por lo que mencioné arriba, no es extraño que la colocaran aquí.

Intentó matarme, siendo yo la prometida del príncipe. El castigo debe ser peor que el de matar a otro estudiante, ¿verdad?

—Volveré en diez minutos. Si sucede algo, puedes gritar mi nombre, Señorita.

Deta se voltea hacia mí y se inclina un poco.

—Sí, muchas gracias —respondo con una sonrisa antes de caminar directamente a la habitación más alejada hacia la izquierda. Es la única que está ocupada en este sitio.

—Hola. ¿Es acogedor este lugar, Filne?

La saludo dulcemente. Cuando se voltea a verme, su expresión es mortífera. Podría matar a alguien con esa mirada.

—Tú… ¡Tú de nuevo! —Se aleja hasta quedar en la esquina de la habitación. No debería estar tan asustada. Ella da más miedo que yo, ¿verdad?

—Ah, no seas tan ruidosa.

—¡Es gracias a ti que estoy en esta situación! ¡¿Qué más quieres quitarme?!

—No es eso. Sólo vine a saludar a una vieja amiga.

—¿Amiga?

—Hola, si mi memoria no me falla, entonces tu viejo nombre era Sunny, ¿cierto?

—¿Por qué…?

¡¡Te devolveré diez veces lo que me hiciste!! Eso es lo que pienso ahora mismo.

—No lo he olvidado, sabes. Esa vez, cuando me empujaste a la carretera.

—T-Tú… ¿White?

5 respuestas a “Villana sanadora – Capítulo 84”

  1. ¡¡¡¡SIIIII, POR FIN EL REENCUENTRO!!!! Por Dios no puedo esperar hasta el siguiente capítulo >u< Gracias por traducir esta joyita👌🏼<3

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido