Ya no te amo – Capítulo 42

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


A menudo hay personas que no pueden distinguir el egoísmo del amor. Para ella, el amor era ignorante de sus sentimientos, era todo acerca de un poema, del puro sentimiento entre una dama y un joven caballero en una trágica novela romántica. Se había aferrado a Valor durante diez años y no era algo de lo que estuviera orgullosa, sin embargo, al final todo la llevó a ese momento.

Incluso si no es amor, seré la esposa de Joachim y tendremos un reinado con objetivos en común.

Aunque aún no hablaban de eso, así que, ¿sería posible?

Las mujeres del emperador generalmente tienen una mala relación. No es porque ellas estén enamoradas de él, más bien es porque el grado de intimidad con el emperador representa poder.

No importa si trae a alguien.

Se preguntó si tenía planes de hacer algo como eso pronto, así que supuso que tendría que preguntarle más tarde. No iba a dejar que la ignoraran, así que afianzaría su lugar. Volvió a la realidad y se centró en el pastel de fresas que tenía delante, las fresas en la hoja de la torta no eran fáciles de cortar, haciéndola pasar un mal rato, pero de la nada, Arendt le metió en la boca un pequeño trozo, haciendo que recibiera la envidia de las otras jóvenes nobles.

—Es usted muy dulce, Su Majestad.

—Debes estar complacida de convertirte en la envidia de las nobles.

Era diferente de cuando había estado con Valor, esta vez no eran celos, sino pura admiración.

Ohdodok, ohdodok.

Trataba de masticar las fresas que le dio Arendt, pero eran bastante ruidosas, esas diminutas semillas no se dejaban comer correctamente, por lo que resonaban en su boca. Era muy molesto, la hacían tener que masticar con más fuerza.

Ohdodok.

♦ ♦ ♦

Le había dicho que ese sería un día ocupado y no fue en vano. La fiesta de té había terminado y aun así ella no podía descansar. Ya sea que se supiera que la echaron de la casa o que solo quería comprarla, Vetrlang le había regalado el palacio de las rosas. Justo al lado del Rose Atelier, era un palacio que ni siquiera la princesa Isolda, que era tan amada, podía usar.

Al entrar al palacio, la esperaban varios empleados y cinco jefas de servicio, el armario ya estaba lleno de ropa colorida exactamente a su medida y el baño venía con veinticinco productos de baño diferentes. Gracias a esto, pudo cambiarse de ropa justo después de revisar el palacio.

Debía reunirse con el emperador para agradecerle y practicar el horario y la ceremonia de la boda.

Había demasiados artículos de lujo en una habitación en la que solo se quedaría durante tres días, eran artículos que podría vender y conseguir una mansión por cada uno. Sin embargo, sorpresivamente, no fue nada alentador para ella.

¿Qué tanto intenta ganar comprándome?

Había gastado mucho dinero, demasiado. Con todo eso, no hubo tal cosa como sorpresa o burla como la que sintió por primera vez en el Rose Atelier. No, estaba un poco perpleja. ¿Por qué iba tan lejos?

Sacó a todas las criadas y se puso ropa cómoda, se acostó en la cama y parpadeó lentamente.

Pensándolo bien, la marquesa no se presentó a la fiesta de té.

Aparte de la emperatriz, que goza de gran popularidad, llamar a mujeres de alto rango habría sido mucho más rentable que tratar con jóvenes. ¿Arendt sabía eso? Solo despertó su curiosidad.

La noche no era muy profunda todavía y era un poco inútil quedarse dormida así. Estaba a tres días de dejar Thierry y podría ser el único momento en el que le fuera posible relajarse. Hace aproximadamente una hora, Arendt, quien regresó al Rose Palace después de terminar la práctica ceremonial, había hablado con ella.

—Estás cansada, ¿no es así? Está bien si no vienes al salón de baile hoy. Voy a salir.

—Estoy cansada, pero ¿no debería ir de todos modos?

—Si no es ahora, ¿cuándo tomarás un descanso? Está bien así.

No sabe por qué, pero le recomendó activamente un descanso. Cualquiera podría pensar que ella estaba por rendirse ante él, así que protesto sin razón alguna.

—No tengo sueño aún, ni me siento tan cansada, será suficiente con quedarme fuera del salón de baile.

Prometió ayudarlo, así que, en primer lugar, debía comportarse así. Por otro lado, no podía creer que él no estuviera tomándose un descanso.

¿Alguna vez cuidaba de sí mismo?

No podía decirlo.

—Ni siquiera dormiste ayer, debes estar cansado.

—¿Qué crees que me pasara por estar despierto toda una noche?

—Estoy preocupada.

Pareció asombrado por esas palabras, haciendo que sus ojos se abrieran con sorpresa.

Ella movió lentamente sus párpados, mirando hacia atrás a sus recuerdos.

Él se sorprendió al principio, luego pareció feliz por alguna razón, terminó bajando la cabeza y sonrió, haciendo contacto visual.

—¿Estás preocupada por mí?

—Por supuesto, te quedaste despierto debido a mí.

—Mmm… mmm… Quiero decir. —Cruzó los brazos y se tapó la boca con las manos, fingiendo estar inmerso en sus pensamientos. Sin embargo, incluso con esa mano, parecía que no era suficiente para cubrir su boca abierta.

Pensó que nadie se había preocupado nunca por él, debido a su reacción. De todos modos, tenía el propósito de acompañarlo al salón de baile.

—Entonces, ¿vamos juntos?

—Eso no podrá ser, he decidido darte un descanso hoy.

—¿Cuándo?

—¿Cuándo estabas durmiendo?

Huh.

Lo miró con una expresión ridícula, pero él seguía sonriendo con una sonrisa fresca.

—Tendrás que dar vueltas por la pista de baile el día de mañana, incluso si no te apetece, así que descansa hoy. Tu última noche en Thierry está a la vuelta de la esquina, ¿no?

Cuando escuchó sus palabras, sintió su corazón debilitarse.

Al ver su determinación sacudida, Arendt agitó los dedos como si hubiera pensado en algo.

—Bueno, resulta que, en Thierry, todas las instituciones del Palacio Imperial funcionan las 24 horas del día durante el estado de invitado, creo que es conveniente a su manera. Las personas que llegan tarde a la fiesta pueden vagar por el palacio tanto como quieran.

¿De repente hablando de la gestión del palacio? La dejó algo perpleja y respondió con sinceridad.

—Así es. No dejan que nadie sufra molestias.

—La última vez pregunté por qué las luces de la biblioteca del Palacio Imperial estaban encendidas hasta tarde y me dieron la misma respuesta que tú. Debería considerar injertar este tipo de cosas en Vinfriet.

—Siempre piensas en tu país.

—No hay mejor monarca que yo. —Se autoelogió antes de tomar la mano de Niveia y besarla suavemente—. Tengo que volver, así que tómate un descanso y nos vemos mañana.

Estaban a mitad de la plática sobre la administración del lugar y después hablaba de irse. Siguiendo el contexto de la conversación, él podía envolverte en algún punto, así era su forma de hablar. Fue solo hasta después de que atravesó la puerta que se dio cuenta de que ella se había paralizado. Fue algo frustrante, no pudo evitar que su sonrisa se dibujara en sus labios durante el tiempo que se aseó y cambió de ropa.

Todas las instituciones del palacio imperial funcionan las 24 horas.

Era así por aquellos que querían relajarse un rato e ir al salón incluso si era demasiado tarde, pero eso no era lo que ella quería. Estaba preocupada de resultar una carga a pesar de tener el coraje de ir.

—He arreglado algo de tiempo para que no tengas que ir conmigo.

Conocía bien que el preocuparse demasiado era ganar ansiedad gratuita, gracias al hecho de que él hubiera sido tan considerado, ya no tenía necesidad de estar impaciente. Incluso con eso, tenía un sentimiento de culpabilidad de quedarse el resto del tiempo durmiendo, además de que no estaba tan cansada como se podría pensar. No tenía intención de continuar como en el pasado, cuando elegía dormir para refugiarse del vacío, más que por el hecho de sentirse cansada.

Ahora que lo pienso…

¿No había dicho que las luces de la biblioteca del Palacio Imperial estaban encendidas hasta tarde?

Despertó su cuerpo estirándose, mientras sus ojos color púrpura brillaban como joyas.

¡Libros!

No había podido ir en la mañana, así que sería perfecto si fuera ahora. Al ser la hora de la cena, no habría mucha gente, por lo que no tendría que prestar atención a sus ojos. Le había tomado tiempo cambiarse a su ropa de dormir, la cual no era muy adecuada para salir a la calle.

No expone nada y ni siquiera es una camisola.

Además, la biblioteca no estaba lejos del Rose Palace. Si usaba un chal, nadie la reconocería a menos que la mirara con detenimiento. Reflexionó un momento y con un chal que cubría todo el vestido y sosteniendo una lámpara, se dirigió a la biblioteca con un paso alegre.

Tap Tap Tap.

♦ ♦ ♦

 Mientras tanto, en el salón.

Seguramente irá a la biblioteca

Estaba luchando por mantenerse en su asiento durante esa celebración anticipada antes de su matrimonio nacional.

Ella no se había equivocado demasiado, rara vez se sentía cansado, pero esta vez había estado trabajando toda la noche. Le habían preguntado si tenía mucho trabajo por hacer para quedarse despierto y podría haber respondido que no era así, sin embargo, solo se limitó a decir:

—Podría ser que mi desvelo se deba a alguien.


Melin Ithil
Espero hayan disfrutado el capítulo, lamento haber tardado tanto en actualizar, trataré de volver a traducir constantemente.

Sakuya
Etto… Ya estaba el 41 hace tiempo… pero se me olvidó marcarlo… je je je n_n

3 respuestas a “Ya no te amo – Capítulo 42”

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