Apaga las Luces – Capítulo 15 (I)

Traducido por Shiro

Editado por Sakuya


—¿Eh? No, lo hicieron frente a mí como si quisieran que los viera. —Joy le explicó la situación de nuevo a su tío, Jason, quien no le creía.

¿Cómo es posible?

—También había una pareja que trató de tomar una foto de lo mismo, pero parecían novatos. No pudieron sacar una toma decente a pesar de que se quedaron rondando la puerta. —Joy se rio de ellos durante un largo rato.

¿Entonces? ¿A quién se las venderás?

—Aún estoy negociando. Les he preguntado al Sunday y al INSIDER si querían comprar la exclusiva, y ambos me dieron respuestas positivas. Solo queda ajustar el precio —dijo Joy con voz triunfante.

Por supuesto, así era como debía ser. Las fotos que había tomado lo valían. Eran del tipo que cualquier periódico querría. La gente quería ver al brillante niño actor de Hollywood, caer. Podrían pensar que son mejores, pero artículos acerca del niño actor de Hollywood escapando de rehabilitación habían vendido más copias, muchas más que un artículo sobre el mismo niño actor yendo a rehabilitación.

Este artículo sin duda sería un gran éxito.

La otra parte involucrada era Noah Raycarlton, quien públicamente le había mostrado piedad. Y aprovechándose de ello, Haley estaba intentando regresar. Si el artículo se publicaba, la gente atacaría a Haley sin piedad alguna, como si este fuera una basura.

—Ah, estoy recibiendo una llamada. El Sunday está llamando primero. —Ella revisó su teléfono y puso a Jason en espera—. Hola. ¿Pensaste en un precio? —preguntó Joy con voz arrogante.

Ah, con respecto a eso… —La otra persona dijo y después de una pausa continuó—: No creo que podamos comprar esas fotos.

—¿Eh? —Joy esperaba oír cien o doscientos mil dólares, pero fue tomada por sorpresa a causa de la inesperada respuesta—. ¿Qué dijiste?

Lo siento. Me temo que deberías buscar otro periódico.

La mujer reportera del Sunday, quien siempre le daba buenos precios, le respondió con tono un poco perplejo y urgente. Y antes que Joy pudiera decir algo, colgó.

—¿Ah? —Joy miró el teléfono con el ceño fruncido—. ¿Q-Qué es esto? ¿Piensan que no tengo otras opciones aparte de ellos?

Estaba muy molesta, cuando el teléfono repicó otra vez. En esta oportunidad era el INSIDER.

—Ah, ¿reportera? ¿Pensaste en un precio? —preguntó con un tono de voz más gentil.

¿Precio? No. Te llamo para informarte que no las compraremos.

—¿Qué dices? ¿No las comprarán? ¿No comprarán el artículo que hará que todas sus revistas se agoten en tan sólo dos horas? El artículo es de Raynoah, a quien la gente adora, además de la ruina de Haley. ¿Piensan que no comprarán eso?

Joy, deberías controlarte. Deja de pensar en sacarle todo el jugo a tu primo, ya ha cubierto tus gastos de manutención y un Ferrari. ¿No piensas que Haley da pena?

—¿Q-Qué dijiste? —preguntó atónita.

¿Qué acaba de decir? 

Una hora atrás cuando la llamó, esa misma reportera había dicho: «Wow, ¿Haley? Ah, esa basura… No cambia». Ahora, de repente, ¿había comenzado a sermonearla? Joy podía sentir cómo su presión sanguínea se elevaba.

De cualquier modo, no vivas así. —Después de decir eso, le colgaron el teléfono. Joy se quedó ahí con el rostro completamente rojo sosteniendo el aparato por un rato.

¿Qué está pasando?, se cuestionó en su interior.

Mordió sus labios ante el giro absurdo que había tomado la situación.

¿Cuánto están pagando? ¿Cien mil? ¿Ciento veinte mil? No me digas… ¿Doscientos mil? —preguntó Jason entusiasmado cuando conectó la llamada de nuevo después de haber permanecido en espera.

—No. ¡Ni el Sunday ni el INSIDER tienen intenciones de comprar las fotos! ¿En qué están pensando…?

¿Qué? —preguntó el otro no creyendo lo que oía, mientras que Joy se rascaba la cabeza.

—¿Por qué? Haley hizo una locura como esa… ¡y la otra parte es Raynoah! Tú lo sabes, ¿cierto? Todos se mueren por saber de la vida privada del hombre. —La voz de Joy era áspera.

¿Acaso tiene sentido? ¿Pediste un precio muy alto? —Jason comenzó a reprochar a Joy, pero ella no tenía la culpa.

—Ni siquiera pude pedir el precio inicial. Todos dijeron que no las comprarían apenas contesté sus llamadas.

¿Qué? Eso no tiene sentido.

—La reportera en jefe del INSIDER incluso me dijo que no viviera así —murmuró como si no pudiera creerlo.

¿No piensan comprar: «La vida privada de Raynoah al descubierto»? ¿Han enloquecido todos? —exclamó Jason.

—Sí, es Raynoah… ¿Podría ser… que su lado lo bloqueó? —murmuró, estremeciéndose.

¿Acaso eso tiene sentido? —preguntó Jason de nuevo, pero Joy puso sus ojos en blanco.

Si pensaba acerca de ello, todo el mundo sentía curiosidad por la vida privada de Raynoah. Lo que comía, con quién se encontraba y cuál era su preferencia sexual; todos estaban atentos a cada uno de sus movimientos. Si una revista publicara su preferencia sexual, hasta ella la compraría.

Hollywood compraría y vendería cualquier cosa, incluso el cabello que una estrella se haya cortado después de gritar: «¡Me estoy volviendo loco!». Raynoah no era una celebridad, pero su popularidad era mayor a la de una, y artículos sobre él debían de publicarse a diario. Sin embargo, las noticias eran siempre acerca de sus apariciones públicas o cosas que ocurrieron en presencia de otras personas.

Joy sabía cuán rastreros eran los paparazzis. Eran bastardos locos que, con tal de sacar una foto, podían saltar frente a un auto todos los días.

Pero ¿por qué esos bastardos no toman fotos de Raynoah?, continuó preguntándose.

—¿Ah…? —dejó escapar un sonido y frunció el ceño.

Quizás… Pero no tiene sentido, pensó.

Nada en el mundo podía tapar la boca de un paparazzi bastardo. De hacerlo, ¿por qué la princesa Diana no detuvo el auto en la autopista?

¿Joy?

—¿Acaso eso tiene sentido?

En lugar de enfurecerse porque el Sunday y el INSIDER rechazaron sus increíbles fotos, ella ahora estaba más asombrada ante el hecho de que nunca había visto una sola foto de Noah tomada por un paparazzi.

¿Cómo es eso posible?, se preguntó a sí misma.

Noah, ni siquiera era un monje budista. No había manera de que nunca saliera con alguien de su edad. No, incluso si no estuviera saliendo con nadie, sería normal que hubiese al menos un artículo vergonzoso titulado: «¿Por qué Noah no sale con nadie?». Porque… ¡el público quería saber esas cosas!

¿Contactaste a otros periódicos? ¿Debería intentarlo? Quizás pusiste un precio muy alto y por eso…

Joy, molesta, le colgó a Jason. Como no podía creer este increíble hecho, seguía diciendo tonterías.

Mientras mordisqueaba sus uñas, miró la foto que había guardado en su celular de Haley y Noah. Pensó que iba a ser un gran éxito, pero estaba en una situación en la que no podría conseguir un solo centavo.

No, más que dinero, pensé que podría enterrar a Haley por completo. Pensé que frente a ese rostro indiferente podría decir: «Te dije que te cuidaras, ¿no es así?», y sonreírle con arrogancia…

Entonces mordió sus labios y puso los ojos en blanco. No podía aceptar una derrota como esta. No quería. Había logrado tomar esta increíble foto y, aun así, no podía enterrar a su primo. Él era una basura, pero siempre la miraba a ella, quien le pedía dinero para sus gastos de manutención, como a un bicho.

Quería decirle a Haley que, si no pagaba por sus gastos de manutención, las cosas terminarían así: Sería odiado por el mundo por ser un loco hijo de perra que no sólo había coqueteado con Raynoah sino que también lo había arrastrado a una habitación de hotel.

Mordiendo sus labios tocó su teléfono, solo para ser interrumpida por el repetido sonido del timbre.

Alguien había venido a verla a su apartamento. Joy frunció el ceño y miró el reloj. Las once de la noche. No era el momento para una visita casual.

—¿Quién es? —preguntó con algo de nerviosismo.

¿Podría ser Haley? 

El mes pasado, cuando había ido a quejarse por la nota de la demanda, Haley lucía un poco fuera de sí.

Con una mirada asesina, la había apuntado con un arma sonriendo de forma macabra. Ese rostro aterrador con el que dijo: «Si vas a arruinar mi vida, deberías antes contratar a un guardaespaldas», había aparecido varias veces en sus sueños, siempre consiguiendo estremecerla.

De verdad no es Haley, ¿cierto?

Se sentía nerviosa cuando abrió ligeramente la puerta, sin embargo, un hombre muy alto apareció en la abertura.

—Lamento mucho venir a esta hora, soy Phil Hepson. —Le entregó su tarjeta de presentación a través del espacio. A un lado de la pulcra y elegante tarjeta estaba escrito «Raycarlton» en cursiva. Cuando giró la tarjeta, vio su nombre, «Phil Hepson, secretario personal».

—Soy el secretario personal de Noah Raycarlton. Vengo a hablarle acerca de la fotografía que iba a venderle al Sunday y al INSIDER.

Joy tragó sintiendo su garganta seca. Quitó la cadena de la puerta y abrió. Verdaderamente era el famoso secretario que siempre apoyaba a Noah.

¿Vino a hablar de la foto?

—Pase. —Joy le dio permiso, y él a su vez le hizo una inclinación con la cabeza y entró—. ¿Vino a comprar la foto? ¿Cuánto piensa ofrecer? —preguntó, ocultando su emoción. Había pensado que no recibiría dinero porque los periódicos estaban negados a comprarla, pero si Raycarlton estaba interesado, pensó que incluso podría conseguir más. Por supuesto, si eso ocurría no podría enterrar a Haley, pero ya habría más oportunidades para fotografiarlo, con seguridad volvería a meter la pata.

—Nosotros no negociamos. Lo que le ofrecemos por recuperar los datos es que no le haremos nada. —No obstante, Phil dijo algo diferente a lo que ella esperaba escuchar.

Sakuya
ヽ(▼ー▼キ)

—¿De qué habla? ¿Recuperar?

¿Que no me harán nada? 

Joy estaba confundida después de escuchar las frías palabras de Phil.

—Sí, señorita Joy Clank. No será capaz de vender esa foto a ningún periódico. Ningún periódico comprará, venderá, o mencionará la vida privada de Raycarlton —dijo con calma mientras sacaba un documento. —Esa es la regla.

—¿Ustedes controlan los medios? ¿Ustedes hacen tal cosa?

—Sí, pero solo con su vida privada —lo decía como si pudieran hacer más, pero no lo hacían. Joy frunció los labios y lo miró fijamente.

Phil, por su parte, empujó el documento hacia adelante, el cual había sacado antes.

—Esto es lo que ofrecemos a cambio de que entregue todos los datos y permanezca callada.

«A cambio de entregar todos los datos y permanecer callada: Nada se le hará a Joy Clank».

Joy se estremeció y lo miró.

—¿Dice que se quedará con los datos y que yo no recibiré dinero alguno? No se haga ilusiones, ¡esta es mi foto!

—Señorita Clank. —Phil miró el reloj en su muñeca y dijo—: No vine aquí a negociar. Vine a amenazarla. —Sus ojos eran honestos.

Joy lo miró durante un rato, frunció el ceño y dio un paso atrás.

—Ja… ¡Ja, ja! —rio y continuó diciendo—: No puedo decir ni una palabra —murmuró. En ese momento, buscó su teléfono, tomándolo del escritorio de la computadora donde lo había dejado.

—Ustedes son así de impresionantes…

Las cejas de Phil se arrugaron ligeramente. Entonces se levantó y la miró reírse como una perra demente mientras sostenía su teléfono. Trató de detenerla, pero sus dedos fueron más rápidos.

Se inclinó sobre el escritorio como si fuera a sentarse y en el proceso le mostró a Phil la lista de mensajes enviados.

—Estos días, mis parientes han estado bastante furiosos con Haley. Como no puedo venderla a un periódico, imagino estará bien ver y disfrutar entre nosotros, ¿no es así? Esta es mi vida privada.

En su lista de mensajes enviados estaban los números de unas siete personas, los cuales recientemente no habían recibido sus gastos de manutención por parte de Haley. Especialmente Anna, quien había sido arrestada por actuar de forma violenta, era la primera de la lista.

Phil frunció el ceño y Joy se rio ante su expresión de perplejidad.

—Estas dos personas tienen un hábito desagradable, escriben acerca de sus vidas en internet.

—Señorita Clank.

—Oh, cielos. Sandra ya hizo una publicación en Twitter —exclamó con emoción después de revisar su teléfono. —Uno, dos… la publicación ya se estaba proliferando—. Ríndase. Incluso teniendo el poder para bloquear a todos los medios del mundo, será inútil. Ni siquiera Dios puede detener esto.

A través de sus mensajes y las redes sociales, veintidós personas ya habían reposteado la foto en sus cuentas. Joy sabía que la fotografía se difundiría en todo el mundo en un abrir y cerrar de ojos.

Ante la expresión indiferente de Phil, Joy cerró su teléfono.

—¿Esto no le beneficia a Raynoah? Probablemente está harto de Haley.

Aprovechando esta oportunidad, podría sacudirse a Haley por completo. Entonces sonrió retorcidamente. Phil, en cambio, sacó su teléfono y llamó a alguien.

—Sí. No. Sí. Está bien, entendido —dijo por el teléfono, recibió órdenes, y eventualmente colgó. Tras lo que miró a Joy.

—Tenía razón, señorita Clank. —Phil expresó su acuerdo. Las redes sociales, donde cientos y miles de personas podían ver información en un instante, ni siquiera Noah podía controlarlo. Quizás habrá podido hacer cosas que ni siquiera Dios podía hacer, pero esto era imposible—. Pero tenga esto en mente: Dios tampoco puede evitar que su vida acabe destruida. Por lo que no será necesario que rece con mucho fervor. —Guardó el papel en su maletín y se levantó.

»Usted, y los parientes que recibieron su mensaje, todos perderán mucho por el precio de un simple mensaje. Pudo haber sido mejor, si hubiese sabido la razón por la que los medios permanecen callados. No se debe a que adoren a Noah, sino porque le tienen miedo.

—¿Qué-?

—Si piensa que no tiene nada que perder, pronto sabrá lo mucho que tenía.

Amigos, familia, riquezas, y por supuesto, cosas como el estatus social, orgullo, compasión de toda clase de corazones, hasta la humanidad. Incluso la conciencia más básica que permite nos identifiquemos como humanos. Al final, lo perderán todo. Incluyendo su deseo de vivir.

Phil, por primera vez, le sonrió lentamente a Joy, quien estaba congelada. La sonrisa era burlona, burla hacia la persona que se decantó por la peor opción que pudo haber escogido.

Sakuya
╮(╯∀╰)╭

♦ ♦ ♦

Mason sabía que esto era un sueño. Claramente, los sueños y la realidad son diferentes porque, sin importar cuántas veces se dijera «esto se siente tan real» en sus sueños, la realidad era mucho más alarmante.

La sensación verdadera de Noah acariciando con sus ásperos y fríos dedos su cintura y succionando sus tetillas con sus suaves y lindos labios… Cuando Mason experimentó esas sensaciones auténticamente, temblaba con sólo imaginarlas. Eran tan asombrosas que derretían su cerebro.

Sin embargo, el problema no radica en que no supiera diferenciar la realidad de un sueño, la realidad, sin duda alguna, era mucho más espectacular, pero aun siendo sólo un sueño, no podía evitar morderse los labios.

—Uh… Ugh… —Un leve gemido, similar al de una mujer, se escurrió de sus labios. Incluso mordiendo sus labios y tapando su boca, el gemido escapó. Y esto se debía a que Noah había introducido sus dedos en su ano y presionaba el interior.

Con su dedo presionaba el punto interno donde sentía al piercing, y cada vez, la sensación palpitante lo hacía temblar. El pene de Mason ya se estaba endureciendo.

Acostado entre sus piernas completamente abiertas, estaba Noah, quien a veces lamía el área alrededor de su ano, cosa que hacía a Mason estremecer mientras le agarraba su cabello. La sensación en su mano del suave cabello, le hizo recordar la oportunidad en la que verdaderamente lo tocó por primera vez.

Ese momento inocente se comenzó a teñir de lujuria. El movimiento de los dedos enredados en el cabello de Noah no era suave ni gentil, era la acción de un hombre incapaz de controlar sus deseos.

—Uh, no… Ah, ah…

El dedo que estaba estirando su interior, fue acompañado por otro, y poco después, cuatro dedos se encontraban dentro. Noah, quien ya estiraba su interior con dos pares de dedos, de pronto agarró el pene de Mason, el cual había comenzado a eyacular.

—No tienes paciencia —le dijo, presionando la punta del pene como si intentara detener al líquido que se derramaba. Sin embargo, contrario a sus expectativas, con este movimiento en su lugar consiguió que eyaculara.

Noah frunció el ceño y sonrió con encanto. Su rostro era encantador, su cabello estaba mojado con sudor y sus mejillas ligeramente sonrosadas. Además, su mirada estaba cargada de un calor resplandeciente y sus ojos se veían eróticamente rojos. Por último, sus húmedos y suaves labios estaban ligeramente más hinchados que de costumbre.

Bajo circunstancias normales, el rostro de Noah era encantador, pero durante el sexo, era increíblemente atractivo y erótico.

Mason se sintió ruborizar y mordió sus labios, Noah lo acostó sobre la cama. Entonces, desabrochó sus pantalones y sacó el pene de sus calzoncillos.

—No, no, espera… —Se levantó, aunque estaba preparado para llevar a cabo el acto por completo. Esta parte era diferente del sexo pegajoso y promiscuo con el que usualmente soñaba. Se veía que este cambio reflejaba lo ocurrido en la vida real, lo cual era realmente problemático.

El hermoso rostro y escultural cuerpo de Noah, junto con su pene de aspecto peligroso, no desaparecieron.

—No, esto no puede ocurrir. No me gusta —murmuró, retrocediendo, pero Noah lo agarró por los tobillos y tiró de él, empujando el pene en su interior—. Ahh… —dejó escapar a través de sus suaves labios.

En ese momento, dejó de respirar brevemente mientras se agarraba del brazo de Noah, quien seguía empujando su pene en su interior.

—Al final entrará por completo. Así que deja de oponer resistencia, ¿eh? —le susurró eróticamente al oído mientras succionaba el lóbulo de su oreja. Mason se mordía los labios mientras se aferraba a los hombros de Noah, no sabía qué quería hacer. Aunque quería detenerse, un pensamiento lo seducía diciéndole que esto era sólo un sueño de todas formas.

Mientras Mason se debatía internamente, Noah aprovechó de abrir sus piernas y penetrarlo profundamente. A continuación, comenzó a salir y entrar, una y otra vez. Cuando su erecto pene lo penetraba, y sus testículos y vello púbico acariciaban su trasero, Mason se estremecía, su cuerpo bañado en sudor y su pene erecto derramando semen.

—Euh, uehh, uhh… —La sensación que recorría su cintura lo dejó sin aliento mientras abrazaba la espalda de Noah. Este último continuó empujando su cadera lentamente. Sonidos libidinosos inundaban la habitación, y Mason cerró los ojos porque sentía que se desplomaba.

Noah, entonces, se acercó hasta morder sus labios y prosiguió con el movimiento de sus caderas, mientras que Mason jadeaba, se quejaba y gemía, aferrándose a él.

—Ahh, ahh…

Entre sus gemidos, una risa grave se escuchó.

—¿Tanto te gusta? ¿Te parece delicioso este pene, Mason? —preguntó con voz risueña.

Mason abrió sus ojos de par en par al escuchar a Noah llamarlo por su nombre, sus ojos verdes resplandecían con sorpresa mientras lo miraban de vuelta.


Shiro
Comencé con una compensación y terminé enganchada. XD Un gusto pasar a formar parte de este hermoso proyecto. ღゝ◡╹)ノ♡

8 respuestas a “Apaga las Luces – Capítulo 15 (I)”

  1. No necesito dormir! necesito respuestas!
    gracias por su trabajo~
    espero que sigan actualizando esta novela que me encanta~!
    las amo! <3

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