Apaga las Luces – Capítulo 14 (IV)

Traducido por Shiro

Editado por Sakuya


—Parece gustarte mucho el dolor… —murmuró Noah mientras lamía sus secos labios. El rostro de Haley se enrojeció a más no poder, y el color se extendió hasta su pecho. Parecía estar avergonzado, y esto le hizo contener el aliento al verlo.

Haley, este hombre lujurioso, era incluso más lascivo y erótico de lo que él había pensado. No tomándose la molestia de acariciarlo, pensó simplemente en penetrarlo y arremeter contra él hasta acabar, como si fuera una muñeca inflable. Pero el ver el cuello pálido y sudoroso de este, lo llevó a morderlo por impulso.

Después de empezar a sangrar, Noah, con un corazón cruel, comenzó a succionar la superficie mientras rasgaba las prendas de Mason. Seguido de esto, lamió su quijada, la cual se estremeció ante su toque, y mordió los labios del otro, dejando una marca roja en su pálida piel, la cual sin duda llamaría la atención.

Cuando sus ojos se encontraron, el rostro de Mason se tiñó de rojo. Como si aún fuera virgen. A pesar de ser una basura que había dormido con un sinnúmero de hombres.

La manera en la se comportaba era absurdamente remilgada, pero sus húmedos y eróticos ojos atrajeron la atención de Noah, quien observó los dientes blancos de Mason morder sus labios al no saber qué hacer con sus gemidos, y su jadeante y húmedo cuello. Esto le hizo sentir la garganta extrañamente sedienta. Sus ojos se encendieron y sus labios se resecaron.

—No, no fui yo… —balbuceó una excusa cuando Noah agarró y tiró del piercing con el diamante cerca de su ano. Luego entornó los ojos y comenzó a frotar con su uña la figura de un ocho, dando vueltas y vueltas entre el piercing y la apertura de su ano.

—Oh, supongo. Para perforar lugares como estos, obviamente alguien más tuvo que hacerlo. ¿Cómo lo hizo? ¿Puso su miembro en este hoyo lascivo y te perforó mientras te penetraba?

Oh, no.

La expresión de Haley se tornó consternada al final de la diatriba de Noah, y sus piernas cedieron en agonía. Parecía que Haley estaba esforzándose para no abrir sus glúteos, pero su cuerpo era tan libidinoso que cuando Noah agarró su trasero, perdió la fuerza en un instante, temblando.

—Por favor, no siga… —dijo pareciendo estar a punto de llorar, y Noah en silencio chasqueó su lengua.

Él no estaba seguro de lo que quiso decir, podía referirse a que se detuviera o que dejara de atormentarlo y que lo penetrara. Aunque viendo cómo intentaba cerrar sus piernas, seguramente era la primera opción. Sin embargo, al verlo también mover sus lujuriosos labios, podría más bien estarlo torturando.

Noah enganchó su dedo en el piercing, tirando de él ligeramente mientras agarraba sus testículos.

—Euh, no si… Noah… —Haley contuvo su gemido, suspirando el nombre con voz provocadora. Al escucharlo, el hombre sintió sus orejas arder y lamió sus secos labios. Después de acariciarlo un poco, este rápidamente eyaculó en su mano.

El rostro de Haley se arrugó como si fuera a llorar, y Noah estiró su mano para sostener la parte posterior de su cabeza con gentileza. En ese momento, abrió ligeramente los labios que había estado mordiendo, y Noah succionó su labio inferior con suavidad.

Haley lo miró, con los ojos abiertos, como si estuviera sorprendido. Esa mirada hizo que el otro se sintiera extremadamente sediento.

Como se esperaba, se parece a él.

Noah se había vuelto hostil hacia el hombre precisamente por pensar que se parecían, pero cuando sus ojos se encontraron, seguía pensando en Mason.

Cuando Noah recordó que Haley se parecía a Mason, la pasión alcanzó sus ojos. Entonces succionó con fuerza sus labios, como si se los fuera a arrancar de un mordisco, y fusionó sus lenguas. Noah lo sintió estremecer y contener su aliento ante el apasionado beso, pero siguió con sus acciones y tragó su saliva.

—Hmm…

Noah lo lamió, tragándose su suave gemido.

—Nombre… Llama mi nombre —murmuró contra sus labios—. Mi nombre —repitió.

Noah movió sus labios mientras lo seguía besando, y gentilmente lo mordió. Luego movió su lengua con lentitud, atormentando sus labios. Después de frotar su pecho con la mano que estaba llena de semen, tiró de sus tetillas y lo besó. Mason contuvo su aliento y cerró sus ojos.

—Ah, Noah…

Al escuchar su nombre colarse entre sus respiraciones agitadas, se rio débilmente. Mordió el cuello de Haley y lamió la sangre que estaba bajando por su clavícula. Siguió bajando y mordió su pecho, el cual era tan delgado que mostraba sus costillas. Entonces, lamió su ombligo. Haley se estremeció y se agarró de él. Cuando dejó una marca oscura en su glúteo, tembló y lo agarró por los hombros. Sus testículos palpitaban, como si estuvieran listos para disparar.

Noah lamió el erótico piercing con su lengua y frotó su ano con sus dedos, el cual ya se encontraba sonrosado. Entonces trató de meter su dedo ligeramente.

—Es-Espere… ¡Noah! —Mason trató de levantarse cuando sintió algo extraño en su ano, pero Noah introdujo a profundidad su dedo y presionó la parte interna del piercing.

—¿Esperar? ¿Debería detenerme? —preguntó, mientras lujuriosamente presionaba su interior, cosa que hizo que la cintura de Haley se estremeciera. Sus ojos se movieron nerviosamente y sus labios temblaron. Noah, por su parte, sonrió curvando sus ojos y sacó su dedo, lamiendo sus labios. En ese momento, notó que los ojos de Haley estaban muy abiertos cuando desabrochó sus pantalones y sacó de pronto su pene erecto.

—Es-Es-Espere, um, eso es… demasiado gran…

Cuando Noah frotó su pene contra su ano, Mason dejó de hablar e inhaló bruscamente. Justo cuando Noah mordió su cuello y comenzó a empujar su pene por el conducto anal, un sonido los interrumpió.

Dentro de la habitación del hotel, la cual había estado llena de sonidos pegajosos, una campanilla se escuchó. El tono de llamada hizo que Mason recuperara sus sentidos, y sobresaltado, intentó empujar a Noah con sus hombros.

¿Qué está haciendo?

—Conteste el móv…

Mason no pudo terminar su oración, y en su lugar tuvo que inhalar bruscamente porque Noah, en lugar de retroceder, había comenzado a empujar decisivamente la punta de su enorme pene dentro de él. Lo que ocasionó que un dolor más intenso que el que sintió cuando Noah mordió su hombro recorriera su cintura.

—De… Deten… —Mason mordió sus labios.

En ese momento, el teléfono volvió a sonar enloquecidamente. Mason había quedado bañado en sudor frío en un instante, y alejó al hombre de él. Debido a la insistencia de quien llamaba, Noah miró su chaqueta en el suelo.

Mason respiraba agitadamente mientras lo miraba. Se encontraba tenso, pensando que este podría ignorar la llamada o que quien llamaba podría colgar.

Noah miró con lentitud las mejillas y ojos tensos de Haley y pronto se levantó.

—Ahh… —gimió al sentir que le era retirado el gran objeto, tras lo que movió su cintura.

Noah chasqueó su lengua, se agachó y tomó su teléfono, el cual estaba dentro del bolsillo interno de su chaqueta.

Al darse cuenta de lo que el otro estaba haciendo, rápidamente se levantó. Noah no había terminado de introducir su pene por completo, pero él no aguantaba el dolor en su trasero. Sus piernas temblaban y, como sus manos estaban amarradas detrás de su espalda, le tomó algo de tiempo zafarse, pero aun así consiguió hacerlo en poco tiempo.

Entonces se puso apresuradamente su ropa íntima y sus pantalones, que poco antes habían estado al revés. Alisó su camisa con brusquedad, en la que ya casi no quedaban botones. Recogió la arrugada chaqueta y se puso sus zapatos, los cuales se encontraban lejos el uno del otro.

Miró a Noah, quien hablaba por teléfono con una expresión relajada después de tener sexo.

¿Qué acabo de hacer con él?

Mason sintió sus orejas arder y agarró el pomo de la puerta. Quería llegar rápido a casa, darse una ducha caliente, y olvidarse de todo.

¿Por qué no me emborraché hoy?

Se arrepintió profundamente y abrió la puerta. En ese momento, una mano envolvió los dedos que estaban alrededor del pomo y cerró la puerta.

Mason elevó la cabeza cuando una sombra se le acercó de pronto. Noah estaba ahí de pie con móvil en mano.

—¿Huyes como una rata?

—Parecía ocupado —dijo, esquivando sus ojos.

Noah colocó una mano en la pared y lo atrapó.

—Han pasado más de diez minutos en esta habitación. ¿No dijiste que ibas a hablar de Mason?

El aludido gimió al recordar la historia que había olvidado por completo, y se recostó sobre la puerta.

—La última vez dijiste que estaba vivo. Entonces, ¿por qué no hablas acerca de dónde está y qué está haciendo ahora?

—No, eso es un poco…

¿En qué pensaba cuando dije esa excusa?

Mason se quejó para sus adentros y miró a Noah.

—Es difícil decirle dónde vive. Se las está arreglando, pero su vida es mucho más feliz que antes. Por supuesto, a veces se encuentra con problemas —confesó, agarrando el collar de su camisa cerca de la zona adolorida de su cuello.

Noah entornó sus ojos y lo miró.

Esto probablemente no funcionará… Noah no es idiota. No hay manera de que diga: «Ah, ¿es así?», y siga adelante después de escuchar eso.

Pero Noah, quien parecía que estaba a punto de escupir ácido, no dijo nada por un largo rato. No masculló siquiera: «¿Eso es todo?» o «¿estás bromeando?». En lugar de eso, apenas y era capaz de ocultar la mirada asesina que le dirigía, por lo que Mason se sintió obligado a hablar de nuevo.

—Lo siento. Um, él está viviendo una nueva vida, así que… —se disculpó.

—No tienes nada que decir, solo estabas faroleando —rio humildemente. —Una nueva vida… —murmuró inquisidoramente.

—Si lo está buscando, es mejor que no siga —dijo rascándose su mejilla. —Probablemente… no sea capaz de encontrarlo.

—No seré capaz de encontrarlo… ¿lo dices en serio?

Mason alzó su cabeza al escuchar el tono de voz grave y amenazador. Noah lo miraba de forma extraña. Entonces miró sus labios rojos y dijo:

—Probablemente —le contestó.

Noah sonrió débilmente.

—Olvida lo demás, pero aclaremos algo… ¿Él… de verdad está vivo?

Mason lo miró y asintió ligeramente.

—Bien.

Apartó la mano que tenía apoyada en la puerta y Mason lo miró mientras retrocedía. Arregló de nuevo su ropa y abrió la puerta, pero cuando estaba por irse, de pronto miró atrás.

—Disculpe —dijo mientras Noah lo seguía mirando. —Por cierto… ¿Por qué busca a Mason?

La última vez, le había preguntado algo similar en el elevador, pero el otro no le contestó. En ese momento se encontraba en pánico llorando.

Al escuchar la pregunta, Noah lo miró en silencio un rato.

—Pregúntale directamente. Ya que puedes contactarlo, puedes preguntarle acerca de nuestra relación, ¿no es así? —Sonrió y Mason tragó grueso.

Te pregunto porque no sé, pensó.

Después solo asintió. Sentía que nunca sabría por qué Noah lo buscaba.

—Cierto. Cuando regrese, por favor, llame a su secretaria y guardaespaldas —le dijo, y después de un momento añadió—: El mundo estos días es peligroso. —Hizo una pequeña reverencia, cerró la puerta y se fue.

Noah miró fijamente la puerta durante un largo rato después de la partida de Haley. Puso el teléfono de nuevo en su oreja y preguntó:

—Phil, dime de nuevo lo que me decías antes.

¿Está bien…? —preguntó el otro con cautela.

—Sí —le respondió con brevedad y se sentó sobre la cama con olor pegajoso.

Le decía que… Aaron Green y Ashley Sui fueron vistos cerca del Hotel Gran Wilshire. —La voz de Phil no sonaba bien. Aaron Green y Ashley Sui. Ashley era la mujer del equipo que se sabía había desaparecido con Mason, y Aaron Green era conocido como el dueño del cadáver que había sido encontrado en el búnker.

Noah miró hacia la puerta del hotel por donde Haley había salido una vez más.

—¿Eso qué significa? —preguntó.

Lo sabía, pero aun así preguntó. Phil tragó y continuó como si estuviera murmurando para sí.

Aaron Green, a quien creían muerto, está vivo; por lo tanto, el cadáver del hombre que fue encontrado en el búnker de Alta sería… Se presume que es Mason Taylor —dijo Phil, su respiración un poco agitada, como si cada palabra fuera difícil de pronunciar.

Se había confirmado que Mason Taylor estaba muerto.

—Está bien… —Noah asintió y respondió débilmente.

¿Está bien?

—Mm… —dijo al escuchar la voz llena de preocupación de Phil. —Quién sabe… Por ahora. —Noah cerró su boca después de decir esto. Phil comprendió que se encontraba en la habitación del hotel; tras lo que le dijo que lo recogería y colgó. Entonces arrojó el teléfono a un lado después de colgar y miró de nuevo en dirección a la puerta a través de la que Haley había desaparecido.

«Probablemente… no seas capaz de encontrarlo».

«Probablemente».

Noah pensó en lo que Haley le dijo y rio por lo bajo.

—¿A qué te refieres con probablemente…? Casi te encuentro —murmuró suavemente. Qué autocomplaciente eres —murmuró en el silencio de la habitación.

6 respuestas a “Apaga las Luces – Capítulo 14 (IV)”

  1. Ay, c me muero por cada capítulo, eso estuvo maravilloso. Noah, date conta, tu amor es el calzon flojo falido 7^7 Que agresivo eres, pero lo disfruté… Mi hard… No lo tuvi hoy pero bien, una hora ven y lo espero con ansias
    Gracias por la droga 😚💞

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