Al borde de lo impresionante – Capítulo 92

—¿Preguntar a las bestias marinas? Es una buena idea. Por desgracia, no soy un invocador ni un druida. Soy un hombre limpio como el viento —se lamentó Camille con resentimiento—. Así que no puedo entender el crudo lenguaje de esas bestias marinas.

¿Invocador? ¿Druida? Un pensamiento pasó por su mente. Si tuvieran a alguien que pudiera comunicarse con las bestias marinas, entonces la situación se resolvería con facilidad. Sin embargo, en ese momento, la gente de Aguas Plácidas estaba nerviosa, huyendo o escondiéndose. ¿Cómo podía haber alguien con esa habilidad en este lugar caótico y peligroso? ¿Qué buscaban con exactitud las bestias marinas? Seguí leyendo “Al borde de lo impresionante – Capítulo 92”

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