Parpadeé. Leandro me miraba sin apartar la vista. Cuando no dije nada, arqueó las cejas.
—Dímelo.
No puedo. Seguí leyendo “Sin madurar – Capítulo 30: La despedida (3)”
Parpadeé. Leandro me miraba sin apartar la vista. Cuando no dije nada, arqueó las cejas.
—Dímelo.
No puedo. Seguí leyendo “Sin madurar – Capítulo 30: La despedida (3)”