*Suspiro*
—Hagan la preparación para el funeral de Rong Hui.
Declaró Hua Cui, cuyo rostro estaba lleno de arrugas y ya no podía mantener el falso acto de compasión, golpeando su bastón mientras salía del vestíbulo principal. Al salir dijo:
—Hua Jin. Ven conmigo.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 48: Sed de sangre”
—La señorita Hua dijo que estaba estudiando. ¿Puedo preguntar qué era?
Preguntó Rong Heng, de pie en frente de Hua Jin.
En general, se sabe que Hua Jin era ignorante, incapaz de reconocer la mayoría de las palabras, y mucho menos de estudiar.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 47: Prepárate para las consecuencias”
—¡Joven Ama!¡Joven Ama!
El rostro de Jiao Yue estaba lleno de miedo mientras trataba de sacar a Hua Jin de la cama. Pellizcando el muslo de Hua Jin, ella continuo hablando.
—¡Deja de dormir!. La Familia Rong ha venido llamar a nuestras puertas.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 46: Enemigos en las puertas”
—Tu hijo le da los respetos a su Madre.
Yu Yan, vestido con un rojo intenso, se inclinó ante la emperatriz, Si Tu Min.
Si Tu Min ya tenía cuarenta años, sin embargo, debido a su cuidadoso mantenimiento, no parecía de su edad.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 45: Jugando en el pabellón”
—¡Las personas de la misma familia son iguales, la más vieja no tiene vergüenza y la más joven no tiene modales!
Rong Pei estaba prácticamente apuntando hacia la nariz de Yue Zhuang y la regaño con su salvaje cara de rabia.
Hua Jin se frotó su nariz con su pulgar y se puso de pie ante Rong Pei, en el momento en que la multitud parpadeo una vez. En el siguiente segundo, sólo se podía oír un *crack* antes de que Rong Pei se agarrara su brazo y gimoteara de dolor.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 44: Herir a otros”
—¡Aiyo!
Justo cuando Yu Zhuang acaba de hablar, se oye un sonido desde el piso de abajo. Un mal vestido viejo estaba allí tirando de las mangas de una mujer y gritando en voz alta.
—¿Todavía hay moral en este mundo? ¡Atacar a un viejo como yo!
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 43: Socios”
En el restaurante Xiang Ru.
Hua Jin llevaba una taza de Tie Guan Yin [1] y se apoyó en la barandilla del segundo piso para ver a Bo Li intentando cientos de métodos para obtener el favor del gato negro de Yu Yan.
Por un lado estaba regañando en secreto a ese poco prometedor Bo Li y por otro lado maldiciendo en silencio a todos estos invitados no deseados.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 42: Cerca de ti”
—El país Tian Shui se especializa en la domesticación de bestias, todos en el país tratan esa habilidad como un honor, los rumores dicen que quienes son capaces de usarlas, pueden controlar a los leones, tigres y otras bestias feroces. Los talentosos son capaces de montar en las antiguas bestias mitológicas, pero estas bestias son difíciles de encontrar. La bestia del espíritu sin cola, es la bestia mitológica mas básica. Cuando esta bestia crezca, quién sabe qué forma tomará.
Yue Fu se detuvo antes de mirar a Hua Jin, con los ojos llenos de admiración.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 41: El gato y el ratón se reúnen”
—Tú…
Yu Ru señaló a Hua Jin con un dedo temblando de rabia. Estaba tan enojada que podría causarle daño a su corazón y toser sangre.
¿Cómo podría haber un hombre tan desvergonzado en este mundo ?
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 40: Espíritu bestia sin cola”
Dentro de la mejor tienda de armas de la Ciudad Gloria.
—Señor, ¿qué puedo ofrecerle?
El comerciante sintió que el caballero que entraba en la tienda, eran alguien que era diferente de la gente común y corrió para saludarlo.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 39: La lucha por la daga”
No estoy muerto…
*Jadear*
No puedo morir… todavía.
¡GAH! ¡La vida real… demasiado… mucho!. No puedo seguir…
*Desmaya*
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 38: Rumor generalizado”
[Nota: En este capítulo hay un juego de palabras con los caracteres chinos, teniendo eso en consideración, entenderán el capítulo.]
Sin esfuerzo, la ama de llaves sacó la mesa. Yu Yan se paró en frente de ella y tiró el rollo de tela.
Las palabras se estaban formando lentamente, después de terminar, miró a Hua Jin.
—Está hecho, he añadido otra palabra para ti, “Primera clase bajo los cielos”
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 37: Pervertida de primera clase”
Después de escuchar las tres palabras, “Hua Jin Lan”, fue sólo entonces que la multitud se dio cuenta de lo que estaba pasando.
En primer lugar, un Decreto Real que le otorgaba el matrimonio, fue una de las 10 mayores imposibilidades que ocurrieron en la Ciudad Gloria.
En segundo lugar, esta mañana se estaba propagando un rumor sobre Hua Jin Lan nacida bajo la estrella de la desgracia por el Gran Abad en el Templo Qing Quan, lo cual fue probado por la muerte de una de las concubinas en la mansión del Príncipe.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 36: Primera bajo los cielos”
La débil luz de la noche, lentamente estaba llegando y en la Ciudad Gloria estaba iluminado.
En el camino, había una interesante escena que atraía a la gente.
Alguien que fue tentado por esto, vio a una persona vestida de hombre que cubría su rostro con un paño negro, llevando a alguien que usaba una extremadamente creativa e interesante postura para avanzar rápidamente. Su espalda llevaba un gran poste de bambú, que se balanceaba de un lado al otro. Al final tenía escrita una gran palabra:
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 35: El enfrentamiento”
En toda su vida, Fei Ao solo tuvo un arrepentimiento.
El cual estaba provocada por Hua Jin, esa mujer desvergonzada no solo talló las palabras “bastardo” en su espalda, sino que también ¡cortó su cinturón!
Hua Fei utilizó una “tos” para disimular su risa, mientras que Hua Que, sin preocuparse, comenzó a reírse cordialmente.
Seguí leyendo “Felicidades Emperatriz – Capítulo 34: Visita no deseada”