Felicidades Emperatriz – Capítulo 40: Espíritu bestia sin cola


—Tú…

Yu Ru señaló a Hua Jin con un dedo temblando de rabia. Estaba tan enojada que podría causarle daño a su corazón y toser sangre.

¿Cómo podría haber un hombre tan desvergonzado en este mundo ? 

Bo Li estaba atrapado en la ropa de Hua Jin, tratando de subir, pero fue expulsado y comenzó a hacerse el muerto en el suelo. Jiao Yue y Chu Yun estaban a un lado sonriendo, anticipando la reacción de esta princesa, después de conocer la verdadera identidad de este caballero.

—¿Qué pasa?

Hua Jin alzó la ceja y miró a Yu Ru.

Entonces, le dio un vistazo y vio a Yue Zhuang y a otra elegante mujer, entrando en la tienda.

—Princesa, si fueras una auténtica dama real, deberías aprender de la mujer de allá. Tal pureza y elegancia, todos emparejados con su belleza. Como un caballo que es emparejado con su silla de montar, pero, por favor no esperes lo imposible.

Yu Ru siguió la mirada de Hua Jin para ver quién era, antes de girar rápidamente hacia atrás con ira, sólo para ver una sonrisa ridícula en la cara de Hua Jin.

Abriendo los ojos de par en par, Yu Ru exclamó

—¡¡TÚ ERES…!! ¡HUA JIN LAN!

Hua Jin la ignoró, se levantó apoyándose en el mostrador y con una sonrisa pícara gritó.

—¡Hey! ¡Dama!

Yue Zhuang inmediatamente la reconoció, y un tenue color rosado apareció en su rostro. Bajó la cabeza y le susurró algo a la señora que estaba a su lado antes de hablar.

—Maestro Hua, esta es mi hermana mayor, Yue Fu Yao.

Después de escuchar el susurro de Yue Zhuang, Yue Fu miró a Hua Jin. Parece que Yue Fu ya sabía todo acerca de los hechos y de las obras de Hua Jin, sin embargo, en sus ojos no había ningún indicio de desprecio. Por el contrario, Yue Fu era muy humilde mientras asentía con la cabeza hacia Hua Jin.

Yue Fu también se sorprendió.

Al principio pensó que la chica, a partir de los rumores que sacudían la Ciudad Gloria, sería dominante y arrogante. Sin embargo, la persona que estaba delante de ella, vestida con un traje de hombre azul, con sus ojos delicados y claros, y cada movimiento, aunque un poco rebelde, mostraba un matiz de elegancia dentro.

Con su apariencia exterior de noble, confió en su juicio en la evaluación de su carácter, dándose cuenta de que en verdad, uno no debe creer los rumores tan ciegamente.

Yu Ru, incapaz de retener su furia, levantó su mano y se dirigió hacia Hua Jin y la regañó.

—¡¡¡Mujer desvergonzada!!!

Bo Li, quien estaba tumbado en el suelo, de repente saltó y corrió en frente a ella. Levantó su cuello e hizo un agudo chillido. El sonido era intenso y atrevido, provocando que Yu Ru se asustara tanto que se echó hacia atrás, con su rostro en un estado de pánico.

Hua Jin  recompensó a Bo Li con una sonrisa, permitiéndole trepar sobre su hombro, mientras pensaba en secreto.

Incluso criar una bestia es mejor que criar a una hermana menor.

Yue Fu puso sus ojos en el ahora feliz Bo Li.

Sus ojos lentamente mostraban un toque de asombro y duda.

—Me atrevo a preguntarle al Maestro Hua, ¿es esta la Bestia del Espíritu Sin Cola?

—¿Bestia del Espíritu Sin Cola?

Hua Jin giró su cabeza mientras jugaba con Bo Li.

—¿Qué es eso?

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