Apaga las Luces – Capítulo 21 (I)

Traducido por Shiro

Editado por Sakuya


El lugar al que llevaron a Mason y Noah era un almacén abandonado a una hora de distancia. Entonces los metieron en una pequeña habitación que parecía ser usada como oficina y les ataron con firmeza las manos y los pies con cinta adhesiva.

Mason echó un vistazo a los oscuros alrededores. Había algunas sillas y una pequeña televisión, bolsas de dormir y paquetes de pan a su alrededor. A continuación, su mirada se detuvo en una esquina que emanaba un aura mohosa y desesperada.

Se preguntaba por qué solicitaron un carro en lugar de un avión o un helicóptero y regresaron aquí. No era posible que se hubiesen rendido.

En ese momento, vio la caja fuerte de Alta en la esquina de la habitación.

Mason chasqueó la lengua con suavidad. Bueno, todo había comenzado por eso. No había manera de que se rindieran con facilidad. Sin embargo, si les hubiesen pedido dinero y joyas a los padres de Noah y se hubiesen ido a un país tercermundista, habrían tenido más oportunidades de sobrevivir. No, en realidad, la probabilidad de que sobrevivieran era prácticamente cero, pero seguía siendo mejor que ninguna.

No sólo traicionaron a Zii, también tomaron a Noah Raycarlton como rehén. Era peor que arrojar la vida a la basura. Ahora solo les quedaba un camino, y era el peor de todos.

Esos dos también parecían pensar lo mismo, sus expresiones sombrías. Probablemente ya se habían dado cuenta de que mucha codicia sólo traería ruina.

Mason suspiró con suavidad y dirigió la vista hacia Noah, quien lo había estado mirando fijamente todo ese tiempo.

Al ver el rostro pálido del otro, se mordió los labios. Había una cortada en su hermosa y limpia frente, y Mason estaba tan enojado que sintió la bilis amarga subirle por la garganta.

Debió quedarse callado, ¿por qué tuvo que decir algo inútil y…? No, el problema fue que siguió a esos tipos peligrosos él solo. ¿Quién se cree que es para ir a reunirse con ellos sin guardaespaldas?

—¿Por qué…? —Mason alzó sus manos atadas y tocó la frente sudorosa y ensangrentada de Noah. Esa frente, la cual vio suave como la porcelana cuando se besaron, ahora estaba arruinada con una mancha de sangre. No obstante, mientras él revisaba el corte con expresión enojada, el otro sonrió levemente—. ¿Cómo puedes sonreír en un momento como este? ¿Luciendo así? —objetó.

Noah sonrió con mayor amplitud y sus ojos se curvaron.

—Porque me gusta.

—¿Te gusta? —preguntó Mason sin comprender.

—Ah, incluso puedo morir.

Mason lo miró por un momento y luego tocó al otro con el dorso de la mano. Tal como pensaba, Noah tenía fiebre.

—¡Disculpen! ¿Tienen medicina? ¿Algo para la fiebre o un antiséptico…? —preguntó mientras miraba hacia atrás y Ashley lo fulminó con la mirada. Mason escondió tras de sí al frágil Noah y dijo con cuidado—: Tiene fiebre…

—¡¿En qué situación crees que estamos…?! ¡Ah, mierda! —Golpeó la pared con la mano que sostenía el arma y el revestimiento se convirtió en polvo. Mason esperó en silencio hasta que se calmó.

No obstante, aún enojada, arrastró una silla con un chirrido, se sentó y sacó un cigarrillo. Entonces, lágrimas bajaron por sus mejillas, probablemente debido a la desesperada situación en la que se encontraba y volvió a decir—: ¡Ahh, mierda! —Suspiró.

Aaron, quien había regresado de observar los alrededores afuera, la vio y se molestó.

—¿Por qué rayos estás llorando? —Hizo que Mason se levantara y lo arrojó contra la pared, tras lo que trajo una silla para que Noah se sentara—. Sr. Raycarlton.

Noah le había estado sonriendo con dulzura a Mason, pero ahora levantó la cabeza con expresión indiferente, como si lo hubiesen bañado con agua helada.

—Debe ser incómodo —dijo Aaron después de inclinar el cuerpo un poco hacia Noah—, pero, por favor, escuche. No queríamos secuestrarlo.

—Ah, por supuesto. Me duele la frente, me encuentro incómodo porque mis piernas y manos están atados, pero, claro. Está bien —respondió con sarcasmo.

Aaron pareció caer presa del pánico porque Noah, famoso por ser amable y caballeroso, había reaccionado de ese modo. Incluso Mason, que solo conocía ese lado de él, frunció el ceño.

Esos dos ya estaban nerviosos, no había razón alguna para que él los irritara más.

—¿Vio la nota que le enviamos con Fred? —preguntó con expresión congelada.

—Ah, acerca de una caja fuerte o algo —Inclinó la cabeza y rió, como si lo encontrara gracioso.

—Escuchamos que el Sr. Raycarlton estaba interesado en la caja fuerte —dijo con rostro severo—. Pensábamos vendérsela…

Mason miró a Noah en cuanto escuchó a Aaron.

¿Interesado en la caja fuerte? ¿Noah?

—Bueno… —Rió entre dientes—. Ni siquiera sé lo que hay en la caja.

—¿No lo sabe? Pero escuché que estaba intentando encontrar a la persona que había escapado con la caja fuerte de Zii…

—Ah, sí. Lo estaba. —Asintió. Dejó escapar una risa breve por lo bajo, como si encontrara graciosa toda la situación, y dejó escapar un suspiro. Pronto, la expresión en su rostro se tornó fría y dura—. Pero no buscaba la caja, sino a Mason —dijo mientras miraba a Mason, quien se encontraba tirado en el suelo en un rincón.

—¿A Mason?

Mason tragó con esfuerzo bajo la mirada penetrante de Noah y solo se atrevió a echarle un vistazo a las expresiones de Aaron y Ashley.

No, Noah. No los irrites.

Era peligroso para Noah irritar a alguien que estaba en una situación desesperada.

Por favor, sé más obediente.

Quería agarrarlo y decirle esas palabras, pero antes de que pudiese hacerlo, comenzó a hablar.

—No quería reunirme con ustedes por una mera caja fuerte. Quería ver sus caras. Quería ver a las personas que mataron a Mason… —Miró el rostro de Ashley, congelado y lleno de lágrimas, y miró de nuevo el rostro pálido y estupefacto de Aaron. Entonces, sonriendo con languidez, dijo—: Exacto. Quería verlos precisamente con esas expresiones.

El rostro de Aaron se fue arrugando con lentitud de manera horrible al darse cuenta de lo que Noah hablaba. Por su parte, Mason se movió tan rápido como pudo para bloquear la boca de Noah al ver a Aaron estirar la mano hacia el arma en la pistolera.

—La expresión que harían cuando se dieran cuenta que lo único que les queda es desesperanza… —Fluyeron sin interrupción las viciosas palabras de Noah porque se encontraba demasiado lejos como para detenerlo.

En ese momento, Aaron levantó el arma con expresión aterradora.

—¡No! —gritó Mason, pero nadie lo escuchó.

Acto seguido, una espeluznante explosión ensordeció sus oídos.

⧫ ⧫ ⧫

[… Para este incidente desafortunado, el Departamento de Policía de Los Ángeles está priorizando la seguridad de Noah Raycarlton y Haley Lusk, quienes fueron tomados como rehenes…]

[El equipo mediador se encuentra en medio de contactar a los secuestradores, pero…]

[… Aún no sabemos por qué Haley Lusk corrió hacia el auto de los captores. Las autoridades están tratando de averiguar si él también es cómplice…]

Repetían su historia todo el tiempo…

[Raycarlton y Rebecca dieron una declaración conjunta al respecto.]

[Las dos familias no solicitarán reprimenda alguna si Naoh y Haley regresan ilesos. Pero si los secuestradores lastiman un solo mechón de su cabello, harán todo lo que está en sus manos para vengarse cruelmente de ellos…]

En otro canal, colocaron al aire un video de la madre de Noah, Kelly Rebecca, donde lloraba y gritaba:

—¡Dejen tranquilo a mi hijo!

Mientras que otros jamás pasarían por un incidente como ese en sus vidas, esta era la segunda vez para ella, y se desmayó. Edgar Raycarlton la abrazó y gritó, con expresión aterradora, que alejaran las cámaras.

El mundo entero estaba en llamas a causa de este horrible incidente, y todos esperaban que Noah Raycarlton, amado por todos los estadounidenses, regresara sano y salvo. Igual que veinte años atrás.

⧫ ⧫ ⧫

—Apaga la televisión —dijo Aaron.

Ashley lo miró como si ni siquiera tuviera fuerzas para contestar y simplemente desconectó el cable del televisor, tras lo que tomó una bocanada de aire con expresión devastada.

¿Por qué resultaron las cosas así?

Ella siempre había vivido de manera peligrosa, efímera, pero nunca pensó que llegaría el día en que se vería atrapada en una situación donde no podría hacer nada. Desde el principio, no había sido su intención. Cuando Aaron mató a Mason y le dijo que escogiera un bando mientras la apuntaba con un arma, se dio cuenta del camino que le deparaba el futuro.

Nadie sobrevivió tras traicionar a Zii. Matar a un superior y robar un objeto que Zii buscaba, era equivalente a renunciar a una muerte pacífica.

Pero, quizás... pensó.

Quizás podamos sobrevivir si pudiésemos hacer un trato con la familia Raycarlton.

Si tenían lo que ellos querían, entonces, quizás, podrían sobrevivir.

—Exacto. Quería verlos precisamente con esas expresiones. La expresión que harían cuando se dieran cuenta que lo único que les queda es desesperanza…

La visión de Ashley se tornó borrosa cuando escuchó las crueles palabras de Noah. No era como si quisiera estar en esa situación.

Acto seguido, miró a Aaron con rostro pálido y se alejó. Noah se derrumbaba con los ojos cerrados en los brazos de Haley; sangre carmesí derramándose por el suelo.

⧫ ⧫ ⧫

Lo primero que Noah notó tras recibir el disparo, fue que Mason gritaba penosamente.

Dios…

En un instante, su cuerpo temblaba a causa del dolor, como si le hubiese caído un rayo, pero el único pensamiento que cruzó por su mente fue: ¿Estoy soñando? Si es así, espero no despertar.

Cuando la condición de Noah era la peor, no soñaba con el secuestro o la partida de Mason, al contrario, los sueños eran dulces y felices. En su sueño, Mason no lo dejaba ni moría, sino que se quedaba con él.

—¿Estás bien? —le preguntó Mason con expresión preocupada mientras le tocaba la frente.

Noah estaba acostado y con fiebre y, al darse cuenta que era un sueño, se comenzó a asustar y a poner ansioso a medida que la línea divisoria entre el sueño y la realidad se hizo borrosa, despertándose al final. Por más dulce que fuera el sueño, la realidad era miserable y horrible.

Entonces, preocupado, se preguntó: ¿Y si esto fuera en realidad un sueño?

De ser así, quería morir para no tener que volver a despertar nunca más.

—¡Noah! ¡Noah! —gritaba Mason su nombre con desesperación mientras lo abrazaba.

—Ugh… —gimió en voz baja fingiendo sentir más dolor, y Mason frunció el ceño, como si estuviera a punto de llorar—. Noah, despierta. ¿Estás bien? ¡Noah! —La mano con la que lo abrazaba tembló. Envuelto en ese calor, Noah tragó y apoyó la mejilla contra el brazo de Mason.

Mientras fingía encontrarse débil, conteniendo el aliento y dejando que su cuerpo temblara, Mason se mordió los labios.

—¿Por qué…? —preguntó con dificultad, pero se detuvo pensando que podría agitarlo.

—Duele… —murmuró Noah, hundiéndose más en sus brazos.

—¿Estás bromeando…?

Claro que duele cuando te disparan. ¿Acaso tienen que dispararte para que lo sepas?

Muchas habían sido las veces que Mason había recibido un disparo, y aunque la mayoría no fueron críticos, sin importar donde fuera, dolía un infierno.

La herida de bala que Noah recibió en medio del brazo no era crítica, pero sí peligrosa. El lugar estaba demasiado sucio y húmedo y, además, la situación no les permitía salir corriendo a un hospital.

Resoplando, Mason miraba impotente a Noah, empapado en sudor, mientras sangre manaba sin parar.

Mason era del tipo que se volvía frío cuando se enfrentaba a una mala situación. Su cerebro funcionaba mejor en una situación crítica y, gracias a eso, había logrado regresar con vida varias veces, además, salvar varias vidas. No necesitaba intentar ser frío, él lo era por naturaleza.

Pero ahora, luchaba por salir de la situación. Calmó con fuerza sus temblorosos brazos y presionó el hombro de Noah. Había un límite para la cantidad de sangre que podía detener sólo con las manos, y era espantosa la cantidad que seguía derramándose.

—Desátennos, por favor —le pidió a Ashley. Ella se encontraba sentada en el suelo, y luego de mirar inexpresivamente a Aaron, se levantó para desatar las piernas y brazos de ambos.

—¿Qué haces? —Aaron se levantó y apuntó a Ahsley con el arma, pero ella solo lo fulminó con la mirada.

—¿Qué estoy haciendo? Quiero vivir al menos por una o dos horas más. Todo habrá terminado si este hombre muere, ¿lo sabes?

—Nos queda otro rehén. No seas estúpida —le dijo con tono amenazante.

—¿Uno más? —se burló—. ¿Pensará así también la familia de ese hombre? Si confirman que está muerto, la familia Raycarlton bombardeará este edificio de inmediato —respondió con frialdad y cortó con una cuchilla las cintas que ataban las muñecas y piernas de Mason.

Aaron tembló de la rabia, pateó una silla y salió.

Entretanto, Mason se había quitado la camiseta tan pronto le desataron las muñecas y la presionó contra el hombro de Noah. Poco después, Ashley trajo un botiquín de primeros auxilios con algunas vendas y antiséptico y se lo arrojó. Entonces se sentó en una silla con rostro agotado y encendió el televisor.

[… De acuerdo a Fred Ralph, el cual fue atrapado durante el incidente, los criminales no habían planeado esto de antemano…]

Mason apenas le echó un vistazo al televisor que contaba su historia y se volvió de nuevo hacia Noah, el cual, empapado en sangre y sudor, respiraba débilmente hundido en sus brazos.

A continuación, Mason esterilizó un pequeño par de tijeras del botiquín de primeros auxilios y un cuchillo con fuego y vertió el antiséptico sobre la herida de Noah.

—Ugh…

—Va a doler —murmuró y empujó una parte de su camiseta en la boca quejumbrosa de Noah. Acto seguido, metió el cuchillo en la herida y con rapidez ubicó la bala, sacándola y poniendo luego un algodón sobre esta, tras lo que la vendó con fuerza.

Después que terminó de aplicar los primeros auxilios, Mason sacó el trozo de tela de la boca de Noah, quien tenía los ojos entrecerrados, revisó su frente y confirmó que el sangrado se había detenido. Una vez hecho todo esto, fue que comenzó a ponderar con calma cuánto tiempo podría soportar.

¿Alrededor de treinta minutos?

¿Podrá aguantar tanto?

No lo sé.

Parece estar estable, pero si no recibe una transfusión de sangre de inmediato, entrará en estado de shock, y después de eso no quiero ni pensar lo que podría suceder… Hasta podría morir. He visto morir a mucha gente por causas más simples.

Entonces, le acarició las mejillas mientras jadeaba ligeramente con los ojos cerrados.

—Abrázame… —pidió Noah sonriendo levemente en voz baja, como la de un niño, y Mason lo miró a la cara. Era un hombre más grande que él, pero sintió una pena y tristeza desgarradoras cuando le abrazó los hombros.

A diferencia de cuando era un niño, el olor a sangre era fuerte, y el abrazo fue cálido y húmedo; su corazón apenas latiendo. Era como una criatura frágil que podría morir si la soltabas.

Mason inhaló profundamente, presintiendo saber por qué se comportaba de este modo frente a este hombre… Por qué estaba siempre presente en su mente.

Probablemente no se había percatado de ello, pero para él debió ser muy emotivo el momento en el que salvó a Noah.

Había vivido su vida de manera fría e indiferente hasta el día que encontró a un Noah moribundo en un pequeño bolso, cosa que generó un gran revuelo en su corazón. Ese día encontró a un niño pequeño que habría dejado de existir de no haber sido por él. Solo él fue quien escuchó el leve y desgarrador sonido de los rasguños dentro del bolso de entre todas las personas en la calle. Solo él fue quien lo sacó de ese bolso, sosteniéndolo justo del mismo modo que ahora.

¿Había estado todo predestinado?

Mason clavó la mirada en Ashley, quien veía televisión con ojos enrojecidos, y ella lo miró de vuelta.

Aquí estaba Noah, a quien solo él podía salvar, y luego estaban Aaron y Ashley, quienes lo habían matado. No conforme con eso, ellos ahora intentaban matar a Noah. Nunca habían tenido ninguna interacción, pero ellos, que no tenían motivo alguno para reunirse, estaban todos aquí.

¿Podía ser todo una mera coincidencia?

Quizás la razón por la que ocupó el cuerpo de Haley fue porque iba a terminar aquí.

Nunca había culpado al destino mientras se encontraba con vida y tampoco creía en la existencia de Dios, pero en ese momento pensó que quizás esta era la voluntad de Dios.

De no ser así, ¿cómo terminó Noah tan rápido en sus brazos?

Presionando los labios sobre la mejilla suave y húmeda de Noah consiguió que abriera los ojos ligeramente por un breve momento, tras eso los cerró probablemente por falta de energía.

—No te duermas hasta que te encuentres con alguna persona afuera —le susurró al oído y levantó la cabeza para llamar a Ashley, quien lo miraba—: Tráelo, Ashley. Quiero negociar con ustedes.

Ashley quedó estupefacta, y Mason sonrió con amargura.

6 respuestas a “Apaga las Luces – Capítulo 21 (I)”

  1. Estoy desde la mañana leyendo esta novela. Simplemente la amo, me encanta. Agradezco todo su trabajo. Quedo muy interesante el capítulo, espero que todo salga bien para Noah y Mason 🙂

  2. TTTT.TTTT me muero si mueren(???

    Ainnshh, ese momento cuando besa su mejilla como si se tratara de un pequeño nene, el pequeño Noah que conoció por primera vez. Ya hora se va a sacrificar? :””:c pls, no

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