Traducido por Selena
Editado por Ayanami
La Gran Concubina Yi examinó cuidadosamente a Han Yunxi.
La madre de esta chica era la salvadora de la emperatriz viuda. Hoy también se había convertido en su salvadora. ¿Contaron como personas afortunadas?
La Gran Concubina Yi había sobrevivido a las arduas luchas del harén durante toda su vida. No era alguien fácil de tratar. Puede que Murong Wanru enviara a gente que no explicara ningún detalle, pero Han Yunxi debería haber sido lo suficientemente inteligente como para entender lo que querían decir. Incluso cuando Murong Wanru se fue a buscarla personalmente, la Gran Concubina Yi se había preocupado de que esta chica le guardara rencor y le pusiera las cosas difíciles. Inesperadamente, había aparecido por su propia voluntad tan pronto como Murong Wanru se fue.
En realidad, esta chica podría haber venido mucho más tarde o incluso haberle dado la espalda durante el tratamiento. Después de que tantos médicos especialistas en veneno y médicos imperiales hubieran fracasado en su tratamiento, su muerte por veneno no sería atribuida a Han Yunxi. Después de todo, si moría, esta chica se convertiría en la dueña de la finca del Duque de Qin.
Aun así, no sólo se había apresurado a volver, sino que lo había dado todo para tratarla. Nada más llegar, creó una receta y utilizó la acupuntura, lo que demostraba que, al menos, no tenía ninguna intención maliciosa. La Gran Concubina Yi suspiró en silencio con emoción en su corazón. Han Yunxi, ah, Han Yunxi. Si no te hubieras mezclado con la emperatriz viuda, habría podido aceptarte. ¡Tus brillantes habilidades con el veneno podrían incluso convertirse en una ventaja para Feiye!
Después de tomar el pulso, Han Yunxi hizo otro escaneo para confirmar que el veneno había disminuido antes de retirar las agujas del cuello de la Gran Concubina Yi.
—Mufei es realmente afortunada. La mayor parte del veneno ya ha desaparecido dejando sólo unos pocos rastros. Habrá que expulsarlo mediante acupuntura y moxibustión, que empezaré desde mañana. Chenqie tratará a mufei todos los días durante los próximos tres días hasta que esté totalmente recuperada. Durante ese tiempo, le pido a mufei que intente comer y beber ligeramente y que elija alimentos que humedezcan la garganta, —dijo Han Yunxi.
La Gran Concubina Yi se alegró de no tener que temer por su vida. También se había calmado lo suficiente como para no estar tan ansiosa como antes. Con un movimiento de cabeza, dijo: —Bien, bien…
Han Yunxi sonrió en su interior. —Entonces, mufei debería descansar primero. Si hay algo que necesitas, llama a Chenqie en cualquier momento.
La Gran Concubina Yi agitó lentamente su mano. Pero después de una pausa, todavía abrió la boca para hablar. —Esta vez… fue todo gracias a ti.
Han Yunxi se sorprendió. Por fin sentía una sensación de logro después de salvarla. Sonriendo, respondió: —Es natural que Chenqie haga esto. Chenqie se marchará ahora.
Quién diría que ni siquiera había salido de la habitación antes de que Murong Wanru entrara corriendo por las puertas. —¡Mufei! Mufei, no puedo encontrar…
En cuanto vio a Han Yunxi, Murong Wanru se quedó boquiabierta. ¿Por qué estaba esta mujer aquí?
Había buscado por toda la finca Han, pero nadie sabía dónde había ido Han Yunxi. Se arrepintió de todo y temió llegar demasiado tarde para salvar la vida de Mufei. ¿Quién iba a saber que Han Yunxi estaba aquí?
—Wanru, no importa qué tipo de cosas ocurran en el futuro, debes decirlo sin rodeos. Si no, ninguna de las dos podrá cargar con las consecuencias, —dijo Han Yunxi con sencillez, antes de pasar junto a Murong Wanru y salir por la puerta.
Cuando la puerta se cerró con un chirrido, Murong Wanru recuperó los sentidos y vio a la Gran Concubina Yi mirándola con los ojos entrecerrados.
—Mufei, yo…
—¿Tú? ¡Casi pierdo la vida en tus manos! ¿Con algo tan serio y todavía te atreves a actuar mal con tu cuñada? ¿Quién te dio el descaro? —La Gran Concubina Yi dijo enfadada.
Murong Wanru había calculado todo perfectamente de antemano. Si iba a invitar a Han Yunxi y ésta seguía sin venir, haría que Mufei la obligara a volver a casa con tiempo de sobra. ¿Cómo sabía que Han Yunxi volvería sola?
—Mufei, yo no… yo… pensé que ella lo sabía. Si le pedimos que vuelva entonces, ¿cómo no iba a darse cuenta de lo que pasaba? —Murong Wanru sólo podía explicar las cosas de esta manera.
La Gran Concubina Yi no se preocupó por esos detalles. En cambio, se enfadó aún más. —¡Suficiente! Deja de intentar defenderte, claramente estabas arriesgando mi vida por esas cosas. ¡No creas que no me doy cuenta!
¿Cómo podía la Gran Concubina Yi ignorar las verdaderas intenciones de Murong Wanru hacia Han Yunxi? Podía pasar por alto que le hiciera bromas a Han Yunxi, pero se negaba a permitir que le hiciera bromas a ella misma. ¿Cómo podía Murong Wanru no entender el temperamento de la Gran Concubina Yi? Sabía que no tenía más espacio para poner excusas. Aun así, se sorprendió de que Han Yunxi pudiera pillarla desprevenida con la mufei que la adoraba absolutamente.
¡Han Yunxi, yo, Murong Wanru, no me rendiré hasta que me deshaga de ti!
Se retiró en un estado patético, ahogada por los sollozos. —La hija se equivocó. Hija estaba completamente equivocada, ¡así que por favor Mufei castígame severamente!
El temperamento de la Gran Concubina Yi no podía ser extinguido tan fácilmente. Señaló con un dedo hacia la puerta. —¡Sal ahora mismo! ¡Enciérrate en tu habitación y reflexiona sobre tus errores! ¡Sin mis órdenes, tienes prohibido salir!
Han Yunxi había estado escuchando al otro lado de la puerta. Cuando escuchó esta frase, se contuvo evitando reírse a carcajadas. Su corazón estaba totalmente satisfecho por este feliz giro de los acontecimientos. Sólo entonces se alejó de verdad.
♦ ♦ ♦
Tan pronto como entró en el Patio Hibisco, supo que Long Feiye no había regresado al mirar sus habitaciones. Este tipo realmente no tenía corazón. La vida de su mufei estaba en peligro por el veneno y, sin embargo, no había mostrado su cara en absoluto.
Comió su desayuno mientras preguntaba: —¿Chu Xifeng tampoco está aquí?
—No ha vuelto desde que se fue ayer por la tarde. Estimada wang fei, todo el mundo en la finca se enteró de los acontecimientos de ayer. Eres realmente formidable. —Zhao mama sonrió mientras le daba un pulgar hacia arriba.
Los acontecimientos de anoche, probablemente, causarían sensación durante unos días más. No era la primera vez que Han Yunxi era noticia en la capital. A ella no le importaban esas cosas, pero las palabras de Zhao mama le recordaron las últimas palabras de la señora Li.
<La gente sabe que Tianning tiene un Duque de Qin, pero no un Emperador Tianhui. Toda la gente sabe que Qin Wang fei puede tratar venenos, pero no que el experto en desintoxicación es el verdadero maestro de los venenos>.
¿Cuántos problemas más les traerán estas palabras a ella y a Long Feiye? ¿Podría Long Feiye seguir igualando los obstáculos para la familia Han después de que se descubriera que tenían un espía entre sus filas? Quién sabía si ese tipo estaba en el palacio o en el Recinto Solitario. Sólo podía esperar a que volviera para averiguar la situación. Pensando en todo eso, Han Yunxi perdió repentinamente el apetito. Estaba agotada después de haber pasado toda la noche en vela, así que le dijo a Zhao mama que no la molestara mientras subía a descansar.
Después de ser secuestrada, de luchar contra el complot de Lady Xu y de resolver su apuesta, Han Yunxi aún no había podido dormir bien. Aunque su corazón estaba lleno de preocupaciones, todavía estaba cansada. Antes de llegar a la cama, se desplomó en el largo asiento y se hizo la muerta, permaneciendo allí un largo rato hasta que se dio la vuelta. Sin embargo, este movimiento le permitió ver un par de ojos hechizantes que la miraban fijamente desde el techo.
Han Yunxi gritó con fuerza antes de incorporarse. El susto había desterrado por completo su somnolencia. Este tipo… ¿no era el dueño de la tienda de té Fragancia Celestial, Gu Qishao, de aspecto malvado?
—¿Cómo ha entrado aquí? —Preguntó sorprendida.
La finca del Duque de Qin estaba fuertemente vigilada, especialmente este Patio Hibisco. Sin embargo, este tipo había conseguido colarse sin ser detectado. Al ver la reacción de Han Yunxi, sonrió de forma aún más brillante. Sus piernas se engancharon en las vigas del techo mientras se colgaba boca abajo como un murciélago y se reía de Han Yunxi. —¡Creía que no le tenías miedo de nada, pero en realidad eres un gato asustadizo!
Han Yunxi puso los ojos en blanco, volviéndose cautelosa mientras preguntaba: —¿Qué haces aquí?
—Muchacha venenosa, ¿es así como tratas a tu salvador? —Preguntó Gu Qishao con seriedad.
Han Yunxi copió su tono de voz y le respondió: —¿Dónde está el salvador?
Gu Qishao se pinchó arrogantemente con el pulgar. —¡Aquí!
Han Yunxi puso una sonrisa falsa. —No te conozco.
—Tú… —Gu Qishao se dejó caer al suelo para sentarse junto a Han Yunxi—. Oye, teniendo en cuenta todo esto, aún arriesgué mi vida para rescatarte. ¿De verdad te pones en contra de un amigo de esta manera?
Han Yunxi se levantó inmediatamente y aumentó la distancia entre ellos, con el rostro lleno de desagrado. —Habla rápido. Si tienes palabras que decir, dílas.
No importaba quién fuera este bribón, sus maneras licenciosas y salvajes, sus ropas de seda desordenadas y sus hábitos de vagabundeo lo convertían en un rufián sin principios y sin ninguna moral. Era mejor mantener su distancia.
—Tsk tsk, muchacha. No tienes conciencia, —Gu Qishao parecía decepcionado.
—¡Ya es suficiente de tu parte! Si hubieras hecho tu jugada antes, no tendrías que arriesgar tu vida.
Aunque Han Yunxi había suplicado clemencia en nombre de Gu Qishao, eso era sólo para hacerle las cosas difíciles a Long Feiye. La razón de Gu Qishao para salvarla era idéntica a la de Long Feiye. Ambos querían retrasar el rescate hasta el final, ignorando su seguridad para atraer al cerebro entre bastidores. Las habilidades en artes marciales de Gu Qishao eran definitivamente comparables a las de Qingyi, por lo que, si hubiera querido, podría haberla sacado cuando aún estaba en la cueva.
Tras ser descubierto por Han Yunxi, Gu Qishao se acomodó el cabello detrás de las orejas mientras la seguía sin rechistar. Han Yunxi levantó una ceja para mirarlo, suspirando con emoción en su corazón. ¿Por qué los movimientos de este tipo parecían aún más bonitos que los de una chica cuando se recogía el cabello? Todo fluía con tanta suavidad.
¿Podría ser que cuando una persona era hermosa, todo lo demás en ella se volvía también hermoso?
Por supuesto, Han Yunxi no se dejaría embrujar por su buena apariencia. Ella fue muy franca. —¿Exactamente para qué me buscas?
Long Feiye no estaba contento ni siquiera cuando ella se quitó un zapato. Si se enteraba de que un hombre había irrumpido en sus habitaciones, el cielo sabe qué tipo de reacción tendría ese Témpano Gigante.
—Negocios, —respondió Gu Qishao inmediatamente.
—Entonces habla. —La verdad es que Han Yunxi seguía sintiendo curiosidad. Se arriesgó a venir a verla, probablemente, porque realmente tenía cosas que discutir.
Gu Qishao soltó una risa maliciosa antes de acercarse. Han Yunix retrocedió inmediatamente. —¡Aléjate de mí o pediré ayuda! —Si le dabas a este tipo una pizca de luz solar, insistiría en brillar con fuerza. Cédele una pulgada, y te pediría una milla.
Sólo entonces, Gu Qishao detuvo sus pasos y preguntó seriamente en voz baja: —Muchacha, ¿quién te enseñó tus habilidades con el veneno? ¿Quién te dijo que los peces de colores podían usarse para probar el veneno de las diez mil serpientes?
Anoche, Gu Qishao había estado junto a las puertas del tribunal de justicia y vio claramente la prueba de veneno de Han Yunxi. Dejando de lado a la señora Li, ni siquiera él sabía que los peces de colores podían sentir el Veneno de las Diez Mil Serpientes. Quizás, el enmascarado que estaba detrás de la señora Li tampoco lo sabía.
¡Esta chica es realmente impresionante!
¿Quién es su maestro? ¿Quién le enseñó sus habilidades con el veneno?
Si Han Yunxi recordaba correctamente, este tipo le había hecho la misma pregunta en la cueva. ¿La persiguió hasta aquí sólo para esto? —Creía que venías a suplicar por la tienda de té Fragancia Celestial, —se sorprendió Han Yunxi.
—Este caballero puede permitirse perder una tienda de té insignificante, —dijo Gu Qishao sonriendo con facilidad—. Este caballero está más interesado en ti y en tus habilidades con el veneno.
¡Qué matón y bribón!
Han Yunxi se sintió bastante apenada por esa tienda de té. Originalmente, ella quería encontrar una oportunidad para localizar a Chu Xifeng y preguntar cómo Long Feiye estaba tratando con el asunto. Parece que ahora no era necesario. Sus habilidades con el veneno, por otra parte, podían atribuirse a tres partes: su talento natural, su trabajo duro y su persistencia, y la ayuda de su sistema de desintoxicación. Si alguien le preguntara por su maestro, sólo podría decir que era su sistema de desintoxicación. Este sistema sin forma contenía todo el conocimiento de los venenos antiguos y modernos. Ahora mismo lo estaba utilizando mientras aprendía sobre ellos.
Por supuesto, esto era un secreto, su mayor secreto. Ella definitivamente no lo dirá.
—¿Dónde aprendí mis habilidades con el veneno? Un propietario de una tienda de té, experto en artes marciales y bueno con los venenos, no es de extrañar que Long Feiye te investigara —Han Yunxi cambió hábilmente el tema hacia el propio Gu Qishao.
Eso es lo mas fastidioso, no hay momento de respiro para nuestra Han Yunxi, hasta yo me siento agobiada. No hemos dejado de estrellarnos contra los problemas, el ultimo realmente metio estres, por el momento quiero ver al Duque Qin beber vinagre.
En cuanto a Murong no tardara en planear encontra de nosotros, esperemos que no encuentre a este intruso y quiera causar caos en la finca.
Gracias por su trabajo (人´∀｀)．☆．。．:*･°