Traducido por Selena
Editado por Ayanami
La mirada incrédula de Long Tianmo se posó en Han Yunxi. Era la segunda vez que la veía de cerca. La primera vez fue cuando ella había curado su extraña enfermedad y le había salvado la vida. Su sensación esta vez era completamente diferente. Aunque intentara ignorarlo, no podía mentirse a sí mismo: le gustaba esta mujer. También sabía que era diferente a Duanmu Yao. Mientras que casarse con Duanmu Yao podría ayudarle a asegurar su posición como príncipe heredero y consolidar su derecho al trono, Han Yunxi era alguien que podría elevar toda su vida a mayores alturas.
Pero se apresuró a recordar la realidad. Detrás de esta mujer había un hombre que podía apoyar su reclamo al trono, o levantar fácilmente la mano para arruinar todo lo que tenía hoy.
No podía permitirse el lujo de ofenderlo.
Sólo podía esperar en silencio en su corazón que el duque de Qin no hubiera descubierto lo única que era esta mujer. Tal vez, el orgulloso y distante duque perdiera a esta mujer. Tal vez, un día en el futuro, él también podría tener esperanza.
Los aplausos de Long Tianmo fueron reanimando al resto de la multitud, muchos de los cuales se unieron a los aplausos.
—¡Ingenioso! El concepto es elevado y magnánimo, ¡estos versos seguro que se convertirán en un clásico!
—La estimada wang fei realmente tiene conocimientos ocultos. El Duque de Qin… ¡tiene buen ojo! ¡jeje!
—No es de extrañar que sea Qin Wang fei. ¡Este humilde concede la derrota! ¡Estoy sinceramente convencido desde el fondo de mi corazón!
—¡Sin el porte adecuado, es imposible componer líneas como estas! Estimada Wang fei, ¡realmente no necesitamos componer más poemas!
Entre la gente que esperaba reírse de Han Yunxi, la mayoría la había elogiado generosamente en su lugar, perfectamente dispuesta a considerarla su superior. Cuando uno alcanzaba un determinado nivel de habilidad, mucha gente se ponía celosa. Pero cuando uno alcanzaba realmente un nivel alto, sus celos se convertían en admiración.
A Han Yunxi no le gustaba plagiar, pero si este método podía callar a esa gente y hacer que las mujeres la reconocieran como una excepción, se conformaba con hacer el papel de Lei Feng[1] una vez. Ahora era su oportunidad de vengarse. Miró a Duanmu Yao con una suave sonrisa.
—Princesa Rongle, es tu turno.
Sólo ahora, Duanmu Yao se recuperó del shock. Su corazón latía con fuerza y su cuerpo temblaba. Le tocaba lucirse. Pero si no podía componer algo mejor, ¡sólo serviría para mejorar el trabajo de Han Yunxi, mientras hacía el ridículo! Además, Han Yunxi había llegado a decir que temía que sus versos fuesen demasiado buenos para un seguimiento sin avergonzarla.
Si ahora compusiera algo de verdad y no fuera tan bueno en comparación, ¿no perdería aún más la cara?
¿Qué debería hacer?
Al principio, quería humillar a Han Yunxi, pero ahora estaba bajo el escrutinio de todos. No había forma de avanzar o retroceder, sobre todo porque la multitud se volvía cada vez más silenciosa con el paso del tiempo. La cara de Duanmu Yao se fue enrojeciendo poco a poco, mientras deseaba esconderse en una grieta del suelo. Todo el mundo estaba esperando. Las pocas que habían hablado de antemano, o que habían sido mencionadas por la princesa Changping, se alegraron en silencio de no haber subido al escenario. De lo contrario, ¡ellas serían las que se sentirían avergonzadas hoy! Han Yunxi era una mujer tan aterradora; ¡su conocimiento era demasiado grande! Parecía que no debían entrar en conflictos con ella en el futuro, ¡o morirían sin saber cómo! Ahora mismo, incluso la princesa Changping se sentía aliviada de que Han Yunxi sólo hubiera hecho una apuesta con Duanmu Yao. Si fuera ella en su lugar, ¡sería el mayor hazmerreír del día!
La paciencia de Han Yunxi tenía límites. Se rió un poco, antes de recordarle amablemente: —Princesa Rongle, has estado pensando durante mucho tiempo. Has escrito muchos libros de poesía, pero esto es sólo una oda a las flores de ciruelo. No necesita tanta reflexión, ¿verdad?
Duanmu Yao levantó la cabeza de repente para encontrarse con sus ojos brillantes. Tenía ganas de atravesar a esta mujer con su espada. Respirando hondo, finalmente admitió su derrota con los dientes apretados. —La estimada Wang fei es formidable. Esta princesa se resigna a que no puede compararse.
Han Yunxi era, sin duda, una chica rencorosa. No era nada modesta, pero dijo riendo: —Aiya, ¿no te lo recordé de antemano? Aun así, insististe en que fuera yo la primera e hiciste esa apuesta. Ahora tienes que cumplir los términos, ¿no?
Duanmu Yao estaba lo suficientemente enfadada como para sentir el sabor de la sangre en su garganta. El cielo sabe lo hosca que se sentía, pero bajó la voz y escupió: —Por supuesto. Si aceptas apostar, debes estar preparada para perder. A partir de hoy, esta princesa no volverá a componer otro poema.
Han Yunxi estaba completamente satisfecha, mostrando una sonrisa radiante e inofensiva. Se volvió para mirar a la princesa Changping. —Changping, ¿vamos a competir también en otras cosas? ¿Pintura? ¿Qin? ¿O tal vez en ajedrez?
La princesa Changping no se atrevió a aceptar, rápidamente rechazó las ideas. —Hacemos estas cosas todos los años, ¡qué aburrido! Creo que no es necesario.
Ahora mismo, nadie conocía el alcance de las habilidades de Han Yunxi. ¿Quién se atrevería a competir contra ella? La princesa Changping se arrepintió de la idea. Si hubiera sabido de antemano que esto iba a ocurrir, no habría insistido en un concurso de poesía. Al final, Han Yunxi pisoteó a la princesa Rongle con una sorprendente victoria. Una vez que ese poema circulara entre el público, probablemente, crearía una sensación en toda la capital. El mero hecho de que Han Yunxi derrotara a la princesa Rongle y le impidiera componer poesía para siempre sería noticia suficiente para causar un revuelo en todo el Continente del Reino de las Nubes.
Al fin y al cabo, la princesa Rongle era la famosa erudita del Continente del Reino de las Nubes. Cualquiera que la superara estaba destinado a ser famoso. Parte de la razón por la que su nombre estaba tan extendido se debía a que tenía un talento genuino, pero la otra parte procedía de una cuidadosa reflexión, de la sincronización y del oro gastado en moldear la opinión pública. Pero Han Yunxi simplemente había utilizado un único poema para obtener una ventaja abrumadora.
Tras la negativa de la princesa Changping, nadie más se atrevió a provocar más problemas. Se sirvió una nueva ronda de té y pasteles, y todos guardaron silencio mientras probaban los productos. La princesa Changping bajó la cabeza con enfado mientras bebía su té, completamente desconcertada por la actuación de Han Yunxi. Necesitaba algo de tiempo para recuperarse y examinarla de nuevo. Mientras tanto, Duanmu Yao había recibido un verdadero golpe. Cuanto más pensaba, más hosca y avergonzada se sentía. Ni siquiera se atrevía a levantar la cabeza y mirar a nadie más. Finalmente, no pudo seguir sentada y se inventó una excusa de que se sentía mal para abandonar la reunión. Long Tianmo, que tenía órdenes del emperador de acercarse a ella, no tuvo más remedio que acompañarla mientras se marchaba.
Han Yunxi disfrutaba de sus sabrosos pasteles, mientras observaba la espalda de Duanmu Yao en retirada. Cuanto más miraba, más pensaba en Long Feiye. Habían pasado días desde la última vez que lo vio. Esperaba que estuviera aquí para entretener al invitado de honor, pero en su lugar había venido Long Tianmo. Los rumores decían que había tres posibles candidatos al matrimonio de Duanmu Yao: Long Feiye, Long Tianmo y Mu Qingwu. A juzgar por la actitud de la princesa Changping, Mu Qingwu era una elección imposible. Eso significaba que la elección tenía que ser entre Long Feiye o Long Tianmo.
¿Qué pensaba ese tipo de todo esto?
Se dijo a sí misma que no se preocuparía por sus asuntos, pero, de alguna manera, se vio mezclada en ellos de nuevo. Sólo quedaban unos días para la fiesta de Año Nuevo. Duanmu Yao quería pasar esta celebración en Tianning, así que ¿con quién celebraría en Nochevieja? ¿Y dónde se alojaría?
¿Habría novedades en la alianza matrimonial después del año nuevo?
¿Estaba Long Feiye realmente planeando viajar para entonces?
♦ ♦ ♦
Al poco tiempo, llegó el vino de flor de ciruelo, lo que hizo que la princesa Changping, finalmente, levantara la vista. Sólo entonces se dio cuenta de que Murong Wanru la había estado mirando todo el tiempo. La princesa Changping miró las jarras de vino de flor de ciruelo y sus ojos se volvieron fríos y feroces. Se recompuso y asintió a Murong Wanru para decirle que no se preocupara.
La reunión de flores de ciruelo estaba a medio camino cuando llegó el vino. Aunque Han Yunxi había conseguido cambiar el rumbo de las cosas en la primera ronda, aún quedaba la segunda parte. Esta vez, la Princesa Changping se había preparado a conciencia. ¿Cómo iba a dejar escapar a Han Yunxi tan fácilmente?
¡Lo mejor estaba en la segunda parte!
El vino de flor de ciruelo sólo estaba disponible en el Encuentro de Flor de Ciruelo, elaborado con la nieve y las flores de ciruelo fermentadas del año anterior. Este vino tenía un aroma dulce y fragante, pero no tardaba en embriagar a su bebedor. A lo sumo, todo el mundo tomaba sólo dosis superficiales. Por supuesto, aún había quienes bebían en exceso. Si se emborrachaban accidentalmente, podían descansar en una de las alas de una casa lejana antes de volver a casa al día siguiente.
Tras probar algunos sorbos, la princesa Changping empezó a hablar. —Todos los años competimos en poemas y canciones o en música y pintura. Eso no es divertido. Ya hemos visto suficientes flores de ciruelo, ¡así que probemos algo nuevo! ¿Qué les parece?
—La princesa debe tener una buena idea, ¿verdad? —Dijo finalmente Murong Wanru que había estado en silencio hasta ahora.
Junto a ella, unas cuantas chicas también se mostraron de acuerdo. —¡Debe haber algo nuevo! Ya que la princesa es la anfitriona este año, ¡lo que la princesa diga, cuenta!
—¡Su Alteza, apresúrese y díganos su buena idea!
La princesa Changping se rió. —Este año mi madre imperial no está aquí, así que vamos a subir la apuesta, ¿qué les parece?
El corazón de Han Yunxi se desplomó ante estas palabras. Se puso en guardia al instante, pero todos los demás parecían encantados con la noticia, ya que asentían una tras otra, animando el ambiente.
La princesa Changping se levantó. —¡Hagamos un concurso de beber! Competimos con este vino de flor de ciruelo.
—¡Eso es nuevo y fresco! ¡Jugaremos a esto!
—Su Alteza, la Princesa, es una buena idea. Las chicas no perderemos contra los hombres, ¡veremos quién puede beber más hoy!
Un concurso de bebida era mucho más divertido que un concurso de poesía. Para muchas de las mujeres presentes, era una rara oportunidad de soltarse y mostrar sus verdaderos sentimientos. Gran parte de la multitud estaba muy animada. Sin la emperatriz presente, la princesa era la anfitriona, así que cualquier cosa que la princesa aprobara no sería tabú. Por supuesto, muchos de los hombres habían decidido esperar y ver. No pensaban participar, ya que competir contra una mujer les daba ventajas injustas. Pero ver a las mujeres competir en un concurso de bebida era una de las alegrías de la vida. En comparación, los Señores del Norte y del Sur estaban ansiosos por intentarlo, la emoción era palpable en sus pupilas.
El Señor Che agitó ligeramente su abanico, con una sonrisa encantadora. —Princesa Changping, ¿cómo vamos a competir?
La princesa Changping esperaba estas palabras exactas y respondió al instante. —En años anteriores, los nuevos invitados siempre tenían que dar una actuación para mostrar sus habilidades. Creo que este año, ¡deberían competir todos en la bebida! ¿Se atreven?
Los nuevos invitados eran aquellos que asistían a la reunión por primera vez este año. Entre ellos estaban Han Yunxi y los Señores del Norte y del Sur.
¿Hacerles competir en la bebida? ¿Qué significaba esto?
Han Yunxi frunció las cejas mientras miraba a la princesa Changping. —Changping, di las cosas con claridad. ¿Quieres que esta wang fei compita con los hombres en un juego de beber? ¿Qué clase de idea es ésta?
La princesa Changping fingió no entender el significado de las palabras de Han Yunxi. Pero se mostró muy seria al responder: —los tres nuevos invitados deben competir para dar lugar a un ganador, y luego a un subcampeón. Estimada wang fei, no tienes miedo, ¿verdad? Está bien si lo tienes, sólo admite tu derrota y puedes retirarte.
Murong Wanru habló tan pronto como terminó. —¡Cuñada, todos están muy animados así que no deberías decepcionarlos!
—Así es, así es. Estimadawang fei, ¡todos te apoyamos!
—Estimada wang fei, tienes que representar a todas las mujeres para ganar contra esos dos! ¡No pierdas la cara!
—Estimada Wang fei, es raro tener un vino tan bueno. ¡No nos defraudes!
Todos se turnaron para animarla hasta que Han Yunxi supo que era imposible escapar. Le lanzó una mirada a los Señores del Norte y del Sur, sintiéndose complicada. Los verdaderos problemas habían llegado. Su capacidad para el licor no era mala, pero tampoco era tan grande. Había oído que estos dos señores eran conocidos por derecho propio. Uno se había distinguido en los burdeles mientras que el otro frecuentaba los teatros. Los dos se pasaban el día en ambientes de copas.
Si no competía, no sólo decepcionaría a los demás, sino que se convertiría en un tema de cotilleo. Sin embargo, ¡iba a ser una dura batalla si realmente participaba!
[1] Lei Feng (雷锋) – (1940-1962), un soldado convertido en modelo de altruismo y lealtad al Partido Comunista Chino como propaganda gubernamental durante la década de 1960.