Crié a un dragón negro – Capítulo 10: ¿Quién eres?

Traducido por Den

Editado por Nemoné


Leonard pudo ver una espalda delgada acostada en la cama. Ya había salido el sol, pero la habitación estaba tan oscura como el amanecer. Las constantes exhalaciones de la bruja resonaban en la habitación.

Debe estar profundamente dormida, supuso. Comenzó a mirar alrededor de la habitación al instante. Su intención estaba clara: recuperar el revólver que le había quitado.

Mientras caminaba por la habitación de la bruja con indiferencia, Eleonora ni siquiera se dio la vuelta. Por un momento, Leonard la miró durmiendo. Aunque es un hecho muy difícil de admitir, no puede negar su impresionante belleza. A menudo le resultaba difícil creer que es una bruja malvada que ha cometido muchos crímenes atroces. Sus ojos eran de un azul brillante y sus labios de color ciruela.

—Desearía que su temperamento reflejara su apariencia.

Leonard chasqueó la lengua y se inclinó hacia ella. Sus ojos examinaron rápidamente y rozó el cabello despeinado de color albaricoque de la mujer dormida.

Está así de cerca y no hay ningún movimiento.

¿Qué le sucedió a la bruja que incluso se daba cuenta de una mota de polvo en su florero? Eleonora Asil era una mujer que no tenía nada que ver con la tensión baja o anemia, sino que era demasiado enérgica para estar indispuesta.

Pensando aquello, estuvo a punto de acariciarle el cabello.

—Estoy aquí.

El investigador se detuvo en seco, con los brazos congelados en el aire.

¿Desde cuándo un niño de cabello negro rizado y oscuros ojos rojos se sentó en el marco de la ventana?

Leonard pensó que el bebé parecía un poco más mayor que esta mañana.

No puede ser. 

El niño volvió a hablar en un tono bastante áspero.

—Si tocas a Noah, pagarás.

¿Noah? ¿Es el apodo de Eleonora? 

El sol brillaba sobre el rostro del niño pequeño, dejando al descubierto su encanto. Saltó a la cama y se paró frente a ella como para protegerla. Leonard se tragó una carcajada por su ternura.

Inclinó su postura frente a la cama y se sentó para estar en contacto visual con el niño.

— ¿Cómo dijiste que te llamabas?

—Todavía no.

— ¿Todavía no?

—Noah todavía no me ha dado un nombre.

Leonard frunció un poco el ceño. Fue un comentario extraño.

Pareces un niño de tres o cuatro años, y todavía no tienes nombre. ¿Y no me dijiste tu nombre? 

—No me digas… —su rostro de repente se puso rígido ante la idea ridícula que tuvo.

Un niño sin nombre cuyo crecimiento es absurdamente rápido. El extraño título de maestro. ¿No es similar a la impronta del dragón? 

Inclinándose, el investigador observó más de cerca la apariencia del niño: cabello negro rizado y oscuros ojos rojos.

Sí, ciertamente había crecido un poco más en comparación con ayer, pero tanto su voz como su pronunciación se habían vuelto más claras. 

De hecho, Kyle Leonard era un investigador hasta los huesos. Incluso las pistas más pequeñas nunca pasan desapercibidas.

El huevo de dragón que está desaparecido. Una bruja que es la principal sospechosa. El hijo no humano que la bruja está criando. 

— ¿Quién eres?

El niño parpadeó sus oscuros ojos rojos. Poco después, sus ojos se transformaron en una media luna y se echó a reír. Fue una sonrisa clara e inocente. El niño sacudió la cabeza.

—No puedo decirlo.

— ¿Por qué?

—Tengo que lucir bien ante Noah.

Kyle frunció el ceño. ¿Este es el dragón? 

Sus ojos se dirigieron hacia la mujer durmiendo tranquilamente.

Si Eleonora Asil recibió la impronta del dragón, las cosas serían 180° diferentes. 

Normalmente tenía suficiente capacidad para mantener a Laurent en funcionamiento por su cuenta, ¿y ahora tenía el poder del dragón? Entonces no tiene sentido detenerla. En lugar de detenerla, tenía que suplicar que usara su poder para el imperio.

Mientras Leonard estaba sumido en sus pensamientos, el niño también reflexionaba.

Al niño le gustaba Noah. No sólo porque fue la primera humana en verlo por primera vez. Sino porque todos los días, aunque había sido una molestia, ella le había dado leche con una manta para mantenerlo caliente. Y, si se aferra a ella, le da un abrazo aunque sea con el ceño fruncido.

Noah era básicamente amable con él, aunque sus expresiones y su comportamiento eran un poco diferentes. Incluso lo abrazó y durmió con él hoy.

Sin embargo, si Noah lo hubiera echado tan pronto como lo encontró, podría haberla matado.


Den
Vamos Kyle, déjate seducir por la belleza de nuestra bruja (¬‿¬)

8 respuestas a “Crié a un dragón negro – Capítulo 10: ¿Quién eres?”

  1. No se si tiene sentido eso último, Noah lo echó muchas veces…

    Gracias por el capítulo, estoy deseando poder leer los siguientes!!!

    1. Supongo que es confuso, trataré de corregir esa parte para evitar confusiones. Así que les aclaro: nuestro dragoncito se está refiriendo a que si Noah lo hubiera abandonado inmeditamanete después de salir del huevo, claramente la habría matado. Pero como en cambio lo cuidó a su modo (dándole comida, intentando mantenerlo caliente) , esos fueron actos que en cierto modo mostraron su amabilidad hacia él. A pesar de que lo haya intentado de enviar a la capital varias veces. Digamos que para el dragón el cómo se preocupó por él, es lo que más le importó, dejando de lado el resto
      Espero haber aclarado la duda 😊

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