Crié a un dragón negro – Capítulo 24: Dos destinos opuestos se unen

Traducido por Den

Editado por Hime


—¿Estás seguro de querer vivir conmigo? Quiero saber que no te arrepentirás de haberme elegido como tu dueña.

El bebé dragón que estaba cabizbajo, levantó sorprendido la cabeza para confirmar que había entendido correctamente. Sus obscuros ojos rojos parpadearon varias veces, sin poder creer la oferta que la bruja le acababa de presentar.

—No estoy segura —murmuró Noah con voz débil. Se mordió el labio inferior con fuerza.

El dragón la arrulló.

—Realmente no estoy segura sobre ésto. Sobre todo porque sé lo que vendrá después. Podría arrepentirme, y tú también.

El pequeño ladeó la cabeza y movió las piernas delanteras, como si entendiera. Antes, el niño repetía constantemente que quería vivir junto a ella, pero al llegar la tan esperada oportunidad de realizar su deseo, dudó.

Lo mismo le sucedía a Noah. Pero en ese momento, solo estaba segura de una cosa. Respiró hondo y dijo:

—Pero todavía puedo ser responsable de mi elección.

Deseaba una vida pacífica, y nunca había tomado una decisión tan impulsiva como ésta. Sin embargo, por más imprudente que parecieran sus palabras, habló con total sinceridad.

—No te culparé ni te abandonaré a mitad de camino. Es mi elección y soy responsable por ello… Es decir, si quieres —prosiguió.

Los oscuros ojos rojos del pequeño dragón se ensancharon producto de la sorpresa, y sus alargadas pupilas temblaron. Noah le tendió una mano, decidida a reprimir las estrepitosas dudas que rondaban en su cabeza. Después, tomó la decisión más valiente y atrevida que jamás imaginó.

—Haz la impronta conmigo.

Frente a ella, el dragón abrió la boca como nunca antes, revelando sus pequeños dientes afilados. De alguna manera, entendía la expresión del niño, ya que la suya sería idéntica de haber estado en el lugar del infante. Eso la hizo sonreír.

Qué p**a más loca. Vas a morir por exceso de trabajo en esta vida. Pero soy sincera al pretender ser  “responsable”. Yo, Park Noah, nunca traicionaría mi propia promesa.

El dragón miró su rostro y extendió su mano hacia ella.

—Debes decidirlo ahora. Si no coges mi mano pronto, no sé cuando mi corazón estará nuevamente dispuesto a ésto. —Agitó la mano.

—Uh… —Aun así, el bebé dragón se quedó congelado, incapaz de comprender del todo lo que sucedía.

—¿La vas a tomar o no?

Finalmente, el dragón dio un paso hacia adelante con sus pequeñas patas, a pesar de dudar de las palabras de Noah. La distancia entre la criatura más poderosa que jamás hubiera existido y la bruja que despreciaba a los hombres —cuyos destinos supuestamente eran polos opuestos—, se acortó lentamente.

En cuanto llegó a ella, el pequeño tocó la mano de Noah con su hocico. Ella por su parte, agarró la negra pata llena de gruesas garras y la sacudió enérgicamente de arriba a abajo dos veces. Entonces le sonrió al despistado infante, quien no conocía el significado de un apretón de manos.

Pronto, los ojos rojos del dragón brillaron, y lágrimas brotaron de ellos como un río. La bruja lo estrechó en sus brazos.

La impronta no era un proceso complicado. Park Noah leyó en la trama original la escena en la que Lenia le daba a este niño un nombre, éste lo aceptaba, y ambos seres conectaban perfectamente.

Por lo tanto, lo esencial en el proceso era el nombre, uno que una al dragón con su maestro. La heroína —en el libro— lo había llamado “La Noche Más Oscura”, aludiendo a su color, que asemejaba el cielo nocturno.

Pero no quería darle el mismo nombre. Además, era algo horrible darle un nombre tan sombrío a alguien con quien conectaría espiritualmente, por lo que reflexionó al respecto.

¿No hay un dicho que dicta que las vidas de las personas son regidas por sus nombres? 

Este pensamiento la hizo asumir que de hacer la impronta con el dragón en lugar de la heroína, si le daba un nombre con un significado más esperanzador, su historia podría cambiar, y su final, entonces, sería mejor que en los libros. Pero eso era solo un deseo.

Mientras reflexionaba, el dragón había tomado nuevamente su habitual forma humana, sentándose de rodillas frente a ella y mirándola con ojos radiantes. A continuación, Noah murmuró un nombre que le cruzó por la cabeza, acariciándole su cabello rizado.

—Mu.

Después de pronunciarlo mentalmente varias veces, tomó una decisión.

—Muell estará bien.

Era una combinación de palabras antiguas de su mundo original, las cuales eran portadoras de los significados más luminosos: “eheleu” era azul, y “myui” agua cristalina.

Noah lo pronunció varias veces y el rostro del niño se iluminó, asintiendo con la cabeza.

—¿Te gusta?

—¡Sí! —La voz del infante estaba llena de emoción.

—Muell…

Tan pronto como el niño murmuró su nombre, algo circuló en el cuerpo de la bruja.

—Muell —el niño repitió su nombre.

De repente, el ambiente cambió. Se formó la ilusión del viento soplando y algo se arremolinó alrededor de ambos. Muell sujetó la mano de su maestra. Al momento siguiente, una ráfaga de viento azotó la habitación.

Rojo, azul, amarillo, verde, dorado, negro… Incontables corrientes de luz dieron vueltas, acompañando a la violenta tormenta. Logrando mantener los ojos abiertos y todavía sentada en su lugar, miró al niño que  sujetaba su mano.

—Mu, ¿qué está pasando…?

—Es la impronta.

Solo entonces se dio cuenta de que todos los colores radiantes que brillaban en el interior de la habitación eran parte de la magia del dragón. De pronto, un hormigueo comenzó a recorrer su muñeca y bajando su mirada para observarla, notó que un patrón geométrico recién se había grabado en su piel..

En la novela, el proceso fue descrito de la siguiente manera: Cuando Lenia hacía la impronta con el dragón, una marca —similar a la suya—, quedaba grabada en su muñeca, simbolizando así la pertenencia del dragón.

Entonces sintió una energía intensa donde yacía la marca, y mirando a su alrededor, contempló la espectacular visión del maná que los envolvía, el cual los rodeaba a gran velocidad.

—Noah es mi verdadera dueña de ahora en adelante —declaró el niño con voz  clara.

Una respuesta en “Crié a un dragón negro – Capítulo 24: Dos destinos opuestos se unen”

  1. Me encanta Muell y Noah 💖
    Leí la parte de la impronta con la canción de Mulán de fondo por pura casualidad jaja
    Debo decir que le queda perfecto al momento 🙈

    Gracias por la traducción ❤️

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