Dama Caballero – Capítulo 57: Solo espera

Traducido por Kiara

Editado por Nemoné


—Bienvenida.

Elena inmediatamente inclinó la cabeza ante él.

—Salve a Su Majestad el Emperador. Gloria eterna al Imperio Ruford.

—Vaya, vaya, un saludo tan formal entre nosotros.

Sullivan habló con calma y señaló un asiento frente a él. Lucía más enfermo, pero sus ojos eran suaves y su gentil aura aún no habían cambiado.

—Debes estar cansada por el viaje, así que por favor toma asiento.

—Gracias, Su Majestad.

Elena se sentó en silencio donde él le indicó.

La arquitectura paisajística del anexo daba la impresión de un edificio flotando en un estanque, y la mesa frente a ella estaba cargada con una variedad de alimentos, el vapor subía como si acabara de estar recién preparado. No sabía a qué distancia estaban las cocinas de aquí, pero sabía que no era fácil preparar esta enorme cantidad de platos en tan poco tiempo. Esto sería impensable en el hogar de una familia noble típica. Solo sirvió para hacer que Elena se sintiera un poco incómoda, ya que Sullivan parecía prestarle mucha atención.

—Le pedí al chef que preparara una variedad de platos, pero no estoy seguro de cuál se adapte a su gusto. No tengo mucho, pero por favor come.

—Gracias. Ni siquiera sé por dónde empezar porque todo se ve tan delicioso, Su Majestad.

— ¿Esto? No es nada para un miembro de la Familia Imperial.

Había una implicación en sus palabras, pero Elena sonrió inocentemente.

Y así comenzó la incómoda comida. Había todo tipo de platos raros y exóticos, pero su mente estaba tan preocupada por otras cosas que no podía concentrarse en su sabor. Sullivan, por otro lado, la estaba pasando muy bien.

—Escuché que has estado viendo a Carlisle, ¿verdad?

—Sí, Su Majestad.

—Tenía curiosidad sobre qué tipo de mujer estaba viendo mi hijo. ¿Así que es un buen hombre mi hijo?

Las preguntas de Sullivan eran más comunes de lo que esperaba, pero eso solo la ponía aún más nerviosa. No enviaría una invitación para preguntar sobre cosas triviales.

—Sí, él es muy generoso conmigo y estoy muy feliz por eso.

—Es bueno escucharlo. —Tomó un sorbo lento de agua, luego la miró con una expresión más seria—. Escuché que Carlisle está considerando casarse contigo, ¿es cierto?

—Sí. Sería un honor para mí ser su primera esposa, con su permiso por supuesto.

—Por tu respuesta, ¿supongo que sabes acerca de la profecía y que tu padre también está a favor del matrimonio?

—Sí, por supuesto.

Elena asintió de inmediato. Sin embargo, a pesar de la confianza de su respuesta, la expresión de Sullivan se volvió oscura. A diferencia de la amabilidad cuando la recibió por primera vez, sus rasgos se transformaron gradualmente en los de un emperador despiadado, como para revelar su verdadera intención.

—Entiendo. Debo felicitarte por tu confianza en Carlisle. Pero hay otra negociación familiar para un encuentro con mi hijo.

Los ojos de Elena se abrieron por la sorpresa. Ella recordó lo que dijo Carlisle. Ya le había dicho a su padre que tenía la intención de casarse con ella y que ella no debía preocuparse. ¿Carlisle sabía de esto? Se preguntó qué familia ofrecía el mejor partido, pero lo que era más preocupante ahora era que Sullivan no parecía favorecer su lado.

—No debes preocuparte. Hablaré con tu padre lord Blaise nuevamente. Como saben, el matrimonio del Príncipe Heredero no puede ser apresurado.

—Por supuesto.

—Te llamé aquí no solo porque tenía curiosidad sobre la mujer con la que se encontraba mi hijo, sino porque me gustaría preguntarte algo más.

El tono de Sullivan era gentil, pero había una espada debajo de sus palabras. Hasta ahora, quería aliar a Carlisle con una familia poderosa. Aunque la casa Blaise era conocida, no se podía confiar en su nombre. El emperador no se oponía abiertamente a ella, pero podía captar la sutil sugerencia de que se retirara. Ella entendió un poco por qué Carlisle llamó a su padre un viejo zorro astuto.

—Tengo una pregunta. ¿Acaso… has recibido algo de Carlisle?

Elena recordó el anillo de cuentas azules que había recibido de niña de Carlisle. Sin embargo, no le diría eso a Sullivan, ya que sabía que tenía que decir las palabras que Carlisle le regalo. Lentamente se colocó el cabello detrás de la oreja con la mano izquierda, mostrando deliberadamente el anillo.

—Bueno, Su Majestad. No estoy segura de lo que quiere decir.

Como se esperaba, los ojos de Sullivan comenzaron a temblar cuando sus ojos se posaron en esa simple pieza de joyería.

—El anillo…

—Oh, este. Fue un regalo para mí como muestra de su propuesta.

—Es eso así…

La expresión de Sullivan cambió cuando vio el anillo. Ella no pudo evitar notar que sus ojos se parecían a los feroces de Carlisle.

— ¿Carlisle dijo algo cuando te dio el anillo?

—Me dio el anillo, luego una palabra de bendición para quien se casara conmigo se convirtiera en el emperador del Imperio Ruford y provocara un gran avivamiento.

La pálida cara de Sullivan se puso roja de emoción y Elena supo que sus palabras tenían el efecto deseado.

¿El Emperador realmente cree en aquel mito?

Todavía tenía muchas preguntas, pero primero tenía que concentrarse en organizar su matrimonio con Carlisle.

—Eso es lo que él dijo… —expresó el Emperador.

En verdad, Carlisle ya había pedido un deseo con el Orbe del Dragón para proteger a Elena de la muerte, pero cuando Sullivan escuchó la historia de Elena, no pudo evitar pensar que el hombre que se casaría con ella se convertiría en emperador. Además, este hombre provocaría un renacimiento del imperio. Era un reflejo perfecto de los ideales de Sullivan.

Sullivan de repente miró a Elena con una expresión muy dulce. La sombra de la duda en él parecía haber sido completamente barrida.

—Debes ser una mujer muy noble para que Carlisle declare de repente que quiere casarse. Me preguntaba dónde había guardado el anillo, y pensar que lo había usado con bastante precocidad. Jaja.

—Su Majestad, ¿este anillo tiene algún significado? Cuando me lo dio, parecía que era muy valioso.

Elena comenzó a actuar lentamente por su propia curiosidad personal. A partir de ahora, se desviaría de las instrucciones de Carlisle.

—Por supuesto. Es tan valioso que debes cuidarlo como a tu propia vida.

— ¿Es realmente tan valioso?

—Puede que no lo creas, pero el anillo le permite a Carlisle pedir un deseo.

Aunque sus palabras sonaban como tonterías, su mirada era intensamente seria.

Elena no pudo ocultar su desconcierto.

Carlisle dijo que Sullivan pensaba que el anillo era el Orbe del Dragón. Sullivan, por otro lado, dijo que el anillo concedería el deseo de Carlisle. Aunque las dos partes afirmaron algo diferente, eran sutilmente iguales. Por supuesto, era posible que el anillo fuera el Orbe del Dragón, pero le pareció que se limitaba a un solo deseo.

Ella rápidamente ocultó sus pensamientos y volvió a hablar.

—Qué inusual. Eso significa que con quien me case no solo será coronado emperador, sino que también traerá un gran avivamiento al imperio. Hubiera sido una fortuna si pudiera conceder más de un deseo.

—Descubrirás más cuando te conviertas en miembro de la Familia Imperial. Estaba preocupado por encontrar un compañero para Carlisle, pero ahora puedo estar tranquilo.

Sullivan la trataba como si ya fuera su nuera a pesar de su desaprobación inicial, y Elena estaba más curiosa que nerviosa por su repentino cambio de actitud. De hecho, el consejo que Carlisle le había dado era correcto.

¿No es extraño?

De hecho, Sullivan era tan inteligente como Elena había supuesto. Dirigió la conversación de la manera que quería mientras ocultaba sus pensamientos internos de manera experta, como se esperaba de un emperador que durante mucho tiempo había librado batallas políticas. No se aferraría a un mito sin ninguna razón.

Hay algo más.

Las sospechas de Elena estaban creciendo. Debe haber un secreto sobre la familia imperial que Elena no conocía.

—Querida, quiero que hagas algo por mí.

El repentino cambio de título fue completamente incómodo para ella, pero Elena respondió con calma sin un cambio de expresión.

—Por favor, digalo Su Majestad.

—No le digas a nadie que recibiste el anillo de Carlisle o lo que dijo. Al menos hasta la boda.

—Es una buena historia. ¿Por qué nadie debería saberlo? —preguntó inocente.

— ¿No te dije? El anillo otorgará el deseo de Carlisle. Debe guardarlo para usted por ahora, ya que no debe haber sospechas de corrupción.

—Pero…

Elena extendió su palabra y miró a Sullivan. Después de una breve pausa, ella decidió preguntarle directamente.

—No puedo evitar sentir curiosidad, Su Majestad. El anillo es una valiosa señal de matrimonio que me dio el Príncipe, pero ¿podría contarme más al respecto? De esa manera, sabré cómo tener cuidado.

Este tipo de oportunidad no llega fácilmente. Quería saber si había otros secretos sobre este anillo y, si era posible, también de Carlisle.

Sullivan, sin embargo, sólo le concedió una sonrisa peculiar.

—Debes ser curiosa, mi nuera. Pero hasta que formes parte de la Familia Imperial, debes soportar tu curiosidad un poco más.

—Ah…

—En cambio, te contaré más una vez que estés casada con Carlisle y te conviertas en Princesa Heredera.

La expresión de Elena se iluminó ante la promesa de Sullivan, y él sonrió satisfecho ante su reacción.

—Te ves feliz.

—Sí, Su Majestad. Por favor, manténgalo en secreto del Príncipe también. Me gustaría sorprenderlo más tarde.

—Si te gusta, necesitarás saber más de todos modos.

El corazón de Elena dio un vuelco ante el hecho de que este misterio se resolvería tarde o temprano. No de inmediato, pero si su matrimonio con Carlisle era exitoso, finalmente aprendería sobre las extrañas escamas negras que aparecieron en su brazo.

—Si quieres saber, entonces debes celebrar la boda lo antes posible.

Justo antes, Sullivan había dicho que tal boda imperial no se decidiría tan rápido. Elena continuó con una mirada sorprendida.

—Eso significa…

—Tendré que discutirlo con tu padre otra vez, pero ¿qué tal el próximo mes?

Fue antes de lo que esperaba, y no pudo evitar mostrar una expresión de sorpresa. Sabía que la impresión de Sullivan sobre ella había cambiado gradualmente, pero no se pensó que sería tanto.

— ¿Por qué tan rápido, quieres preguntar?

—O-Oh no. Si se trata de casarse con el Príncipe Heredero, entonces cuanto antes mejor.

—Sí, me gusta tu respuesta. Golpear al hierro mientras está caliente [1]. Celebremos la boda lo antes posible.

—Sí, Su Majestad.

Elena no pudo ocultar su sonrisa satisfecha. Todo iba más bien de lo esperado. Se sintió lejano el momento en que ella y Carlisle arreglaron su matrimonio por contrato, pero ahora parecía que estaba a la vuelta de la esquina.

De familia noble a Familia Imperial. Esperaba que aún quedarán algunas montañas por escalar, pero se resolvió rápidamente. Ahora todo lo que quedaba era prepararse para la boda en tan poco tiempo.

Sullivan continuó con una leve sonrisa en su rostro.

—Escúchame bien, querida.

Ella todavía no estaba acostumbrada a su cambio abrupto de actitud, pero ya no importaba. Elena respondió con una sonrisa.

—Sí, padre.

♦ ♦ ♦

Después de separarse de Sullivan, se dirigió rápidamente al lugar donde Carlisle dijo que esperaría. Sus pasos eran tan ligeros en su corazón. A pesar de su vestido largo, no pudo evitar caminar más rápido.

Finalmente, Elena lo vio. Podía reconocer su figura apoyada contra la pared incluso cuando estaba en la sombra. Carlisle estaba mirando a lo lejos, emitiendo un aire arrogante distintivo. Elena lo llamó.

— ¡Caril!

Sus ojos azules se movieron hacia el sonido de su voz. Curiosamente, incluso en esta simple escena Elena estaba eufórica. Ella rápidamente se acercó y le agarró la mano.

—El Emperador nos dio permiso para casarnos. Quiere que tengamos la boda el próximo mes.

Carlisle no parecía sorprendido, más bien era como si lo hubiera estado esperando. Él miró la mano que ella estaba agarrando y luego volvió a mirar su rostro.

—Debes estar muy feliz —expresó.

—Por supuesto. ¿Tú no eres feliz? Estamos cerca de nuestra boda.

Mientras miraba el rostro brillante de Elena, Carlisle sonrió levemente.

— ¿No estás feliz de verme?

Sus ojos azules brillaban en la penumbra con un calor peculiar. Era un color triste lleno de anhelo.

—Te sorprenderías si supieras lo que estaba sintiendo —dijo él.

Elena miró con curiosidad a Carlisle. Entonces, se dio cuenta de que había tomado su mano sin siquiera darse cuenta.

—Oh, lo siento.

Elena soltó su agarre sobre él, y la mano ancha de Carlisle se deslizó de sus delgados dedos. La situación se invirtió en un instante. Cuando Elena miró a Carlisle con ojos sorprendidos, vio que sus ojos eran más oscuros que antes.

—Está bien que te sientas un poco más feliz. Pero en lugar de mi mano, preferiría un abrazo en su lugar.

Como si le dijera que saltara rápidamente a sus brazos, Carlisle hizo un gesto furtivo hacia sus propios y anchos brazos usando sus ojos.

Su rostro era tan descarado que Elena se echó a reír. Unos segundo antes y ella realmente podría haber saltado hacia él con alegría. Sería miembro de la Familia Imperial y podría enfrentarse a Paveluc por igual. Significaba mucho para ella. A partir de ahora, Elena podría actuar aún más influyente.

—Si te conviertes en emperador, entonces realmente podría abrazarte.

—Entonces voy a tener que ser emperador, de una forma u otra.

Incluso con sus palabras juguetonas, Elena asintió con una expresión determinada.

—Sí, solo espera. Lo haré por ti.

Elena sería la creadora de un emperador. Carlisle ascendería al trono con sus propias manos y las de nadie más.


[1] Dicho que expresa oportunismo. Su significado es: una persona no debe dudar cuando vea que la situación es la más favorable para él.

2 respuestas a “Dama Caballero – Capítulo 57: Solo espera”

  1. Muchas gracias por el capítulo, Elena ha obtenido la bendición del Emperador para casarse con Carlisle, al tiempo de descubrir algunos de los secretos del Orbe, todo bien, pero en las sombras, los enemigos acechan.
    Saludos

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