El contrato de la Princesa y la Duquesa Monstruosa – Capítulo 3

Traducido por Kiara

Editado por Nemoné


Leslie abofeteó, sin dudar,  al criado que había intentado sacarla del carruaje tirando de sus manos.

El criado que había recibido la bofetada, miró a Leslie, quien por lo general nunca hacía contacto visual, y sintió que había experimentando un golpe de realidad. Se encontraba demasiado sorprendido como para moverse, pero el dolor en su mejilla denotaba que realmente había sido golpeado.

— ¿Cómo te atreves a tomar mi mano? ¿De quién aprendiste este tipo de comportamiento?

La actitud del hombre era ridícula. Tal como expresó Leslie, ¿qué sirviente impondría descuidadamente las manos sobre la hija de un marqués?

Sin embargo, como Leslie es considerada inútil, es normal que todos tengan este tipo de actitud cuando se trata de ella.

— ¿Es cierto que la joven frente a nosotros ahora, es la misma chica inútil que conocíamos?

—Escuché que hace un par de días fue de viaje con la familia, y sufrió un accidente en el que se cayó por un acantilado.

Las criadas murmuraban, pero Leslie las ignoró y miró al sirviente en silencio, que inclinó la cabeza automáticamente.

¿Qué es esto…? ¿Es esta la niña que siempre mantenía la cabeza baja, como si estuviera aturdida? ¿Cómo es que ahora tiene la fuerza de hablar así?

— ¿Desde cuándo los sirvientes de la mansión ignoran a su dueño?

—Ah, yo… Pero señorita Leslie, este es el carruaje de la señorita Eli…

—Parece que no lo expresé bien, olvídalo. Lo conduciré yo misma.

— ¿Q-Qué?

De repente, el cochero de pie a su lado se sobresaltó. ¿Qué acababa de escuchar?

Si Leslie condujera sola, probablemente terminaría involucrada en un accidente, y el preciado carruaje de la señorita Eli se estropearia.

Notando que Leslie no tenía intención de retroceder, el cochero finalmente se rindió.

—E-Está bien, señorita. ¿Dijiste que querías ir al templo?

—Sí, no me hagas decirlo dos veces.

El carruaje comenzó a moverse, y Leslie se apoyó en la acogedora silla del interior.

Abofeteé a alguien.

Leslie miró su mano por un momento, y luego se echó a reír. Era ridículo que estuviera preocupada por una persona que siempre la había atormentado e ignorado. Y que en el futuro, incluso podría hacerle algo más.

Leslie corrió la cortina de la ventana y miró afuera un rato. Era la primera vez que usaba un carruaje tan bueno y su espíritu vaciló, sin embargo, poco a poco comenzó a tranquilizarse.

Ahora Leslie se dirigía a conocer a la duquesa Salvatore, también conocida como la Duquesa Monstruosa.

Su destino estaba en sus manos.

♦ ♦ ♦

La duquesa Salvatore.

Desde que se fundó el Imperio, existía una Casa con una historia más larga que la Familia Imperial, y la persona al mando de esta familia, era llamada por todos como la Duquesa Monstruosa. Y esto se debe a que su fuerza supera la de todos los demás.

Incluso Leslie, cuyo mundo era tan pequeño como el ático donde dormía, conocía de la duquesa Salvatore, que era tan fuerte que siempre luchaba en la primera línea en todas las guerras.

Se rumorea que el primer Salvatore entró solo al campo de batalla, y cortó la cabeza del rey con sus propias manos. Posteriormente, el poder de los Salvatore se hizo más fuerte, a diferencia de otras familia nobles poderosas como los Sperado.

Después de un tiempo, la duquesa Salvatore se retiró de la vista del público, y sólo una o dos historias sobre ella persisten. Se rumorea que sus dos hijos también heredaron la inmensa fuerza de su madre.

¿Qué tan fuerte será su fuerza? Leslie tembló un poco.

Ni siquiera sé qué tan fuerte es su poder. Esa duquesa… ¿podré persuadirla?

Las manos de Leslie sudaban, así que se las secó en la falda. Sentía la garganta seca.

No, no hay nada que temer.

Leslie pensó en las miradas frías del marqués, la marquesa y Eli, y su miedo se desvaneció gradualmente.

Hasta ahora, he vivido bajo el mismo techo que los verdaderos monstruos.

Al menos la duquesa Salvatore no le quitaría la vida. Incluso si era capaz de arrancar la cabeza de un cuerpo con las manos desnudas, no es un monstruo que sería capaz de arrastrar a un niño de doce años y arrojarla a un pozo de fuego.

—Señorita, hemos llegado al templo.

Le notificaron que el carruaje finalmente llegó al templo, y su corazón se calmó.

La puerta del carruaje se abrió y Leslie saltó para salir.

Ah, él extendió su mano para mí.

El ático de Leslie estaba en un lugar donde no se podía ver la puerta de entrada, por lo que no había manera de que ella supiera cómo la marquesa o Eli salían del carruaje. Lo que es más, a Leslie no se le enseñaron modales, además del trabajo de un lacayo o una criada.

Leslie parpadeó, su cara se sintió más caliente, por la vergüenza.

—Espera aquí hasta que regrese.

—Sí, señorita.

Leslie, que giró la cabeza para evitar mirar al jinete, entró al templo con grandes zancadas, y prosiguió a cubrirse el rostro rojo de vergüenza con ambas manos.

Murmuró: —Necesito aprender algunos modales.

No era que Leslie no supiera nada. Por el contrario, es que ella aprendió más a cómo convertirse en la criada de la hija de una familia noble, que a ser la señorita de una casa noble.

Además, el marqués y la marquesa no lo saben, pero Eli le había enseñado exhaustivamente un entrenamiento como criada, en preparación para su llegada a la Corte Imperial.

De todos modos, la pareja de marqueses también abusaron de Leslie, usando su posición y poder para que no se revelara. Cada día bajaban su autoestima frente al espejo, y la hacían inclinar la cabeza.

Viviendo para Eli, e inmediatamente después de que su hermana despertó su poder, cambiaron su propósito y la arrojaron al pozo de fuego.

Leslie entró en el templo y una conversación entre dos personas llegó a sus oídos.

—Sí, creo que ella no vino a la Isla Daegi hoy.

—Eso parece. ¿Habrá pasado algo? Mucha gente vino a la Isla Daegi a saludar a la duquesa. Qué pena que ella no vino.

Al escuchar la conversación de las dos mujeres que pasaban, Leslie dejó de caminar.

La duquesa Salvatore era famosa por no aceptar invitados. La puerta siempre estaba cerrada cuando alguien venía a verla. Incluso si era un noble importante. Ni siquiera la Familia Imperial podía encontrarse con los Salvatores fácilmente.

Pero aun así, escuché que ella asiste a la reunión anual de la Isla Deagi. ¿Cuándo volverán a abrir la Isla Deagi? ¿Un mes, dos meses?

Leslie se vio obligada a calmar su corazón inquieto.

El marqués le dijo a Eli que la próxima vez que me ofreceran como sacrificio, sería dentro de medio año.

Eso significa que durante los próximos seis meses, Leslie estaría a salvo del marqués.

—No hay problema.

No todo estaba perdido.

Además de reunirse con la duquesa, tenía otra razón para venir aquí. Leslie caminó hacia el sacerdote.

—Disculpe, me gustaría consultar el libro de registro familiar de los Sperado.

Cada libro familiar está guardado en el templo, y los libros contienen los registros de cada muerte que ha ocurrido dentro de la familia. Los funerales de la nobleza son realizados a través del templo, así que esta información debe estar en los registros.

Claro que había muertes en la familia Sperado y por tanto debían ser registrados en el libro, pero el marqués no podía permitir que Leslie lo viera.

— ¿Te refieres al libro familiar? Hmm… Lo siento señorita, pero ¿tiene algo que demuestre que eres un miembro de la familia?

El sacerdote que escuchó sus intenciones miró a Leslie con una mirada vaga. Leslie también miró al sacerdote. Debía probar que era un miembro de la familia.

—Si no puedes probar que eres miembro de esa familia, no puedes mirar el libro. Así que…

El sacerdote observó de nuevo a Leslie de pies a cabeza con ojos torpes.

Si Leslie estuviera usando algún tipo de vestido más lujoso no habría problemas, sin embargo, su atuendo era un vestido de verano hecho de tela delgada que no se ajustaba a la estación; se veía viejo, las mangas estaban llenas de manchas y el dobladillo de la falda estaba a punto de caerse.

— ¿Quizás tienes alguna prueba de tu identidad? Incluso una pequeña cosa estaría bien. Si puedes mostrarme una prueba de tu identidad con la identificación estampada con el sello familiar, te permitiré ver el libro de inmediato.

El sacerdote, al darse cuenta de que sus pensamientos eran vergonzosos, le dedicó a Leslie una sonrisa más amable, pero ella se mordió los labios.

¿Una identificación con el sello de la familia? Mi hermana Eli seguramente tendría uno.

—Tenía prisa y lo olvidé, pero ¿es posible que demuestre mi identidad con mi carruaje? Tiene el escudo de la familia en él.

—El carruaje…

El sacerdote siguió a Leslie y se detuvo frente a los carruajes.

Entre las numerosos carrozas en el patio delantero del templo, el carruaje blanco de Eli es el que más destacaba. El rostro del sacerdote se iluminó al ver el carruaje blanco con el sello de la familia Sperado. Además, el jinete que estaba frente al coche también le resultaba familiar.

El sacerdote, que fue saludado por el jinete, sonrió y miró a Leslie.

— ¡Es el carruaje de la señorita Eli, la hija de la familia Sperado! ¡Eso es absolutamente suficiente para demostrar tu identidad!

El sacerdote asintió agradablemente, miró a Leslie y volvió a hablar.

—Debes ser la hija de la familia. Escuché que no te sentías bien y que no podías salir, pero es bueno que estés saludable.

Entonces contaron esa historia. 

Leslie esbozó una sonrisa amarga. De todos modos, gracias al carruaje de Eli, ella podría ver el libro familiar.

El sacerdote se dirigió hacia adentro y le dejó unos cuantos libros gruesos en la mesa de la habitación.

—Los últimos registros están escritos en el lenguaje de este Imperio, estos dos libros están escritos en Gore. Si necesitas ayuda para traducir, házmelo saber.

—Está bien, puedo traducir a Gore.

La respuesta de Leslie hizo que el sacerdote se sorprendiera.

—Oh, vaya. Eres tan joven pero puedes traducir Gore. Eso es increíble. ¡Normalmente lo aprendes después de entrar en la academia!

Fue solo un cumplido. Pero Leslie sintió que sus mejillas se enrojecían más que cuando no tomó la mano del jinete.

—Gracias.

¿Eso fue un cumplido? Aah, es la primera vez que me elogian así.

Los marqueses hicieron que Leslie aprendiera todas las materias difíciles, como el Gore, la historia de la teología y la política, para que Eli solo se preocupara por los bailes de sociedad y la Familia Real.

Era una niña que iba a ser entregada como sirvienta, ellos creían que su conocimiento pronto se convertiría en el de Eli.

El conocimiento de Leslie no era menor al de un niño que asistía a la Academia, pero el marqués nunca la alabó. El día de hoy por primera vez había sido elogiada, por lo que estaba sonrojada y parpadeó varias veces.

El sacerdote, que la miró satisfecho, salió de la habitación y Leslie exhaló, agarró un libro cercano y comenzó a hojearlo.

Veamos quién murió a una edad temprana.

Si las historias sobre los sacrificios son ciertas, entonces habría muchos otros que murieron a una edad temprana, como parte del secreto de los Sperado.

Y las predicciones de Leslie eran correctas.

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