El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 7: ¿Quién…? (2)

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Es una situación grave. Acababan de llegar noticias, mencionando que, el mayordomo Ian, le había mostrado la daga al conde Stein.

Originalmente, se pensaba que el tema de la daga de asesino se había dado por finalizado ya que, en ningún lugar, se encontró el cuerpo. Pero, claramente, ese no era el caso.

—El trabajo debe completarse…a más tardar hoy, solo para estar seguros.

Lady Orelly, la primera esposa de la casa Iphelleta. Aunque no era conocido por la sociedad, su padre es el jefe del Gremio de Asesinos, en secreto.

Si uno mencionara el problema en cuestión…sería un hecho, que la Casa Iphelleta desprecia a esa clase de personas y, ahora, Lady Orelly corre el riesgo de exponer el secreto de su familia.

¿Qué pasaría si se descubre esta información? La situación sólo iría de mal en peor. El matrimonio entre Orelly y Stein, fue puramente para fines comerciales.

Si…si descubren que soy culpable del veneno en la sopa de Iris —Orelly, apenas pudo tragar.

Si se corre la voz de esto, entonces, la frágil relación que mantiene con el duque en base de sus hijos, se romperá por completo. Ella no quiere perder a su esposo, el conde Stein. Definitivamente, no a manos de una concubina.

Eso es lo que más teme, en lugar de que se revele su secreto.

—No, eso no puede suceder.

— ¡Madre!

El segundo hijo de la casa, Lloyd, estaba sacudiendo levemente sus hombros.

— ¿Hm? ¿Qué pasa?

—Estábamos hablando de Riley. ¿Estás bien, madre?

Quizás, fue porque su madre no se veía muy bien, que apenas podía mantener el hilo de la conversación.

—No, no. Estoy bien.

—Pareces muy enferma.

—Podría deberse a la falta de sueño. Lo que sucedió ayer fue, simplemente, demasiado para mí —Orelly mintió, como si no supiera lo que está pasando.

Ni siquiera les había revelado a sus hijos que el cuerpo frente a su habitación estaba relacionado con ella.

—Incluso muerto, nos causa tanto daño. De todos los lugares, morir frente a tu habitación —Lloyd se quejó.

—Descansa un poco, madre. Me quedaré a tu lado.

¿Cómo podría decirle a su hijo que es la hija de un cruel asesino? Imposible.

—No, no hay necesidad. Estoy más interesada en nuestra conversación anterior. —Orelly le devolvió la sonrisa a su hijo preocupado.

—Ah, sí —Lloyd asintió con la cabeza.

—Aparentemente, Riley levantó una espada ayer.

—Oh, ¿Riley lo hizo?

—Fue antes de que encontraran el cuerpo.

Lloyd se rascó la parte posterior de la cabeza.

—Bueno…probablemente, fue por lo que pasó con Lady Iris. Esa debe ser la razón. Creo que el niño perezoso se enfureció mucho, esa vez. Jaja —se burló Loyd.

—Entonces, ¿cómo estuvo?

Los bordes de los ojos de Orelly se crisparon, aunque levemente. Ella, ya estaba al tanto de la historia, que le contó ayer el hombre encapuchado, pero, escucharlo de su hijo tenía una sensación diferente.

—Fue terrible.

Esta vez, ella tenía una leve sonrisa en sus labios.

— ¿Ah, entonces fue así?

Sí, esa es la prueba perfecta de que ella es superior a la concubina Iris, de que ella debería ser la que reciba más amor. El hijo de Iris es un plebeyo patético e inútil, mientras que los dos hijos de Orelly son espadachines capaces.

Solo esto, es suficiente para demostrar su presencia en la casa.

—Hoho, así que es así.

Los ojos de Orelly se volvieron hacia las ventanas. Afuera, podía ver a Riley durmiendo en el manzano en el jardín. Era como si la idea de aprender esgrima estuviera fuera de cuestión.

♦ ♦ ♦

Final de la tarde, en el pueblo de Iffa.

Por alguna razón, había varios carruajes alineados dentro del pueblo. Todos, parecían bastante lujosos.

— ¿Qué sucede? ¿Por qué el Carro de Tes, del gremio del comercio de mithril, está aquí en la aldea? —Preguntó un aldeano, señalando el carro más brillante de todos.

— ¿Quién sabe?

— ¿Encontraron una mina de oro cerca?

—Como si fuera tan fácil encontrar una mina de oro. Si realmente encontrarán una, te daré a mi esposa.

— ¿En qué sentido me beneficia esta apuesta?

No parecía que ninguno de los aldeanos supiese la razón. Todos tenían miradas curiosas. Después de todo, es uno de los gremios comerciales más grandes del continente.

—El hecho es que el transporte personal del gremio está aquí.

—Um…es solo un rumor, pero es algo relacionado con la esposa de la Casa Iphelleta.

— ¿Hm?

Recordando un viejo rumor, algunos de los aldeanos, comenzaron a susurrar entre ellos, cubriéndose la boca con las manos.

— ¿Cuál era el nombre de la primera esposa? … ¡Ah! Lady Orelly. Aparentemente, ella es la hija del jefe del gremio.

— ¡¿Qué?! ¡Es la primera vez que escucho de esto!

—Oye, piénsalo. ¿Por qué el Conde Stein estaría de acuerdo en unirse en matrimonio con la poco agraciada Lady Orelly? Quedaría como un perdedor, ¿no?

El aldeano que había estado hablando de Lady Orelly usó sus manos para crear una forma redonda con el pulgar y el índice.

—Esto, hablando de la señal con los dedos [1], debe haber estado yendo y viniendo.

Los aldeanos emitieron sonidos de sorpresa al escuchar esas palabras. Mientras lo hacían, los miembros del gremio comercial volvieron la cabeza hacia los aldeanos.

—Shh, cuiden sus bocas…

Incluso cuando hablan bajo, ¿podían escucharlos? Con los comerciantes de Tes mirándolos, los aldeanos abandonaron rápidamente el área, con la boca cubierta.

—Entonces, ¿por qué el carro de Mythril está aquí?

— ¿Quizás, quiere ver a su hija?

Los dos aldeanos continuaron cotilleando en cuanto dejaron de ver a los comerciantes.

—Entonces, él podría ir directamente a la mansión. ¿Por qué detenerse en el pueblo? Ni siquiera le tomaría 30 minutos ir en el carruaje.

—La casa Iphelleta, es un lugar poco accesible, ¿sabes? Incluso los nobles de más altos rango tienen que concertar una cita con tiempo para reunirse con ellos.

—Ah, ya veo.

—Probablemente, enviaron un mensajero a la mansión para advertirles con anticipación, mientras detienen el carruaje aquí.

Los dos aldeanos, que habían estado hablando sobre Orelly y la Casa Iphelleta, no podían sentir una fuerte mirada que se dirigía a ellos.

♦ ♦ ♦

—Ese sueño otra vez…

Riley suspiró, cuando se despertó de su larga siesta, que había durado hasta el atardecer.

—Haaa~

Estaba de mal humor. Hay tres razones para esto. Primero, perdió el “ángulo perfecto” para su descanso. En segundo lugar, tuvo un “sueño de su vida anterior”. Tercero…

Número 2, ve primero, 4 y 5 después. No se equivoquen.

Podía oír voces desconocidas en su cabeza. Es la razón por la que se despertó.

—Tsk…no es lo que quería —murmuró Riley con el ceño fruncido.

Lo que esperaba, era que la daga que Ian le mostró al conde actuara como una evidencia significativa, lo que evitaría que los culpables tomarán más acción en la mansión. Básicamente, era para evitar que ocurrieran más incidentes, pero, al parecer, no funcionó como lo había planeado.

—Bueno, de todos modos, la probabilidad de éxito era del cincuenta por ciento.

Riley se levantó y palmeó el polvo que había en sus pantalones.

¿Estás listo?

Mensaje mental. Una habilidad que le permite al lanzador interceptar conversaciones entre personas. Podía escuchar lo que quisiera escuchar.

Primero, asegúrese de que todas las herramientas estén listas para cuando entre. Tenemos que hacer el trabajo más rápido que nunca.

Estas palabras, que hacían cosquillas en los oídos de Riley, solo podían ser transmitidas por aquellos que pueden controlar el maná, como intermediario.

Tenemos un único objetivo, recuperar el cuerpo del número 3.

Solo se podía escuchar una voz. Muy probablemente, se trate del líder de los invasores de la mansión.

Intenten que los criados de la mansión no los detecten. Ni siquiera por las criadas o mayordomos. Tomen en cuenta que todos eran guerreros antes de trabajar aquí.

—Tsk —Riley volvió a chasquear la lengua.

Parece que el líder está bastante familiarizado con la Casa Iphelleta.

Entonces, comencemos.

Esperen, antes de eso.

Justo antes de que comenzara su misión, Riley se unió a la conversación, usando mensaje mental, una habilidad que requiere una cantidad significativa de maná.

Inmediatamente, se hizo el silencio, lo único que se oía, eran las hojas arrastradas por el viento. Incluso, mientras Riley estaba pensando qué decir, el otro lado, no estaba enviando ningún mensaje.

Lo más probable es que estuvieran en guardia, al darse cuenta de que todos sus mensajes estaban siendo interceptados.

Solo tengo una cosa que decir. No me importa lo que hagan en la mansión. Simplemente, no lo vuelvan una situación en la que tenga que actuar. Considera esto como una advertencia.

No hubo respuesta, pero, el mensaje mental había sido enviado. Después de la advertencia de Riley, hubo un cambio en la atmósfera.

No hagan.

Riley dio un paso adelante, mientras continuaba.

Que me moleste.

Se dirigió hacia la habitación de Iris.

Bueno, respetemos el espacio personal del otro.

Aunque Riley no estaba seguro de sí sabían lo que quería decir con espacio personal, él sólo quería señalar que debían respetarse y seguir adelante.

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