El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 8: Manipulación de evidencia

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Ninguno de los hombres encapuchados, que se infiltraron en la Casa Iphelleta, pudo mover un músculo por más tiempo, esto se debió al desconocido que acaba de hablar con ellos.

—Justo en ese momento…

Fue más que suficiente para sorprenderlos. Que alguien ajeno, pudiera detectar, escuchar e interceptar sus mensajes mentales.

— ¿Cómo…?

Sin mencionar que había logrado enviar un mensaje a todos, quienes estaban ocultos meticulosamente. Era comprensible que estuvieran aturdidos.

— ¿Y dónde?

El líder de los hombres encapuchados, Tes, rápidamente, giró sus ojos, pero no importa dónde mire, no podía encontrar el punto de origen del mensaje mental.

Lo que significa, que hay una clara diferencia de habilidad entre ellos y el extraño. ¿La Casa Iphelleta tenía a alguien que podía ocultar su presencia tan bien?

Hasta dónde Tes sabía, la Casa Iphelleta no considera a los asesinos como iguales. De hecho, todos en el hogar desprecian y no dudarían en deshacerse de ellos si alguna vez vieran uno.

—Es como si…

Considerando la habilidad del Mensaje Mental, el extraño era, al menos, tan hábil y poderoso como él.

No fue fácil eliminar una presencia tan poderosa, pero no podía sentirlo en absoluto.

— ¿Se tratará de un fantasma?

Presencia, maná o algo más. Junto con tal poder, hay características distintas que quedan atrás. Se pueden usar para distinguirlos, de inmediato, del resto, pero, incluso esas características fueron imposibles de detectar, como si realmente fuera un fantasma.

Esta era, una hazaña que solo los asesinos más hábiles pueden lograr.

Debajo de la máscara, Tes frunció el ceño. A él, no le gusto la situación en la que se encontraba, además, le molesta el hecho de que su hija podría estar acorralada, por algún extraño al azar.

—No sé quién es el gracioso, pero, debe haber algo que lo detiene, si ha decidido esconderse así.

De lo contrario, no hay razón para que permanezca en las sombras. Si quiere seguir amenazándolos, debería seguir enviando esa intención asesina hacia ellos.

Eso es lo que Tes creía.

— ¿No…me molestes?

Tes, agarró su daga, mientras recordaba esas palabras. No tenía intención de molestarlo. De hecho, odiaba ese tipo situaciones. Todo lo que necesita es el cuerpo de su colega y la daga. Podía tomarlos tranquilamente. Entonces, todos sus asuntos en la casa habrían terminado.

Nos movemos.

Había venido, hasta aquí, para ayudar a su problemática hija. Tenían que moverse ahora, de lo contrario, la misión sería imposible de completar incluso antes de comenzar. La advertencia del desconocido, a través del mensaje mental anterior, no se había repetido de nuevo.

No había tiempo que perder.

—Iré a la oficina del hijo dónde está la daga.

Tes, saltó del arbusto en el que se estaba escondiendo. Cuando se deslizó en la mansión, ágil como el viento, sus subordinados se animaron y lo siguieron. Las figuras encapuchadas, comenzaron a deslizarse a través de los rincones y grietas de la mansión, como ratas.

De 2 a 10, tomarán el cuerpo.

Tes ordenó usando Mensaje Mental.

El resto, hará algo de ruido para llamar la atención de la mansión. Si están en peligro, eliminen toda evidencia a través del suicidio.

Tan pronto como se dio su segunda orden, en algún lugar de la mansión, ocurrió una explosión. Al parecer, la pelea había comenzado.

♦ ♦ ♦

— ¡Hijos de puta!

El viejo gritó. Llevaba ropa de mayordomo y sostenía una espada recta en una mano. Era una espada normal, pero estaba hecha de buen acero y tenía una dureza superior. El viejo, balanceó su espada.

¿Cómo podría un hombre de más de 50 años tener tanta fuerza? Con un solo golpe, dos hombres encapuchados fueron derribados.

— ¿Dónde crees que están?

El viejo se volvió hacia ellos, una vez más. La espada, de repente, brilló en un tono azul y mostró su poder, a pesar de la brecha entre ellos.

La hoja de aura. La luz azul, se disparó desde la hoja y atravesó a los hombres encapuchados junto con sus dagas.

— ¡Hm! ¿Eran solo un par de mosquitos?

El viejo sacudió su brazo y se dio la vuelta.

— ¡Señor Ian!

— ¡Sera!

Sera, ella es una de las criadas que sirven en la mansión. Al parecer, la conversación de la reunión, también había sido interrumpida, ya que la espada que sostenía también tiene sangre.

—Me ocuparé de la habitación de Lady Iris. ¡Señor Ian, debería ir a proteger al joven maestro!

Eso significa, encontrar y traer a Riley de vuelta del jardín. Ian entendió y asintió con la cabeza.

—Muy bien, ¡no te presiones! ¡Ya vuelvo!

Ian solo tardaría 10 segundos en llegar a los jardines, desde la habitación de Lady Iris. Si no encuentra obstáculos.

—Joven maestro, por favor…

Riley solía jugar a las escondidas en tiempos de peligro, Ian corrió por el pasillo. Rezando para que Riley mostrará, una vez más, esa habilidad y se pusiera a salvo.

— ¡Por favor, ten cuidado!

Uno, cinco, siete, después de siete segundos, Ian se encontró con un obstáculo.

— ¡Maldición!

La expresión facial de Ian se desmoronó. Por su presencia, uno podría decir que este no era un luchador corriente. Probablemente, le tomará algo de tiempo.

Tiempo en el que su maestro podría estar en peligro. Esto no es lo que Ian quería.

—Prefiero la acción, antes que las palabras, pero te dejaré vivir si te vas ahora.

Ian amenazó al hombre encapuchado. Su espada brillaba, con el azul de su aura, e irradiaba una intención asesina. Aun así, el hombre encapuchado permaneció en silencio. Simplemente, le miró y sacó una daga.

Es que no podía leer la intención asesina de Ian, pero no lo dejaría pasar.

—Bastardo.

A juzgar por la reacción de sus ojos, el hombre encapuchado no era sordo. Ian apretó los dientes con ira, cuando el hombre ignoró su advertencia.

—¡No tengo tiempo…! —Ian se detuvo a mitad de la oración y atacó el hombre, la espada y la daga se encontraron, en consecuencia, volaron chispas — ¡para jugar contigo!

Ian gritó, mientras giraba su cuerpo. Justo cuando se abrió cierta distancia entre ellos, las armas de Ian y del hombre encapuchado giraron en diferentes ángulos. Con el objetivo de tomar la vida del otro.

¿Se debió al hecho de que las dos cuchillas imbuidas de maná chocaron? Las trayectorias de las dos cuchillas de maná se desvanecieron lentamente. Después, se oyeron los zapatos de Ian deslizándose sobre la alfombra.

— ¡Mierda!

Ian maldijo, cuando lo empujaron hacia atrás. El enfrentamiento terminó en empate. En fuerza, de todas las cosas.

—Es poderoso…

Lo mismo sucedió con el hombre encapuchado. Estaba tan sorprendido como Ian. Como una de las 5 personas más fuertes en el gremio, no esperaba que alguien pudiera oponérsele de esta manera.

Afortunadamente, en este momento, la máscara estaba ocultando sus emociones.

— ¡Muévete, pequeña rata!

Ian había estado cuidando su lengua desde que comenzó a trabajar como mayordomo, pero los hábitos de sus días de mercenario comenzaban a mostrarse nuevamente.

— ¡Muévete…no muevas tu inmundo trasero de aquí! ¡Solo vete a la mierda!

En este punto, estaba maldiciendo como en los viejos tiempos. Su cara se puso roja como la cara de un demonio. Así de desesperado está. Se perdió más tiempo, quién sabe qué podría pasarle a Riley.

—No puedo…dejar pasar a este hombre.

El hombre encapuchado, se había hecho daño en la muñeca, la cual, seguía temblando por el ataque anterior. Él creía que este viejo es extraordinario.

—Este malnacido… 

Ian levantó la barbilla. Si pudiera matar a un hombre con solo verlo, el hombre encapuchado habría muerto cientos de veces. Lamentablemente, no tenía tales poderes. El hombre encapuchado era todo un adversario.

¡Joven maestro! Espérame… ¡espera un poco más! —Ian apretó los dientes —Estos viejos huesos te ayudarán.

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