El Perseguido – Capítulo 110: El entierro

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


La cara de Chi Yan se sonrojó luego de mirar aquellos ojos negros que implícitamente se burlaban de él, en seguida entendió a qué se refería Ye Ying Zhi.

Solo podía decir que su retribución ocurrió demasiado pronto en esta vida. Este era en realidad el truco que usaba para conseguir besos cuando era niño. En el pasado se negó a tomar medicamentos al enfermarse. Ni siquiera aceptaba cuando el mayor intentó alimentarlo con frutas azucaradas y chocolate. Solo accedió a tomar su medicamento, recibir una inyección o una infusión de líquido si su hermano mayor Ying Zhi lo abrazaba y lo besaba. Inesperadamente, la marea había cambiado y ahora era él quien tuvo que convencer a Ye Ying Zhi de que tomara su medicina.

—Entonces bebe rápido —susurró Chi Yan.

Ye Ying Zhi recogió el cuenco de porcelana con la medicina, miró al más joven intensamente con una sonrisa y bebió aquel líquido amargo. Chi Yan no pudo decir cuán amarga era la medicina por su expresión facial. Finalmente, puso suavemente el cuenco vacío sobre la mesa.

—Ya lo terminé.

Chi Yan lo miró, entrecerró los ojos y no pudo evitar sentir un poco de vergüenza. Bajó la cabeza, se acercó al otro y lamió suavemente la comisura de los labios que tenía rastros de la medicina. De repente, el mayor lo abrazó y le besó las orejas.

Ye Ying Zhi inclinó la cabeza y comenzó a besar suavemente desde la oreja del joven hasta la línea de la mandíbula. Inesperadamente, un débil agudo grito de duelo y seguido del penetrante sonido proveniente del suona se escuchó desde la distancia. La melodía estaba llena de tristeza y resentimiento, lo que hacía que los corazones de las personas temblarán y no pudieran esperar a taponarse los oídos para aislar el ruido.

Shisai
Suona es un instrumento musical

Chi Yan se sorprendió. Extendió la mano y empujó ligeramente al otro, se sentó derecho y dijo—: Hermano mayor Ying Zhi, escucha, suena como una canción que suprime el alma.

Los maestros taoístas eran más particulares que la gente corriente. Por lo general, no tocarían la canción que suprime el alma durante una procesión fúnebre a menos que el difunto muriera de una muerte no natural o su cadáver estuviera en riesgo de transformarse en un fantasma. Era solo una diferencia de palabras entre suprimir y calmar el alma.

La supresión de almas era principalmente para reprimirla, no dejar que dañe a los humanos.

Se preguntó qué familia encontró problemas, ¿o era por Lin Zhu de la familia Xu? Pero Xu Rui mencionó que su alma ni siquiera podía ser convocada. Entonces, ¿por qué necesitan usar la canción que suprime el alma?

Ye Ying Zhi enderezó su cuerpo y extendió la mano para ajustar el cuello. Un rastro de infelicidad brilló en sus ojos, pero pronto se calmó. Seguía siendo el amable y elegante hermano mayor frente a Chi Yan.

—Podemos ir a ver si Ah Yan tiene curiosidad. No hemos escuchado una canción que suprima el alma en la última década aquí.

El auto de la familia Ye los llevó a ambos al lugar de donde provenía el sonido. Cuanto más se acercaban, más fuerte era el sonido del suona, pero afortunadamente se detuvo después de un tiempo. Chi Yan reconoció que estaban yendo en dirección a la casa de la familia Chi. Murmuró en su corazón, ¿no era la familia Xu la que tenía el problema, sino la familia Chi?

El coche se detuvo a una distancia prudente. El mayordomo de la familia reconoció el vehículo y se acercó apresuradamente.

—Tercer Maestro, algo le sucedió a un anciano de la familia Chi. Anoche hubo noticias de que alguien desapareció, pero como dijo que el Joven Maestro Chi estaba cerca y no debíamos molestarlo, no me atreví a notificarle de este asunto —informó a través de la ventanilla bajada del automóvil.

Ye Ying Zhi era el tercer hijo de la familia de Ye. Aunque actualmente era el jefe de la familia, los ancianos todavía lo llamaban habitualmente Tercer Maestro; incluso el viejo tío Fu, quien lo había estado sirviendo desde pequeño, todavía lo llamaba Tercer Joven Maestro.

—¿Cuál es la situación ahora? —preguntó.

—Se dijo que este anciano estaba haciendo un escándalo anoche para ver al abuelo Chi que estaba en retiro —mencionó en voz baja—. Dijo que había un fantasma en la familia Chi y más tarde, después de causar algunos problemas, murió. La familia Chi dijo que algo no estaba bien en este asunto y tenían miedo de que el cadáver se transformara en un fantasma, por lo que sellaron el ataúd y utilizaron técnicas de supresión para reprimir al cadáver. Están llevando a cabo el ritual y después llevarán el cadáver a la tumba ancestral en la montaña en la parte trasera de la casa Chi para “enterrarlo”.

Ye Ying Zhi asintió, cerró los ojos y no dijo nada. El mayordomo se retiró instintivamente.

Chi Yan escuchó claramente la conversación. ¿Por qué tendrían miedo de que el cadáver se transformara de la nada? Cuando todavía estaba con la familia Chi durante su juventud, también había visto algunos asuntos despreciables. Sin embargo, eran temas privados y los forasteros no deberían preguntar ni inmiscuirse en ellos.

—Hermano mayor Ying Zhi, descansa aquí, iré a echar un vistazo —dijo.

La salud de Ye Ying Zhi nunca había sido buena, además, no era adecuado que apareciera de repente en esta ocasión con su estado e identidad actuales. Entonces, era mejor que se quedase en el auto.

—¿Siempre tienes que unirte a la emoción? Están reprimiendo el mal y enterrando a un muerto, ¿no tienes miedo de ver fantasmas malvados? —Ye Ying Zhi lo miró con un poco de molestia.

El joven pensó por un momento, lo abrazó y lo besó en la cara.

—No le tengo miedo a nada mientras mi hermano mayor Ying Zhi esté aquí.

El mayor pareció quedarse sin opciones. Volvió la cara y agitó la mano para dejarlo salir del auto, pero la comisura de su boca se curvó en una sonrisa.

Chi Yan no fue sin ninguna razón. La frase del mayordomo de la familia Ye “había un fantasma en la familia Chi” despertó su interés. Todavía recordaba la razón por la que regresó, muy probablemente la facción de Chi Rong trató de hacer uso del incidente de la aldea He Jia para dañarlo. Tenía la premonición de que el evento actual estaba relacionado con el incidente anterior, o quizás lo estaba pensando demasiado, quería sacarse las dudas.

Miró a través de los huecos de la multitud hacia el espacio abierto en el medio y vio un círculo mágico escarlata que suprime el mal pintado en el piso de piedra azul del dojo.

En el centro del círculo había un ataúd negro y pesado. Varias series de formaciones supresoras del mal fueron pintadas con cinabrio en los cuatro lados del sarcófago. Chi Yan recordó que había visto un ataúd así antes, pero no podía recordar cuándo.

La ceremonia llegó pronto a su fin. Nueve jóvenes se adelantaron y levantaron el féretro. El suona sonó, el grupo de personas siguió el ataúd y caminó hacia la tumba ancestral de la familia Chi.

Chi Yan estaba de pie en dirección a las personas que llevaban el sarcófago. Cuando los vio caminar hacia él, dio un paso atrás junto con las personas que estaban frente a él, y de repente terminó de pie al frente. Los portadores del féretro pasaron a su lado. Aprovechó a mirar las matrices que suprimen el mal y escuchó vagamente un suave golpeteo, como si la persona dentro siguiera golpeando el ataúd…

Quienes tocaban el suona pasaron y pronto el sonido de los golpes fue cubierto por el estruendo. Miró en dirección a la multitud que acababa de irse, incapaz de decir si el sonido de golpes que escuchó en ese momento era solo su propia imaginación.

La mayoría de los presentes eran de la familia Chi, seguramente había bastantes que lo reconocerían. Chi Yan no quería causar problemas, así que volvió a meterse en el coche después de ver a los portadores del féretro que se alejaban a la distancia.

—¿Satisfecho? ¿No los vas a seguir para echar un vistazo? —Ye Ying Zhi lo miró con una expresión plana.

—No, no iré —Chi Yan negó con la cabeza. Rodeó el brazo del mayor y avanzó poco a poco hacia él—. Ya no es temprano, quiero acompañar a mi hermano mayor Ying Zhi a casa.

Ye Ying Zhi lo miró un par de veces, pero no pudo resistirse a acariciar su cabeza y sonreír.

—Chico travieso, deliberadamente te burlas de tu hermano mayor. —Luego le hizo un gesto al conductor para regresar a la casa Ye.

Chi Yan no habló, aunque parecía que algo crecía en su corazón. Ambos fueron demasiado íntimos en el pasado, pero notaba un ligero cambio en la actitud de Ye Ying Zhi después de volver a encontrarse. Solía mimarlo, pasaban mucho tiempo juntos de chicos, él lo abrazaría y lo besaría, pero esos besos eran solo puro afecto y cercanía. Solía ​​besarlo en la frente y las mejillas con suavidad como una brisa, como besar a su propio bebé.

Pero desde el día en que lo siguió de regreso a la casa de la familia Ye, desde el comienzo de su beso un tanto imprudente, el tono y el sabor de su relación cambió por completo. Ye Ying Zhi nunca lo besó así antes. Podía sentir que estaban llenos de deseo y posesividad, solo eran adecuados para los amantes.

Los cambios en sus emociones se podían sentir en cada beso y cada abrazo. Era evidente en todas sus interacciones, pero ninguno de ellos tomó la iniciativa de hablar de ello o ir más allá. Tácitamente permitieron que estos cambios ocurrieran de forma natural, pareciendo tranquilo por fuera, pero su corazón estaba turbulento.

Después del almuerzo, Chi Yan “supervisó” que Ye Ying Zhi tomara su medicación como por la mañana, y conversó con él sobre su vida durante los últimos años. El tiempo pasó rápido, fue de noche en un abrir y cerrar de ojos.

Los dos se durmieron juntos como de costumbre. Chi Yan tuvo un sueño confuso. En el sueño, estaba encerrado en un ataúd oscuro y encadenado firmemente por algo. Sintió dolor en su cuerpo y golpeó desesperadamente el féretro, tratando de salir. Escuchó muchas voces cantando mantras, pero no pudo ver quienes cantaban. Rostros distorsionados y horribles aparecieron en su mente, en seguida supo que esos eran sus parientes. Su fuerza estaba disminuyendo y sabía que no querían que saliera. Todos sus familiares y amigos querían sellarlo, dejarlo morir en secreto, ni dejarlo reencarnarse.

Su cuerpo se volvió más pesado y más frío, sintió que la tierra era arrojada capa sobre capa encima del ataúd, enterrándolo. Al final, todas las voces se fueron desvaneciendo gradualmente y ya no pudo escuchar la canción que suprime el alma que había estado perforando sus oídos. Fue enterrado profundamente en el suelo…

Entonces, lo que lo retenía se movió de repente. Chi Yan podía sentirlo, era un brazo helado. Fue abrazado por esos familiares brazos helados. Entonces escuchó la voz que más amaba. Había un rastro de sonrisa en esa voz, llamándolo “bebé” y besándolo…

Gimió y luchó dolorosamente en el abrazo de esa persona. Sintió que alguien le daba palmaditas en la espalda y lo llamaba por su nombre. Esa voz se superpuso con la del sueño, lo que lo confundió momentáneamente, preguntándose qué era un sueño y cuál era real.

Chi Yan abrió los ojos y vio el rostro preocupado de Ye Ying Zhi iluminado por una cálida luz naranja.

Estoy en la casa Ye, en el dormitorio del hermano mayor Ying Zhi.

Ye Ying Zhi le palmeó suavemente la espalda.

—¿Qué te pasa? ¿Tuviste una pesadilla? Te dije antes que no fueras a ver esas ceremonias de exorcismo malvadas. Desde pequeño no soportas esas cosas y tienes una tendencia a encontrar espíritus malignos…

Hizo una pausa en medio de la oración cuando Chi Yan lo miró suavemente.

—Soñé con el hermano mayor Ying Zhi —cerró los ojos y se movió a su abrazo de nuevo—. Muy lleno… —susurró.

Ye Ying Zhi de repente pareció haber olvidado qué decir y cómo moverse. La mano que tenía detrás de Chi Yan se puso rígida. No esperaba que su pequeño villano fuera tan valiente, se preguntó dónde había aprendido aquellas cosas malas y cómo podía usarlas todas contra él. Presionó su rostro contra el de Chi Yan.

—Ah Yan, dime, ¿qué está muy lleno? —Su voz era suave, pesada y agitada.

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