El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 198: Conferencia (1)

Traducido por Shisai

Editado por Ayanami

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—Que ridículo.

—Que ridículo.

En medio del regocijo y los vítores, otra persona y yo, dijimos lo mismo.

En respuesta a las voces disidentes…toda la sala quedó en silencio. Todos los ojos estaban sobre nosotros.

— ¡Marqués Anderson! ¿Qué quieres decir cuando dices ridículo?

Aunque ambos hablamos, la reina Ellia parece haber decidido ignorar por completo mi existencia.

Ella miró al marqués Anderson…mi tío.

—Nada más que el hecho de que…de acuerdo con las leyes de esta nación, el hijo mayor debe ser el sucesor. Mientras el hijo mayor no tenga ningún tipo de enfermedad debilitante, estas mismas reglas siempre deben aplicarse incluso a la familia real. Saber que vas en contra de la ley y sigues con esta decisión, especialmente, teniendo en cuenta tu condición en la familia real, es ridículo.

— ¿Crees que alguien que ni siquiera está aquí, es más adecuado para el papel de rey? Francamente, eso es mucho más ridículo.

—Esto no es algo que la Reina Ellia pueda decidir. No tienes el poder de decidir quién sucede al trono. Después de que el rey ha muerto, el poder se transfiere inmediatamente al hijo mayor. Esas son las leyes de esta nación. Lo que significa que la aprobación de la esposa del rey anterior, es completamente innecesaria.

La mirada de la reina Ellia pasó de mi tío a mí.

Era una mirada de odio, que provenía directamente del corazón.

—Además, Príncipe Edward. Acabas de decir que trabajarás para convertirte en un rey sobresaliente…pero ¿realmente, has considerado cómo superar nuestras dificultades actuales?

—No tengo el deber de responder a sus preguntas.

—No, tendrá que responder si aún desea recibir los recursos y el apoyo de mi territorio.

— ¿Por qué tengo que escucharte? ¡Soy el rey! ¡Que un simple noble me hable así es descarado!

—…Aún no estás en el trono, ¿verdad? —Esa fue la pregunta obvia que provocó su reacción.

— ¡S-sí! ¡Que alguien venga y se lleve a esta mujer!

Pero nadie se movió. Ni siquiera los guardias de pie en la puerta.

Todos los guardias aquí, son sirvientes del abuelo.

Sin su orden, ninguno de ellos actuará.

A pesar de que ya había retrocedido desde la primera línea, sigue siendo un héroe nacional. Sus seguidores eran igual de fervientes.

Eso y la completa falta de experiencia del actual capitán de la orden de caballeros contribuyeron a todo esto.

La reina Ellia lo había forzado a la posición sin ceremonias.

Muchas personas, en la orden de los caballeros, están muy descontentas con esta decisión, por lo que se movieron para contrarrestar su mera presencia.

Realmente, no contaban con tener que involucrar al abuelo.

—Un sesenta por ciento del grano recolectado de los nobles, proviene de mi territorio, ¿correcto?

—Ah… ¿y qué?

—Teniendo en cuenta la magnitud de este desastre, es inevitable que nos falten recursos. Sin embargo, con tantos territorios en el reino, ¿por qué confiar solo en el mío?

—Tu tierra tiene un área mayor. Como familia de un duque, se espera que apoyen a la nación.

— ¿Qué estás diciendo? ¿Un solo territorio es suficiente para justificar que se nos proporcione el sesenta por ciento…? ¿Me estás diciendo que no entiendes lo que esto significa? Cuando escuché sobre los resultados de la encuesta, me sorprendió. Si dejas de reunir recursos de mi territorio, ¿cuántas personas pasarán hambre? Especialmente, con la falta de tierras cultivables en la capital, una crisis terrible podría ser inminente. Por eso le pregunté qué políticas tiene en mente para la situación actual. —Me reí mientras preguntaba, mirando hacia la facción del segundo príncipe.

Aunque algunas personas habían respondido como la reina Ellia, hay varios nobles que está más que conscientes de la pobreza de su propia tierra y que están evitando mi mirada.

Algunos nobles, incluso parecían estar de acuerdo con lo que estoy diciendo.

Esos eran los individuos que fueron comprados y se aliaron juntos, la facción del primer príncipe y los neutrales.

La riqueza y los recursos de grano del duque Armelia, significa que tenemos una ventaja opresiva, en comparación con otros territorios.

Estaba usando esto, como parte de mis negociaciones.

Por supuesto, también hubo una unión implícita entre nosotros y la casa del Duque Anderson.

No es solo que estamos relacionados por sangre, sino también que ambos queremos proteger a nuestra gente.

La fuerza militar de su territorio y nuestra riqueza…estos dos territorios se unieron bajo la misma bandera, señalando a otros para que los siguieran.

Hemos estado en contacto, incluso antes de venir a la capital. Durante mi tiempo aquí, he estado visitando a las familias relevantes. Tanya también recibió cartas de ellos y las trató de la manera apropiada.

Aunque, el hecho de que la parte norte del territorio de Armelia es parte de la facción del segundo príncipe, fue muy difícil de manejar, aún pudimos formar alianzas con las regiones occidentales al otro lado de la montaña, el territorio del duque Anderson y todas las demás tierras limítrofes también.

El Príncipe Edward parecía muy sorprendido de que otros estuvieran de acuerdo conmigo. Tenía las cejas juntas en un ceño feroz.

—Hice todo lo posible para que no se convirtiera en una situación como esa. No creo que haya necesidad de más explicaciones de mi parte.

—En este punto, mi territorio está vacilando. Nuestra propia gente se empobrecerá si esto continúa. Como señor feudal sustituto, me niego a futuros intentos de recaudar nuestros recursos.

— ¿Q-qué tipo de mentiras estás diciendo? ¡Si insistes en rebelarte así contra el rey, tomaré represalias en especie con el ejército real!

— ¿Este reino…las personas que te apoyan, realmente, tienen ese exceso de recursos? Si está considerando convertirse en rey, piense bien lo que va a decir, antes de exponer sus propios pensamientos de este modo.

— ¡Cállate! ¡Este país es mío! ¡Si los arresto a todos aquí por traición y absorbo todos sus territorios, todos estos problemas se resolverán!

Sus ojos brillaban, como si pensara que es un genio por lo que acaba de decir.

La reina Ellia y el marqués Maelia parecían afirmar esto, al igual que todos en la facción del segundo príncipe.

En ese momento, me di por vencida.

Mi tío hizo lo mismo.

—Bueno, entonces, tendremos que disculparnos. Continuar en esta conferencia…no tiene ningún sentido.

Mi tío anunció fríamente.

Me puse de pie con él también.

Como si estuvieran de acuerdo con nosotros, más de la mitad de los nobles también se pusieron de pie.